El nuevo Fiducia: Estudiantes de la UC defendiendo la tradición y la familia patriarcal.

El avance del fundamentalismo conservador es una realidad en América Latina que no deja de sorprender. Es importante aclarar, que no es un fenómeno nuevo y que en el caso chileno, una de sus raíces se encuentra en la historia reciente. Hace unos 60 años atrás, se fundó un movimiento ultracatólico defensor de la tradición, la familia y la propiedad, Fiducia. En pleno siglo XXI parece que la historia da un salto a ese pasado y nuevamente emergen voces ultraconservadoras que parecen traer de vuelta a figuras tan perniciosas para la vida, como Jaime Guzmán. Estudiantes de la UC han conformado la Asociación San Alberto Hurtado, que a todas luces recrea el sectarismo y fanatismo religioso de los fachos de la década del ’60 del siglo pasado. Compartimos con ustedes una nota del periódico El Mostrador que trata sobre una de las acciones políticas de esta nueva agrupación, una carta donde los estudiantes de la UC exponen sus argumentos políticos y finalmente, una entrevista publicada hace 9 años atrás a uno de los fundadores de Fiducia. Juzguen ustedes la permanencia y vigencia del discurso fundamentalista en Chile.  (Nota Editora Natalia Pravda)

La carta de los estudiantes de la PUC que compara las relaciones homosexuales con la la zoofilia.

Por El Mostrador.

Son parte de la asociación San Alberto Hurtado de la Universidad y son los responsables de un cartel colgado en pleno patio de la casa central de la Universidad, el que explicaron a través de una misiva a sus compañeros, donde rechazan actividades de la Federación diciendo que «no se puede promover pretendidos modelos de familia que antagonizan con lo primordial: el matrimonio», señalan en contra de las relaciones «entre dos personas del mismo sexo, entre más de dos personas, con niños, o personas con animales»

«Los niños tienen derecho a un papá (xy) y a una mamá(xx)», haciendo referencia al sistema de cromosomas que determina el sexo biológico, estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile, específicamente de la Asociación San Alberto Hurtado, mandaron una carta a sus compañeros explicando el cartel que colgaron en el llamado «patio del papa» de la casa central de la institución.

«El cartel que colgamos pretende manifestar nuestra postura frente al matrimonio, los hijos que de él surgen y las teorías de género; rechazando a su vez la promoción de estas teorías por parte de la Federación de nuestra Universidad, como de movimientos autónomos, los cuales han manifestado e impulsado un ideario contrario al de una Universidad Católica», comienza la misiva.

Como si estuvieran citando la biblia los estudiantes defienden su postura y son enfáticos en que se entienda papá y mamá como hombre y una mujer «que lo sean biológicamente», dicen. «Es necesario este énfasis que parece ser reiterativo, pero imperioso dada la confusión generalizada», agregan.

Los religiosos estudiantes se oponen a la «sociedad moderna», la que según ellos intenta implantar la idea de que todo es familia, y para ellos no es correcto llamar familia «a un par de personas del mismo sexo que tienen relaciones sexuales, por mucho que se quieran, por mucho que se cuiden, por mucho que puedan adoptar niños».

Si bien reconocen que el matrimonio, «el único que hay», no es perfecto «como aquel padre o madre que se ve forzado a criar solo a sus hijos a falta del otro cónyuge», y otros casos.  Prefieren y aseguran que «se puede criar un niño sin la presencia viva del amor matrimonial, pero una cosa es que falte y otra es que ese modelo sea antitético al amor conyugal».

¿Y cuándo es antitético al amor conyugal? Como a bordo del «bus de la libertad» los estudiantes PUC explican que es «cuando se presenta como amor auténticamente humano la relación sexual que no lo es, como la de dos personas del mismo sexo». Totalmente en contra de la homosexualidad dicen que es lo mismo entre más de dos personas, o con niños, o personas con animales».

Según la carta, desfiles “drags”, eventos sobre prácticas esotéricas, pornografía, feminismo, aborto libre organizados por la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica atentan contra lo que ellos entienden como familia.

