Los socialistas Marcelo Schilling y Juan Luis Castro, junto al ex PPD Pepe Auth, votaron contra la iniciativa de hacer pública la documentación del Informe Valech.
Por Nicolás Borcoski.
Faltaron solo tres votos para que se levantara la reserva sobre el informe que detalla no solo las torturas y sus víctimas, sino que también el nombre de los victimarios. Dos socialistas, un PPD votaron junto a la derecha, mientras que otros tres oficialistas se abstuvieron.
Solo tres votos faltaron para que la Cámara de Diputados levantara el secreto sobre el Informe Valech, el que está sometido a una reserva de 50 años decretado durante el gobierno de Ricardo Lagos. El objetivo era resguardar la honra de las víctimas que fueron sometidas a distintos vejámenes durante la dictadura. Sin embargo, también sirvió para mantener oculta la identidad de los torturadores.
Los 57 diputados de la Nueva Mayoría no fueron suficientes para apoyar el proyecto presentado por el Partido Comunista. Pero la historia hubiera sido distinta si dos parlamentarios del oficialismo no hubieran con la derecha que lo hizo en bloque. Los socialistas Marcelo Schilling y Juan Luis Castro, junto al ex PPD Pepe Auth, rechazaron la iniciativa asegurando que es necesario proteger la identidad de las víctimas.
Sin embargo, el proyecto incluía que si algún afectado cuyo testimonio esté en el informe, podía acercarse a la institución para solicitar que su nombre siguiera en secreto.
«Considero que es una violación a los derechos de las propias víctimas. Las víctimas declararon lo que les ocurrió, las torturas que sufrieron y por qué fueron encarceladas, bajo un secreto que se comprometió la Comisión Valech ante ellos y bajo la ley. Eso fue lo que hizo que ellos contaran su verdad», explicó el diputado Guillermo Ceroni (PPD), quien también votó en contra de la iniciativa.
La máquina de la impunidad
Además de ellos, los diputados del PPD Daniel Farcas, Ramón Farías y el DC Pablo Lorenzini, se abstuvieron.
Seis votos menos que hubieran marcado la diferencia y que se ganaron duras críticas desde los organismos de defensa de los derechos humanos, que reclaman que el rechazo es profundizar la impunidad que hay sobre estas causas.
Pero el abogado especialista en el tema Eduardo Contreras refutó las excusas de los parlamentarios, asegurando que son «pamplinas y no se condice con la verdad. Los tribunales conocen más de 1.500 querellas y todas ellas avanzan (…) no se recarga a nadie y el tema de la identidad de las víctimas es mentira, cuando la mayor parte de ellas han presentado, en la medida de posible, querellas».
«Lo que ha ocurrido es una dificultad enorme en la larga lucha de los familiares de víctimas en la búsqueda de verdad y justicia. Si bien es cierto que por esa lucha ha llegado información a Tribunales, mientras no se derogue esta prohibición, no tendremos la plenitud de la información para avanzar. Quienes se oponen, en el fondo, están amparando la impunidad. Se ponen del lado de los victimarios y no de las víctimas».
«Nadie puede dudar que hay un pacto de impunidad. No olvidemos que Pinochet nunca fue derrotado, ni política ni militarmente, acá se pactó con él. (…) siguió siendo comandante en jefe del Ejército, fue senador vitalicio y no se abrió juicio hasta que presentamos una querella junto a Gladys Marín el 12 de enero de 1998».
Pepe Auth apeló al compromiso de resguardar el secreto de los testimonios, por lo que insistió en que como diputados «no tenemos nosotros el derecho a romperlo».
Grosero, más allá de lo frustrante
La reconocida abogada Carmen Hertz es más dura aún: «Que hoy a 43 años del golpe militar y haya comenzado la máquina genocida, se pretenda seguir ocultando la identidad de los perpetradores, caminando -seguramente apenas- por las calles de Chile, no solo es intolerable, sino que pone a Chile al margen de sus obligaciones internacionales».
La querellante en causas de derechos humanos y viuda del asesinado Carlos Berger dejó por el suelo las excusas de los diputados que aseguran que protegen a las víctimas y afirma que «esto es extraordinariamente grave, es intolerable (…) Al no levantar el secreto de la comisión Valech, se está protegiendo la identidad de los represores, de los responsables del exterminio y se expande la impunidad. Aquellos diputados de la Nueva Mayoría que concurrieron junto a la derecha a que no pudiera legislarse sobre el tema, fue con un pretexto completamente descartable».
El voto vino desde el PS, y para Hertz «es algo que va más allá de la palabra frustrante», considerando que fue uno de los partidos más dañados por la dictadura, producto de la persecución.
«Es un descaro que estos personajes, incluyendo Pepe Auth, justifiquen estas conductas propiciadoras de la impunidad y que pretendan justificarla y enmascararla con que están protegiendo a las víctimas, siendo que quienes no quieren que sus situación sea conocida, solo basta que lo digan», criticó la abogada.
fuente: http://www.cambio21.cl/cambio21/stat/movil/articulo.html?ts=20160901165524
Descubre más desde Correo de los Trabajadores
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
!Gracias querida Carmen. !Qué bueno es que lo digas. ¿Qué bueno para quienes trabajamos atendiendo desde la Vicaría a las víctimas de los torturadores.