Militantes de la emancipación: ¡Salud por Osvaldo Bayer! [+Video]

En al foto: Sonriente y divertido como siempre, el gran maestro Osvaldo Bayer, acompañado por Nora Cortiñas, luchadora de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, celebrando sus 90 años de coherencia, ética y dignidad en una plaza porteña en febrero de 2017.

Falleció Osvaldo Bayer. Tenía 91 años.

por Página 12.
El historiador, escritor y periodista anarquista murió hoy [lunes 24 de diciembre, nota del Editor CT] al mediodía. La noticia fue anunciada en la página de Facebook oficial, desde donde despidieron a uno de los más reconocidos pensadores latinoamericanos, pluma de este diario y principal investigador de los sucesos de La Patagonia rebelde.

Murió el periodista e historiador Osvaldo Bayer, uno de los intelectuales más respetados que dio el país. Su revisionismo centrado en las luchas obreras y la represión de los trabajadores organizados marcaron un antes y un después en la interpretación de la historia argentina. La matanza de peones en su investigación sobre la Patagonia Trágica es, tal vez, su obra más conocida. Por esa y las demás investigaciones que dieron cuenta de la opresión encabezada por los sectores dominantes y las familias patricias argentinas, fue censurado, perseguido y amenazado. Debió exiliarse del país y fue uno de las voces que denunció en el extranjero la represión de Estado de la última dictadura cívico-militar. Al volver en la década del ’80 mantuvo firme sus convicciones. Publicó sus artículos en Página/12. Estuvo presente en cada reclamo obrero, campesino y de las comunidades originarias. La defensa de la ética y de los derechos humanos fueron su baluarte. Tenía 91 años. Su obra y su ejemplo no pierden vigencia.

La noticia del muerte de Bayer fue confirmada por su hija Ana a través de la cuenta de Facebook del escritor: “Una noticia muy triste, falleció mi papá”. También lo hizo en italiano y alemán (“Mein váter ist soeben gestorben” – Mi padre acaba de morir) para anoticiar a los vínculos que el autor de Los vengadores de la Patagonia trágica tuvo en esos países en los que pasó parte de su vida.

Anarquista, historiador, periodista. Osvaldo había nacido el 18 de febrero de 1927 en la provincia de Santa Fe. Estudio Historia en la Universidad de Hamburgo, en Alemania, y sus primeros artículos que marcaron lo que luego sería el perfil de su obra fueron publicados en Noticias Gráficas y en La Chispa, el periódico patagónico que él fundó en la década del ’50. Trabajó también en Clarín. Entre 1959 y 1962 fue titular del Sindicato de Prensa y en la actualidad era secretario honorario del Sindicato de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Sipreba).

Su militancia le valió la persecución de la Triple A, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, y en 1975 se exilió a Berlín.  Los anarquistas expropiadores, Severino de Giovani, el idealista de la violencia; Fútbol Argentino, rebeldía y esperanza fueron algunas de sus obras. También fue guionista de La Patagonia Rebelde, el film dirigido por Héctor Olivera que denunció la matanza de peones patagónicos.

En 2008 escribió el guion y libro cinematográfico del film publicado por Página/12, Awka Liwen, junto a Mariano Aiello y Kristina Hille, que da cuenta del despojo de las tierras a comunidades originarias y campesinas, y de la destrucción de la tierra. Por ello fue enjuiciado por la familia del ministro de Economía de la dictadura, José Martínez de Hoz, lo que luego motivó la realización del documental Martínez de Hoz.

Bayer, durante la primera marcha de mujeres indígenas de Argentina, el 21 de abril de 2015.

En 1963 promovió en la ciudad bonaerense de Rauch una consulta popular para cambiar ese nombre del coronel prusiano por “Arbolito”, el nombre del ranquel que le había dado muerte. Por ello fue arrestado. La orden la dio el general Juan Enrique Rauch, ministro del Interior de la dictadura y bisnieto de Federico Rauch.

