Argentina: mujeres en la calle repudian la impunidad.

Paro de mujeres en Argentina por polémico fallo en caso de femicidio.

Por Sputnik.

Este 5 de diciembre miles de personas tomaron las calles en Argentina, en contra del fallo judicial del caso de Lucía Pérez, una adolescente de 16 años que fue abusada sexualmente y asesinada en 2016. Los jueces consideraron que no se trató de un femicidio. Sputnik te cuenta por qué la Federación Judicial Argentina repudia la decisión.

El 26 de noviembre de 2018 el Tribunal Oral en lo Criminal de la ciudad de Mar del Plata, integrado por los jueces Pablo Javier Viñas, Juan Facundo Gómez Urso y Aldo Daniel Carnevale, resolvió absolver por unanimidad a los tres imputados por el abuso sexual y femicidio de Pérez, ocurrido el 8 de octubre de 2016. Sólo dos de los imputados fueron condenados, pero por delitos vinculados a la tenencia y tráfico de estupefacientes.

El fallo se difundió el 28 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El colectivo Ni una menos, uno de los organizadores de la marcha, considera que se trató de un «disciplinamiento al feminismo», dijo Verónica Gago, a Télam.

«La sentencia refleja justamente la Justicia que no queremos. […] Se ha demostrado que la Justicia es patriarcal, machista, misógina y sexista», dijo a Sputnik Karina Albarracin, secretaría de Género e Igualdad de Oportunidades de la Federación.

«La Justicia volvió a matar a Lucía, la revictimiza y la juzga por su vida privada en vez de juzgar a los femicidas», opinó Albarracin.

«Venimos denunciando al Poder Judicial como un Poder que no enmarca la perspectiva de género en ninguno de sus ámbitos, no hay capacitaciones para los funcionarios, magistrados, ni trabajadores y trabajadoras. Revictimizan a la víctima en cada ámbito», concluyó.

En Argentina este 5 de diciembre se realiza la marcha de mujeres, lesbianas y travestis contra el fallo judicial y la violencia machista. La manifestación está encabezada por Marta Montero, mamá de Pérez. «Lucía somos todas, somos una sola. Las quiero muchísimo, son Lucía replicada en mil», dijo Montero dos días atrás, durante la asamblea que dio origen al paro.

La secretaría instó a todas las filiales del país a realizar «actividades locales de sensibilización» sobre la temática. «Dejar en claro de qué hablamos cuando hablamos de justicia patriarcal, qué decimos cuando hablamos de femicida, de femicidio, por qué necesitamos magistrados y funcionarios capacitados en perspectiva de género». El poder Judicial «está haciendo caso omiso» a su inclusión, advirtió.

​La Federación no es el único colectivo que considera que la sentencia refleja el «poder patriarcal» inserto en la sociedad. El Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales argentino emitió un comunicado titulado «Lucía Pérez: un caso de (in)justicia patriarcal», donde se advierte que  «permanentemente a lo largo del análisis de la prueba los jueces efectúan juicios de valor prejuiciosos e ilegítimos sobre la víctima para garantizar impunidad a los acusados. Esa forma de decidir viola expresamente compromisos internacionales en materia de Derechos Humanos».

La Unión de de Empleados de Justicia de la Nación emitió un comunicado elaborado por la Mesa de Mujeres del sindicato que también denuncia que «los jueces efectúan una interpretación de la conducta de los acusados en torno a supuestos perfiles incompatibles con los de un abusador sexual, como si solo determinadas personas pudieran cometer esos delitos». Y agregan: «Esto deja al descubierto un sin número de interrogantes, dudas y contradicciones sobre la muerte de Lucía.»

A pesar de que Albarracín reconoce que se está «bastante lejos» de que el Poder Judicial funcione con una lógica de perspectiva de género, no cree que sea «imposible». «Es posible dejar de juzgar a esa persona que vine a denunciar un hecho de violencia, y decirle: ‘Yo te creo, lo que vos me estás diciendo es verdad’. Se puede dejar atrás la mística que está creada [en torno a los casos de violencia de género], del ‘algo habrán hecho'», aseguró.

