La música y rebeldía de dos hermanos chilenos en el Bronx

por Catalina Jaramillo / La Tercera, 15 de agosto del 2015.

Rodrigo y Gonzalo Venegas son Rebel Diaz, una dupla de activistas que incitan a tomar acción frente a la injusticia social a través de su música, charlas y actividades que organizan en su centro comunitario ubicado en el sur del Bronx. Este fin de semana tocarán en Chile con Ana Tijoux.

El video de “Revolution has Come”(La revolución ha llegado), del álbum Radical Dilemma (2013) de la banda rapera del Bronx Rebel Diaz, formada por los hermanos chilenos Rodrigo y Gonzalo Venegas –alias Rodstarz y G1-tiene 56.916 likes y comienza con la imagen borrosa de dos hombres en un auto, uno con una máscara del presidente Barak Obama y el otro con una del republicano Mitt Romney, contando billetes y riéndose a carcajadas. Le siguen imágenes en blanco y negro de una protesta que luego se diluyen para mostrar a Rodrigo, el mayor de lo hermanos (35), con una boina negra y su pelo largo trenzado, organizando a un grupo de activistas primero y luego limpiando pisos en un colegio del sur del Bronx. Rodstarz mira la cámara de frente y levanta el puño, se superponen imágenes de noticieros y aparece el texto “Revolution has come”.

La canción, publicada en YouTube días antes de las elecciones de 2012, es un manifiesto. Su letra es clara, directa y poética, y llama a la comunidad a tomar acción. Los demócratas y los republicanos son la misma cosa, dice, ambos se han vendido a las multinacionales; vivimos en una dictadura de las corporaciones donde cada vez hay menos empleos, educación y salud accesible, y la Tierra está en sus últimos latidos. Por eso cantan en inglés:

 

“Sedientos de petróleo y sangre, están violando a los recursos.

Los días se están poniendo oscuros, pero es luz lo que yo ofrezco.

No dividir ni conquistar, estoy hablando de poder popular.

Las horas están pasando apúrate, apúrate, agarra tu entrada para el futuro.

Identifica los problemas y avanza a las soluciones.

Tienes que involucrarte, construir, mostrar amor.

Ese es el paso número 1, en vez de dispararles armas.

Corre de la policía, ¡nosotros unidos! No más peleas internas”.

 

Para los hermanos Venegas, ha llegado el tiempo de rebelarse contra la injusticia social, no a través de las armas, sino que de la educación y la creación de comunidades autosustentables. Su propuesta resuena con las ideas de miles de millennials en Nueva York y otras ciudades.

En 2011, hicieron una gira con su mixtape “Occupy the Airwaves” que animó las protestas de Occupy en todo el país con canciones como “We the 99%” y “I’m An Alien”. Cuando un policía mató brutalmente a Michael Brown en Ferguson, Rebel Diaz lanzó “Run” con el dúo hiphopero de Colorado The Reminders y producido por el chileno residente en Nueva York Kid Koi (ex guitarrista de La Pozze Latina). Luego produjeron el documental The Mike Brown Rebellion. Y la gira de su disco Radical Dilemma los ha llevado a Grecia, Alemania, Italia, Francia, Canadá y Venezuela.

Pero Rebel Diaz nunca ha sido sólo música. Desde 2008, los Venegas mantienen un centro comunitario en el sur del Bronx con salas de música, equipos de grabación y una biblioteca, donde realizan talleres, conciertos y micrófonos abiertos. Además, entre otras cosas, producen un programa de radio y Ñ don’t stop, un segmento online en inglés para Telesur, cadena de televisión latina en Estados Unidos con sede en Venezuela, en donde mezclan música, política y activismo, levantando las banderas de todas las minorías.

De a poco los hermanos chilenos se han convertido en invitados frecuentes en debates sobre violencia policial y justicia social en medios, universidades y en conferencias fuera y dentro del país. En el Foro Social de Estados Unidos de este año, realizado en Filadelfia, Rebel Diaz fue el invitado principal. Así, la banda se ha transformado en parte del soundtrack del movimiento social estadounidense, siguiendo de alguna forma la historia de sus ídolos de la Nueva Canción en Chile.