Además de la reivindicación de los derechos humanos y luchar por la condena de los genocidas de la última dictadura militar, otra lucha que se convirtió en una de las más emblemáticas fue la de pedir el traslado del Monumento a Roca, ubicado sobre Diagonal Sur, que homenajea al ex presidente argentino que comandó las matanzas de miles de comunidades indígenas en lo que la historia oficial conoce como “la conquista del desierto”. Bayer pidió que en vez de Roca se levante un monumento a la mujer originaria.

Por esta lucha, el Concejo Deliberante del partido bonaerense de Rojas, renombró en 2007 «Pueblos Originarios» a la ex calle Julio Argentino Roca. Lo pidieron alumnos de las escuelas locales basados en en sus investigaciones de Bayer. En la actualidad existen muchos proyectos similares.

En 1984 se le otorgó el Premio Konex, en 2003 la Universidad Nacional del Centro le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa por su trayectoria en el campo de los derechos humanos, la literatura y el periodismo. Recibió el mismo título en las universidades nacionales de Córdoba, (2009), Quilmes (2009), San Luis (2006), Del Sur (2007), Del Comahue (1999) y de San Juan (2011).

Debido a su estado de salud, asistió a la última movilización del 24 de Marzo en silla de ruedas. Había tenido algunos accidentes domésticos y achaques propios de la edad. Pero así y todo siempre fue incesante el desfile de estudiantes, escritores, periodistas y cualquier persona que se le ocurriera visitarlo, por su casa del barrio porteño de Belgrano, a la que su amigo, el escritor y periodista, Osvaldo Soriano, bautizó “El Tugurio”.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/164308-fallecio-osvaldo-bayer

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Osvaldo Jorge Bayer 1927 – 2018 (Dossier).

por Señales / 24 -12-2018.

El escritor Osvaldo Bayer falleció este lunes 24 de diciembre a los 91 años, según informó su hija Ana a través de su página oficial de Facebook.

“Lamentablemente tengo que dar una triste noticia, falleció Osvaldo Bayer”, dice el posteo. Su hija, la cineasta Ana Bayer, quien administra la menciona página, publicó un mensaje en italiano, alemán y español: “Una noticia muy triste, falleció mi papá”.

Nació el 18 de febrero de 1927 en Argentina, y su apellido original era “Payr”. Sucede que cuando su abuelo llegó al país, se cansó de que lo escribieran mal. “Bayer, como las aspirinas”, dijo en el Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires y los Territorios Nacionales.

Bayer se caracterizó por su constante coherencia en defender las causas de los excluídos, explotados y mansillados por el poder, que plasmó en diversos ensayos.

Tras obtener el título de historiador en Hamburgo, Bayer decidió contar los sucesos ocurridos durante las sangrientas huelgas obreras en la Patagonia, que luego dio forma a «Los vengadores de la Patagonia Trágica» y que llegó al cine como «La Patagonia Rebelde», dirigido en 1974 por Héctor Olivera, film que ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín.

Bayer era uno de los intelectuales más importantes del país, ante todo fue periodista. «Se fue el más grande de todos», dijo el director editorial del Grupo Planeta, Ignacio Iraola, su obra se halla publicada en la Argentina por este sello.

Reconocimiento de la Legislatura de Santa Fe.

Proyecto presentado por Carlos Del Frade.

Osvaldo Bayer, el periodista. investigador. escritor, documentalista y hasta actor, es una de las personalidades más importantes en toda la cultura occidental a partir de su monumental obra que va desde la denuncia pormenorizada y precisa, sintetizada en cuatro tomos, de «La Patagonia Rebelde» al reconocimiento de otro notable santafesino, como fue Gastón Gori, autor de »La Forestal».

Amigo de Rodolfo Walsh y Paco Urondo, Bayer, militante del anarquismo libertarlo, supo transitar la literatura y el periodismo con la idea de contar la hlstorla de mujeres y hombres que, con sus compromisos, pusiera en evídencia la permanente lucha contra ta ferocidad del sistema.

Estudiante de historia en Alemania, navegante de barcos mercantes en tiempos del primer peronismo, periodista de una pequeña localidad patagónica. Bayer hizo un ritual de la entrevista, la recopilación de testimonios, la documentación y la multiplicidad de fuentes para avalar cualquiera de sus afirmaciones.

