Chile perplejo: Crimen organizado en el norte. Parte I.

Alto Hospicio (Foto La Tercera)

Cómo las bandas delictuales se tomaron Iquique y Alto Hospicio.

por Valentino Castillo T./Ex Ante.

A mediados de la década pasada distintas bandas de narcotraficantes comenzaron a tomarse la región de Tarapacá, en una disputa por territorio que ha generado una estela de delitos muy violentos. A tal punto que dejó de ser una zona apetecida por los funcionarios de Carabineros, como ocurría antes.

Todos coinciden en que hay ciertos hitos en la historia reciente de Iquique y Alto Hospicio que han ido dado cuenta de cómo el otrora atractivo balneario del norte se ha ido convirtiendo en una zona cada vez más violenta, a tal punto que, como lo indican las estadísticas, la zona metropolitana forma, junto a Alto Hospicio, uno de los lugares más peligrosos de Chile.

El crimen [también] evidenció la guerra que dos bandas rivales llevaban a cabo en la zona, con el fin de monopolizar el narcotráfico.

  • Con la sombra de los 14 femicidios en serie cometidos por Julio Pérez Silva entre 1998 y 2001, el primer hito “reciente” que todos recuerdan es el crimen de la manicurista boliviana Marian Rosalva Gómez, asesinada por la banda colombiana de narcotraficantes conocida como “La familia”, en 2017, junto a su pololo, el también colombiano Edwin Montaño García.
  • El crimen no solo impactó porque la joven fue ejecutada, sino porque evidenció la guerra que dos bandas rivales llevaban a cabo en la zona, con el fin de monopolizar el narcotráfico.
  • Montaño formaba parte de la banda de los “Chaparrón” y el 28 de agosto de 2017 él y su pareja fueron secuestrados en el sector de la pampa, en Alto Hospicio, luego de lo cual fueron llevados hasta un local de comida rápida en el sector El Boro, que fue el último lugar donde se vio a Montaño.
  • La muchacha, posteriormente, fue trasladada hasta la ruta A-616, donde la mataron de un tiro en la nuca, luego de lo cual lanzaron su cuerpo a una quebrada. Prácticamente todos los implicados en el crimen fueron detenidos y condenados a durísimas penas (el líder de “La Familia”, Luis Fernando Riascos, recibió una cadena perpetua calificada y otras penas que suman más de 20 años), pero en el aire quedó la sensación de que la criminalidad estaba comenzando a tomarse las calles de la zona.
  • Un segundo hito, que volvió a causar alarma nacional, fue el brutal secuestro ejecutado, en enero de 2021, en contra del empresario de Alto Hospicio Nelson Murúa Páez, de 67 años. A cambio de su vida, los secuestradores exigieron una millonaria suma de dinero (57 millones de pesos) a su hijo, el abogado Francisco Murúa, enviándole audios y un video de su padre, al cual terminaron asesinando y abandonado su cuerpo en una toma de la misma comuna.

Un destino poco apetecido. Solo en enero de este año se registraron 11 homicidios en la Región de Tarapacá, que nuevamente lidera la estadística nacional en lo relativo a cantidad de homicidios por cada 100 mil habitantes.

Son pocos los que quieren ser enviados allí y menos a Alto Hospicio, por los riesgos que implica el trabajo en ambas comunas, especialmente la segunda.

