Crítica: El racismo como ideología occidental.

Reseña del libro «Cosmopolitanismo chino» de la filósofa Suche Xiang.

por Arnulfo Alberto/CEMEES

En este artículo quiero hacer una breve reseña del libro Cosmopolitanismo chino de la filósofa Suche Xiang, publicado en 2023 en la editorial Princeton University Press y cuya traducción al español aún no existe. El argumento central del libro es que hay una diferencia clave en las construcciones metafísicas entre lo que se conoce como occidente y China. Siguiendo su argumento, de esta diferencia esencial en las posturas filosóficas se explica la emergencia del racismo como ideología en occidente y no en China.

¿Cómo nace está ideología en el seno de la “civilización” occidental? Xiang empieza afirmando que la reacción instintiva de desconfianza hacia lo diferente es biológica en el ser humano, lo que ya no es natural es la perpetuación del miedo, es hacer del miedo a lo diferente un arma ideológica de control y de dominación de individuos o pueblos supuestamente inferiores.

Está ideología tiene sus orígenes en la antigüedad griega. Todo empieza con la racionalización entre lo griego y lo bárbaro que hacen los pensadores de aquel tiempo. El ejemplo paradigmático es la teoría natural de la esclavitud de Aristóteles. Este filosofo postuló que era natural la existencia de hombres libres y esclavos. Para él, así como es natural para el perro ser perro, era natural para ciertos humanos, los “bárbaros”, ser esclavos.

Aquí inicia la justificación moral y filosófica de sometimiento de aquellos considerados diferentes e inferiores. Este pensamiento maniqueo entre pueblos civilizados y barbaros se hereda a las culturas subsecuentes como la romana. En el vocabulario de la burocracia romana existen términos tales como uasto (devastar), tollo (remover), excido (eradicar), y deleo (borrar) que muestran el predominio de esta concepción.

La gloria romana para los jefes militares equivalía a destruir a los pueblos conquistados, arrasar todo lo existente y erigir sobre ellos la verdadera civilización, es decir, las instituciones y relaciones sociales romanas. Es la misma idea que prevalece, de acuerdo con la autora, en la conquista en América.

La supuesta superioridad natural y divina de los pueblos cristianos sobre los indios salvajes e idólatras es la justificación moral para arrasar y destruir las civilizaciones prehispánicas por parte de los españoles. Esta metafísica de la gran cadena del ser sigue el mismo esquema mental de los tiempos de Aristóteles.

Chinese Cosmopolitanism: The History and Philosophy of an Idea (The  Princeton-China Series, 12)

El expansionismo bajo la égida del capital alcanza su apogeo en 1914, cuando el 85% de la tierra estaba bajo algún tipo de control de las potencias europeas. En tiempos más recientes, grupos de poder en el capitalismo se apropian de esta ideología.

Así en EE. UU. arrasan con los pueblos indígenas e inician el tráfico de africanos para ser usados como mano de obra esclava en las plantaciones del sur. El régimen de segregación en este país no termina si no con las luchas civiles en la segunda mitad del siglo XX.

Las guerras de conquistas en medio oriente y el genocidio en Palestina solo vienen a confirmar que Estados Unidos, el centro de gravedad de occidente, es el heredero vivo de esta tradición racista que se origina en la antigüedad griega.

Pero hay un intento por esconder este pasado manchado de violencia y sangre, que permea en la academia, en lo que Xiang llama epistemología de la ignorancia, es decir, una teoría del conocimiento basada en un deseo consciente por desinformar.

Las élites occidentales se esfuerzan por ignorar conscientemente su historia maculada. Un argumento muy utilizado para esto es la idea de que el racismo es “universal”, lo cual está alejado de la realidad, pues la ideología del racismo es un aporte de la cultura europea al mundo, como evidencia Xiang. Xiang arguye que el racismo como ideología racionalizada nunca existió en China.

La explicación de esta ausencia es filosófica. La tradición metafísica dominante ahí se inserta en lo que se conoce como holismo procesual, es decir, la noción de que el humano no es un ser dado por naturaleza, más bien, llega a ser en un proceso de aculturación.

El imperio chino tuvo una inclinación hacia medidas no coercitivas para asimilar a los pueblos que iba encontrando en su proceso expansivo. En conclusión, el orden global imperante es resultado, aunque sea parcialmente, del expansionismo racista y genocida europeo y su tradición de crímenes contra la humanidad a escala planetaria.  

Las clases dominantes del capitalismo en su fase imperial, norteamericanas y otras, son producto, en cierta medida, de esta larga historia de racismo. Por eso la historia, la filosofía y la política china pueden ser de gran ayuda para imaginar y construir un futuro multipolar para la humanidad.

La alternativa es una continuación del proceso expansivo cargado de violencia y muerte de las potencias occidentales, esta vez con consecuencias catastróficas para todos pues abre la puerta a la debacle nuclear.

Septiembre 2024

(*) Arnulfo Alberto es maestro en economía por la UNAM e investigador del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales.

Referencias

Xiang, Shuchen (2023). Chinese Cosmopolitanism. The History and Philosophy of an Idea. Princeton University Press.

Moreiras, Alberto (2000). Ten Notes on Primitive Imperial Accumulation. Gines de Sepulveda, Las Casas, Fernandez de Oviedo. Interventions, Vol. 2(3) 343-363. Taylor and Francis Ltd.  DOI: 10.1080/13698010020019181


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