Nunca quiso ser neutral ni objetivo, siempre contó la historia desde el lugar de los trabajadores que peleaban por una sociedad más humana, justa y solidaria.

A principios de los años noventa denunció la usurpación de la casa ubicada en Santiago 2815, en la ciudad de Rosario, propiedad de una pareja de ciegos militantes de la organización Montoneros que, todavía, en plena democracia, seguía en manos del Segundo Cuerpo de Ejército.

Aquella contratapa en el diario «PáginaI12», con el cual colabora desde el inicio, desató una fenomenal movilización social y política que terminó con la restitución de la entonces «casita robada», como le decían en el barrio, para convertirse en la «Casa de la Memoria».

Escribir no solamente para construir conciencia sino para transformar la realidad a partir de la investigación y los datos precisos, para contagiar los ideales del mejor humanismo. esos han sido los principales fines de cada uno de los artículos, de cada una de las charlas que Bayer es capaz de dar no solamente en grandes universidades, sino en patios y salones de escuelas de cualquier provincia argentina.

Al borde de sus noventa años, destacar su obra es casi una obligación moral para esta Legislatura santafesina.

Algunos de sus libros son:

Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia. Ensayo. Editorial Galerna, Buenos Aires, (1970).

La Patagonia rebelde (tomos I y II). Ensayo. Editorial Galerna, Buenos Aires, (1972).

La Patagonia rebelde (tomo III). Ensayo. Editorial Galerna, Buenos Aires, (1974).

Los anarquistas expropiadores y otros ensayos. Ensayo. Editorial Galerna, Buenos Aires, (1975).

La Patagonia rebelde (tomo IV). Ensayo. 1975, Berlín (Alemania).

Exilio. Ensayo. Con Juan Gelman, editorial Legasa, Buenos Aires, (1984).

Fútbol argentino. Ensayo. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, (1990).

Rebeldía y esperanza. Ensayo. Grupo Editorial Zeta, Buenos Aires, (1993).

Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia (reedición). Ensayo. Editorial Planeta, Buenos Aires, (1998). ISBN 987-580-092-9

A contrapelo. Conversaciones con Osvaldo Bayer. Ulises Gorini. Editorial Desde la gente. Buenos Aires, (1999).

En camino al paraíso. Ensayo. Editorial Vergara, Buenos Aires, (1999).

Rainer y Minou. Novela. Editorial Planeta, Buenos Aires, (2001).

Obras completas, Página 12, Buenos Aires, (2009).

¿Qué debemos hacer los anarquistas?. Ensayo. Editorial Quadrata. Buenos Aires, (2014).

Sus últimas investigaciones en relación a la historia de los pueblos originarios que quedaron plasmadas en el bello documental «Alka Uwen» (Rebelde Amanecer), no solamente sirvieron para difundir las crónicas de las naciones ninguneadas, sino también para establecer un largo litigio judicial con la familia Martínez de Hoz, mostrando la pujanza de sus observaciones y la necesidad colectiva de cuidar y multiplicar sus trabajos para las nuevas generaciones de santafesinos, en particular, y argentinos en general.
Por todo lo expresado, la obra de Osvaldo Bayer, su incansable militancia por los mejores valores de la humanidad, lo hacen acreedor de esta casi obligatorio y precario reconocimiento.

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La despedida de Revista Sudestada

Falleció Osvaldo Bayer.  Perdimos a uno de los imprescindibles, a uno de los que siempre estaban allí donde había que defender al oprimido y al explotado, a uno de los libertarios de corazón abierto, al luchador, historiador, periodista, gran conversador y dueño de una memoria prodigiosa. Tal vez este momento triste sea una buena excusa para acercarle ese gran abrazo que todos, los que lo leímos, escuchamos y queremos, sabemos bien lo que significa. Gracias a Osvaldo conocimos la historia real de los peones patagónicos que se rebelaron contra los estancieros y pagaron el precio de su valentía bajo las balas del gobierno de Hipólito Yrigoyen.

