El Proyecto Político de las Comunidades Militantes y Multisectoriales habla a los pueblos:

Declaración

Ni cartel Constituyente, ni colusión electoral… que los pueblos decidan su futuro

Entregamos nuestro saludo a las miles de personas que, para una mejor vida, valientemente han superado las leyes, la represión y los prejuicios, comenzando un proceso de acumulación de fuerzas sociales de cambio a partir de las luchas obreras de portuarios, forestales, mineras, construcción, comercio y servicios. A todas y todos los jóvenes estudiantes, sus familias y sus comunidades educativas que desde hace años revientan las calles con su alegre rebeldía y su profunda disposición de lucha. Al pueblo mapuche, que cada vez aumenta su convicción en que el único camino es la autodeterminación y el control territorial como forma de conquistar su anhelada libertad. A los magallánicos, Ayseninos, a las Freirinas, a los Tocopillanos, a las Dichatinas, a los Carahuinos, y mediante ellos a todas las luchas comunales, provinciales o regionales que han ido constituyendo una Expresión Independiente en el seno de los explotados y oprimidos y con ello planteando un nuevo escenario en el país: el resurgimiento del Pueblo, de los Pueblos.

El arcoíris popular se ha abierto, tal como en un día oscuro. No existe un único color, se trata de la aparición de múltiples expresiones de organización popular, con diferentes identidades, con objetivos reivindicativos o bien contrahegemónicos, con distintos niveles de organización y de conciencia social. Lo bueno es que ese arcoíris cruza todo el horizonte popular.

HOY PARTE DEL PUEBLO, DE LOS PUEBLOS, ESTAN HABLANDO…

Este resurgimiento se ha producido en medio de la descomposición moral de los ricos y poderosos, en medio de un gobierno que goza del menor apoyo de la historia y cuando dos coaliciones de hombres controlan el parlamento, tribunales, instituciones estatales, y las fuerzas armadas que ociosamente viven del cobre. Ambas coaliciones existen de la mano de un empresariado arcaico, corrupto, monopólico, delincuente, racista y machista. Los Luksic, Matte, Paulmann, los coludidos, los ladrones de cuello y corbata, los padrinos y jefes de los políticos.

Sin embargo, aún son millones los que no les hace sentido esto, bajo cuatro décadas de miedo y consumismo, todavía agachan la cabeza o bostezan en vez de luchar. A ellos es necesario hablarles también; debemos contarles que un nuevo mundo está surgiendo entre consignas de unidad, de humildad, de sumar, multiplicar los esfuerzos, de apoyo mutuo; un nuevo mundo democrático que no se expresa en las elecciones. Se sabe a ciencia cierta que gane el que gane habrá que seguir luchando. Porque en Chile no existe una real Democracia, existe un Estado heredero de la violencia y en manos del gran empresario. No debemos confundirnos, la democracia no nace de las elecciones ni de un proceso constituyente nacido de los mismos que viven de la falta de democracia y del trabajo ajeno, con empresas que se coluden para enfermar y estafar, tratando de hundir al pueblo a la deuda eterna, ellos que roban a manos llenas, donde las manos de los grandes empresarios y sus empleados, los politicos neoliberales de la NM y Derecha mas dura, tienen teñidas de sangre.

Nuestro mensaje es la transformación, queremos cambiarlo todo.

Si no planteamos una transformación social radical, no cambiamos nada, es como barrer bajo la alfombra. Hoy no se necesita barrer, lo que hace falta en Chile es derribar una casa que se cae sobre nuestros hombros, y construir algo digno donde vivir, aunque sea una pieza, pero esa pieza sea para vivir, para conversar, para descansar. Esta será nuestra, será libre, será solidaria, será revolucionaria.

Pensamos que no es maduro, políticamente, confiar en un proceso cuya gran tarea es reavivar o sostener un sistema político que se cae, a contrapelo de quienes creen que ocupando el megáfono de las elecciones se educa al Pueblo. El Estado chileno está bajo control de compañías y conglomerados económicos nacionales y extranjeros, lo sabemos, y así, toda acumulación de fuerza social y programática de los trabajadores y trabajadoras, estudiantes y pobladores que se ponga al servicio de campañas y candidaturas, solo la transforma en fuerza política para estos conglomerados. La ilusión de adquirir pequeñas cuotas de poder estatal o conseguir repercusión en la opinión publica, se trata en verdad de falsas expectativas y demuestran una inocencia impropia luego de décadas de control social burgués. Lo mismo ocurre con el mal llamado proceso constituyente.

El “cartel constituyente” de Bachelet.

Bachelet ha intentado aprovechar un periodo mediado por dos años electorales y tres elecciones, e intenta permitir a las bases de la Nueva Mayoría desplegarse -con sueldos y recursos pagados por el Estado- por los diferentes territorios del país para reposicionarse y confundir a quienes luchan.

Sin embargo, sólo busca construir un documento llamado “bases ciudadanas” el cual será en todo momento vigilado y sentenciado en el parlamento. Con ello pretende crear un manto democrático para conquistar apoyo internacional en un posible escenario de protesta y movilización, en que se pudiera intensificar la represión social.

No está entre sus objetivos un verdadero cambio constituyente en Chile, el que debería comenzar con la restitución de su territorio a los mapuche, el fin de la explotación al trabajador y el término de la propiedad de empresas y tierras en manos de unos pocos. Se trata por tanto, de un proceso armado a la medida y es cosa de recordar el resultado de los diálogos ciudadanos sobre AFPs, sobre educación y la consulta indígena y por lo tanto, es un proceso de acumulación constituyente que no va en dirección de los intereses populares. La transformación social nacerá solamente con la creación de las capacidades populares para controlar territorios, liceos, empresas, en fin para decidir nuestro futuro libremente desde cada rincón del país.

Nos constituimos para transformarlo todo, para echar abajo la corrupción y el monopolio, para restituir los sueños de los niños de la calle, para rescatar a los miles de hambrientos, para expulsar de Chile a los delincuentes de cuello y corbata, para derribar el trabajo eterno, el régimen de los ricos. Nos interesa rescatar la tierra para vivir, defender el agua y los territorios, asegurarle a cada quién vida, alimento, vivienda y un ecosistema para que crezcan sanos y alegres los hijos e hijas de nuestro pueblo.

El objetivo político de esta coyuntura larga, mediada por elecciones y la farsa constituyente, es precisamente construir fuerza organizada amplia verdaderamente democrática, que reúna a todas las alternativas que luchan por una nueva organización educativa, jóvenes estudiantes, movimientos antipatriarcales, de lucha por vivienda, de autonomía territorial, de lucha por salud digna, de trabajo decente, de una nueva previsión de reparto social, para enfrentar el circo electoral y constituyente y así constituir Asambleas y espacios populares propios.

Ni cartel Constituyente, ni colusión electoral… que los pueblos decidan su futuro!!

Todas las luchas, Una sola lucha!!

Trabajadoras y trabajadores de la ciudad y del campo, pobladores y pobladoras, estudiantes…Uníos!!

 

Proyecto Político de las Comunidades Militantes y Multisectoriales
Marzo 2016

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