Finalmente, luego de un llamado a las autoridades de la Universidad y a la Iglesia, a «jugárselas por nuestro futuro», señalan que prefieren «dar la cara, que todos sepan que pueden conversar con nosotros» y «en la defensa de nuestros principios queremos expresar que no nos mueve el odio -que es la primera impresión de muchos- sino que siempre es el amor y la verdad», se despiden.

24 de Agosto 2018.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2018/08/24/la-carta-de-los-estudiantes-de-la-puc-que-compara-las-relaciones-homosexuales-con-la-la-zoofilia/


Carta a los estudiantes de la PUC.

Asociación de Estudiantes San Alberto Hurtado.

Los niños tienen derecho a un papá (xy) y a una mamá(xx).

El cartel que colgamos pretende manifestar nuestra postura frente al matrimonio, los hijos que de él surgen y las teorías de género; rechazando a su vez la promoción de estas teorías por parte de la Federación de nuestra Universidad, como de movimientos autónomos, los cuales han manifestado e impulsado un ideario contrario al de una Universidad Católica, enfrentando y rechazando la verdad que esta institución tiene como fin enseñar. Los niños tienen derecho a un papá y a una mamá, lo que corresponde a un hombre y una mujer, que lo sean biológicamente (es necesario este énfasis que parece ser reiterativo, pero imperioso dada la confusión generalizada). Los niños tienen derecho a nacer y crecer en una familia fundada en el matrimonio.

La sociedad moderna intenta implantar la idea de que todo es familia, este proyecto de determinados sectores políticos (y la ausencia de resistencia de los demás) no busca revalorar la familia, sino ensanchar lo suficiente el concepto para vaciarlo de contenido. Por supuesto que cabe la analogía, pero ésta tiene límites: no es correcto llamar familia a un par de personas del mismo sexo que tienen relaciones sexuales, por mucho que se quieran, por mucho que se cuiden, por mucho que puedan adoptar niños.

El problema subyacente es el ánimo de emancipación de la naturaleza; el hombre se rebela del ser hombre, de ser criatura. Pero la auténtica cultura se construye sobre la naturaleza (entendida como el ser de cada cosa, no una mera reducción biológica); es su cimiento. Por lo tanto lo que socialmente se legitime como familia será verdadera cultura humana en tanto recoja su naturaleza, en su definición: la reciprocidad y complementariedad que hay entre hombre y mujer que constituyen de forma irrevocable hasta la muerte una mutua entrega, de la que nacen sus hijos, a quienes están llamados a educar en lo más propio y superior de la persona: el amor y la libertad.

Es el matrimonio (el único que hay) el núcleo de la familia, su arquetipo. Si bien existen modelos de familia no perfectos, siempre buscan suplir dentro de lo posible el matrimonio y, en cuanto tales, los podemos considerar como familias dignas de protección. Casos no faltan: como aquel padre o madre que se ve forzado a criar solo a sus hijos a falta del otro cónyuge, como aquellos abuelos que crían a sus nietos por la incapacidad o el abandono de sus padres, como aquel matrimonio que adopta a niños para criarlos como a sus mismos hijos.

Pero no se puede promover pretendidos modelos de familia que antagonizan con lo primordial y básico: el matrimonio. Se puede criar un niño sin la presencia viva del amor matrimonial, pero una cosa es que falte y otra es que ese modelo sea antitético al amor conyugal. Esto sucede cuando se presenta como amor auténticamente humano la relación sexual que no lo es, como la de dos personas del mismo sexo, o entre más de dos personas, o con niños, o personas con animales. Es sobre la complementariedad del ser hombre y del ser mujer, que brota el amor conyugal, amor sobre el que el niño aprende lo más humano, la escuela del amor auténtico, único lugar de la sociedad en que es posible que dos personas no sean dos, sino una sola carne.