Gracias a Osvaldo, también, leímos la mejor biografía política jamás escrita en nuestro país, la que narra la vida de Severino Di Giovanni, aquel idealista de la violencia que le escribía cartas apasionadas a su gran amor, América Scarfó. Gracias a Osvaldo conocimos desde cerca el verdadero signficado de términos como «rebeldía», «esperanza» o «dignidad», porque él supo ponerle el cuerpo a cada uno de ellos. Por eso, tal vez como mínima excusa, es que invitamos a todos y todas a sumarnos a este abrazo entrañable al querido Osvaldo. Un abrazo que es, en definitiva, un gracias enorme por la belleza, por la aventura, por el compromiso, por la fuerza y por la convicción. Hoy, de verdad, nos sentimos un poco más solos. #RevistaSudestada.

 

Osvaldo Bayer: “Así no se hace Derechos Humanos”

En diciembre de 2014, el escritor estuvo en Mar del Plata y habló con Belén Cano para el portal QUÉ (foto), sobre el encuentro de Estela de Carlotto con Jorge Bergoglio. “Me pareció un poco demagógico todo eso”, lanzó. Además, recordó que “no hay democracia mientras haya villas miseria”.

¿Cómo vio el encuentro de Estela de Carlotto con Jorge Bergoglio, el Papa Francisco?
Me pareció un poco demagógico todo eso. Porque la señora, la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo lo había acusado directamente a Bergoglio, que no había hecho nada durante la dictadura para buscar a los detenidos desaparecidos, y ahora resulta que como Bergoglio es Papa y los ha recibido a ella y al nieto, entonces cambió absolutamente su rol. Así no se hace política, así no se hace derechos humanos. Es absolutamente lamentable.

¿Cree que va en el mismo sentido del acercamiento de Hebe con Milani?
Yo creo que Hebe de Bonafini ha terminado totalmente… después de esa tapa de la revista de Madres donde está del brazo con Milani, un general acusado de haber sido colaborador de la dictadura. Creo que Hebe ya no tiene ninguna autoridad para poder hablar. Y más ahora que la Universidad ha pasado al Estado, no tendría que haberse hecho esto, tenía que ser una entidad independiente.

Lo dice con dolor…

Lo digo con dolor, sí. Pero realmente ha cometido muchísimos errores últimamente.

Osvaldo Bayer habla en tono sereno, pero la contundencia de sus palabras da cuenta de un sistema injusto, que expulsa de a millones y los condena al hambre y las villas. Con humildad y con dolor cuestiona a Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini, quienes a partir de su vínculo con el gobierno nacional han salido a defender a Jorge Bergoglio y César Milani. Despotrica cuando recuerda que el monumento más grande de la Ciudad de Buenos Aires es a Julio Argentino Roca, el responsable del genocidio en tierras sureñas. “Todo lo que significa Roca es un paso atrás, y es un paso atrás todo lo que significa dar más libertad al capitalismo”, sostuvo el historiador.

Sentado en el estar de un hotel céntrico marplatense, Bayer dialogó con QUÉ momentos antes de presentar su último libro “¿Qué debemos hacer los anarquistas? y otros textos”, que incluye cinco textos inéditos y cuenta con prólogo de Bruno Napoli.

En el último tiempo se vienen dando en el mundo procesos que dan cuenta de una crisis del sistema capitalista. ¿Hacia dónde cree que vamos?
Lo de siempre. Va a haber una crisis, van a sufrir mucho los pueblos, después se va a resolver el problema más o menos, pero nunca se va a llegar a un total sosiego de todo esto. Nunca a un sistema que dé de comer, dé trabajo y dé vivienda digna a toda la gente, que tiene que ser el principio de toda democracia. Yo siempre sostengo que no hay democracia mientras haya villas miseria, porque una democracia tiene que ser capaz de por lo menos dar un techo digno a las familias con hijos.

En el plano nacional, ¿cree que dentro del Partido Justicialista pueda salir una alternativa que vaya en este sentido?
Hay muchos representantes que realmente quisieran un cambio del país en ese sentido, pero la masa dirigente del peronismo no ha pensado en eso, lo mismo los que gobiernan. Se sigue con un capitalismo más bien benefactor en cierto sentido, pero nada más.

