Fuente: EL MOSTRADOR 22 abril 2016.
Gabriel Salazar por funeral de Aylwin: «En Chile hemos tenido prácticamente en 200 años de historia una negación total de la soberanía ciudadana. Nos han acostumbrado a ser una ciudadanía mendicante, que deja que el Estado, los políticos, resuelva todo. Nos han enseñado a hacer la cola para ver el rostro de un político muerto”, sostuvo el académico. El historiador y profesor de la Universidad de Chile, Gabriel Salazar, analizó en entrevista con Radio Duna el rol histórico del fallecido Presidente Patricio Aylwin y se refirió al “show” mediático levantado por la clase política en torno a los funerales de Estado organizados por la muerte del ex Mandatario DC.
Comenzó dejando en claro que «la historia no siempre se agota en personajes. Por lo común, todo el mundo trata de personalizar los procesos y se le asigna al señor Patricio Aylwin poco menos que toda la transición, la construcción de la democracia en Chile y todo el modelo, y no es así».
«¿Qué pensaba la mayoría de los pobladores? ¿Qué pensaban las mujeres que se movilizaban? ¿Qué pensaban los jóvenes que lucharon más directamente contra la dictadura? Se le dio mucha importancia al hecho de que Pinochet se fue. Y la alegría no fue por la transición de Aylwin, sino porque se fuera Pinochet, por eso estábamos contentos. Entonces, se debió haber considerado muy profundamente qué quería la masa de la ciudadanía chilena. Se supone que Aylwin traía un programa, y ese programa debió haberse consultado con la masa popular, que había hecho el mayor gasto para que Pinochet se fuera, y esa consulta no se hizo. ¿Por qué no se hizo? Porque el gobierno de Aylwin responde a un plan previo (…) todo este pensamiento de transición, de democracia en ‘la medida de lo posible’, venía fraguado de antes y eso sobre la base de un realismo político que decía ‘hay que salvar lo que se pueda salvar y sigamos’, pero no se consultó lo que quería el pueblo”, prosiguió.
“Las Fuerzas Armadas no podían dar otro golpe de Estado en Chile porque a Estados Unidos no le convenía, no le convenía a nadie, pero de que había miedo en los políticos, había. El miedo de los políticos era un miedo político, que no le permitieran seguir ellos administrando el modelo neoliberal que dejó Pinochet y eso explica por qué no hubo consulta a la ciudadanía, que se hayan desarmado las ollas comunes que se habían construido en los años 80, que se dejaran morir poco a poco a las ONG que habían hecho importantísimo trabajo con la sociedad civil», agregó Salazar.
«Se le da mucha importancia a los personajes y podemos decir que ni Pinochet ni Aylwin eran los grandes campeones del pensamiento. Podemos decir que Frei sí. Ninguno de los dos era un gran líder teórico, político, un gran orador. Uno es un militarote de cuartel que amparó la violación a los derechos humanos. En tanto, Aylwin era un hombre de paz, obediente de la ley, del derecho», sin embargo, «ninguno de los dos fue un líder conductor del pueblo, ni en el plano teórico ni en lo concreto», afirmó el historiador.
Respecto a los homenajes realizados tras el fallecimiento del ex Presidente Aylwin y el duelo nacional que se decretó tras su partida, el profesor señaló: «La clase política dirigente sabe organizarse grandes homenajes a sí misma, sobre todo cuando alguien muere. Y eso une a los tres grandes sectores de las elites dirigentes. Se muere un cardenal, van todos los políticos, los militares, como pueden manejar los aparatos del Estado le hacen tres días de duelo. Van todas las elites a rendir un homenaje a sus pares, a sus iguales. Se trata de un show propio de la clase política cuando se trata de sí misma, y como tiene el poder para movilizar oficiales, policías, le dan una gran solemnidad a eso».
«En Chile hemos tenido prácticamente una negación total de la soberanía ciudadana en los 200 años de nuestra historia. Nos han acostumbrado a ser una ciudadanía mendicante porque el Estado, los políticos resuelven todo. Nos han enseñado a hacer cola para ver el rostro de un político muerto. Pero por otro lado, hay un 97 por ciento de desprestigio de la clase política, encuesta tras encuesta. Por otro lado, la Confech llama a su marcha en pleno funeral de Aylwin. El hecho es que los políticos se celebran a sí mismos, una gran masa va al funeral porque cree que los políticos le resuelven todo, al tiempo que otra masa de chilenos que no está ‘ni ahí con eso’, lo dicen las encuestas, y por eso se ve una enorme marcha estudiantil el mismo día en que todos están tristes celebrando un sepelio», concluyó.
Fuente: EL MOSTRADOR 22 abril 2016.
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