6 de diciembre 2018.

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/sociedad/201812061083946790-caso-lucia-perez-femicidio-en-argentina-paro-de-mujeres/?fbclid=IwAR0ML32yTmplRq5088S5cPr3XgxYqrq9SbP_STP7xwH5IqvQArUq7dPvv2U

 

Lucía Pérez: un caso de (in)justicia patriarcal.

Por Inecip*

En el día de ayer [26 de Noviembre], el Tribunal Oral en lo Criminal de la ciudad de Mar del Plata, integrado por los jueces Pablo Javier Viñas, Juan Facundo Gómez Urso y Aldo Daniel Carnevale, resolvió en el marco de un juicio oral y público absolver por unanimidad a los tres imputados por el abuso sexual y femicidio de Lucía Perez (16 años), ocurrido el 8 de octubre de 2016. Sólo dos de los imputados fueron condenados por el Tribunal por delitos vinculados a la Ley 23.737 de tenencia y tráfico de estupefacientes.

La lectura atenta de la sentencia exhibe una indiferencia total a las exigencias que el derecho internacional de los derechos humanos plantea desde hace décadas en relación con la incorporación de perspectiva de género en el juzgamiento de delitos sexuales. En particular, la decisión está basada en una apreciación plagada de estereotipos sexistas y discriminatorios, transformando el juicio en un juicio sobre la biografía de Lucía, la víctima, en lugar de concentrarse en el análisis de la conducta de los acusados.

Debe quedar claro que no se trata de recomendaciones doctrinarias u opiniones, sino de criterios interpretativos y pautas de valoración que son exigencia de la Constitución Nacional (art. 75 inciso 22CN) a la hora de juzgar hechos con perspectiva de género.

Los fundamentos que se exponen en la sentencia no son más que referencias a las comunicaciones privadas de Lucía Pérez, sus experiencias sexuales previas, su condición de consumidora de drogas, el tipo de vínculo con su familia, sus inasistencias escolares o la edad de las personas con las que se vinculó en otros momentos, por mencionar solo algunas de ellas, que son prejuiciosamente proyectadas como elementos que apoyan la existencia de consentimiento.

Los jueces del Tribunal se apoyan en la vida pasada de Lucía – con ejemplos de hasta 6 meses de previos al hecho en algunos casos- para dar por sentado que en una escena en la que participan hombres adultos, que comercializan drogas con una persona menor de 16 años de edad, existió consentimiento. Justifican así la decisión de absolver sin dar la más mínima explicación lógica respecto de cuáles son las razones objetivas no apoyadas en la demonización de la víctima.

Permanentemente a lo largo del análisis de la prueba los jueces efectúan juicios de valor prejuiciosos e ilegítimos sobre la víctima para garantizar impunidad a los acusados. Esa forma de decidir viola expresamente compromisos internacionales en materia de Derechos Humanos. El fallo en algún sentido fue preanunciado por la conducta del propio Tribunal durante el desarrollo de las audiencias. Un ejemplo es suficiente. Los integrantes del mismo, ante una testigo experta que aportaba elementos relevantes para comprender cómo inciden en ciertas circunstancias sociales e históricas las asimetrías propias de un régimen de género, no tuvieron prurito alguno en ostentar ignorancia y desprecio. A través de preguntas que no corresponden al rol de quien juzga, pues para preguntar y repreguntar están las partes, hicieron afirmaciones burlonas, y de desprecio por toda consideración del género como una dimensión relevante para comprender los hechos sometidos a juicio. Por otro lado, resulta sugestivo que en el momento de decidir el juicio se efectúen consideraciones sobre las deficiencias en el desempeño en que habría incurrido la fiscal María Isabel Sánchez. Esta circunstancia no forma parte del hecho objeto de juicio y, en todo caso, exigía con independencia de estas actuaciones, intervenciones oportunas, menos demagógicas y más dirigidas a romper con los silencios corporativos que suelen poblar la escena del control de desempeño en instituciones como el poder judicial.