Un análisis político dado a conocer días atrás daba cuenta de la “búsqueda de un nuevo Roca”, al establecer un paralelismo entre la figura del general que garantizó a fines del siglo XIX que la bonanza económica de la época quedara en una minoría pudiente, con la situación actual donde los Macri, Massa o Scioli garantizarían que la renta agropecuaria, y de recursos petroleros y gasíferos se concentre en pocas manos. Al respecto, Bayer opinó: “No aprendemos nada los argentinos evidentemente”.

“Todavía se sigue alabando a Roca y el monumento más grande de Buenos Aires no es a San Martín sino a Roca, en el lugar más céntrico. De manera que todo lo que significa Roca es un paso atrás, y es un paso atrás todo lo que significa dar más libertad al capitalismo. En Estados Unidos hay un sistema capitalista (casi) absolutamente libre, hay miseria, millones de personas sin trabajo, no se llegó jamás a solucionar los problemas de todos. Realmente el capitalismo tiene que tomar formas de repartir mejor las ganancias y no acumularlas en pocas manos”, explicó el intelectual.

Por último, Bayer se refirió a la situación del periodismo actual, el rol de los grandes medios y el crecimiento de los medios cooperativos: “No hay que dar a las entidades empresarias nada más que un solo medio, sino ejercen el monopolio. Además hay que favorecer a las cooperativas de periodistas, que son los profesionales de la información. Hay mucho que hacer para terminar con el gran poder de los grandes medios, radios, canales de televisión en el interior, periódicos, revistas, etcétera, que dominan la opinión pública mucho más que los partidos políticos”.

Al terminar la nota, y antes de partir rumbo a la Feria del Libro para presentar su último trabajo, Osvaldo fue al cafecito lindero al hotel. Pronto a cumplir 88 años, y a pesar de su caminar lento, no detiene su marcha: pasa su tiempo entre viajes, presentaciones, charlas y el teatro, porque a los 86 años decidió que era momento de subirse a un escenario. Sentado en una de las primeras mesas del bar, se pidió un whisky sin hielo, entre anécdotas y risas.

VIDEO: Osvaldo Bayer por Osvaldo Bayer. (Junto con «Arbolito», en defensa de los pueblos originarios contra Julio A. Roca, -el homólogo del genocida chileno Cornelio Saavedra- mentor e impulsor de la Conquista del Desierto que implicó el asesinato, desplazamientos forzados y esclavitud de los pueblos del Puelampu, Nota del Editor CT).

 

En una entrevista con La Nación le consultaron: Cree que se justifica tomar las armas en algún momento?

-Mirá, yo no estoy en contra tampoco de eso. Pero yo no lo voy a hacer nunca. Soy amigo de la paz. Pero claro, con una dictadura y la desaparición de personas, qué otro método podés utilizar. Es decir, yo los justifico completamente a Rodolfo Walsh, al Paco Urondo y a Haroldo Conti, que fueron mis mejores amigos.

Con Rodolfo Walsh, la última vez que me encontré, le dije: «¿Cómo es posible que hayas cambiado el marxismo por el peronismo?». Y él me dijo: «No te equivoques. Yo no soy peronista, soy siempre marxista, ¿pero dónde está el pueblo?». Y yo le dije: «Mirá, el pueblo peronista no los va acompañar». Y él me dijo: «Ya vamos a ver». Confiaba en el levantamiento del pueblo. Me dio pena, porque era el mejor de todos. El mejor intelectual de esa época. Era completo. Escritor y qué investigador.

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Osvaldo Bayer, el vindicador.

por Daniel Cholakian – Nodal Cultura.

Vindicador: quien defiende, especialmente por escrito, a quien se halla injuriado, calumniado o injustamente notado.

Hay hombres que se adelantan a los tiempos y sin embargo no son reconocidos como tales. Para los medios masivos y las nuevas formas de comunicación, ese lugar parece estar reservado a quienes hacen raras predicciones, a los falsos gurúes económicos, o los míticos desarrolladores de tecnologías en garajes que nunca existieron.

Osvaldo Bayer es un hombre que adelantó los debates como pocos.

