Bernie Sanders, el ex candidato presidencial rival de la Clinton, a fin de cuentas, también un xenófobo.

Después de que Trump disparara gas lacrimógeno a niños inmigrantes

Sanders, en el 2016, en medio de las primarias del partido democráta, explicó que “en la historia derrocamos a muchos gobiernos. En el caso de Chile en 1973 lo que pasó fue que Salvador Allende ganó las elecciones, pero Nixon y sus amigos no lo querían. ¿Por qué? Porque Salvador Allende luchó por los pobres y los trabajadores de Chile”. Ahora, sin embargo, parece desdecirse de todo frente a la caravana de migrantes que viene del sur y la política xenófoba de Trump.

Declara que miembros de la caravana [de migrantes] no tienen un reclamo “creíble” para recibir asilo.

por Barry Grey/WSWS.org

Dos días después que las tropas estadounidenses apuntaran con rifles de asalto a los trabajadores centroamericanos en la frontera entre Estados Unidos y México y la policía fronteriza disparara gas lacrimógeno y balas de goma contra mujeres y niños indefensos, el senador Bernie Sanders dijo a CNN que no creía que todos los migrantes tuvieran una solicitud de asilo “creíble”.

La declaración una clara manera para evitar la discusión sobre el ataque organizado a los trabajadores inmigrantes conducido por el presidente Trump no fue de ninguna manera un comentario improvisado. Se produjo en lo que obviamente fue una entrevista cuidadosamente preparada, que comenzó con el moderador de CNN, John Berman, describiendo los eventos el domingo en el cruce fronterizo o garita San Ysidro entre San Diego, California, y Tijuana, México.

Berman preguntó: “Mientras observamos lo que está sucediendo ahora en la frontera de Tijuana, de 5,000 a 9,000 migrantes que esperan en un estadio en busca de asilo, ¿usted cree que todos tienen un reclamo creíble para recibir asilo?”.

Sanders no vaciló. “No, no lo creo”, dijo, y agregó, “creo que hay que verlo caso por caso”.

Sin criticar a Trump, la policía fronteriza ni el ejército, ni mucho menos exigir la retirada de los soldados, tanques y helicópteros de la frontera, Sanders inmediatamente se volcó a la necesidad de una “reforma migratoria integral”. Esto es un eufemismo para un plan punitivo que impondría multas y otras sanciones para los trabajadores indocumentados que se encuentran actualmente en los Estados Unidos, mientras permiten que algunos finalmente obtengan la ciudadanía, en combinación con una mayor militarización de la frontera.

Sanders habla con John Berman de CNN [crédito: CNN]

Esto se reduce a permitir que algunos inmigrantes sean explotados legalmente con salarios de pobreza en los Estados Unidos, mientras condenan a millones de otros trabajadores de América Central y México a vivir en condiciones infernales de violencia, represión y pobreza impuestas por más de un siglo de opresión imperialista estadounidense.

Sanders no ofreció ninguna explicación sobre por qué supone que hay trabajadores dentro de la Caravana que inelegibles para el asilo un derecho protegido internacionalmente—.

Luego, Berman presionó al senador de Vermont sobre las propuestas de la derecha para negarles la entrada a los solicitantes de asilo en los Estados Unidos para que puedan presentar sus reclamos, requiriéndoles en cambio que hagan su solicitud y permanezcan en México —un repudio absoluto de las leyes de asilo—. Sanders esquivó la pregunta y declaró: “Apoyo al cien por ciento la reforma migratoria integral”.

Luego cambió el tema al cambio climático, que ha sido adoptado por los líderes del Partido Demócrata como un tema “seguro” que probablemente no interferirá con sus llamamientos postelectorales para colaborar con Trump y los republicanos.

No hay nada accidental en la semiaprobación de Sanders de la política antiinmigrante de Trump. En el curso de una entrevista de siete minutos en el programa “Face the Nation” del domingo, no hizo referencia a los ataques de Trump contra los inmigrantes y los derechos democráticos al asilo y al debido proceso. Cuando CBS le preguntó el lunes, se negó a condenar el uso de gases lacrimógenos y pidió simplemente que el Gobierno “minimice el nivel de fuerza que se usa” en el futuro. Luego se apresuró a cambiar el tema, diciendo que “también hay otros problemas” además de la inmigración.

La promoción del chovinismo estadounidense y el nacionalismo económico antiinmigrante no son novedades para Sanders. Constantemente se ha alineado con la burocracia sindical y las facciones pro guerra comercial de la clase dominante para enemistar a los trabajadores estadounidenses contra sus hermanos y hermanas de clase en México, China y otros países.

Poco después de anunciar su candidatura a la nominación presidencial demócrata, en julio de 2015, Sanders explicó su posición básica contra los inmigrantes, culpando a los trabajadores extranjeros por la destrucción de empleos y salarios de los trabajadores estadounidenses causados por el capitalismo. Entrevistado en el sitio web Vox, cortó al moderador cuando sugirió una política de fronteras abiertas, declarando:

“¿Fronteras abiertas? No, esa es una propuesta de los hermanos Koch… Esa es una propuesta de la derecha, que dice que básicamente no hay un Estados Unidos… haría a todos en EUA más pobres”.

Sanders continuó: “Usted está eliminando el concepto de un Estado nación, y no creo que haya ningún país en el mundo que crea en eso… Lo que la gente de derecha en este país amaría es una política de fronteras abiertas”. Traiga a todo tipo de personas para que trabajen por $2 o $3 por hora. Eso sería magnífico para ellos… ¿Usted cree que deberíamos abrir las fronteras y atraer a muchos trabajadores de bajos salarios, o crees que quizás deberíamos intentar conseguir trabajo para aquellos muchachos [estadounidenses]?”.

El nacionalismo económico de Sanders está relacionado con su reverente defensa de la propiedad privada capitalista de los medios de producción y su apoyo al imperialismo estadounidense, contrarios a sus pretensiones socialistas. Apoyó totalmente las guerras iniciadas o continuadas por Barack Obama en Afganistán, Libia, Irak y Siria, y, a pesar de su reciente postura de oposición a la guerra en Yemen, no pide poner fin al apoyo financiero, militar y político de Estados Unidos a Arabia Saudita, socia de Washington en el conflicto cuasigenocida.

En una entrevista de “Meet the Press” en octubre de 2015, se le preguntó a Sanders si utilizaría asesinatos con aviones no tripulados y Fuerzas Especiales si fuera elegido. Su infame respuesta fue: “Todo eso y más”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 29 de noviembre de 2018)

Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2018/11/30/sand-n30.html

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