 

Los Venegas del Bronx

Rodrigo y Gonzalo Venegas son tan chilenos como su apellido y tan neoyorquinos como el Bronx, donde han vivido por más de 10 años y por donde se mueven con igual comodidad que por patios universitarios, marchas y salas de reunión.

Rodrigo nació en Inglaterra producto del reencuentro de sus padres exiliados. En Chicago, donde los hermanos vivieron antes de Nueva York, se hizo conocido como uno de los mejores b-boy (“break-boy” o bailarín de breakdance) en la escena de rap de su barrio. En Nueva York conoció a su pareja, la activista Claudia De la Cruz, con quien tiene un hijo y quien también participa del colectivo Rebel Diaz. Gonzalo, G1 o simplemente G, tiene 30 años, nació en Chicago y estudió música en la Universidad de Nueva York (NYU).

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(En la foto de p: Los hermanos Rodrigo y Gonzalo Venegas, alias Rodstarz y G1).

A pesar de haber nacido afuera, ambos mantienen fuertes lazos con Chile. Hablan chileno, se identifican como chilenos y celebraron la victoria de la Copa América como chilenos. La Nueva Canción los influenció desde la cuna y se conocen la historia política de sus padres al detalle.

Que los hermanos Venegas canten de revoluciones es, como dice Rodrigo, casi inevitable. “Uno no puede crecer con la historia nuestra y no ser rebelde”, dice. Sus padres, María Pizarro y Mario Venegas eran miembros del MIR. Su padre estuvo detenido y desaparecido por cuatro años y pasó por Villa Grimaldi, Cuatro Álamos, Tres Álamos, Pichuncaví y Ritoque. Su madre y el mayor de los Venegas salieron clandestinos a Inglaterra, donde más tarde se reencontraron con Mario. “Había pasado lo de Charles Horman, el periodista americano asesinado en el golpe de la película Missing”, parte diciendo Rodrigo sobre la liberación de su padre. “Y como había presión de los gringos -porque seamos honestos, pueden morir miles de chilenos pero cuando matan a un gringo, ahí queda la patá-, soltaron simbólicamente a algunos prisioneros. Y en ese grupo estaba mi papá”.

Mario se doctoró en Química y la madre en Economía en la Universidad de Londres y juntos partieron primero a Houston, Estados Unidos, y finalmente a Chicago.

En las calles de Chicago, entre latinos y afroamericanos, los Venegas conocieron el hip-hop y sus letras de resistencia. Y en su casa, donde siempre llegaban otros exiliados chilenos, se escuchaba Illapu, Inti-Illimani y Quilapayún. “Crecimos en un ambiente de solidaridad internacionalista muy grande -con Puerto Rico, Sudáfrica, Nicaragua, Venezuela…- y eso terminó por crear a Rebel Diaz”, dice Rodrigo.

Pero la semilla de la banda fue plantada en Chile, cuando Gonzalo vivió en la casa de su abuela en Peñalolén a sus 15 años. Ahí conoció a un grupo de vecinos que hacía música. “Yo había empezado a hacer música pero no había hecho nada con computador. Y había un loco, uno en todo el barrio, que tenía un PC, superlento, pero que tenía la mano de bajar programas gratis”, recuerda Gonzalo. “Con ellos aprendí a crear canciones con estructura, coros, a producir una maqueta… Lo que son las ironías de la vida: uno va para allá, a un barrio superpobre, donde los techos son de aluminio, y además de volver con nuevas destrezas, ¡también volví con equipos! Ellos me pasaron un mezclador y yo les pasé un micrófono”.

En 2003, Gonzalo se ganó una beca para estudiar música en NYU y le propuso a su hermano que se mudara para allá. En 2006 formaron Rebel Diaz con la artista Teresita Ayala, alias Lah Tere, quien luego se retiró.