Bayer nació en la provincia argentina de Santa Fe el 18 de febrero de 1927. Es historiador, periodista, guionista de cine, novelista y dramaturgo. Pertenece a una generación que integró la política con su labor profesional, sin militar en organizaciones, pero convencido de que su relato sobre los oprimidos y silenciados debía ser el eje de su obra. Compartió con muchos compañeros de su tiempo -poetas, artistas, intelectuales o militantes- la persecución y el exilio.

Bayer estudió historia durante los años ’50 en Alemania y regresó a Argentina, donde trabajó en los principales medios nacionales. Vivió en la Patagonia, en el sur del país, donde investigó los sucesos conocidos como la Patagonia trágica, una brutal matanza a trabajadores en huelga llevada adelante por el ejército argentino entre 1920 y 1921. Hacia 1975, luego de la publicación de su libro “La Patagonia rebelde” y del estreno de la película homónima, comenzó a sufrir amenazas y se fue de su país rumbo a Alemania.

En su obra hay al menos tres aspectos que son centrales en los debates del presente, y sobre los cuales Bayer trabaja desde hace más de 50 años: los pueblos originarios, la preservación del ambiente y la lucha de las mujeres. Fue también un actor central en la reivindicación de las víctimas del terrorismo de Estado, y uno de los primeros intelectuales en ser capaz de pensar los genocidios del siglo XX en todo el mundo como parte de una trama que los integra, tanto por sus lógicas negadoras de lo humano, como por el origen de régimen económico que los sostuvo.

Bayer, el historiador del futuro

Bayer es, por su formación académica, historiador. Sin embargo, sus grandes libros, Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia, La Patagonia rebelde, Los anarquistas expropiadores y otros ensayos, son obras más conocidas que leídas. Su labor periodística y su actuación personal son seguramente lo que han dado mayor relevancia pública a su trabajo.

Una de las muchas maneras de pensar la trascendencia de su producción es que fue capaz de utilizar toda su formación, sus largas investigaciones, su experiencia personal y la historia política que comparte con toda una generación, para trasmitir masivamente y hacer públicos debates que nadie se animaba a dar, o que ni siquiera estaban en las agendas públicas. Y siempre ha puesto su cuerpo –y lo sigue poniendo cuando manifiesta en las calles en su silla de ruedas- para acompañar luchas silenciadas, olvidadas y ocultas por los poderosos.

Mucho de lo que se revela en las luchas que sostienen diferentes actores en la Patagonia argentina, estaban presentes en lo que Bayer escribía 45 años atrás: “¿Qué era la Patagonia en 1920? Simplificando podemos decir que era una tierra argentina trabajada por peones chilenos y explotada por un grupo de latinfundistas y comerciantes. Es decir, gente que ha nacido para obedecer y otros se han hecho ricos porque son fuertes por naturaleza. Y allá, fuerte quiere decir casi siempre inescrupuloso”[i]

Esta frase, que recupera la discusión sobre la naturaleza del capitalismo, contiene elementos que remiten al presente. A la lucha de los trabajadores despedidos de las minas en Río Turbio, a los mapuches que reivindican la propiedad de sus tierras, y a las muertes infringidas por las fuerzas de seguridad en defensa de los intereses de los poderosos, comerciantes y latinfundistas. Bayer menciona, en ese mismo texto, a la familia Braun Menéndez como parte de aquellos dueños de la Patagonia. Dos de sus descendientes, Marcos Peña Braun, como jefe de gabinete, y Miguel Braun, en el cargo de secretario de comercio de la nación, son parte de un gobierno que intenta reponer aquel orden militar, económico y simbólico.

Esa larga investigación le permitió a Bayer comprender, y exponer públicamente ya en 1963, la existencia de pueblos indígenas exterminados y expropiados antes del genocidio conocido como “Campaña al desierto” (1879).

