Chávez y la Revolución traicionada

A tres años de su partida

por Francisca Rodríguez.

Este 5 de marzo se cumple el tercer año de aquel anuncio hecho por el hoy Presidente Nicolás Maduro, indicando que el Comandante Hugo Chávez había fallecido. Luego de una dura batalla contra el cáncer, el líder de la Revolución Bolivariana y la Integración Latinoamericana, dejaba su sueño inconcluso y la enorme tarea de mantener y concluir su obra.

Fue aquel niño pobre de Sabaneta, nacido en esta pequeña ciudad del estado de Barinas, quien en su camino a la adultez volvió a sembrar los sueños de una nueva sociedad, justa, solidaria, igualitaria, para su país. Su primera acción política y militar directa, la tuvo aquel 4 de febrero de 1992, cuando lideró un alzamiento militar contra el corrupto gobierno de Carlos Andrés Pérez, el fiel representante en Venezuela del Fondo Monetario Internacional.

Los breves minutos que estuvo al aire en televisión, dieron cuenta de su talante de hombre honesto y correcto, quien públicamente asumió la derrota de esa batalla y llamó a sus compañeros de armas a deponerlas y esperar POR AHORA un nuevo momento  para la lucha.

La cárcel, el estudio y el apoyo masivo del pueblo, que lo visitó durante los dos años que estuvo en  prisión, fueron influyendo en la nueva mirada que Chávez  fue plasmando hacia la posibilidad de dar la batalla a través de la lucha electoral.  Esta nueva forma de lucha fue la que lo llevó años después, a ser el primer Presidente venezolano que una vez asumido su mandato, llamara a una Asamblea Constituyente y a refundar la nueva y Quinta República.

Apenas siete años trascurridos de aquel emblemático alzamiento, Chávez levantaba con su mano izquierda la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sometiéndose a una nueva elección presidencial, la que ganó por amplia mayoría. Las primeras acciones a implantar, Reforma Agraria, Nacionalización de la Petrolera estatal, entre otras, tuvieron una feroz respuesta de la burguesía criolla. El 11 de abril de 2002, Chávez fue secuestrado en medio de un Golpe de Estado liderado por el presidente de la Federación de Comercio (FEDECAMARAS), Pedro Carmona Estanga, aliado con un sector de los militares y los partidos políticos de la derecha. Chile fue uno de los primeros gobiernos que reconocieron a los golpistas luego de tomar el poder.

El 13 de abril, el pueblo salió a las calles a exigir el retorno de su presidente, mientras militares fieles y constitucionalistas salieron a su rescate. No hubo masacre, ni desaparecidos, ni presos después que Chávez retorno al Palacio de Miraflores, no. Con un crucifico en la mano, llamó a la paz, a la construcción del país y a avanzar a paso firme con los cambios que estaban en proceso.

La aceleración de la Revolución

Luego que la derecha reaccionaria venezolana mostrara los dientes y colmillos, fue necesario acelerar el proceso de cambios y buscar cómo hacerle frente al enorme elefante que era el aparato estatal y su burocracia. La creación de las Misiones Sociales permitieron al país, en unos pocos años, lograr avances nunca vistos en el país.

La superación del analfabetismo, la acelerada inclusión escolar y universitaria a través de las Misiones Robinson y Sucre. La Salud en los sectores populares a través de la Misión Barrio Adentro, la misión Mercal que instaló una red abastecimiento de alimentos a precios subsidiados, con acceso libre a la población, instalado en los barrios y en los mercados abiertos en todo el país. La creación del Instituto Nacional de tierras y con ello las expropiaciones a los latifundistas, fueron dando a pueblo una enorme identificación con su líder.

El año 2004, en el I Encuentro de Intelectuales y Artistas en defensa de la humanidad realizado en Caracas, Chávez anuncia el carácter Socialista de la Revolución, acompañado de diversos pensadores y dirigentes latinoamericanos. Aquí surge el concepto del Socialismo del siglo XXI.

Deuda Social y Asistencialismo

Producto de la bonanza en el precio del petróleo, que marcó la década del 2000, la Revolución se vio fortalecida y con ello la posibilidad de, aceleradamente, revertir la enorme deuda social que tenía el Estado venezolano con los más pobres. El año 1989 cuando se produjo el Caracazo, la pobreza extrema en el país alcanzaba el 45% de la población. El año 2009, en una década de Revolución, la pobreza extrema se situaba en un 11,4%.

¿Cómo se manifestaba esta disminución en la brecha?, principalmente por los subsidios que daba el Estado y enorme inversión social en Educación, Salud, Vivienda. Durante la Revolución, el año 2008 un 10.64 % del PIB se invertía en estos tres ítems, según datos de la Cepal.

Luego de la tragedia que dejaron las lluvias el año 2011, la Misión Vivienda vio la luz y con ella la acelerada construcción de viviendas, en primera instancia para los albergados de la tragedia y luego para las familias más pobres del país. A la fecha, un millón de viviendas se han construido por el estado y entregado en casi cinco años.

Ensayo y error

Presionado por la angustia de disminuir esta brecha de desigualdad, Chávez orientó gran parte de sus esfuerzos en los términos anteriormente señalados. En paralelo, su intento a lo clásico, de construir la columna política del proceso, dio frutos con la fundación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el año 2008. Varias organizaciones políticas se diluyeron y sumaron a este llamado, otras mantuvieron su orgánica y se incorporaron luego a la coalición que las abrigó durante estos últimos años: El Gran Polo Patriótico.

Más allá de las buenas intenciones del líder, el Partido quedó una vez más en manos de la dirigencia clásica, que transformó al poco andar, esta instancia en una nueva fuerza electoral y abandonó la posibilidad de dotarla de mecanismos democráticos horizontales que permitieran el ascenso de una nueva dirigencia joven y renovada que tomara el liderazgo y abriera las puertas a un “verdadero” proceso revolucionario.

Algunas organizaciones sin embargo, desde antes de la creación del PSUV, se habían dado a la tarea de construir base social fuera del Partido. Donde el acento estuvo puesto en la formación de sus militantes, casos como el del Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ), fue unos de los más importantes en el ámbito campesino, con capacidad movilizadora y una disciplina militante poco vista en la Revolución Bolivariana. Sin embargo, esa no fue la tónica del proceso en general.

La necesidad de cubrir los cargos políticos y técnicos dentro del Estado, que fueran afines al proceso, hizo que una gran parte de la dirigencia social pasara a cumplir funciones burocráticas. Así fueron quedando  las bases sociales sin sus mejores cuadros políticos. En tanto, quienes ingresaron a las nóminas del Estado,   fueron quedando atrapados en la seductora estabilidad económica de sus nuevos cargos y en los privilegios a los que accedieron.

Las primeras deformaciones

Mientras el precio del petróleo rondó los 100 dólares el barril, el Estado venezolano comenzó a expandir sus líneas de acción. La emblemática Misión Vivienda dio fruto a acuerdos comerciales para la construcción con países como Irán, Bielorrusia, China, entre otros. Se creó el Fondo Chino, se realizaron varios acuerdos de cooperación económica con proyectos de desarrollo en Ecuador, Cuba, Bolivia, Nicaragua, también con la alianza de Petrocaribe, etc. Durante este proceso comenzaron a visibilizarse las primeras denuncias de corrupción de alto nivel.

El caso del robo al Fondo Chino (1), las estafas en el SENIAT (2),  entre otras, fueron marcando la tónica de que no todo iba  viento en popa en la Revolución.  A esto se suma la creciente inoperancia en el aparato estatal, la ineficiencia a su vez comenzó a marcar la decadencia del proceso que, en contra de la promesa de un estado pequeño y el poder al pueblo,  cada día surgían más instituciones y con ellas más burócratas.

La pérdida en el Referéndum de Reforma Constitucional en el año 2007, puso de manifiesto una gran debilidad existente al interior del gobierno. Alcaldes y Gobernadores “chavistas” hicieron campaña en contra de éste para mantener sus cargos y atribuciones, las que serían modificadas de aprobarse la Reforma. Frente a esto, dos años después, el gran anuncio de las Leyes del Poder Popular fue una luz que alumbró nuevos horizontes. Promulgada en Gaceta Oficial Nº39.335 del 28 de diciembre del 2009, ésta permitió en una primera fase, que las comunidades organizadas comenzaran a disputar al poder formal recursos y decisiones a nivel local. No obstante, poco a poco estas se fueron limitando a los proyectos para obtención de recursos económicos y la constitución de un poder dual real frente al institucional, se fue diluyendo.

“O inventamos o erramos”. (Simón Rodríguez)

La necesidad de rectificar, dentro del gobierno, estos intentos fallidos de construcción popular, hizo parir la Ley Orgánica de las Comunas en diciembre del 2010. Un nuevo intento de Chávez por torcer la máquina estatal y dotar al pueblo de un instrumento de nuevo tipo, daría vida a esta Ley, donde esta vez las Comunas tendrían una fuerte inspiración de carácter ideológico y político. Ya no serían solo un instrumento administrativo, eran la posibilidad de construir a partir de ese momento, una organización de base inspirada en las Comunas de Mao Zedong.

El recién creado Ministerio del Poder Popular para las Comunas tuvo la tarea de impulsar esta nueva organización terriitorial. Pero al poco andar, nuevamente la burocracia se comió el sueño, las Comunas terminaron siendo creadas en las Salas Situacionales de la Gobernaciones y Alcaldías, por los burócratas de turno, quienes definían su perímetro y hasta su nombre.

Paralizados así todos los esfuerzos por hacer Revolución, pequeños grupos e individualidades iban socavando las bases morales de este proceso. La herencia rentista instalada en la cotidianidad de la política hacía más de cincuenta años, creó en un amplio sector de la sociedad una cultura de “no me den, pero déjenme donde hay”, que se fue retroalimentando en medio de la bonanza y la escaza o nula formación política de los cuadros medios en el gobierno. Cada vez más se fueron haciendo frecuentes los escándalos de corrupción o el acelerado ascenso social y económico de los Diputados, Alcaldes y Concejales bolivarianos: de ahí nace el concepto de la Boliburguesía.

La despedida de Chávez

En este contexto, en el año 2012, Chávez anuncia públicamente que padece de una enfermedad y debe ir a tratarse a Cuba. Es operado y se recupera satisfactoriamente. En adelante, bajo una cada vez más precaria condición de salud, sumada al estancamiento del desarrollo del proceso y la deslegitimación de los cuadros dirigentes, se auto impone la tarea de ser la vanguardia de las elecciones venideras.

Estando Chávez enfermo se presenta como candidato del PSUV y del Gran Polo Patriótico a las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012. Poniéndose a la cabeza de la campaña electoral y asumiendo una gira maratónica a varios estados del país, su salud se vio gravemente afectada. En el cierre de campaña en Caracas, bajo una lluvia persistente, Chávez saluda a más de un millón personas que lo acompañan, renovando la mística y la esperanza en la Revolución. Triunfa el 7 de octubre  con un 55,07% de los votos.

Posterior al triunfo de octubre, Chávez realiza un Consejo de Ministros televisado, en el que centra su mensaje haciendo un emplazamiento a sus Ministros a abocarse a la construcción de las Comunas en el país. En esta alocución Chávez se dirige a su vicepresidente Nicolás Maduro y le dice: “Nicolás, te encomiendo la Comuna, como te encomendaría mi vida”. (3)

En diciembre de 2012 producto de la enorme solidaridad del pueblo y la legitimidad de Hugo Chávez, triunfa el chavismo también en las elecciones de gobernadores. Varios cambios en los candidatos, esta vez nombrados a dedo, le dieron el triunfo al chavismo. Días antes,  el 8 de diciembre, Chávez fue internado nuevamente en Cuba para otra operación, dejando establecido, en un mensaje en cadena nacional previo, que si algo le ocurría el presidente sustituto debía ser Nicolás Maduro.

Luego de la operación, nunca más el presidente se pudo dirigir a su pueblo. El 5 de Marzo del año 2013, era anunciada su muerte y con ella la Revolución y el sueño de integración sufrirían un revés impensado en ese momento.

La traición

En poco más de un mes de fallecido el Comandante Chávez, el sucesor Nicolás Maduro, ganó las elecciones presidenciales, en la más apretada contienda electoral con solo un 50.66% de los votos, que lo separaron del representante de la burguesía y derecha Henrique Capriles Radonsky, quien obtuvo un 49,12%.(4)

La derecha y el Imperio esperanzados en la inminente caída del proceso, agudizaron la crisis principalmente en materia económica y mediática.  Sabotaje, acaparamiento, inflación han hecho que los grandes logros de la Revolución se vean cada vez más minimizados.

En lo interno, “la movida de mata” (cambios internos) comenzó incluso antes que  Chávez falleciera. El cambio del equipo económico de la Revolución, sacó aplausos incluso de los poderes estadounidenses (5). La estigmatización, al estilo estalinista, o estás con Maduro o estás contra de la Revolución, fue impactando paulatinamente la crítica a los innegables  desaciertos del nuevo gobierno.

Tres años después, Venezuela enfrenta una inflación de las mismas características de fines de los 80. La corrupción y vandalismo fuera y dentro del estado, es de volúmenes sin precedentes. Los resultados de las últimas elecciones parlamentarias no son más que el botón de muestra, de la gran traición al proceso. Dirigentes de alto nivel y medio, hoy son denunciados por corrupción, enriquecimiento ilícito, entre otros delitos,  mientras otros aún resisten solapados, promoviendo la inoperancia y la ineficiencia dentro del estado.

La crisis producto de la caída de los precios del petróleo y con ello el presupuesto de la nación, han violentado la calidad de vida de los más pobres. Mientras el gobierno se escuda bajo la premisa que es sólo la agresión imperial la causante de los problemas. La ilusión de una posible Revolución sin Chávez se esfuma en medio de la difícil batalla que hoy se da por reponer la dignidad en un líder al que no le dio el ancho para estar a la altura del momento histórico.

La salida, la nuestra…

Nuestra salida, la de los que luchan por la verdadera Revolución, solo es posible si el pueblo se dota de sus propios instrumentos y toma el poder por fuera de las burocracias estatales y políticas. Las Comunas, el gran sueño del gigante Chávez está inconclusa, solo el pueblo venezolano puedo hacer ese sueño realidad y con él la nueva sociedad Socialista que necesita Venezuela y Nuestra América.

¿Quién dijo que todo está perdido?, Hugo Chávez vino a poner su corazón.

 

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