 

“Los picados inteligentes”

Siguiendo el ejemplo de sus tíos putativos, los ex dirigentes miristas Víctor Toro y Nieves Ayress, que abrieron el centro latino “La peña de El Bronx”, hace casi 27 años, los Venegas se tomaron un lote vacío que se usaba más que nada para consumir drogas y lo “liberaron”, es decir, lo limpiaron y transformaron en un jardín comunitario donde hacían tocatas. “Para nosotros los pandilleros no son los enemigos, son la gente de nuestra comunidad”, dice Rodrigo.

En 2008, por defender a un vendedor de verduras hispano en el Bronx, terminaron en la cárcel. Uno de sus seguidores, el profesor Mark Naison de la Universidad de Fordham, repartió la noticia, según narra un reportaje del Village Voice que explica todo el caso. Para suerte de los Venegas, un amigo filmó el incidente y luego de 10 horas y 150 manifestantes afuera de la comisaría, la policía los soltó acusándolos de obstrucción a la justicia y resistencia al arresto. A los pocos días, un grupo de policías allanó la casa de Gonzalo en el East Harlem. Norman Siegel, abogado de derechos civiles, tomó el caso, la presión de la prensa creció y al año siguiente los liberaron de los cargos. Los hermanos demandaron a la policía por daños y ganaron. Con esos fondos compraron equipos para el Rebel Diaz Art Collective (RDAC-BX), el centro comunitario que crearon en marzo de 2009.

“Somos los picados inteligentes”, dice Gonzalo. “Siempre le damos las gracias a la comisaría 41 por auspiciar nuestro local”.

En 2010, recibieron una beca de 35 mil dólares de Union Square Arts, y crearon un espacio para presentaciones, un estudio multimedia, un laboratorio de computación y una galería de arte. El centro fue desalojado en 2013, pero con ayuda de organizaciones del Bronx encontraron otra casa donde siguen realizando actividades sociales. El trabajo que hacen para el centro es voluntario, pero viven de la venta de sus discos, merchandising y de honorarios de conciertos y talleres de política, activismo y multimedia que hacen en universidades y ONG.

“Quizás porque estuvimos en buenas escuelas y porque tuvimos la capacidad de navegar en todos los ambientes desde chicos”, dice Gonzalo, respondiendo a la pregunta de cómo lo hacen para usar todo a su favor. “Todo surge de la necesidad, de no tener a nadie más que te diera una oportunidad. Por eso también creamos un espacio para darle ese espacio a otra gente”.

 

Visita a Chile

La historia de Rebel Diaz se comenzó a entrelazar con la de Anita Tijoux mucho antes del 2009, cuando comenzaron a hacer todas las giras en Estados Unidos juntos. Sus padres estuvieron presos juntos en la dictadura. Pero ninguno de ellos sabía eso cuando ese año se encontraron en el festival South by Southwest (SXSW), en Austin, y Ana necesitaba una banda.

“Al principio no mucha gente conocía a Ana y ha sido bacán ver cómo ha crecido su audiencia”, dice Rodrigo.

Rebel Diaz acompañó a Tijoux en su última gira por Estados Unidos este año y luego viajaron juntos a Venezuela. En Chile, actuaron juntos en 2014 y este sábado se presentarán en Angol, en Wallmapu. Al día siguiente estarán en el aniversario de los 50 años del MIR en Concepción.

Durante su visita quieren terminar su último disco, el primero completamente en español, que tendrá colaboraciones con Tijoux y Aldo Asenjo alias “El Macha” de Chico Trujillo.

En el futuro, Rebel Diaz quiere abrir un nuevo centro en el sur del Bronx y seguir conectando a rebeldes de todo el mundo.

“Hay que crear”, dice Rodrigo. “La meta es you can’t just oppose, you have to propose (no puedes solo oponer, tienes que proponer). Con la protesta, pero también con la propuesta. El hip-hop siempre está reinventándose, usando pocos recursos para hacer muchas cosas. Somos pobres, pero tenemos cultura”.

 


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