Nunca habíamos sido testigos de algo parecido, que un Medio de Comunicación diera tribuna a su propio dueño, Andrónico Luksic, para especialmente contestar a un diputado de la república, Gaspar Rivas, que lo había tratado de «hijo de puta» en una sesión en el Parlamento.
Pregunta. ¿Es de esperar, ahora, que cada vez que a este señor (Andrónico Luksic) se sienta insultado, o menoscabado, tendremos más «testimonios» en su propio canal de televisión, Canal 13?
En medio de este ambiente lleno de desconfianza y crispación hacia la clase política y a los empresarios, consideramos que su «testimonio» en su propio canal de televisión no contribuye en nada a calmar dicho ambiente. Su «testimonio», televisado a nivel nacional para contestarle a un diputado, no puede más que reflejar cierto abuso de poder, propio de un dueño de un Medio de Comunicación.
Realmente nunca habíamos sido testigo de algo semejante, ni siquiera cuando Sebastián Piñera, ex presidente de Chile, había tenido el control del canal Chilevisión.
Todos sabemos de la influencia que pueden llegar a tener los dueños de Medios cuando se trata de editoriales o algún trabajo periodístico, pero que un dueño de un Medio, directamente, ponga un video de siete minutos dentro del noticiario principal nocturno para contestarle a un diputado, ya es insólito.
Si el día de mañana un dueño de un Medio de Comunicación no está de acuerdo con el gobierno de turno, ¿será aceptable que directamente haga sus descargos en su propio Medio?
Quizá a algunos les podía hasta parecer gracioso, pero lo que vimos fue muy violento. Lo peor de todo es que el periodismo dentro del Canal 13 se mandó un autogol. Cero opinión, cero crítica, cero de todo. Como si el dueño les dijera «pongan este video y no comenten nada».
La «entrevista» a Andrónico Luksic puede significar dos cosas: 1) la entrada a escena de una tendencia, en la que el dueño de un medio directamente exprese sus opiniones respecto a un tema y 2) puede significar una laguna dentro del periodismo chileno, algo como «aquí no ha pasado nada».
Definitivamente la «entrevista» que se vio en todo chile de Andrónico Luksic debería hacernos reflexionar sobre los límites que deberían estar sujetos los dueños de Medios de Comunicación. Si no existen límites, entonces la clase política perdería definitivamente el puente que conduce hacia sus ciudadanos.
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