por Asociación Regional de Trabajadores del SENAME (ARTRASE).
Durante mucho tiempo hemos sido espectadores pasivos del constante atropello a los Derechos Humanos que el Estado chileno realiza en contra del pueblo mapuche.
Lenta y paulatinamente se ha ido instalando, desde el Biobío al sur, una compleja maquinaria represiva dotada de la más moderna tecnología y utilizada con el más salvaje y acostumbrado criterio anti-insurgente, propio de la doctrina de seguridad nacional, en contra de este pueblo ancestral.
Pero no es sólo la moderna tecnología represiva y de guerra; proveniente de Israel, Sudáfrica y USA, la que se ha ido instalando en territorio mapuche. Junto a ella penetra en la zona y permea a la opinión pública el discurso que cataloga toda acción de defensa y resistencia como acto terrorista. Sobra señalar que los chilenos sabemos lo que esto significa; ya que bajo esta lógica se han amparado, en el pasado reciente, las más feroces acciones genocidas por parte del Estado chileno.
En el último tiempo hemos sido testigos de una variante perversa de estas “acciones de guerra” llevada a cabo por el Estado chileno en contra del pueblo mapuche. Esto es una serie de ataques que han tenido como principal objetivo a NIÑOS y NIÑAS de las comunidades MAPUCHES.
- Recordar el homicidio frustrado de Brandon Hernández Huentecol, de 17 años a manos del Gope, en Collipulli, en diciembre de 2016.
- La tortura y secuestro de los hijos (2 y 3 años) de la familia Lepicheo Llanquileo de Wentelolen, en mayo de este año, a manos de la Sipolcar.
- el nacimiento de Sayen, torturada junto a su madre en el parto y hoy encarcelada en Arauco.
- El ataque a Ruth Meñaco en su domicilio y ante la presencia de sus hijos en Lleu LLeu.
- el ataque armado a la camioneta de la familia Huenchuñir de Curapaillaco, en Tirúa, donde se encontraba su hijo de dos años. Marzo de 2017.
- La tortura sufrida por los peñi del Lov Choque, en febrero de 2016, a manos del Gope de Carabineros, en presencia de sus hijos.
- El ataque por la espalda a Hernán Paredes Puen, quien recibió más de 140 perdigones en su espalda y piernas, en la comunidad María Colipi.
- Y hace pocos días, el ataque perpetrado por FFEE de Carabineros y PDI, fuertemente armados, a la escuela de Temucuicui, mientras los niños se encontraban en clases; resultando muchos de ellos afectados por las bombas lacrimógenas.
No emplazaremos a la institucionalidad de SENAME para se pronuncie frente a estos atropellos y violaciones de Derechos, ya que entendemos que este, como repartición del Estado, forma parte de esta maquinaria que colabora en la criminalización de la lucha del pueblo-nación mapuche (recordemos que Luis Marileo, recientemente asesinado, permaneció un año en el CIP-CRC de Chol Chol, hasta que fue absuelto cuando se comprobó el montaje de la fiscalía que pretendía procesarlo por Ley antiterrorista).
No obstante ello asumimos, como organización de trabajadores del Servicio Nacional de Menores, la responsabilidad de denunciar a este servicio por guardar un silencio cómplice frente a este sistemático atropello a los derechos de la infancia, contraviniendo en lo declarado en la Misión Institucional y en los Objetivos Estratégicos Institucionales y a las autoridades del Estado Chileno de propiciar aplicar una política represiva que atenta contra los derechos fundamentales de los niños mapuche.
Los trabajadores no seremos cómplices de estas prácticas y no guardaremos silencio frente a estos atropellos.
¡¡ FIN A LA VULNERACIÓN DE DERECHOS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS MAPUCHES POR EL ESTADO CHILENO !!
¡¡ FIN A LA CRIMINALIZACIÓN DE LA LUCHA DE LAS COMUNIDADES !!
¡¡ FIN A LA MILITARIZACIÓN DE LAS COMUNIDADES MAPUCHES !!
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