“En el año 1826, el gobierno de Bernardino Rivadavia, contrató al oficial prusiano Rauch, nada menos que para matar indios. Su misión era limpiar la pampa bonaerense de los ranqueles (…)
Este oficial prusiano comenzó la liquidación de estos indios, y se guardan sus partes militares. Por ejemplo, dice que los indios ranqueles no tienen salvación porque no tienen sentido de la propiedad, también señalaba que los indios ranqueles eran anarquistas (…) Después de haber escrito un parte donde decía ‘hoy hemos ahorrado balas, degollamos a 27 ranqueles’, un indio joven, apuesto, alto de pelo largo, al que llamaban ‘Arbolito’ lo estuvo esperando en una hondonada, y cuando pasó este coronel a toda velocidad en su corcel, se le fue detrás, le boleó el caballo, cayó el militar europeo, y el indio Arbolito cometió el sacrilegio de cortarle la cabeza. Así vengaba a tantos de sus compañeros de las pampas”[ii]

Cuando cuenta la historia del indio vindicador, Bayer suele relatar que los invasores reconocían que los ranqueles trataban a las mujeres mucho mejor que “nosotros, los descendientes de europeos”.

La contaminación, la expropiación, la matanza

Desde muchos años atrás Bayer comenzó a escribir sobre la contaminación en el sur argentino. A diferencia de cualquier mirada ingenuamente ambientalista, él siempre situó el problema en la misma trama que recuperaba todo su trabajo de años. La expropiación de las tierras, el poder de los latifundistas, el avallasamiento de las tierras sagradas para los pueblos originarios, y la contaminación ambiental producida especialmente por la explotación minera, era una misma acción, sostenida a lo largo de décadas por los gobernantes.

La población de la ciudad de Esquel, donde Bayer vivió muchos años, tuvo hacia 2003 una importante batalla contra la explotación de oro. En un plebiscito, se negó el derecho a la instalación de la minera. Por entonces escribía: “Nuestra querida Patagonia, la tierra del bello paisaje, de las aguas y del codiciado petróleo –aquella que en Europa insisten que los gobiernos argentinos van a vender para pagar la deuda (algo que seguro ya habrían hecho los militares desaparecedores con Martínez de Hoz y su sistema)–, pues bien, esa Patagonia se acaba de defender con la democracia. No ha necesitado a la Gendarmería, con su estrecha visión de ver peligro en cada liebre y cada llama y controlarles la nacionalidad, sino que el pueblo ha demostrado a toda la Argentina qué es la democracia y para qué sirve. Esquel votó contra el oro y el cianuro. Los que venden la Patagonia a pedazos y a retazos, querían vender el bello oro pero cambiándolo por cianuro y una suma de divisas que en nuestro país nunca se sabe al bolsillo de quién van a parar. El pueblo de Esquel votó por la naturaleza, por esa naturaleza que también les pertenece a sus hijos y a sus nietos”.[iii]

El hombre que amó a las mujeres

Las mujeres fueron parte de su obra de ficción. Se puede mencionar la poco conocida película “Sin querer”, de la que fue guionista, en la que hay fuertes mujeres como protagonistas, entre ellas una mujer mapuche que busca a su padre desaparecido y una niña abusada por los poderosos de una pequeña localidad de la enorme Patagonia.

En su último libro, su primera novela, “Rainer y Minou”, da voz a una mujer que se autodefine como judía y víctima de los nazis, aunque era argentina. Una mujer que se enamora en Alemania, del hijo de un criminal nazi. Esa mujer se hará cargo de la brutal contradicción y será el centro de una suerte de mirada sobre la historia. Bayer escribe un bello relato amoroso y logra hacer visible la continuidad de los genocidios en la historia, la permanencia de los delitos de lesa humanidad, y el lugar central de las mujeres en la resistencia al olvido.

También de la Patagonia, y entre las múltiples historias de resistencias populares frente a la matanza de obreros, Bayer ha reconstruido en el teatro el relato sobre “Las putas de San Julián”. Esta obra, escrita estrenada en 2013, se basa en lo que debió ser el final del segundo tomo de La Patagonia Rebelde –e incluso ser parte de la película estrenada en 1974- pero que la censura y cierta lógica de la época, no permitió incluir en aquellas obras.

Hubo que esperar 20 años para que el texto fuera incluido en una nueva edición (1994). Bayer encontró en las mujeres, en tanto tales, un lugar en las prácticas resistentes. La sociedad necesitó varias décadas para poder encontrarse con esa historia.

