Nelson García, otra víctima de las elites dominantes hondureñas.

envido por Radio Riachuelo FM /Buenos Aires.

Nelson García tenía 38 años y 5 hijos. También era integrante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares de Honduras, así como lo fue Berta Cáceres. En la tarde del martes 15 de marzo, a menos de diez días del asesinato de Berta, Nelson fue asesinado de 4 balazos en la cara por un sicario, mientras estaba en su casa con sus hijos.

Según denunció esa organización y también la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, Nelson había apoyado la recuperación de tierras de Río Lindo, que ese mismo día fue violentamente desalojada, “un violento desalojo por parte de la policía militar y cobras”, denunciaron las organizaciones.

Afirmaron además que dos miembros de la Coordinación General del COPINH están siendo amenazados con ser capturados por la policía. Según reportaron desde Honduras, ellos se encuentran junto a los desalojados de Río Lindo, atendiendo a los heridos y a los afectados.

Berta Cáceres fue asesinada en su casa en Esperanza, Honduras el 2 de Marzo cuando hombres armados entraron y le dispararon a quemarropa. Junto a ella estaba Gustavo Castro, también defensor de derechos humanos, integrante de Otros Mundos Chiapas, a quien, a pesar de estar herido y siendo un testigo presencial de esa noche, no se le ha permitido salir de Honduras a pesar de los riesgos que coirre allí su integridad física.

fuente: http://www.fmriachuelo.com.ar/2016/03/honduras-un-nuevo-asesinato-de.html

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Nuevo Asesinato en Honduras. COPINH: Basta ya!

 por COPINH /enviado por Red Colombia.

El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de honduras hace de conocimiento a la opinión pública el asesinato el día de hoy  -martes 15 de marzo de 2016- de nuestro compañero Nelson García de la comunidad de Río Chiquito en el departamento de Cortés, a manos de dos personas desconocidas.

Lamentamos tener que informar que el compañero Nelson García fue asesinado cuando llegaba a la casa de su suegra a almorzar, luego de haber estado toda la mañana ayudando a mover los enceres de las familias desalojadas de la comunidad de Río Chiquito.

El asesinato ocurrió en el marco del desalojo efectuado contra la comunidad e Río Chiquito en la localidad de Río Lindo, en el departamento de Cortés, en el cual aproximadamente 100 policías, 20 efectivos de la policía militar, 10 del ejército y varios de la DGIC invadieron el territorio recuperado por 150 familias, en el cual más de 75 habían construido sus casas con los materiales y esfuerzos que han podido obtener.

El desalojo se produjo al medio día de hoy, utilizando tractores y maquinaria pesada para destruir las casas de madera en las que han vivido desde hace casi 2 años los compañeros y compañeras organizadas en el COPINH, dejándoles sin un techo con qué protegerse. De igual manera se destruyó la huerta y sembradíos de la comunidad, arruinando con tractores las plantaciones de yuca, caña, plátano y pequeñas milpas, violando cualquier tipo de derecho. Incluso se destruyó un horno artesanal que tenía la comunidad y mataron unas gallinas pertenecientes a la comunidad.

La comunidad de Río Chiquito ha protegido su territorio desde que le fue donado a las mujeres de la misma, sin embargo, han sido atacados por las autoridades municipales, en especial por el alcalde anterior, que utiliza 3 testaferros para despojar a los compañeros y compañeras, y vender la tierra.

El compañero Nelson García fue un activo militante del COPINH, en la defensa del derecho a la habitación, lo recordamos por su activa participación en el proceso de recuperación de la tierra y la fundación de la comunidad de Río Chiquito. Lamentamos esta nueva muerte a 13 días del vil asesinato de nuestra coordinadora General Berta Cáceres.

El asesinato de nuestro compañero Nelson García y el desalojo de la Comunidad de Río Chiquito se suman a la guerra en contra del COPINH, que busca acabar con su labor de defensoría, resistencia y construcción de más de 22 años.

Estas agresiones del día de hoy se suman a la gran cantidad de amenazas, agresiones, asesinatos, intimidaciones y criminalizaciones dirigidas en contra del COPINH.

