Chile generales: La criminal carrera de Pinochet y la muerte del General Lutz [+Anexos].

Exhumaron el cadáver del general Augusto Lutz tras sospecha de asesinato.

por El Mostrador.

El abogado de los familiares de Augusto Lutz dijo que previo a la muerte del ex general Lutz «hubo una relación compleja con Augusto Pinochet, sobre todo luego del golpe militar. En aquella época hubo una verdadera purga (al interior de las Fuerzas Armadas). Hay que ver lo que ocurrió con el general Bachelet y otros miembros que fueron víctimas de la represión por su conducta más bien constitucionalista”.

El juez Mario Carroza asistió este viernes al Mausoleo Militar del Cementerio General, en compañía de peritos del Servicio Médico Legal, para exhumar el cadáver del ex general Augusto Lutz quien falleció en 1974 por una septicemia.

Según consigna The Clinic, lo anterior constituye parte de la investigación iniciada por Carroza en noviembre pasado luego que la abogada e hija de Lutz, María Olga, interpusiera una querella para determinar si hubo participación de terceras personas en la muerte de su padre.

El abogado de los familiares de Augusto Lutz dijo que previo a la muerte del ex general Lutz «hubo una relación compleja con Augusto Pinochet, sobre todo luego del golpe militar. En aquella época hubo una verdadera purga (al interior de las Fuerzas Armadas). Hay que ver lo que ocurrió con el general Bachelet y otros miembros que fueron víctimas de la represión por su conducta más bien constitucionalista”.

La familia siempre sospechó la participación de terceras personas en la muerte de Lutz y según indican, el malestar del ex general comenzó luego de asistir a un banquete ofrecido por Pinochet durante un viaje a Punta Arenas. En la instancia lo llevaron al hospital de la región donde le diagnosticaron várices esofágicas. En la oportunidad, se detallí esa enfermedad suele a afectar a personas alcohólicas, pero Lutz era abstemio.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/dia/2018/06/08/exhumaron-el-cadaver-del-general-augusto-lutz-tras-sospecha-de-asesinato/

 


Anexo 1 CT:

La hija del general Lutz relata cómo murió su padre en extrañas circunstancias.

por Ernesto EKaiser/ El País digital /Madrid.

Olga Lutz, hija del general Augusto Lutz, muerto en extrañas circunstancias en 1974 en el hospital militar de Santiago de Chile, declaró como testigo ante el juez Baltasar Garzón, el pasado 27 de noviembre, que la suerte de su padre fue similar a la de otros generales chilenos que mantuvieron fuertes divergencias con Augusto Pinochet sobre el alcance del golpe y la entrega del poder a los civiles en un plazo de tres años.

El testimonio de Olga Lutz, abogada que vivió un tiempo en Madrid y que reside en otro país de Europa, da cuenta de los avatares de su padre como jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y, más tarde, secretario de la Junta Militar en la que estaba el general Pinochet. En mayo de 1974, afirma, Lutz mantuvo conversaciones con otros generales para impedir que Pinochet fuese nombrado jefe del Estado.

Otro de los aspectos de interés de la declaración se refiere al asesinato del general Carlos Prats González, ex comandante en jefe del Ejército chileno y ex ministro leal a Salvador Allende, que abandonó Chile días después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y cuyo coche, en el que también iba su esposa, saltó por los aires en el centro de Buenos Aires el 30 de septiembre de 1974. Lo que sigue es un resumen de las declaraciones de Olga Lutz ante Garzón.

Olga Lutz. Mi padre fue nombrado jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) por Allende en diciembre de 1972. El nombramiento lo hace el general Prats. Prats había sido director del Servicio de Inteligencia Militar en los años 1968 y 1969, y Lutz había sido su segundo. Eran muy afines. El 11 de septiembre de 1973 el general Lutz realiza funciones como director del Servicio de Inteligencia Militar, cuya función se refería a las relaciones con los países limítrofes.