(…) “Se mandó a decir a las dueñas de los prostíbulos que a tal hora iba a ir la primera tanda de soldados para que tuvieran listas a las pupilas (…) Pero cuando la primera tanda de soldados se acercó al prostíbulo, doña Paulina Rovira salió presurosa a la calle y conversó con el suboficial. (…) Las cinco putas del quilombo se niegan. (…) Todos en patota, tratan de meterse en el lupanar. Pero ahí salen las cinco pupilas con escobas y palos y los enfrentan al grito de ‘asesinos, porquerías’, ‘con asesinos no nos acostamos’. En palabras de Bayer, estas mujeres fueron “los únicos seres que tuvieron la valentía de calificar de asesinos a los autores de la matanza de obreros más sangrienta de nuestra historia”. [iv]

Cuando se estrenó la obra en el Teatro Nacional Cervantes, Bayer declaró: “Que yo pueda mostrar hoy en el teatro nacional este final que fue prohibido hace cuarenta años es para mí increíble, es como tocar el cielo con las manos”. Bayer demostró acá también que su trabajo y su análisis anticiparon en mucho las discusiones más intensas del presente.

Bayer, el bien querido

El 18 de febrero de 2017, día en que Bayer cumplió 90 años, se organizó un festejo popular en una plaza del barrio de Belgrano, cercana a su casa. El festejo se convirtió en un sencillo y amoroso homenaje popular al hombre que desde la militancia, el periodismo y la academia (¿son acaso campos separados?) logró echar luz, asumir debates potentes, reivindicar las luchas de los excluidos, obreros anarquistas, perseguidos, pueblos indígenas, mujeres, víctimas de los genocidios y hacerlo con un lenguaje popular, claro, completo y contundente.

Bayer es un hombre que camina en el mundo, que entiende lo global mucho antes de los aduladores de la globalización financiera, y que recupera la historia para reivindicar a los resistentes. Esta es, sin dudas, su propia forma de resistencia.

Notas:

[i] Bayer, Osvaldo; La Patagonia rebelde; Editorial Planeta Argentina; Tomo I; 1993; p.25
[ii] Relato de Osvaldo Bayer junto con la banda “Arbolito”
[iii] Diario Página/12, 29 de marzo de 2003. Disponible en https://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-18141-2003-03-29.html
[iv] Bayer, Osvaldo; La Patagonia rebelde; Editorial Planeta Argentina; Tomo II; 1994; p.317


Osvaldo Bayer festejó sus 90 años rodeado de una multitud.

Soneto libertario

A Osvaldo Bayer

El vino va por cuenta de la casa…
de esta íntima plaza aniversario.
Tu casa es esta plaza y cada plaza,
un enorme tugurio solidario.

Brindamos en un brindis necesario
por La Chispa de Esquel, por Arbolito,
por cada grito justo y libertario,
por cada fusilado y cada grito.

Por San Julián, Berlín… y por Belgrano.
Por la verdad: por Soto y no Varela.
Por la memoria: Walsh y no Videla.

Brindamos por el sueño más humano
de Tierra y Libertad, que es lo que cuenta:
brindamos por Osvaldo y sus 90.

Daniel Aráoz Tapia

 

Ilustración: dibujo de Miguel Repiso (Rep), cedido para la portada del «Abrazo Colectivo» dedicado a Osvado Bayer.
Fuentes originales: Resumen Latinoamericano y haciablog-zaratustra

 

Fuente (extractos): https://seniales.blogspot.com/2017/02/osvaldo-bayer-festejo-sus-90-anos.html

1 Comment

  1. Leyendo la noticia, biografía y obras (no lo conocía), creo poder afirmar que su muerte es una sensible pérdida para Argentina y los pueblos latinoamericanos. Partió un hombre de avanzada en luchas que hoy están agitando con fuerza nuestro subcontinente y el mundo.
    Inclino nuestras banderas de lucha que enarbolamos la clase trabajadora y los pueblos de Chile.
    Gracias compañer@s de CT. Están cumpliendo una tarea de primer orden, mantener informado y en contacto a quienes luchamos contra el capitalismo salvaje que oprime a nuestros paìses.
    Un abrazo fraterno.
    Nelson Viveros.

    miércoles 26-12-2018 7:06

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