El proceso penal es un compromiso tanto con las garantías de las personas acusadas como con la tutela judicial efectiva de las personas que resultan víctimas. La abrumadora cantidad de prejuicios ostentados durante el transcurso del juicio y ratificados por los términos de la sentencia, hacen de la decisión una imposición arbitraria y reivindicativa de la cultura de la violación. Decisiones de este tipo convierten a los juicios por delitos sexuales o con personas dañadas en razón de género en juicios sobre las víctimas y sus formas de vida, en lugar de procesos justos contra las personas acusadas. Eso no es justicia, es sexismo, es impunidad. Desde el INECIP repudiamos esta resolución, esperamos que las instancias revisoras estén a la altura de las exigencias de una sociedad menos violenta y misógina y acompañamos a la familia y amigxs de Lucía.

*Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales

27 de noviembre 2018.

Fuente: http://cosecharoja.org/lucia-perez-un-caso-de-injusticia-patriarcal/


Lucia, Siempre.

Por Claudia Korol.

Este cuento te nombra, Lucía. Y en vos nombra a todas las pibas que nos faltan, que nos duelen.

Este cuento que te cuento te busca, Lucía, entre aquellas jóvenes que ataron su pañuelo verde en la mochila, como uniforme, y que rápidamente aprendieron que el patriarcado descarga sus lecciones malditas sobre los cuerpos que quieren ser libres. La pedagogía de la crueldad busca inmovilizarlas, llenarlas de miedo, ahogarlas en una rabia infinita hasta paralizarlas. Pero ellas responden paralizando el tiempo de la impunidad. Ellas vuelven a las calles y gritan tu nombre, Lucía. Paran, porque en algunos momentos hay que parar al mundo. Paran para que las vean y para vernos. Paran para verte. Paran para que no desaparezcas tras el humo de la sentencia disciplinadora de unos señores parecidos en sus trajes y en sus gestos, a los senadores que votaron contra nuestros derechos.

Este cuento Lucía, es el cuento de las pibas que nombran su rebeldía como marea verde, como ni una menos, como ríos que sin represas barren las piedras en su lecho, y hacen olas. Como gritos que descreen de los senadores y jueces, de los periodistas corbatudos, y de los señores del G20. Tanta pomposidad para tanta crueldad, Lucía. Para matarte dos veces. Para drogarnos de mentiras y escaramuzas con las que esperan que nos demos por vencidas.

Las pibas Lucía hoy estarán parando otra vez la historia. Nosotras paramos con ellas. Porque el paro es una de las herramientas que encontramos para hacer política feminista en tiempos de cólera. Política feminista no en clave de conveniencias ni de transacciones electoreras, sino en clave de rebeldía.

El paro feminista, la asamblea que lo decidió, los compromisos y complicidades que tejemos en las calles, Lucía, tienen tu nombre.

No te olvidamos. No perdonamos a los asesinos. No nos reconciliamos con los jueces verdugos.

Este cuento que te cuento, Lucía, tiene tu sonrisa como bandera. Tiene a tu mamá como voz de todas las madres que andan buscando hijas y doliendo ausencias.

No estarán en este paro los gordos de la Cegeté. No estarán los especuladores que juegan nuestras vidas en la bolsa de valores de las próximas elecciones. No estarán los machos fachos, los fundamentalistas religiosos, los narcopolicías, los senadores celestes, los vendedores de globos amarillos.

Pero estarán las pibas, Lucía, que multiplicarán tu rostro en sus sonrisas. Estaremos las mujeres, lesbianas, travestis, trans, marchando y parando. Parando y caminando. En ese modo único que encontramos para que nos vean. Saliendo de a miles a llenar las plazas con las ausencias vueltas resistencias. Las invisibles seremos así ríos, olas, mareas, gritos. Seremos Lucías. Re-escribiremos una vez más la historia, sabiendo que somos fuerza indomesticable. Somos revolución Lucía, somos rebeldía siempre.

Fuente: http://zur.org.uy/content/luc%C3%ADa-siempre?fbclid=IwAR3l8kiRd8HMwdOVR0GjEPulvBQJDRxsQ03KDHIZV3NMNr3wehAP5J-jcNU

 

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