Él comienza a cumplir esas funciones, pero se topa con dos problemas: uno es que a la vez que el SIM funcionaban otros servicios de inteligencia, como el servicio de la Fuerza Aérea, el de la Marina y el de inteligencia de los carabineros. Paralelamente, se encuentra con que existe un personaje que también realiza estas funciones, que es el general Contreras. Mi padre tiene un enfrentamiento con Contreras, porque Contreras no quiere darle información.

En noviembre, mi padre tiene bastantes problemas con el SIM y en esas fechas comienza a asumir funciones como secretario de la Junta Militar. Él se plantea con otros generales que este golpe militar es para un período de transición. Hay otra preocupación de los generales Lutz y Bonilla. Se trata de que alrededor del mes de mayo se comienza a plantear dentro de la Junta Militar, lo empieza a plantear Pinochet, la necesidad de que exista un cargo ejecutivo dentro de la Junta Militar. Mi padre me comentó que encontraba que era un riesgo muy grande y una gran acumulación de poder en una persona.

Charles Horman, periodista estadounidense, y el General Augusto Lutz, jefe de la Inteligencia militar en 1973. El general está acusado de participar en los hechos que llevaron al asesinato de Horman en septiembre de 1973.

Entonces estuvieron hablando, mi padre con Bonilla, viendo la posibilidad de convencer a algunos generales. Mi padre con uno de los que habla es con el general Benavides. Mi madre le dice: «No hables con Benavides». Porque no confía en él. Pero mi padre sí confía. Como resultado de ello, a la semana fue destituido y enviado como intendente a Punta Arenas, la región más austral de Chile.

Todo esto fue algo terriblemente fuerte. Mi padre y mi madre se van con el pequeño a Punta Arenas, donde permancen entre junio y noviembre de 1974. En septiembre de 1974 él viaja a Santiago, viene a la casa donde yo vivo y acude a una junta de generales. Uno de los temas principales que se discute son los procedimientos que está llevando a cabo la DINA. Él, obviamente, y otro general no están de acuerdo, ni tampoco con que el general Contreras despache directamente con Pinochet siendo un comandante, ya que el resto eran generales. Entonces, en la junta que he mencionado hay una frase que es muy sonada es que Pinochet dice: «La DINA soy yo».

El juez. ¿Eso se lo cuenta a usted su padre?

Olga Lutz. Me lo cuenta a mí mi padre. En ese momento coincide, estamos en el coche oficial y él enciende la radio y escuchamos por la radio que el general Prats ha muerto asesinado en Argentina. Mi padre dice: «Esto no puede ser». Yo sentí que él estaba profundamente conmocionado. Yo pienso que ahí él se dio cuenta, que hasta entonces nunca se dio cuenta, de que Pinochet podía estar detrás de esto.

Vuelve a Punta Arenas, esto fue en septiembre. Y en noviembre viene a Santiago a una reunión. Está perfectamente bien. Vuelve a Punta Arenas y al cabo de tres días se siente mal después de una cena. En Punta Arenas estaba mi madre. Ve que empeora, pide al general Cerda que venga a verlo. El general Cerda le da algunos calmantes y luego, cuando ve que empeora, le dice que va a coger un avión y se lo va a llevar a Santiago, o a otro sitio, y el general Cerda le dice que no le da el paso en el avión. Mi madre lo interpreta como una advertencia médica y lo deja. El general Lutz es operado en Punta Arenas y, mientras le están operando, mi madre me llama y me dice: «Por favor habla con Benavides para que deje un avión y vengan a buscar a Augusto».

El juez. ¿Eso le dice su madre?

Olga Lutz. Mi madre. Yo voy a hablar con Benavides y me dice que no, que mi padre no tiene nada y que es absurdo que me dejen un avión. Me sentí profundamente herida. Fuimos entonces a buscar a mi padre en un avión de línea (Lan Chile) con dos médicos del hospital militar, y le opera el director, Patricio Silva. Dice que mi padre está grave, pero que van a hacer todo lo posible, porque es un hombre joven, tiene 50 años, y puede salir adelante. Pedimos al doctor Ferreti, que es un médico de la Universidad Católica, que traiga unos respiradores mecánicos. A los tres días de su estadía la radio anuncia que mi padre ha muerto. Nosotros pensamos que es una equivocación.

