Honduras sublevada: Un conflicto que los medios silencian [+Video].

Militares entraron a una universidad y dispararon a estudiantes: al menos ocho heridos.

Pese a que la ley prohíbe a las fuerzas del orden penetrar a las instalaciones educativas por respeto a su autonomía, soldados y policías ingresaron por el supuesto secuestro de un uniformado. «De una manera violenta, salvaje, han atropellado y con bala viva han herido» a los alumnos, se quejó el rector.

La policía militar hondureña echó leña al fuego de las protestas contra el presidente Juan Orlando Hernández este lunes al disparar contra universitarios que se manifestaban en su centro de estudios en Tegucigalpa, una intervención que dejó al menos ocho estudiantes heridos y varios otros afectados por los gases lacrimógenos.

«Unos 40 policías militares entraron al campus universitario sin autorización» y persiguieron «a los estudiantes disparándoles con bala viva«, dijo a la AFP el director de Desarrollo Institucional de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Armando Sarmiento.

Antes de que los policías militares ingresaran a la Unah, se produjo una larga batalla campal en un bulevar que cruza frente a la Universidad cuando presuntos estudiantes querían impedir el paso quemando neumáticos en la vía
Antes de que los policías militares ingresaran a la Unah, se produjo una larga batalla campal en un bulevar que cruza frente a la Universidad cuando presuntos estudiantes querían impedir el paso quemando neumáticos en la vía.

La portavoz del estatal Hospital Escuela, Laura Schoenherr, informó que cinco estudiantes fueron atendidos con heridas de bala pero indicó que»todos estaban fuera de peligro». Posteriormente, un estudiante señaló que eran ocho los heridos y otro vocero del hospital indicó que uno de ellos estaba grave por el impacto de una bala en sus glúteos.

La Fuerza de Seguridad Institucional Nacional (Fusina) argumentó en un comunicado que los soldados habían entrado al campus de la UNAH por el «flagrante delito» de la privación de libertad de un miembro de la autoridad por estudiantes «encapuchados».

Aseguró que esos universitarios «atacaron con bombas molotov modificadas para hacerlas más letales (…) piedras y palos u otros objetos que ponían en peligro la integridad física y la vida de los uniformados».

Según esa misma fuente, el choque dejó seis heridos, «cuatro supuestos estudiantes», fruto de presuntos disparos, y «dos soldados con quemaduras de las bombas molotov».

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos (OACNUDH) en Honduras expresó en Twitter su «profunda consternación por las consecuencias del operativo de las fuerzas militares en la UNAH«.

Los policías militares hicieron retroceder a los manifestantes hasta hacerlos ingresar a la Unah y luego entraron en persecución
Los policías militares hicieron retroceder a los manifestantes hasta hacerlos ingresar a la Unah y luego entraron en persecución.

Los incidentes se registraron cuando unos 2.000 estudiantes habían bloqueado el bulevar Suyapa, frente al centro de estudios más grande del país, gritando «Fuera JOH», las iniciales del presidente.

Enseguida llegaron unos 300 policías, incluyendo cerca de 40 miembros de la Policía Militar de Orden Público (PMOP), que minutos más tarde lanzaron bombas de gas lacrimógeno a los universitarios.

Los estudiantes reaccionaron tirando piedras a los agentes y, en respuesta, los efectivos de la PMOP entraron por la calle peatonal de acceso al campus persiguiendo a los estudiantes y disparando con sus fusiles.

Extensas manifestaciones

«Definitivamente, nosotros no hemos autorizado en ningún momento el ingreso de ningún policía al campus universitario. Esta es una flagrante violación» de la autonomía universitaria, sentenció el rector de la UNAH, Francisco Herrera, en declaraciones a medios locales.

Desde primeras horas del día encapuchados se habían tomado la Unah en Tegucigalpa, como parte de una cadena de protestas contra el régimen que preside Juan Orlando Hernández, a quien acusan de “usurpador” y le exigen que se vaya del poder
Desde primeras horas del día encapuchados se habían tomado la Unah en Tegucigalpa, como parte de una cadena de protestas contra el régimen que preside Juan Orlando Hernández, a quien acusan de “usurpador” y le exigen que se vaya del poder.

«De una manera violenta, salvaje, han atropellado y con bala viva han herido» a los estudiantes, se quejó, condenando «enérgicamente las acciones irresponsables realizadas por la Policía Militar al ingresar al campus y haber disparado contra nuestros estudiantes».

Los universitarios habían atendido un llamado de la Plataforma de Defensa de la Salud y Educación, integrada por 10.000 médicos y 60.000 docentes, que desde hace un mes exige con manifestaciones y bloqueos de calles la derogación de dos decretos que, a su criterio, privatizan ambos servicios.

Los bloqueos de carreteras en apoyo a la Plataforma y al grito de «Fuera JOH» se extendieron por todo el país y dejaron la semana pasada tres muertos y decenas de heridos, atribuidos a intervenciones de la PMOP.

El gobierno envió la policía militar a reprimir a los manifestantes después que cientos de policías de las fuerzas especiales antidisturbios declararan una huelga «de brazos caídos» de dos días, alegando que sus superiores les obligaban a trabajar en jornadas sin descanso para disolver las protestas.

La PMOP fue creada por el presidente con unos 5.000 militares seleccionados en los diferentes batallones para combatir las pandillas y el crimen organizado.