Queremos llamar la atención con este cartel de algo que es la punta del iceberg. En una contingencia nacional donde nuestros legisladores debaten sobre leyes que pretenden borrar la unidad de la persona humana y su sexualidad; en una contingencia universitaria en la que, en esta misma semana, se celebra con eventos contra la familia, de desfiles “drags”, eventos sobre prácticas esotéricas, pornografía, feminismo, aborto libre organizados por la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica.

En medio de esta oleada, queremos hacer un llamado al debate académico y político en forma respetuosa, dándonos el tiempo de escuchar, porque sabemos que muchos con quienes no concordamos buscan igualmente y con auténtica sinceridad la verdad. Hacemos un llamado a que levantemos nuestras voces en defensa de la familia y del matrimonio, en defensa de los niños que merecen el mejor esfuerzo de nuestra sociedad para brindarles la posibilidad de nacer y crecer en una escuela auténtica del amor humano. Hacemos un llamado a las autoridades de nuestra universidad, a las autoridades de la Iglesia, considerando el llamado del Papa a ser Iglesia profética, y a las autoridades políticas a jugárselas por nuestro futuro. Porque el futuro de Chile son nuestros niños. Porque los niños tienen derecho a un papá y a una mamá.

Llamamos también a todos los católicos, cristianos y alumnos que no concuerden con la posición política que han adoptado las organizaciones universitarias, ha manifestarse, a alzar la voz, a dar su opinión con tranquilidad, con ánimo respetuoso que siempre buscamos presente en el debate universitario; mismo respeto que esperamos de aquellos que no piensen como nosotros, pero aún creen en la libertad de expresión.

Hoy preferimos dar la cara, que todos sepan que pueden conversar con nosotros, que estamos dispuestos a hablar, contrastar, disentir y defender nuestras ideas; y que son hartos los que nos apoyan. En la defensa de nuestros principios queremos expresar que no nos mueve el odio -que es la primera impresión de muchos- sino que siempre es el amor y la verdad.

Un grupo de alumnos católicos de la Pontificia Universidad Católica.

23 de agosto de 2018

Fuente: https://www.facebook.com/notes/asociaci%C3%B3n-de-estudiantes-san-alberto-hurtado/carta-a-los-estudiantes-de-la-puc/321892825022989/?_rdc=1&_rdr


Maximiano Griffin, fundador de Fiducia: El facho más facho que hemos entrevistado.

por Natalie Salvatierra /The Clinic.

Esta entrevista es increíble y en los 300 números que lleva esta revista nos hemos topado con poca gente como Maximiano Griffin Ríos (74), de los últimos conservadores que nos quedan. Hace 50 años fundó junto a otros amigos -entre ellos Jaime Guzmán- Fiducia, un grupo ultra católico que quería recuperar el tradicionalismo de una Iglesia que juzgaban izquierdista. Hoy, Griffin no cree en nada. Para él la derecha es una farsa y ni la Iglesia ni la UDI son conservadoras. José Antonio Kast, dice, es el único que intenta hacer algo, pero no podrá. “Él debiera salirse de la política y formar algo como Fiducia”, piensa Griffin. Para Griffin vivir “es un martirio moral” por la decadencia juvenil. Lo único que arreglaría todo, cree, es una guerra mundial o un diluvio. “Sólo le pido a Dios que actúe pronto”, ruega con una sonrisa en la cara.

¿Qué era Fiducia?

Era una revista que partió en 1960. Con un grupo de jóvenes imitamos al grupo Tradición, Familia y Propiedad, de Brasil, formado por Plinio Correa de Olivera, un ex diputado. Conocimos al profesor Fernando Furquín de Almeyda, que pertenecía al movimiento, y nos invitó a su país. Fuimos seis personas, entre ellos Óscar Godoy Arcaya y Cristián Zegers. Pretendíamos recuperar la tradición de la Iglesia. Este movimiento se extendió por 25 países.

¿Qué cosas les molestaban?
Que la Iglesia estaba izquierdizando la política. Sentíamos que se habían perdido los valores católicos y lo mismo que le pasaba a la Iglesia pasaba en la familia y en la política. Hicimos una campaña contra la reforma agraria e interpelamos a Eduardo Frei Montalva a través de la revista. Juntamos más de 800 firmas de universitarios. Muchos de ellos estaban escondidos porque no veían un líder conservador católico y al vernos, adhirieron.

