Declaración de intelectuales latinoamericanas sobre la huelga mundial de mujeres del próximo 8 de marzo.

Esta declaración ha sido elaborada por investigadoras y activistas que participan de diversos Grupos de Trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), una red mundial que asocia más de 600 instituciones académicas en 47 países.

Este año conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres bajo nuevas amenazas para la paz y la vida en el mundo.

Desde nuestro quehacer como académicas e investigadoras y como parte de la comunidad del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO, estamos presentes en esta jornada mundial. Acompañamos las movilizaciones y acciones globales, las iniciativas de reflexión y análisis que se despliegan a lo largo y ancho de América Latina y el Caribe, con el común objetivo de la defensa de derechos y el reclamo de justicia para las mujeres.

Celebramos el legado histórico de las mujeres trabajadoras, líderes políticas y pensadoras feministas que consagraron esta fecha como hito de presencia, de denuncia y de transformación revolucionaria, que se proyecta en las luchas del presente.

Celebramos también los avances en nuestros derechos, los proyectos transformadores de los que somos parte, nuestra presencia decisiva en la búsqueda de nuevos caminos vitales para nuestras sociedades. Las mujeres hemos generado procesos sociales, económicos, políticos y culturales para sostener la vida, hemos aportado a la humanidad con principios y prácticas basados en la solidaridad, la cooperación y la reciprocidad, que son hoy fundamento de las alternativas de pensamiento y cambio real.

Resistimos al poder neoliberal, patriarcal y racista que, con expresiones que parecían ya en retirada, se levanta amenazante desde gobiernos de derecha en el Norte y en el Sur, atacando en forma directa los avances logrados, con agendas económicas de ajuste y regresión cuyo peso es siempre mayor para las mujeres en medio de las injusticias y desigualdades de género que prevalecen.

Resistimos a la violencia y el machismo, entrelazados y aupados por la mercantilización de la vida y el armamentismo, a una escala que se impone por sobre los esfuerzos de construcción de vidas libres de violencia impulsados desde los movimientos feministas y desde políticas públicas que convergen con ese objetivo.

En esta fecha política y simbólica, los feminismos y movimientos de mujeres debaten hoy en torno a la deshumanización y cosificación de las mujeres, expresiones crudas del sistema patriarcal, capitalista y neoliberal.

Ante la escalada de violencias y derechización, se han desplegado convocatorias con renovada capacidad de denuncia y movilización, que convergen en esta conmemoración. Somos parte de esta ola de indignación feminista y nos sumamos especialmente a estas iniciativas:

Ni una menos, impulsada por el movimiento feminista y los colectivos sociales de mujeres, denuncia el brutal incremento de los feminicidios mediante inéditas movilizaciones en decena de ciudades de Latinoamérica y el Caribe.

El Paro Internacional de las Mujeres #NosotrasParamos, convocado para denunciar las desigualdades económicas y políticas entre mujeres y hombres, además de la violencia machista y feminicida contra las mujeres y diversas demandas históricas del movimiento feminista mundial que todavía se encuentran incumplidas. Esta huelga se realizará al menos en 48 países del mundo (Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Camboya, Chad, Chile, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Escocia, España, Estados Unidos, Fiji, Finlandia, Francia, Guatemala, Honduras, Hungría, Irlanda del Norte, Israel, Italia, México, Montenegro, Nicaragua, Pakistan, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Puerto Rico, Reino Unido, República Checa, República Dominicana, República de Irlanda, Rusia, Suecia, Tailandia, Turquía, Ucrania, Uruguay, Venezuela).

El comunicado oficial de movimiento #NiUnaMenos, que convocó al paro mundial del 8 de marzo, denunciando la explotación del capital y la precarización de la situación laboral de las mujeres, con una brecha salarial del 27% en relación a los salarios de los hombres; la desigual distribución de las tareas domésticas; las muertes por abortos clandestinos y la necesidad de una legislación que contemple la libertad para decidir sobre nuestros cuerpos; las violencias ejercidas contra niñas, lesbianas, travestis; la violencia doméstica y las desapariciones de cientos de miles por trata.