Pasan los días y más o menos el 21, el 22 de noviembre, y yo me acuerdo porque el día 23 fue mi cumpleaños, el director Patricio Silva considera que mi padre ha ido remontando en su mejoría y dice que si sigue así es posible que pueda salir de la UVI. Nosotros estamos muy contentas con mi hermana y con mis hermanos y yo voy a casa a ducharme, enciendo la televisión y oigo nuevamente que mi padre ha muerto.

Casi sin secarme llego al hospital. Era el 22 de noviembre. Me habían dicho que mi padre está mejor que nunca. Entonces comienzo a preguntarme si aquí no pasa algo raro. El 23 de noviembre, que es el día de mi cumpleaños, por la mañana, el doctor Patricio Silva entra en la UVI, sale muy contento y dice: «Si todo sigue así, por la noche sale». Por la noche, entra nuevamente, estábamos todos esperando un resultado positivo y sale completamente demacrado y nos dice: «Yo no sé, no me explico lo que ha pasado. La sonda que tenía puesta para drenar, que la tenía cosida, estaba superpuesta, exactamente igual cosida pero superpuesta y había estado todo el día sin drenar».

Entonces, en ese momento, mi padre se agrava y hay que volver a operarlo. Mi madre, hay una psicosis, dice que son los marxistas que lo quieren matar y yo digo mamá no pueden ser los marxistas, que están presos. Pero ella está un poco como loca, insiste. Y piden que pongan soldados en la entrada de la UTI.

Los soldados custodian la puerta y luego viene el doctor Ferreti, y le opera una junta de médicos el día 23. El 24 tiene una ligera mejoría, el 25 vuelve a reaccionar. El 26 de noviembre, mi madre descubre que se le ha dado una dosis masiva de antibióticos nefrotóxicos y dicen que la prescripción la ha dado el doctor Ferreti. Él dice que no ha dado esa prescripción y eso le poduce una paralización renal y muere.

Mi madre está como loca. Pedimos al general Díaz Carrasco, que es el general de sanidad, un sumario, porque hay muchas anomalías. El general acepta y se empiezan a carear miembros del personal médico. Luego viene a casa y nos lee algunas conclusiones iniciales. Sigue trabajando, pero llega un momento en que nunca nos llama a casa. Mi madre intenta contactar con él. Mi madre dice: «¿Qué pasa con el sumario, Díaz Carrasco?». Le contesta, pues, «mire Olguita usted quédese tranquila que no ha existido nunca ningún sumario».

En marzo yo le digo: «Madre, si muere otra persona es posible que sepamos si ha sucedido algo o no». Y en marzo, efectivamente, hay un accidente de helicóptero y muere el general Bonilla. En 1982 o 1983, me parece, mi hermano pequeño hace prácticas como médico en el hospital militar. Intenta buscar el folio en el que consta el ingreso y la ficha médica de mi padre. Pero habían desaparecido. Hace unas semanas estuve en Chile y hablé con el general Mena, que sucedió a mi padre en el Servicio de Inteligencia Militar, y me dijo que había hablado con muchos generales en retiro, nadie sabe nada, pero me dijo; a tu padre lo mató la DINA. [Se lo dijo uno de ellos].

El letrado. ¿Podría usted especificar los nombres de los generales que se oponían a que Pinochet fuera proclamado jefe supremo del Estado?

Olga Lutz. Eran Palacios, Arellano, Viveros, Washington Carrasco, Bonilla y Lutz. Un grupo que se definían como del humanismo cristiano.

El letrado. ¿Qué pasó con esos generales?

Olga Lutz. Algunos murieron en accidentes y otros pasaron a retiro forzoso.

 

Fuente: https://web.archive.org/web/20070809004301/http://www.ua.es/up/pinochet/noticias/1pin171.htm


Anexo 2 CT:

Asesinato de Augusto Lutz.