¿Qué representaba su generación?
Una nueva derecha católica. Veíamos que la política se influenciaba por la Iglesia y la Iglesia estaba tomando un camino distinto a partir del año 1954: pasó del tradicionalismo al modernismo y nosotros éramos tradicionalistas.

¿Cuándo se acabó todo el movimiento?
En 1970, cuando llegó Salvador Allende. Ahí se terminó todo y me dediqué a mí trabajo y a la agricultura en Los Ángeles.

En ese grupo estaba Jaime Guzmán, pero se retiró. ¿Por qué se fue?
Jaime tuvo que haber participado cuatro años, pero se dedicó a la política activamente y se fue. Él quería pertenecer a la acción gremial política y nosotros no le teníamos fe a eso.

¿Por qué no siguió a Jaime Guzmán?
Porque nunca creí en el gremialismo. Era una fantasía, una buena intención. Cuando pasa eso se producen problemas como lo que le pasa a Pablo Longueira, que está fuera de todo, que un día dice una cosa y al otro día, otra; que está preocupado de la política y después de las cosas sociales. Me molesta porque creo que las cosas deben llamarse por su nombre. Prefería que la gente dijera ‘soy conservador’; sin embargo, estos personajes decían ‘soy gremialista’.

¿Qué le molesta del gremialismo?
-Que no va al fondo de las cosas. Las cosas eran mucho más graves que lo que planteaban. Ellos dicen que el matrimonio homosexual es malo, pero hasta ahí no más llegan, y no se dan cuenta que los problemas son más graves.

LA DERECHA ES FALSA.

¿Cómo ve hoy a la UDI?
Las peleas permanentes y sistemáticas entre UDI y RN son un artificio. Yo vi eso mismo antes y desconfío de ellos. Si están peleando todo el tiempo, qué elección van a ganar. Tengo mis dudas de que la derecha sea derecha, esta derecha es falsa y manejada por la izquierda. Lo peor es que ‘los coroneles’ están conscientes de ello y no hacen nada.

¿La UDI es conservadora?
No, no sustentan las tesis conservadoras. Primero, la derecha debiera querer el poder y buscar las condiciones para obtenerlo, pero todas estas luchas internas no conducen a nada. En la Alianza pelean por puras tonteras. La derecha defiende poco sus ideas, ni los temas valóricos. Por ejemplo, en la píldora, ha sido una permanente pelea cuando debiera haber una idea definitiva: estudiarla bien y oponerse. Otra cosa es el matrimonio entre homosexuales, algo grave. Ellos no tienen una idea clara al respecto, hasta tienen dudas a las puertas de una elección presidencial.

¿Cómo deberían actuar los conservadores?
Deberían actuar apegados a los principios. Ser honestos, justos, defender la moral propia y la ajena. La derecha defiende poco los temas morales, no se mojan el potito. Los conservadores se autodemolieron.

¿Qué le parece el diputado José Antonio Kast?
Conocí a su padre y me imagino que su poder dentro del partido y los jóvenes que lo siguen es porque es una persona muy franca. Él se lanza como Don Quijote contra estos enormes monumentos que tiene al frente, trata de aclarar las cosas, hacer algo, pero no puede, no lo dejan. Es probable que quiera conducir a la UDI a algo más conservador, pero tiene que ser realista. Estamos en una época tan terminal que realmente tiene poco que hacer en política. Debiera hacer un movimiento privado, sin política ni arreglos, un movimiento parecido a Fiducia.

¿Kast es como ustedes?
Simpatizo más con él que con el resto de la derecha. Me parece bien que defienda temas valóricos. Se parece mucho a Jaime Guzmán, una persona que defendía los principios siempre. Pero Kast es una ilusión. Le falta experiencia, es muy joven, y tiene que dejar pasar el tiempo para percibir con profundidad que el mal existe.