  • Entre los últimos hechos en esa zona se cuentan los del lunes 16 de enero, cuando una pareja de venezolanos —un hombre de 25 años y una mujer de 19— fue encontrada calcinada junto a un automóvil en Playa Blanca, al sur de Iquique, hecho muy semejante a otro ocurrido en septiembre de 2021, cuando otra pareja de venezolanos fue asesinada y quemada en el sector de Pabellón de Pica, aunque en ese caso ya está claro que el origen del crimen fue un problema de drogas (ketamina).
  • Por cierto, el crimen de Playa Blanca no fue el único de esa jornada, pues en el sector de Valle fue asesinado Emmanuel Carvajal Rioseco, chileno de 25 años, baleado mientras estaba estacionado al interior de su automóvil. El autor, que aún no es ubicado, le disparó en el corazón y las extremidades desde otro automóvil.
  • Para nadie es un misterio, además, que Iquique fue la primera ciudad chilena a la cual llegó el Tren de Aragua y que posee un complejo problema social, producto de la migración ilegal que ingresa por Colchane y cuya mayor parte termina en Iquique-Alto Hospicio, lo que ha generado protestas y enfrentamientos.
  • Distintos funcionarios de Carabineros consultados para este reportaje reconocen que, a diferencia de lo que sucedía hasta hace algunos años, cuando Iquique era un destino apetecido en las filas uniformadas por la asignación de zona, por sus parajes y por los beneficios que entrega la Zona Franca (Zofri), hoy en día son pocos los que quieren ser enviados allí y menos a Alto Hospicio, por los riesgos que implica el trabajo en ambas comunas, especialmente la segunda.

Otro país. Vivir en Iquique es muy caro y ya no hay terrenos. Lo contrario ocurre en Alto Hospicio que, por sus características, ofrece condiciones para la ocupación irregular de los espacios. A ello obedece el notable incremento de las tomas.

Según el Ministerio Público, aproximadamente el 37% de las víctimas de homicidios en esa región son extranjeros, mientras que un 39% de los victimarios también proceden de fuera de Chile.

  • El sector de “La Mula”, por ejemplo, es un cerro completo y allí no hay escuelas ni matrículas para los menores. La falta del Estado queda de manifiesto por completo.
  • Tarapacá suma 62 campamentos y 8.458 familias viven en ellas, sumando más de 30 mil personas, y casi todos dichos asentamientos están concentrados en Alto Hospicio: 43, mientras Iquique suma otros 8, según antecedentes de Techo Chile.
  • Como si fuera poco, según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud del Minsal, los hospicianos presentan la más alta tasa de mortalidad del país, factor en el que indudablemente influye la pobreza, que alcanza al 16,1%, según cifras de la Casen 2020.
  • La precariedad del sector queda clara con muchos casos, como el ocurrido en mayo de 2022, cuando un incendio afectó al campamento Jesús de Nazareth, hecho en el cual 9 personas de nacionalidad ecuatoriana perdieron la vida, incluyendo a dos lactantes y tres menores de edad.
  • De ese cuadro de desamparo se aprovechan las bandas dedicadas a todo tipo de delitos graves, que han crecido mucho durante los últimos cinco años y con cada vez más extranjeros como protagonistas, lo que además da cuenta de la vulnerabilidad en que viven quienes migran a Chile.
  • Según el Ministerio Público, aproximadamente el 37% de las víctimas de homicidios en esa región son extranjeros, mientras que un 39% de los victimarios también proceden de fuera de Chile.

Los homicidios. No ocurren solo en las tomas de terrenos o en caminos desolados. Son varios ya los asesinatos acaecidos en las playas o centro de Iquique y fuentes policiales indican que uno de los hechos más desconcertantes que han visto fue el homicidio de Joel Alejandro Silva Godoy, asesinado a tiros el 10 de mayo de 2022, cuando la víctima, de 27 años, salía desde el Tribunal Oral en lo Penal de Iquique, momento en que le dispararon desde un vehículo en movimiento, en un sector donde se encuentran otros tribunales y, cerca de allí, la fiscalía.

  • Es decir, una zona donde necesariamente se debería suponer que hay policías. De hecho, así era. Una patrulla del OS9 de Carabineros se percató de lo que ocurría y persiguió a los atacantes, logrando detener a uno de ellos (un segundo fue arrestado posteriormente).
  • Las bandas criminales no le temen a nada ni a nadie, reseñan distintas fuentes. Un ejemplo se aprecia en una imagen de video en la cual se ve cómo un grupo de sujetos ataca a un joven de 17 años en el sector El Boro de Alto Hospicio. Las imágenes, que su autor subió a Twitter, evidencian cómo la víctima es objeto de al menos 17 cortes y puñaladas.

ver aquí video

  • Aunque no se alcanza a ver en dicho video, un dirigente vecinal del comité Nueva Estrella intervino en favor del joven que estaba siendo agredido, pero su intento por poner fin a la agresión terminó con él apuñalado en el abdomen. De suerte, dicen en el sector, terminó con vida.