Esta convocatoria viene precedida por manifestaciones multitudinarias contra los feminicidios, por el aborto legal, contra la justicia machista y la violencia de género. Entre otras, destacamos las realizadas en 2015 y 2016 en la Argentina y en 2016 en Perú y en México, convocadas por los colectivos NiUnaMenos de cada país junto a otras organizaciones. Asimismo, valoramos como antecedente el paro del 19 de octubre de 2016, impulsado en América Latina por el colectivo NiUnaMenos Argentina, al que se sumaron 17 países del continente con los lemas: #NosotrasParamos, #NiUnaMenos y #VivasNosQueremos. Las movilizaciones del 25 de noviembre de 2016, impulsadas por diversos colectivos NiUnaMenos y otras organizaciones feministas, se replicaron en al menos 138 ciudades de la Argentina, Chile, México, Uruguay, Bolivia, Honduras, Guatemala, Perú, Ecuador, El Salvador y Estados Unidos. También hubo actos en España (Madrid, Barcelona y Alicante) y en Francia. En el mismo sentido, consideramos la Marcha de las Mujeres, realizada al día siguiente de la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. En todas estas iniciativas estuvieron presentes los colectivos LGBTTTQ.

Como antecedentes históricos más emblemáticos reconocemos la huelga de las mujeres polacas ante el intento por parte del gobierno de prohibir el aborto y el segundo paro contra la violencia y la ignorancia del Estado sobre las problemáticas de las mujeres, ambos sucedidos en octubre de 2016. Estos paros siguen también el ejemplo de las mujeres islandesas, quienes fueron las primeras que convocaron una medida similar en 1975, que se denominó «Día libre de las mujeres» donde denunciaron la desigualdad salarial entre mujeres y varones.

Estas y otras iniciativas muestran la inmensa capacidad movilizadora local, nacional y transnacional de las mujeres y se originan en diferentes territorios; reclaman el reconocimiento y la visibilización de estas injustas realidades en las agendas públicas como forma de garantizar los derechos de las mujeres, presionando a los Estados para definir acciones concretas que garanticen el reconocimiento político, social, cultural, económico, familiar y comunitario de las mujeres e interpelan a las sociedades sobre el elevado grado de consentimiento hacia las violencias machistas y feminicidas y la perpetuación de las desigualdades entre las mujeres y los hombres. Son luchas que avanzan afrontando adversidades, discriminaciones y violencias, como lo muestran el brutal asesinato de Berta Cáceres y el encarcelamiento de Milagro Sala, por mencionar solo dos casos paradigmáticos en la región.

Las voces se levantan para protestar por la violencia de género y los asesinatos de mujeres, también por las desigualdades de género propias del patriarcado, la penalización del aborto, la desigualdad económica y la sobre explotación en esta etapa de recrudecimiento del neoliberalismo. Preocupa particularmente la violencia que el sistema capitalista y patriarcal ejerce sobre los cuerpos-territorios de mujeres de diversos rincones de nuestra América Latina y el Caribe. Las mujeres afrolatinas y afrocaribeñas, su familias, su cuerpos racializados unen sus voces por Ni una menos. Un decenio que las Naciones Unidas han dedicado a los Pueblos Afrodescendientes y en el que cobra plena vigencia la urgente y necesaria lucha por la justicia, la igualdad de géneros y la cultura de paz.

Esta es una fecha para renovar nuestro compromiso individual y colectivo con la movilización social, con la construcción y con el fortalecimiento del estado de derecho democrático, con la lucha por la justicia y con las transformaciones que debemos impulsar para construir un modelo de sociedad que sea compatible con la vida de todas.

Por eso, este 8 de marzo, #NosotrasParamos

Por eso, este 8 de marzo, gritamos más fuerte que nunca #NiUnaMenos

Por eso, este 8 de marzo, #VivasNosQueremos

Marzo de 2017

Intelectuales y activistas de los Grupos de Trabajo de CLACSO: Afrodescendencias y propuestas contrahegemónicas; Cuerpos, territorios y feminismos; Economía feminista; Familias, géneros y diversidades; Feminismos, resistencias y procesos emancipatorios; Género, desigualdades y derechos en tensión.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/03/07/contrapuntos/1488847263_336479.html


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