LA IGLESIA LIBERAL.

Kast logró juntar firmas con los diputados para prohibir la distribución de la píldora del día después. ¿Eso es lo que espera usted de la gente de la UDI?
Sí, la píldora no se puede entregar porque es abortiva y el aborto es muerte. Aunque una niña de 15 años haya sido violada, ella no puede matar a una persona. Lo que falta es la educación, eso es lo principal, porque encuentro terrible que las niñitas y los chiquillos tengan relaciones en las plazas públicas, como se ve en la televisión.

¿Y qué puede hacer esa niñita de 15, que además de sufrir una violación tiene que cargar con el hijo de su violador?
Lo que yo haría es pescar a la guagua, quitársela y dejarla en un organismo de gobierno.

¿Quién le dijo que la píldora es abortiva?
Este niño Kast dijo que ante la duda era mejor abstenerse, y eso es cierto.

¿Qué piensa del matrimonio homosexual?
Opino lo mismo que Kast. Uno no puede esconder la cabeza como un avestruz, que queda con todo el cuerpo afuera y la masacran. Uno tiene que ver la realidad: siempre han habido homosexuales y soluciones para eso. Hay dos teorías: una dice que es una enfermedad y la otra que es un vicio. Yo creo que son las dos. La homosexualidad es a causa de los pecados de los padres. Ellos son los que castigan a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. Las drogas, los vicios y el trago, producen efectos dramáticos en los hijos, y entre esos está la anormalidad física; produce niños tontos. Hoy, en el Jumbo, vi a una señora con un niño que era un espanto. Yo decía ¡cómo puede vivir este niño! ¡Qué pasa con Dios que no interviene y elimina este niño! Tener un hijo homosexual es un castigo para los padres, y el niño muere a los 18 años, porque está destinado a morir. Este problema se soluciona educando: si yo coloco en la televisión a dos niños hombres besándose, es evidente que estoy provocando una situación. Eso genera malas costumbres.

Los homosexuales siguen siendo personas, ¿por qué no van a tener derechos?
Es que no se trata de derecho, se trata de salvar la situación. No les voy a dar derechos para que se hundan más. Yo les diría a ellos que no causen daño, ellos pervierten menores, ellos necesitan satisfacer sus intenciones.

Pero eso se llama pedofilia y no tiene nada que ver con la homosexualidad.
No, no, si a todos les gustan los niños, niñas, viejos, jóvenes. Pedófilo es una etapa anterior a ser homosexual.

¿Qué opina usted de que en la iglesia hayan curas pedófilos?
No me extraña, conocí varios curas pedófilos. Un cura francés del colegio de los Padres Franceses lo era. A mí nunca me hizo una proposición, pero había un telescopio en el colegio y la gente podía ir de noche, veían los astros y estrellas, y el cura invitaba a algunos a mirar y hacía insinuaciones. Dada la situación de la Iglesia, de libertad absoluta, si eso se hubiera parado no habrían pasado estas cosas, como tampoco se paró la entrada de los curas comunistas.

¿Qué le parece la Iglesia?
Está en una crisis terminal. Los curas no practican lo que dicen. Imagínate que el Papa, una vez elegido, lo primero que hace es ir a la sinagoga a rendirle pleitesía a los judíos.
La Iglesia es lo más conservador del país y usted cree que está en crisis.
Están equivocados en decir que la Iglesia es conservadora. La Iglesia fue la propulsora de la izquierda en Chile, la Iglesia es más izquierdista que los comunistas. Además, a la hora de hablar de temas valóricos, la Iglesia se opone pero no produce ningún efecto.

JUVENTUD DECADENTE.