La vida vale muy poco. Actualmente, Alto Hospicio tiene más de 12 mil causas penales abiertas y apenas cuatro fiscales para hacer frente a ello; es decir, unas 3.000 causas por fiscal, en circunstancias que cuando se planificó el Ministerio Público, hace ya unos 25 años, se estimaba que el máximo de causas que debía tener cada persecutor no podía superar las 500.

Policías y miembros del Ministerio Público apuntan que en muchas ocasiones la gente prefiere no perseverar, por miedo o incluso les dicen “que no se metan” porque ellos mismos “cobrarán las cuentas”. “Esto parece el Lejano Oeste”, afirman fuentes policiales.

  • Tal como lo ha denunciado varias veces el Fiscal Regional, Raúl Arancibia, los fiscales están agotados y no dan abasto para un número de causas que crece no solo en volumen, sino también en complejidad.
  • Una fuente del Ministerio Público relata al respecto que, debido al centralismo, en Santiago se entiende muy poco lo que sucede en regiones y particularmente en la zona norte, agregando que la presencia de distintas formas de crimen organizado allá (incluyendo a varias organizaciones transnacionales) implica una amenaza no solo a la seguridad de los habitantes del Norte Grande, sino a todo el país en su conjunto, pese a lo cual las dotaciones policiales y de fiscales siguen siendo exiguas.
  • En dicho sentido, diversas fuentes valoran la actitud con la cual asumió el nuevo Fiscal Nacional, Angel Valencia, quien viajó a La Araucanía, así como a Arica y Tarapacá, en sus primeros días de gestión, comprometiéndose a acercar mayores recursos humanos y a crear una unidad de protección de fiscales.
  • La fiscal Virginia Aravena lleva trabajando 18 años en Alto Hospicio y, como jefa de la fiscalía local, es probablemente una de las personas que más sabe acerca de la realidad delincuencial de la comuna. Ella explica que posee zonas en las cuales existe muy poco control, y ejemplifica: “hay un sector que es dominado por venezolanos y otro por colombianos y nadie entra”.
  • “Tienen canchas de fútbol, pusieron luz eléctrica por tendidos subterráneos y la municipalidad les va a dejar agua todos los días, entonces son como pequeños reinos donde es muy difícil ingresar”.
  • Explica también que “en Alto Hospicio avanzas menos de 10 kilómetros y estás en pleno desierto. Antiguamente era una zona de mucha actividad minera, por lo que hay muchos pozos mineros, lo que facilita esconder cuerpos. Hace varios años me correspondió investigar la muerte de un joven llamado José Vergara y me correspondió revisar más de 700 pozos junto a la PDI, pero ahora vemos que ni siquiera se dan el trabajo de hacer desaparecer los cuerpos. Simplemente los matan y los botan y como son extranjeros indocumentados nadie sabe quiénes son”, explica.
  • La vida parece valer menos y la audacia asombra, porque si asusta la cifra de homicidios consumados, también está la de los homicidios frustrados o tentados, casos que son aún más difíciles de pesquisar. Policías y miembros del Ministerio Público apuntan que en muchas ocasiones la gente prefiere no perseverar, por miedo o incluso les dicen “que no se metan” porque ellos mismos “cobrarán las cuentas”. “Esto parece el Lejano Oeste”, afirman fuentes policiales.
  • En ese contexto, el secuestro ha perdido su carácter de “delito exótico” y, en los últimos meses, se han registrado varios cuyas víctimas son, de preferencia, ciudadanos bolivianos que llegan a comprar automóviles usados a la Zofri.

Fuente: https://www.ex-ante.cl/crimen-organizado-en-el-norte-n-1-como-se-asento-en-iquique-y-alto-hospicio/

1 Comment

  1. QUE DESAPAREZCAN LOS MIEMBROS DEL INSTITUTO DE DERECHOS HUMANOS Y JESUITAS, UN ASCO Y CORRUPTOS

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