EE.UU.: Derrota en Afganistan.

Milicianos talibanes en la provincia de Farah, Afganistán.

La «fortaleza» yanqui se derrumba tan vertiginosamente como lo hizo hace 47 años en Vietnam.

por El Lince/Canarias Semanal.

Una hipótesis para explicar el colapso

Mantiene en este articulo «El Lince» que la derrota de EEUU y sus aliados de la OTAN resulta tan incontestable como evidente. En Afganistán a dia de hoy está sucediendo algo similar a lo que pasó en Saigón en 1975 cuando los funcionarios y familiares del régimen de Diem se pegaban por montar en helicópteros y aviones antes de la entrada vertiginosa del Vietcong en la capital. «Estamos en otro Vietnam de EEUU, solo que esta vez en Afganistán». «El Lince» analiza además la evolución que se está produciendo en la geopolítica de la zona.

  Hablando de Einstein y del tiempo, aquí tenemos una nueva muestra: estamos como en Saigón en 1975 cuando los funcionarios y familiares del régimen de Diem se pegaban por montar en helicópteros y aviones antes de la entrada del Vietcong (Vietnam Congsan, Vietnam Rojo) en la capital de Vietnam del Sur. Estamos en otro Vietnam de EEUU, solo que esta vez en Afganistán.  

      La derrota de EEUU y sus vasallos de la OTAN es evidente e incontestable, al igual que el colapso del poder estatal y militar del gobierno impuesto por ellos. Y eso, a pesar de los intentos de EEUU de vincular su retirada a la creación de un gobierno de coalición donde intentar mantener algo de poder, directo o indirecto. Desde luego, los talibanes no se sienten obligados a nada más que a respetar la retirada de los occidentales. Es lo único que están cumpliendo porque su avance es rápido, muy rápido.

     Si hace una semana la situación es la que os comenté en este mapa, la de ahora deja bien claro el colapso total del régimen pro-occidental. Los talibanes están capturando distritos y ciudades casi sin disparar un tiro, haciendo cientos de prisioneros y logrando una gran cantidad de armamento, incluidos vehículos blindados y artillería.

    Ahora bien, EEUU no se va del todo porque deja no solo unos cientos de soldados sino muchos miles de contratistas y, lo más importante, está negociando casi a la desesperada con los países limítrofes, sobre todo Kirguizistán, para que pueda mantener una parte de las tropas que está retirando en ellos. Tropas, porque sus vasallos árabes del Golfo Pérsico van a acoger tanto aviones como drones.

    Es fácil hacer una comparación entre el colapso de Vietnam del Sur y lo de ahora en Afganistán. Se puede elucubrar si el gobierno pro-occidental va a aguantar lo que el pro-soviético tras la retirada de la URSS (y no hay que olvidar que este gobierno solo fue derrotado cuando desapareció la URSS, tres años después de la retirada de las tropas). Se pueden hacer muchas comparaciones y establecer varias hipótesis. Y de ello es de lo que quiero hablar.

    Por ejemplo, que EEUU y sus vasallos de la OTAN dejan atrás un gobierno mucho más débil que el que había tras la retirada soviética.

    Pero, lo más importante, es que el triunfo de los talibanes es una amenaza potencial para sus vecinos, que no son pocos: Irán, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, China y Pakistán.

   Digo amenaza potencial porque los talibanes han cambiado mucho durante estos 20 años: ahora son mucho más pragmáticos en sus relaciones geopolíticas aunque se mantienen inflexibles en la cuestión religiosa.

    Aquí entra un factor importante: Afganistán está en el corazón de Asia Central y es pieza deseada para China, Rusia, Irán y EEUU por diferentes razones.

    Para EEUU, y eso era la razón de su permanencia, porque desestabilizaba y dificultaba la consolidación del concepto de Eurasia como eje el siglo XXI (dificultando la Nueva Ruta de la Seda de China, la consolidación de la Unión Euroasiática que preconiza Rusia y no hablemos de Irán). Eso le ha salido mal, muy mal.