Augusto Lutz Urzúa, militar chileno, director de los servicios de inteligencia en el Golpe de Estado de 1973, involucrado en el Asesinato y desaparición de un periodista norteamericano, Charles Horman, durante el Golpe de Estado. Muerto en sospechosas circunstancias, posiblemente envenenado por la CIA y la DINA, tras tener problemas con Augusto Pinochet por la Dirección de Inteligencia Nacional recién formada y con su jefe , el Coronel Manuel Contreras Sepúlveda.

Antecedentes: una muerte pre-anunciada.

Una noche después fue a un cóctel y al día siguiente se enfermó, fue al hospital de Punta Arenas y le diagnosticaron Várices esofágicas, una enfermedad comúnmente asociada a los hábitos alcohólicos. Pero Lutz no bebía, lo operaron y la cirugía derivó en septicemia por lo que el diagnóstico había errado: Lutz sufría de úlcera. Fue trasladado a Santiago y el Ejército se hizo cargo. Durante veinte días estuvo en el Hospital Militar, sufriendo una operación tras otra. Durante el vuelo, presentó una nueva hemorragia digestiva. Al llegar a Santiago, fue rápidamente llevado al Hospital Militar, en donde fue nuevamente operado, esta vez con el diagnóstico de ulcera gástrica. Después de la intervención, que duró dos horas, el doctor Silva, le explicó a la familia que había ubicado la arteria sangrante en el estómago y que el paciente por el momento permanecería en la Unidad de Tratamiento Intensivo. Para tranquilizarlos les agregó que era un organismo joven, en buenas condiciones generales, y que ahora vendría su recuperación. Tres días más tarde, Silva les dio alentadoras noticias sobre la favorable evolución del paciente.

Radian falsa noticia de su muerte

Extrañamente, ese mismo día, una radioemisora dio una inconcebible noticia:

“El general Lutz, intendente de Magallanes, falleció en el Hospital Militar, donde había ingresado días antes”.1

La familia, desesperada se comunicó con el doctor Silva, quien se manifestó indignado y les recordó que momentos antes les había dicho que el general mostraba una notoria recuperación.

La TV da la noticia de su falsa muerte

Dos días más tarde, en un canal de televisión, se reiteró la misma falsa noticia del fallecimiento. Esto era sumamente extraño pues, en aquellos días, la Dirección Nacional de Comunicaciones, censuraba rigurosamente cualquier información política o relacionada con las Fuerzas Armadas. Un funcionario de la emisora que había dado primeramente el anuncio, le confidenció al periodista Hernán Millas, que había “emanado de una fuente responsable”. Parecía que se daba por hecho en las altas esferas del gobierno que Lutz iba a morir.

Charles Horman y Frank Teruggi, ambos periodistas estadunidenses, asesinados en en los dias siguientes al golpe de estado de 1973. El caso de Horman es más conocido pues Costa-Gavras realizó el film «Missing» que trata el asunto.

Muerte

El 28 de noviembre de 1974 murió a causa de la septicemia. Se abrió un sumario, pero nunca se dieron a conocer los resultados.

Dudas sobre la muerte

La familia -especialmente su hija- ha denunciado que la muerte fue provocada.2,3

Hasta el día de hoy, la autora de “Años de viento sucio”, historia novelada que cuenta el destino de su padre, no se lo explica. Augusto Lutz era un hombre querido en el mundo militar y calificado de humano por sus subalternos. Precisamente, su humanidad lo llevó al ojo del huracán. Las continuas llamadas al máximo cabecilla de la DINA, Manuel Contreras, para averiguar el destino de políticos amigos, le generaron la antipatía del organismo del puño cerrado.