¿Qué tan distinta es la juventud de hoy comparada con la suya?
La juventud cambió absolutamente y de eso culpo a los padres de familia, a los profesores y a la Iglesia. Esta juventud está incapacitada de conocer por sí sola la verdad, porque la traición de los principios es grande y por eso la juventud está decadente. En Chile la gente va al campo y se vuelve campesino. Iban a Argentina y volvían hablando de ‘vos’. Esa es la inseguridad del chileno. Me ha tocado escuchar a los chiquillos de colegio hablar puras groserías en las micros, y pasa en todos los barrios. Nunca he retado a nadie en la calle, porque no saco nada. Además van a pensar que me trastorné, el chiquillo va a llegar a la casa y va a decir: me encontré con un loco en la calle, fíjese que se le ocurrió que no había que decir “po-to”.

Está espantado con la juventud.
Es que están muy mal. Toda la juventud está buscando dinero desesperadamente, porque los padres les enseñan que eso es lo que importa. El comportamiento de los jóvenes es pésimo.Veo que las niñitas se prostituyen y hasta los universitarios se ofrecen. Nunca vi en la universidad a un borracho ni a un drogadicto y ahora en la calle ¡a cada rato los veo! A los jóvenes, si no buscan poder y dinero, sólo les interesan las satisfacciones netamente humanas.

¿Imaginó que le iba a tocar vivir algo así?
Pensé que iba a llegar 20 años atrás, pero para una persona que cree en las tradiciones, en los principios, vivir hoy día es doloroso, es un martirio moral. Te das cuenta que estás en otro mundo, que alguien lo cambió. Nunca pensé que iba a vivir esto, ni siquiera entendí cuando la virgen de Ecuador dijo que pasarían estas cosas. Incluso San Nilo dice que los hombres serán mujeres, que los hombres se vuelven afeminados y que las mujeres se ponen pantalones. Yo veo eso y creo que vamos a la ruina total.

¿A la ruina total?
Esto está terminal, pero no por las profecías. El Papa busca una Iglesia única, con misa única y eso no existe, es un engaño. Para eso hay que quebrar a las personas, creando situaciones casi terminales, porque esta crisis económica como la del 30 llevó a la ruina a mucha gente, pero es más que económica, es moral y eso busca esta gente. La gente cuando no tiene dinero para vivir termina en los robos, en la cárcel, prostituyéndose, termina en lo que es Cuba o como lo que pasa en todos los países donde no hay plata. Tenemos futuro siempre que haya un terremoto o una guerra mundial que aclaren las cosas en el mundo entero. Por ejemplo, para el terremoto de Valparaíso la gente más radical y enemiga de la Iglesia se hincaba en la plaza de armas y confesaba públicamente sus pecados. Esa gente necesitaba sentir miedo. Yo creo que un terremoto arregla la moral.

¿Quiere que haya un terremoto o una guerra mundial para que la gente se salve?
Tengo la impresión que las personas están acabando con el mundo. Y nos va a llegar un castigo misericordioso. Sería bueno, tal como lo fue el diluvio universal. Ahora, allí lo justo sería que se salvaran los buenos.

¿Quiénes son esos?
Pocos vivirían. Yo creo que José Antonio Kast y su familia a lo mejor se salvan.

¿Y Michelle Bachelet? Ella ha hecho buenas cosas en la protección de los más débiles.
Ella es lo que fue siempre: una guerrillera dispuesta a todo. No puedes pedirle que haga las cosas distintas. Ella miente cuando dice que Chile está protegido. Me da lástima porque no ha tenido éxito familiar, ha tenido puros desagrados.

Pero usted está descontento con todo. ¿Cuál es su sueño para Chile?
Un país en orden. No creo mucho en las cosas angelicales. Chile y todos los países necesitan un remezón fuerte. El país está muy liberal y eso se nota en todo. Si hasta el robo es bueno, incluso llega a ser simpático. Todo está peor que antes, hay bisexuales y homosexuales.

¿Usted reza por el mundo?
Sí, pido que la cosa se precipite luego, quiero que Dios actúe. Honestamente, creo que no voy a vivir para esa época, no tengo mucho interés en verla, pero si me toca la veré con tranquilidad.

12 de Julio 2009.

Fuente: http://www.theclinic.cl/2009/07/12/maximiano-griffin-fundador-de-fiducia-el-facho-mas-facho-que-hemos-entrevistado/

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