Chile: evidente quiebre en el bloque gobernante. !Fin al Estado de Emergencia en todo el país¡

El Pueblo en marcha hacia La Moneda/¡Fuera Piñera-Chadwick!

Coyuntura 21-10-2019/14:55. [Editor CT].

La guerra de Piñera – Chadwick, UDI y sectores de RN, está llevando a una crisis nacional cuyo impacto sobre las bases del modelo político y económico neoliberal puede ser definitivo. El bloque en el poder manifiesta evidentes contradicciones, dentro de las cuales resaltan el distanciamiento explícito del Ejército que, por voz de Iturriaga, el Jefe de la Defensa, afirma «no estar en guerra con nadie», el retiro de las fuerzas militares y de Carabineros de la Plaza Italia (13:345 hrs. de hoy lunes 21) evitando la represión, las declaraciones de algunos políticos e intelectuales reconocidamente de derecha y piñeristas que impugnan las declaraciones de Piñera-Chadwick. En sentido contrario, los cosacos de la Armada, a cargo del Estado de Emergencia en Valparaíso y Concepción, ya han anunciado el toque de queda y expresan la política de mano dura y el pinochetismo del Almirantazgo. Por otra parte, la esterilidad del Parlamento se expresa en su incapacidad para ofrecer ninguna acción para responder a las demandas populares, e incluso, como Piñera, se muestra inepto siquiera para defender el sistema político que le beneficia y del cual sus integrantes han vivido durante años. Salvo voces de prestigio como Carmen Herzt, que tuvo la dignidad de manifestar su oposición a participar de la votación de ayer mientras los milicos siguieran en la calle y que forzó con ello a sus mesurados colegas parlamentarios del PC a actuar en consecuencia, la mayor parte de la izquierda, incluido el FA, ha brillado por su ausencia.

Las organizaciones domesticadas por la izquierda parlamentaria, en particular la CUT, dirigentes sindicales de la ex NM y algunos intelectuales como el constitucionalista Fernando Atria, que simplemente quedaron fuera de la coyuntura y sin ligazón con el movimiento popular alzado, erran una vez más intentando subirse a la ola de rebelión al hacerse eco de los intereses de los partidos políticos como el PC y parte del PS, deseosos de recomponer la coalición electoral Nueva Mayoría (NM). Qué mayor muestra de miopía política – sino de simple oportunismo- llamar hoy a una reunión a las 15: 30 hrs. en una universidad, cuando precisamente se están desarrollando las marchas populares por las calles de Santiago y el país, y se requiere toda la fuerza popular para subvertir las normas del Estado de Emergencia. Una “Mesa Social” puesta por arriba, tal y como le gusta a la izquierda institucional, objetivamente juega a favor del sistema político cuya crisis actual hay que profundizar y no subsanar. Ello se hace fortaleciendo la soberanía e independencia de las organizaciones sociales; la energía social de estos momentos debe orientarse hacia el desmontaje de los valores y la atomización que ha impuesto el neoliberalismo desde la dictadura hasta hoy. En vez de operar por arriba para ofrecer la paz mediada /pactada que el capital necesita para seguir gobernando del mismo modo, hay que afanarse en el desarrollo y crecimiento de la organización popular, poner la militancia a disposición de la delgada franja de dirigentes político-sociales y colaborar de forma genuina a la construcción de una Referencia Política del Pueblo.

La iglesia, católica y de otras confesiones, institución que junto a las FF.AA., el Parlamento y el empresariado, son parte de la crisis nacional, se ha vuelto nerviosa y ha llamado a un “gran acuerdo” para evitar la violencia. Un chiste y de mal gusto, pues por dignidad, lo primero que debería hacer, especialmente la católica, es auto-disolverse, o en subsidio, al menos hacer un voto de silencio y devolver todos sus bienes y riquezas a los erarios del país. El cinismo campea. Como la Bachelet qué desde las Naciones Unidas, declaró este medio día su tristeza por Chile, cuando ella, de la mano de Aylwin, Frei y Lagos, es una de las responsables con la Concertación y la Nueva Mayoría de la naturalización y reproducción del neoliberalismo y sus valores, y peor aún de la protección de hecho o por omisión del pinochetismo partiendo por las FF.AA. Esta son lágrimas de cocodrilo, o si fueran genuinas, lamentablemente ya no nos sirven frente a los muertos que tenemos en este país y en el Wallmapu.

Hace unos momentos (14:35 hrs.) se ha anunciado que los rectores de varias Universidades del CRUCH han suspendido las actividades para mañana martes 22 pues la situación de agudiza. Y no porque las masas se radicalicen en el sentido usual, sino por el vacío político que se observa… incluso la extensión de las movilizaciones en muchos casos es pacífica y la policía se repliega, lo cual indica que el Gobierno vacila a pesar de su discurso delirante sobre la guerra… La bolsa ha caído un 4% mientras todos los indicadores mundiales suben; el milagro neoliberal chileno se desinfla y el Ministro de Hacienda Larraín y el presidente del Banco Central – alguna vez un chico progresista y anti-pinochetista que habitó en Villa la Católica de Santiago- están nerviosos y salen a dar conferencias de prensa para «defender el funcionamiento de los mercados», asegurando el pago de las pensiones y garantizando el funcionamiento de los cajeros automáticos… («El billete, el billete, es lo único que no crece», canta Flopy…).

Este vacío político y la forma en que discurran las negociaciones entre el gobierno y las dirigencias de los partidos políticos de la derecha y de la “oposición” en las próximas horas, serán cruciales para calibrar los posibles desenlaces de esta coyuntura, expresiva de una crisis nacional profunda. Lo decimos por que la dupla Piñera-Chadwick objetivamente es ya parte del problema más que de la solución; esta dupla ya no le está sirviendo a nadie, ni a los de arriba, los patrones, ni a los del medio y menos a los de abajo, por lo cual es razonable suponer que tras bambalinas se esté evaluando alguna salida por arriba como su renuncia anticipada o alguna otra vía institucional… Del mismo modo las FF.AA., por lo menos un gran sector, no tienen ni condiciones ni intenciones de llenar ese vació político con una intervención, más bien se muestran refractarios a pagar el costo de los errores políticos de Piñera que, como es sabido, no es un santo de su devoción.

Por abajo, si las movilizaciones siguen extendiéndose y prolongan, incluidos el paro de los puertos y de la mayor minera privada de cobre y otros sectores estratégicos, se hace plausible entonces exigir la renuncia de Piñera-Chadwick y el llamado a la conformación de un gobierno transitorio bajo algún tipo de control popular comunitario. Pero sabemos que el Pueblo y sus organizaciones, objetiva y subjetivamente, producto de casi 50 años de neoliberalismo militar y civil, no están en condiciones de asumir lugares críticos en la dirección de los acontecimientos; la CUT fue llevada su bancarrota por los partidos, así también los gremios mayoritarios e incluso algunas organizaciones nuevas que rápidamente tienden a despegarse de las bases y son tentadas el parlamentarismo. Por ello, en esta coyuntura y su desenlace, la franja de militantes políticos-sociales, sus organizaciones y los múltiples colectivos populares deben fortalecer su organización, su madures política, su afiliación militante y disponerse a buscar líneas de convergencia que permitan forzar el paso hacia la constitución de Referencias Políticas locales, regionales y de nivel nacional. La crisis nacional no se resolverá de inmediato ni con la profundidad que se requiere, porque la patronal, sus intelectuales y las instituciones de bases son parte de esa misma crisis; carecen de propuesta estratégica para el país. Ni siquiera Luksic con su alianza con el capitalismo chino puede ni tiene la estatura para elaborar una táctica que clausure en lo inmediato las contradicciones del periodo.

La posibilidad de intervención popular en esta coyuntura y la que se abrirá con la próxima reunión de la APEC en noviembre y la COP-25 en diciembre, dependerá con mucho del desarrollo del poder popular y comunitario, nacional y local, que se logre construir en estas jornadas. El pueblo no puede dejar la dirección del país a los políticos profesionales y la tecno-burocracia, que por acción u omisión son empleados de los Grupos Económicos que han lumpenizado el Estado y la política; no se puede porque volverán a hacer lo mismo.

El pueblo debe aprender, avanzar, educarse, elevar sus niveles de conciencia y organización, y aprontarse para arrebatar la política a los políticos asalariados del capital que han profitado de las riquezas comunes y abusado de la confianza popular.

Editor CT.

21-10-2019/14:55 hrs. (en desarrollo)

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