La familia pide un sumario a Pinochet

María Olga Lutz, en representación de la familia, concurrió donde el general Pinochet para pedirle que ordenara un sumario en el Hospital Militar, para aclarar lo sucedido a su padre en ese establecimiento. El jefe de la Junta, le manifestó que estaba muy afectado por su muerte y que, si eso servía para mitigar su dolor, así se haría. Consecuentemente, el Director General de Sanidad del Ejército, el médico Eduardo Díaz Carrasco, fue nombrado fiscal de la investigación sumaria.1​ Fueron citados y careados todos los participantes en la atención del general Lutz. Enfermeras, médicos y funcionarios declararon ante el doctor Díaz. Incluso la cónyuge fue careada con el doctor Cerda que lo había operado en Punta Arenas. Como era de rigor, un actuario registraba todo lo que se decía. Transcurrido un mes del término de los interrogatorios del sumario, la viuda del general Lutz llamó una y otra vez al doctor Díaz para que le informara sobre el resultado de la investigación. Sin embargo nunca consiguió contactarlo, ya que este médico sistemáticamente se escabullía.1​ Sólo trascurridos siete meses de fallidos intentos logró ubicarlo por teléfono. La respuesta del médico fue desconcertante

“Perdone Olguita que no la entienda. ¿de qué sumario me habla? “ “Perdóneme, pero usted está equivocada. No se ha realizado ningún sumario” “Mire Olguita, quédese usted bien tranquila, que no se ha realizado ningún sumario” (Médico Eduardo Díaz Carrasco a Olga Lutz1).

Angustiada y desesperada ante tan inexplicable comportamiento del doctor Díaz Carrasco, la viuda recurrió a numerosos altos oficiales para aclarar la situación..

“Yo le aconsejaría, Olguita que deje las cosas como están, porque no va a sacar absolutamente nada”. Odlanier Mena le dijo a Patricia Lutz “a tu padre lo mató la DINA”. (El general Jorge Court, casado con una prima hermana1​).

Otros altos oficiales retirados de inteligencia militar le confidenciaron :

“a tu padre lo ayudaron a morir en el Hospital Militar”. (Olga Lutz refiriendose a altos oficiales chilenos4,1​).

La familia demanda por asesinato

La hija del fallecido militar tiene la convicción de que todas esas divergencias llevaron a atentar contra la vida de su progenitor. Ambos casos, en distintas épocas, pero bajo la misma dictadura, se transformaron en un “estorbo” para Pinochet. El hijo menor del general Lutz, Alejandro, estudió Medicina y realizó una práctica en el Hospital Militar. Allí solicitó la ficha clínica de su padre, pero le dijeron que había desaparecido. Revisó personalmente el Libro de Ingresos, encontrando que la hoja correspondiente a la segunda quincena del mes de noviembre había sido arrancada. Para efectos estadísticos del hospital, el general Lutz nunca estuvo internado allí.1

“Todo hace pensar que era así. Lo mandaron a Punta Arenas, donde tenía menos posibilidades de influir. Evidentemente, no era un colaborador”. (Patricia Lutz3​).

Según Lutz, otra de las similitudes en el caso es el cuerpo médico que atendió a su padre en el Hospital Militar. Ambos estaban encabezados por el doctor Patricio Silva Garín. En el caso Frei desapareció la ficha médica, y en el caso Lutz, desaparecieron todos los archivos. El Doctor Silva es procesado en diciembre de 2009 por el asesinato de Eduardo Frei Montalva. Curiosamente, en los dos casos tuvo actuación relevante el cirujano militar Patricio Silva Garín. Este médico también jugó un rol en el penoso trato dado a José Tohá en ese establecimiento, en donde supuestamente se suicidó.

Asesinato de José Tohá

Otro caso fatal trascendente que vale la pena resumir es el del ex ministro de Defensa y del Interior del gobierno de la Unidad Popular, José Tohá.1​ Bajo la administración del doctor Patricio Silva Garín, el Hospital Militar vio desvirtuado su rol hospitalario, al ser usado como cárcel política y presumible lugar de ejecución. Tohá, reconocido, por su bondad y sensibilidad social, había sido sometido a trato vejatorio en la isla Dawson lo que afectó su salud ya deteriorada por la aflicción por la muerte del presidente Allende y de su gran amigo, Augusto Olivares. Sufrió una seria depresión reactiva y gran baja de peso, por lo que fue internado en el Hospital Militar en enero de 1974. Allí sufrió torturas y apremios sicológicos y era llevado en las noches a la Academia de Guerra Aérea en donde era interrogado bajo torturas.1​ Su estado de salud fue empeorando rápidamente, disminuyendo su peso a 49 kilos, siendo su estatura 1,92 metros y apenas podía moverse en su cama. Alarmado, su hermano médico, Isidoro, recurrió al doctor Silva, quien le manifestó que las gestiones que la familia había efectuado ante las autoridades (ante el propio Pinochet) sólo habían agravado la situación, pues ahora su pariente era tratado con mucho más dureza y aún interrogado con la colaboración de un psiquiatra. Cuando Isidoro Tohá le expresó a su colega Silva que el Hospital Militar tenía el deber de velar por la vida de su hermano, la tajante y brutal respuesta de éste fue:

“Mire, el señor Tohá ahora debe atenerse a las consecuencias de sus actos políticos”. (Patricio Silva Garín a Isidoro Tohá1​)

El 15 de marzo de 1974, el gobierno militar informó el suicidio de José Tohá. Actualmente está caratulado como asesinato por estrangulamiento.5

Asesinato de Eduardo Frei

Tras la comprobación de que Eduardo Frei Montalva fue asesinado y el probable rol que le cupo al equipo médico dirigido por el médico Silva Garín , la familia volvió a pedir que se aceleraran las investigaciones en el caso del General Augusto Lutz.

“Siento que como familia tenemos que hacer lo mismo y llegar también a una conclusión”, dice. “A mí no me cabe duda de la verdad, pero es distinto a hacer todo esto a nivel de que se sepa todo y que existan responsables que paguen por ello”.Sólo mi madre, Olga Herrera, no ha querido emprender acciones legales. “Es muy duro para ella”, dice su hija, y cuenta que esta Navidad se reúne la familia para zanjarlo.“Fuimos en alguna oportunidad a hablar con el abogado Álvaro Varela (mismo de la familia Frei) y él nos dijo que tomaría el caso. Yo estaba esperando lo que pasara con Frei. Porque hay que hacer procesos muy terribles. Seguramente también habrá que desenterrar, exhumar restos, cosas duras. (Patricia Lutz a Las Ultimas Noticias6​).

 

Véase también

  • Asesinato de René Schneider
  • Asesinato de Arturo Araya
  • Asesinato de Charles Horman
  • Asesinato de José Tohá
  • Asesinato de Carlos Prats
  • Asesinato de Eduardo Frei

Referencias y notas de pie

Notas al pie
1. Auth Caviedes, Raúl (12 de 2009). «La sospechosa muerte del general Augusto Lutz». Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 15 de febrero de 2013.

2. Hija de general Lutz compara muerte de su padre con la de expresidente Eduardo Frei Montalv

3. Coincidencias mortales La Nación ,Érika MontecinosDomingo 11 de marzo de 2007 Patricia Lutz, hija del general Augusto Lutz, muerto en 1974

4. Escalante, Jorge (12 de 2007). «Al General Lutz lo asesinaron». Santiago de Chile: La Nación. Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2007. Consultado el 15 de febrero de 2013.

5. «Nuevo informe revela posible homicidio en la muerte de José Tohá». Radio Universidad de Chile. 10 de 2012. Archivado desde el original el 12 de octubre de 2012. Consultado el 15 de febrero de 2013.

6. «Hija de general envenenado: «Tras el caso Frei, toca investigar lo de mi padre»». Las Últimas Noticias. 12 de 2009. p. 28. Archivado desde el original el 11 de diciembre de 2009. Consultado el 15 de febrero de 2013.

Bibliografía
  • Lutz, Patricia (1999). Años de viento sucio. Planeta. p. 230.

 

Fuente (extractos): https://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_Augusto_Lutz

2 Comments

  1. Consultar «La herencia de un testimonio. Pasado historico y memoria narrativa. El caso del General Augusto Lutz». Editorial Arcos, Madrid, 2o15———————————-

  2. Mario:
    ¿como puede comprase este libro? He busacdo en Internte pero no aparece salvo en los catálagos de biliotecas.

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.