    IRAN.– es más que probable que hayan utilizado armamento iraní en sus ataques a EEUU (como con el derribo del avión en que iba un preboste de la CIA apenas dos semanas después del asesinato de Soleimani en 2020) y que la contrapartida sea que respeten a la comunidad chiíta. Se ha pasado del enfrentamienco casi abierto antes de la invasión de EEUU en 2001 a una colaboración encubierta. Al mismo tiempo, desaparece una importante base, por proximidad, para cualquier ataque a Irán en unos momentos en los que vuelve a calentarse la situación en el país con el anuncio de Irán de que ha vuelto a enriquecer uranio porque no se avanza en las conversaciones para restablecer el acuerdo nuclear.

    CHINA.- Aquí hay que apuntar dos cosas: Afganistán tiene frontera con Xinjiang, el nuevo mantra occidental de acusaciones de genocidio contra China, y es ruta casi obligada para la Nueva Ruta de la Seda hacia Irán. De ahí que China haya estado coqueteando con los talibanes desde hace un tiempo, hasta el punto de recibir un par de delegaciones de los talibanes en Beijing. Eso significa que, a diferencia de lo que ocurrió cuando los talibanes estaban en el poder antes de la invasión del 2001 por EEUU y sus vasallos, ahora China sí reconocería al gobierno talibán. La contrapartida es clara: se cierra cualquier hipotético apoyo islámico a Xinjiang (sobre todo si los talibanes combaten contra el llamado Estado Islámico, y alguna vez lo han hecho estos últimos meses) y se cimenta la Nueva Ruta de la Seda. Si se tienen en cuenta las excelentes relaciones entre China y Pakistán, que siempre ha apoyado a los talibanes y que recientemente se ha negado a que las tropas retiradas de EEUU se mantuviesen en su territorio, tenemos el cuadro más claro.

    RUSIA.- Moscú ha hecho una sorprendente declaración diciendo que no enviará tropas a Afganistán. No se refería directamente al país, sino a los vecinos que están teniendo problemas con los miles de refugiados que ya están llegando ante el avance talibán. Sobre todo, en Tayikistán. Rusia ha hecho un movimiento que los talibanes tienen que tener en cuenta sí o sí: ha dicho que protegerá las fronteras de un país miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. Tayikistán lo es. O sea, que si EEUU tiene la intención de aprovechar el tema para desestablizar a las repúblicas ex-soviéticas de Asia Central, Rusia va a hacerle frente. Y, al igual que China, Rusia viene manteniendo desde hace años contactos directos con los talibanes hasta el punto de que Moscú ha sido la sede de unas cuantas reuniones entre los talibanes y el gobierno afgano en un intento de arreglo pacífico.

    Ahora bien, esta hipótesis es solo eso, una hipótesis, puesto que los talibanes no son un movimiento monolítico nada más que en la cuestión religiosa. Fuera de eso, hay varias corrientes en su seno y dependerá de cuál de ellas prevalezca una vez que la guerra haya terminado en que se avance en la línea que os apunto de normalización de relaciones con los vecinos. Con independencia de que lleguen total o parcialmente al poder. El controlar más de la mitad del país, por no decir que controlan dos tercios, es ya una garantía suficiente para que no puedan ser ignorados.

  Adenda del día 8.- Acaba de llegar a Moscú una delegación talibán. La declaración rusa ha hecho mella muy pronto y los talibanes responden. Es fácil deducir que darán garantías a Rusia (y, de rebote, a China).

   Y otro mapa de lo rápido que va el colapso pro-occidental (ahora ya los publica todo el mundo).

[Img #67918]

 

Fuente: https://canarias-semanal.org/art/30949/la-fortaleza-yanqui-en-afganistan-se-derrumba-tan-vertiginosamente-como-lo-hizo-hace-47-anos-en-vietnam

1 Comment

  1. Que EEUU se haya llevado su soldadesca y sus trastos no quiere decir que haya abandonado la zona. Allá quedan los contratistas y la CIA conspirando y urdiendo insospechadas alianzas con las diversas facciones. No hay que fiarse, la capacidad corruptora del imperio es ilimitada.

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