El mismo el presidente norteamericano entró en escena de manera directa: amenazó con sanciones económicas a Venezuela en caso de proseguir con las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente. Su anuncio vino en el marco de un aumento de presiones del frente internacional: la Unión Europea, los expresidentes que estuvieron el domingo en el plebiscito ilegal, el abanico de gobiernos de derecha del continente, el secretario de la OEA en el Senado Norteamericano. Todos, en una avanzada coordinada, atacan a Venezuela.
La presión es doble: diplomática y económica. Se trata de aislar internacionalmente al gobierno, hacerlo ver como una dictadura, quitarle respaldos en todo el mundo. Aislar, se sabe, es un paso indispensable para una acción mayor. En lo económico el objetivo es agudizar la situación económica, romper los canales de importaciones y de pago a nivel internacional, hacer que la guerra sea mayor, su impacto sobre las clases populares sea total.
Esta situación es una parte esencial de este momento de ofensiva anunciado por la derecha como “hora cero”. En ese esquema, el frente exterior es indispensable. El plebiscito tuvo, entre otros objetivos, darle legitimidad a ese plan que tiene tres patas: la violencia, el gobierno paralelo, el respaldo del imperialismo, sus gobiernos aliados y subordinados.
Como ya hemos analizado, la derecha, comandada desde los Estados Unidos, no tiene la correlación de fuerzas suficiente al interior del país. Siguen sin el apoyo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ni el respaldo de las clases populares. Dependen de las acciones internacionales, por eso salió el mismo Donald Trump al terreno de batalla.
Este escenario refuerza los análisis ya hechos: debemos prepararnos para resistir a las diferentes ofensivas que, combinadas, son el desarrollo de la guerra de cuarta generación. La defensa debe ser, como lo planteaba Hugo Chávez, integral: unidad cívico-militar. Debemos impulsar el protagonismo de las organizaciones populares, de la gente, del chavismo de a pie, para asumir el rol histórico que nos corresponde.
Es en ese sentido que desde la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora llamamos a conformar las Brigadas de Defensa Popular Hugo Chávez, un instrumento de organización en los consejos comunales, comunas, lugares de trabajo, de vida, para que la ofensiva insurreccional de la derecha se encuentre con un pueblo organizado que responda con inteligencia.
El sábado 22 tendrá lugar la caravana desde Santa Bárbara hasta Socopó, donde las Brigadas mostrarán la capacidad de organización de un pueblo que tiene consciencia del momento, lo que está en juego, y de cuál debe ser su tarea.
20 julio, 2017
Coordinación Nacional de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, CRBZ.
Descubre más desde Correo de los Trabajadores
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment