Chile por abajo: Nuestra lucha, nuestra política y la solidaridad con los PP Mapuche.

por Nadia Poblete (*).

Mientras el gobierno, la derecha y toda la casta política están preocupados por el proyecto del retiro del 10% de los fondos de las AFP, unos preparando la mejor cara para enfrentar la debacle que supone su aprobación, otros el “gran triunfo” que significa ‘doblarle la mano’ al gobierno; una parte importante de las organizaciones sociales hace ya varios días está llamando a manifestarse como forma de presionar al parlamento para que el proyecto en cuestión sea aprobado. De hecho como pocas veces se ha visto en este último tiempo, sindicatos han llamado a paralizar las faenas a favor del retiro de fondos. Mañana, cuando los senadores desplieguen su dudosa capacidad oratoria, muchos dirigentes sociales, sindicales y una parte importante del pueblo se sumarán a las celebraciones que explosionarán en el Congreso. Todo eso mañana, cuando el Machi Celestino Córdova inicie la huelga de hambre seca.

Mientras los medios de comunicación entrevisten a políticos, alcaldes, ministros, saquen cuñas de televidentes o auditores a favor o en contra de la iniciativa legislativa,  la huelga de hambre de 27 presos políticos mapuche sumará un día más, varios de ellos cumplirán casi  80 días de huelga.

Como activista, feminista y hoy parte de una asamblea autoconvocada, me he sumado al proceso de la revuelta popular iniciada el 18 de octubre con la firme convicción de que nuestra lucha no se puede circunscribir a demandas puntuales, sino que tiene que ser impulsada por la necesidad urgente de transformar radicalmente el orden social, económico y político que nos ha llevado al deterioro extremo de las condiciones de vida, no solo materiales, sino también subjetivas. En ese sentido, las asambleas populares han agrupado intereses que se entrelazan en la idea central de  recuperar la soberanía sobre nuestras vidas.  Efectivamente se comprende que nuestra lucha tiene como horizonte la defensa de la vida en contra del poder letal del capitalismo.

Dada la matriz de nuestra lucha, hacernos eco de una estratagema parlamentaria que más que ayudar a los empobrecidos por la pandemia sólo busca capitalizar un triunfo legislativo en pos de recuperar la legitimidad perdida por años de robo, abusos y corrupción, es una opción del todo inconsistente, más aún cuando hay 27 presos políticos mapuche en huelga de hambre.

El retiro del 10% de los fondos de la AFP en ningún caso soluciona la enorme cesantía y pobreza en la que está el pueblo, y peor aún, los de arriba nos han impuesto un escenario en que, por una parte, se limita la demanda a una reivindicación puramente económica y útil sólo para aquellos que tienen fondos en las AFP, y por otra, nos reduce a simples espectadores beneficiarios de los que “defienden y luchan por los intereses de la mayoría” y que luego, ya sabemos, nos reclamarán el apoyo electoral. Nos quieren clientelizar como lo han hecho siempre con lxs pobres; y nos quieren silenciar mientras ganan tiempo para recuperarse,  en tanto hay vidas amenazadas por la intransigencia de un gobierno represor y criminal.

No podemos perdernos y dejarnos arrastrar por el festival de abrazos y manitos alzadas que se anuncia en la sala de parlamento. Aunque importante, el 10% no es lo más relevante como tampoco lo sería el 20%, el 30% o el 40% si ello no se condice con nuestra ética y nuestra política, galvanizadas en las luchas recientes y en sus víctimas. Si desde octubre nos pronunciamos por la defensa de la vida contra el capital, con mayor razón debemos solidarizar activamente con los presos políticos mapuche que hoy están en huelga de hambre.

Tanto el Machi Celestino, como todos los presos mapuche en huelga están arriesgando sus vidas para que el Estado chileno y el gobierno de turno cumpla con sus compromisos internacionales, para que la sociedad chilena y el mundo reaccione frente a los gravísimos atropellos a los que se somete a un pueblo que con toda la legitimidad que otorga la historia, lucha por recuperar lo arrebatado, lucha por el derecho a la autodeterminación y lucha por terminar con la intervenciones devastadoras de las empresas forestales, hidroeléctricas y extractivistas y con ello, lucha por la vida de toda la humanidad.

Con todo, la bandera que levanto se pinta de la acción rebelde de los pueblos y no del actuar oportunista de los mismo de siempre.

¡Libertad a todos los presos políticos mapuche, ahora!

¡Machi Celestino Córdova Libre!

Santiago, 21 de julio de 2020.

 

(*) Activista feminista y participante de las Asambleas Territoriales de la Zona Poniente, Santiago.

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