Argentina: la candidatura más y menos esperada.

por Amílcar Salas Oroño y Bárbara Ester/CELAG.
La revelación de la candidatura de Cristina Fernández como vicepresidenta de Alberto Fernández ha sacudido el tablero político en Argentina.

Desde un video de aproximadamente 12 minutos de duración viralizado en redes sociales y sitios periodísticos, Cristina Fernández de Kirchner (CFK) -actual senadora nacional- comunicó su tan esperada fórmula presidencial. Su decisión sorprendió por lo repentino y por su composición: la exmandataria como vicepresidenta y Alberto Fernández, un reconocido dirigente político peronista que fue jefe de Gabinete durante los cinco primeros años del kirchnerismo, encabezando el binomio.

El video tomó de excusa la celebración de la Semana de Mayo, fecha que rememora la gesta del primer Gobierno patrio. Fue un mensaje cargado de definiciones claras y precisas acerca de cuestiones de la política nacional. CFK, acostumbrada a la centralidad en la escena política, una vez más apeló al factor sorpresa, tal como había hecho con el anuncio repentino de su libro “Sinceramente”, que en pocos días se convirtió en récord de ventas y congregó multitudes bajo la lluvia en su presentación. Esta vez, el sorpresivo anuncio fue, nada menos, que el de la fórmula de cara a las próximas elecciones presidenciales de este año.

El anuncio de CFK tiene dos elementos destacables: por un lado elaboró las justificaciones de su decisión (vicepresidencial) a partir del imaginario propiamente peronista, subrayando la importancia de “abandonar las vanidades personales” [1] y colocar “primero la patria, después el movimiento y, finalmente, una mujer (en la versión original de las 20 verdades peronistas figuran los hombres)”. El segundo aspecto es la creciente preocupación por el desastre económico del Gobierno de Mauricio Macri, al que compara con el 2001. En este punto CFK es bien clara: la profundidad de la crisis social requiere de una propuesta que, más allá de la sorpresa, sea lo más abarcadora propuesta.

La relación de CFK con Alberto Fernández se remonta a más de 20 años atrás aunque, en todo ese tiempo, hubo períodos más cercanos y de los otros. Lo cierto es que este abogado de 60 años, profesor de Derecho Penal en la Universidad de Buenos Aires, dirigente peronista de la Ciudad de Buenos Aires y con buena relación con los organismos de DD. HH., representa hoy en día la posibilidad de una articulación política amplia, integradora y con una buena dosis de pluralidad de trayectorias, lo que se observa en el contundente respaldo que su candidatura ha suscitado en gran parte del arco político opositor.

 

El hecho de pedirle a Alberto Fernández que encabece la fórmula es un gesto altamente altruista que se da, precisamente, en el mejor momento de CFK en los sondeos [2] en los que se erigía como la figura política determinante del escenario electoral. Mucho se especuló con el apoyo a otras fórmulas afines, pero la transferencia de votos para candidaturas que no incluyeran al principal referente siempre es una aritmética compleja e inescrutable. Esta definición se torna altamente competitiva porque al “piso” electoral de CFK se le suma el voto del “sentido de unidad” que el nombre de Alberto Fernández aporta y, al mismo tiempo, desarticula el montaje de la campaña de su adversario que, hasta el momento, focalizó en la confrontación y polarización con su persona.

Esta estrategia intenta desestructurar la dinámica polarizadora que propone permanentemente el Gobierno, expandiéndose hacia el centro y recuperando votos, situación que una posición más fijada en un extremos le impedía.  “El país no necesita a alguien como yo, que divido, sino a alguien como vos que suma”[3], fue la frase con la que, según Alberto Fernández, CFK le hizo el pedido. Con ese giro repentino reconfiguró el escenario electoral dejando estupefactos a propios y a ajenos.

No se descartan nuevos asombros, ya que las candidaturas a la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires no fueron aún definidas, y se trata de un distrito que representa casi el 40% del padrón electoral. Además, queda pendiente la capacidad de maniobra del oficialismo en clave electoral y las pujas por llegar a la fórmula más competitiva podrían menguar las aspiraciones del actual presidente en favor del “Plan V”, llamado así en alusión a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Mientras tanto, el binomio Fernández-Fernández sonríe desde el centro de la escena.

19 de mayo de 2019.

Notas:

[1] https://www.cfkargentina.com/en-la-semana-de-mayo-reflexiones-y-decisiones/

[2] https://www.celag.org/estudio-cuantitativo-de-opinion-situacion-politica-en-argentina/

[3] https://www.pagina12.com.ar/194747-por-que-cristina-kirchner-eligio-a-alberto-fernandez

 

Fuente: https://www.celag.org/argentina-la-candidatura-mas-y-menos-esperada/

 

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