(Con información de AFP)

 

Fuente: https://www.infobae.com/america/america-latina/2019/06/25/militares-de-honduras-entraron-a-una-universidad-y-dispararon-a-estudiantes-al-menos-ocho-heridos/

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Hubo quema de neumáticos a las puertas de la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa.

por Eva Lagunero /Redacción CANARIAS-SEMANAL.ORG.

Una de las multitudinarias protestas en Honduras, reclamando la salida del presidenteJuan Orlando Hernández (JOH)

Soldados toman posiciones durante la protesta de los estudiantes en Tegucigalpa (AFP)
Soldados toman posiciones durante la protesta de los estudiantes en Tegucigalpa (AFP). Foto de las movilizaciones frente a la universidad (24 de junio 2019).

   En declaraciones al medio The Greyzone, Gerardo Torres, secretario de Asuntos Internacionales del Partido LIBRE (Libertad y Refundación), del que es miembro el depuesto presidente Zelaya, dijo que “el problema es la agenda macroeconómica del FMI, que ha generado un crecimiento económico muy desigual en beneficio de la elite del país y los carteles de la droga con los que colabora”, mientras que las condiciones que enfrenta la mayoría de la población han castigado especialmente a las clases trabajadoras.

   La corrupción ha ido de la mano de las medidas de austeridad, lo que popularmente se conoce como el “Sistema Operativo” de Honduras. En 2015 se supo del desvió de fondos del Instituto Hondureño de Seguridad Social para financiar la campaña electoral, entre otras operaciones corruptas que suscitaron protestas generalizadas. El ex-presidente Porfirio “Pepe” Lobo Sosa estuvo relacionado con el tráfico de drogas, su esposa se enfrenta a 80 años de cárcel por el desfalco de casi 500.000 dólares de las arcas púbicas, y su hijo está cumpliendo condena en una prisión de Estados Unidos por introducción de cocaína. El actual presidente JOH no está exento de estas conexiones mafiosas. Según Torres, “en 2017 EEUU sabía que se estaba investigando a Juan Orlando Hernández por su participación en carteles de la droga y todavía lo apoyó y permitió que se mantuviera en el poder mediante una reelección ilegal y que no ganó”.

   Las medidas de austeridad y la fuerte militarización del país han hecho de JOH una figura odiada por las clases populares hondureñas. El nuevo código penal que ha impuesto contempla elevadas multas y penas de cárcel para quienes participen en “reuniones y protestas ilícitas”, entre otras medidas represivas. Mención aparte merecen las penas de 6 y 10 años de prisión respectivamente para las mujeres que interrumpan su embarazo y el personal sanitario que las asista. Si la situación económica y política es insostenible para amplias capas de la población, lo que provoca oleadas masivas de migración a los Estados Unidos, donde reciben un tratamiento inhumano, la situación de las mujeres es especialmente dramática: en la última década los feminicidios han aumentado alarmantemente así como el asesinato de líderes campesinos como Berta Cáceres.

   En la actual fase de movilización contra las medidas acordadas por JOH con el FMI se prendió fuego a una pila de neumáticos a las puertas de la embajada de EE.UU. Algunos observadores sospechan que puede haber sido un acto de falsa bandera. La nota emitida por Associated Press se preguntaba porqué no actuaron con la debida rapidez y diligencia los guardias que custodian la embajada. Otros observadores, como la directora de la Asociación Médica de Honduras, creen que fue obra de infiltrados de la policía para luego culpar a los dirigentes de las protestas.

   Es posible que así fuera, pero también pudo ser una respuesta espontánea de condena al papel de Estados Unidos en el golpe de 2009, o un acto simbólico rememorativo de la quema de vehículos del personal de la embajada que tuvo lugar en 1988 en protesta por la guerra sucia de Washington contra Nicaragua. La fortificación del entorno de la sede diplomática desde aquel suceso es lo que ha impedido que el incendio afectara al resto del edificio. Según Torres, “las acciones de protesta ante la embajada de EEUU es algo que históricamente ha estado en el ánimo del pueblo hondureño (…) consciente de que es la principal responsable de que JOH sea todavía presidente de Honduras”.

   Por supuesto, las autoridades norteamericanas han condenado el atentado: “Los actos de violencia de hoy en la embajada de EEUU en Honduras son inaceptables. Estamos colaborando estrechamente con las autoridades hondureñas para poner a los responsables ante la justicia”. Una semana después los líderes de las organizaciones que participan en la movilización rechazaron la oferta de diálogo del gobierno mientras no se retiren los planes del FMI con los que el gobierno de JOH se ha comprometido.

   Debería resultar chocante el tratamiento tan diferente que Estados Unidos y sus voceros mediáticos globales otorgan a Honduras y Nicaragua, el país vecino. La diferencia radica en que Tegucigalpa está directamente controlada por Washington y el FMI, mientras Managua se resiste a ese control. Además, a apenas 50 millas de Tegucigalpa está la base estadounidense de Palmerola Soto Cano y JOH ha consentido que EEUU aumente su presencia militar en el norte del país para un mejor y mayor dominio de la América Central y el Caribe. Según Torres, “aun cuando la DEA [estadounidense Administración para el control de Drogas] investiga a Hermández, está claro que el Comando Sur de EEUU lo quiere en el poder”.

Fuente (original): https://thegrayzone.com/2019/06/12/why-hondurans-set-fire-to-the-u-s-embassy/

VÍDEO RELACIONADO:

 
Fuente: http://canarias-semanal.org/art/25485/movilizacion-social-en-honduras-un-turbulento-conflicto-que-los-medios-silencian-video

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