Desde el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres hemos sido objeto de una gran cantidad de incidentes que demuestran el nulo interés por parte del Estado hondureño por garantizar nuestra vida y la labor que desempeñamos. Así como su irrespeto a los mandatos de la CIDH en cuanto a la aplicación de las medidas cautelares que se nos han otorgado. Las medidas cautelares fueron emitidas el días 6 de marzo y hoy 9 días después nos asesinan un compañero.

¿Cómo se supone que confiemos en el proceso investigativo del Estado si a la coordinación de la organización se le hostiga criminalmente mediante el llamado a declarar investigando su presunta participación en el asesinato, mientras no se investiga a las fuentes de las amenazas?

¿Cómo se supone que se haga justicia en el caso de nuestra lideresa Berta cuando no se garantizan las medidas necesarias para la protección de su familia, y las hijas y compañeros de nuestra compañera Berta han sido perseguidas por un hombre armado en la ciudad de Tegucigalpa en medio de los encuentros con autoridades?

Desde el mismo día del asesinato de Berta, las instalaciones del COPINH en La Esperanza han sido vigiladas por personas desconocidas, intimidando a quienes permanecemos en resistencia, siguiendo el legado de nuestra lideresa.
De igual manera los compañeros y compañeras de la comunidad de Río Blanco han sufrido agresiones de persecución cuando se trasladaban a la ciudad de Tegucigalpa para exponer su caso ante entes como el Ministerio de Gobernación y los representantes del grupo de representantes diplomáticos del G16.

Además de un incidente en el cual los compañeros de la comunidad se trasladaron al Río Gualcarque y fueron agredidos por los guardias de seguridad del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, mediante disparos de escopeta, que afortunadamente no hirieron a ningún miembro de la comunidad.

Todas estas agresiones hacen parte de un plan de exterminio en contra de nuestra organización y hacemos un llamamiento a la solidaridad nacional e internacional para luchar en contra del mismo.

Exigimos que cese la persecución, el hostigamiento y la guerra en contra del COPINH.

Exigimos que el Estado hondureño responda por la muerte de nuestros compañeros y compañeras y no exista más impunidad.

Exigimos justicia para nuestra compañera Berta Cáceres.

Con la fuerza ancestral de Lempira, Mota, Etempica, Berta, se levantan nuestras voces llena vida, justicia y paz.

¡¡¡Berta Vive, la lucha sigue!!!

La Esperanza, Intibucá,

Honduras.

Dado a los 15 días del mes de marzo 2016.

Fuente: http://www.redcolombia.org/index.php/noticias-nuevas/2467-nuevo-asesinato-en-honduras-copinh-basta-ya.html

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Otro asesinato contra un integrante de los movimientos populares en Honduras

por Alba Noticias

Desde el Encuentro Mundial de Movimientos Populares lamentamos y repudiamos profundamente la muerte de Nelson García, dirigente de COPINH, asesinado este martes 15 de marzo. Nelson fue baleado cuando volvía de ayudar a un grupo de familias que habían sido desalojadas en Río Chiquito. Al llegar a la casa de su suegra, se encontró con 2 hombres desconocidos que le dispararon a matar.

Dos días después de este hecho terrible, Cristian Alegría, dirigente de Vía Campesina Honduras, fue herido de gravedad cuando llegaba a las oficinas de la mencionada organización.

Estamos muy preocupados por la situación de terror que se vive hoy en Honduras. No ha pasado un mes desde el asesinato de la querida Berta Cáceres. Vemos con espanto como se ha cruzado el límite sagrado de la vida para atacar a luchadores y militantes populares, poniendo en manos de sicarios, de la manera más oscura y cobarde, la tarea de reprimir y callar a los que luchan.

Están atacando a los dirigentes indígenas y campesinos porque son quienes protegen la vida y la naturaleza por sobre el dinero. Atacar al movimiento campesino-indígena es atacar el futuro de todos, es atacar a quienes están velando por la salud de nuestra Madre Tierra. Si dejamos que esto suceda, los únicos valores que prevalecerán son la fuerza, el miedo y el beneficio económico de las grandes corporaciones por sobre todas las cosas.

Solicitamos a los organismos internacionales combatir la violencia en Honduras y garantizar la seguridad de los militantes populares que se ven hoy amenazados.

Exigimos al gobierno de Honduras que ponga cese a esta escalada de violencia y haga justicia.

¡Ningún campesino sin tierra!

¡Ningún muerto por luchar!

¡Basta de violencia en Honduras

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