por Francisca Rodríguez
Este 27 de febrero se cumplen 27 años del llamado Caracazo, un levantamiento popular contra el paquete neoliberal del presidente Carlos Andrés Pérez. Este levantamiento popular durante dos días mantuvo en jaque al gobierno, con un saldo de más de 3.000 desaparecidos y muertos.
Durante las primeras horas de la mañana del 27 de febrero de 1989, las protestas se iniciaron en la ciudad de Guarenas, ubicada a unos 39 kilómetros hacia el oriente de la capital venezolana. Ante el anuncio del presidente Pérez de las nuevas medidas dictadas por el Fondo Monetario Internacional, el pueblo guarenense salió a las calles a manifestar su descontento. Poco a poco la movilización fue adquiriendo más fuerza y el rumor de un alzamiento popular en la vecina ciudad de Caracas, motivó a que sectores populares de la capital se sumaran a las movilizaciones.
Entre las medidas anunciadas estaban el alza del pasaje, de la gasolina y el anuncio de la privatización de varias empresas estatales, todo aquello con la finalidad de apalear la crisis económica que vivía el país. Carlos Andrés Pérez había asumido el gobierno el 2 de febrero de 1989, tomó posesión en el teatro Teresa Carreño, por primera vez un Presidente venezolano se posesionó fuera del recinto del Congreso Nacional. Diversos sectores políticos señalaron este acto como “una coronación imperial”.
El día 16 de febrero, en cadena nacional, Carlos Andrés anuncia el llamado “Paquete económico” cuyas principales medidas fueron:
- Liberación de precios de todos los productos de consumo (incluyendo alimentos a excepción de 18 renglones de la «cesta básica»).
- Liberación total de las tasas de interés.
- Eliminación del control de cambio.
- Aumento de las tarifas de los servicios públicos como luz, agua, teléfono.
- Aumento del precio de la gasolina.
- Reducción del déficit fiscal a un máximo de 4%
- Congelación de cargos de la administración pública.
- Supervisión del FMI por tres años para obtener 4.5 mil millones de dólares.
- Aumento anual y por tres años de los precios de productos derivados del petróleo.
Los días siguientes al anuncio de las nuevas medidas económicas, estuvieron marcados por la incertidumbre. Según cifras oficiales en 1989 el 47.5% de la población venezolana se encontraba en pobreza crítica, es decir, debajo de los niveles de subsistencia. A esta situación se le sumaba un aumento de la represión, que se había centrado en la desaparición y muerte de varios estudiantes en Caracas.
Durante el gobierno antecesor a Carlos Andrés Pérez, se dio lugar a la Masacre de Yumare en 1986 y El Amparo en 1988, en ambos casos civiles desarmados fueron brutalmente asesinados por miembros de la Fuerzas Armadas.
En este contexto, el día 27 de febrero de 1989 entró en marcha el aumento del pasaje de la locomoción colectiva: este fue el primer detonante de este levantamiento, que sobrepasó incluso a las fuerzas políticas opositoras al gobierno de Pérez. Miles de personas en Guarenas primero, y en Caracas después, salieron a las calles a saquear abastos y mercados de alimentos, para luego abrir las rejas de todo tipo de comercio que fue posible violentar.
Imágenes de miles de personas cargando reces al hombro, televisores, carritos de supermercado repletos, fueron animando a que la población sintiera que ese día era la oportunidad de acceder a todo lo que se les había negado por décadas. El resultado no tardó en llegar.
Mediante cadena nacional el Ministro de Defensa anuncia la suspensión de las garantías establecidas en la Constitución, en todo el territorio nacional. Posteriormente el presidente Pérez hace un llamado a la calma. Como consecuencia de esto la Policía Metropolitana y el Ejército salieron a las calles a masacrar al pueblo. Las morges y hospitales colapsaron, fosas comunes, personas desaparecidas y una cifra de muertos que reseña más de tres mil personas, nunca fueron oficialmente confirmados.
Los muros del emblemático barrio 23 de enero, quedaron marcados con cientos de perforaciones en sus muros, productos del impacto de las balas de fusil con que arremetieron las fuerzas policiales. Soldados conscriptos fueron obligados a disparar a las personas que protestaban, las que quemando autobuses del transporte colectivo y levantando barricadas se protegían del ejército.
A 27 años de este levamiento popular contra el FMI y su paquete neoliberal el pueblo venezolano hoy libra otra batalla. Contra los mismos poderes de ayer, el pueblo venezolano se organiza para enfrentar el acaparamiento, el contrabando y la corrupción, en pos de recuperar los derechos logrados durante la Quinta República, que fue la respuesta democrática a la vieja Cuarta República cuyo peor momento se expresó en el Caracazo.
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