Los factores ocultos tras la derrota de Goic en la Junta Nacional.
por Maximiliano Alarcón/ Radio U. de Chile.
La Democracia Cristiana vive una fuerte crisis. El diputado Sergio Espejo y la ahora ex subsecretaria del Ministerio de la Mujer, María Luisa España, renunciaron a la colectividad, hundiendo más al partido.
En tanto, la presidenta de la falange y candidata a La Moneda, Carolina Goic, se encuentra reflexionando sobre si seguirá con su carrera para ser la máxima autoridad de gobierno.
Si bien la colectividad no vivía su mejor momento, la mayor debacle vino con la Junta Nacional del sábado, cuando se aprobó la candidatura de Ricardo Rincón.
La imagen que dejó la cita del sábado es que las bases le dieron la espalda a Goic, y si bien hay mucho de cierto en aquella ilustración, hubo otros factores que la dirigenta de la falange no consideró y no supo manejar, las que finalmente pasaron la cuenta.
El enojo de las regiones
A fines de mayo la Democracia Cristiana definió que cada distrito debía escoger, en orden de prioridades, los nombres de quiénes serían los candidatos al Congreso. Esto empoderó a las regiones, definiendo las cartas según la realidad particular de cada sector del país.
Pero una vez que surgió la ofensiva por bajar la candidatura de Ricardo Rincón, la forma de hacerlo era que la Junta Nacional decidiera votar cada candidatura en particular, contraviniendo la forma inicial y con esto la autonomía de las regiones.
Muchos parlamentarios estaban en contra por lo poco práctico que era esto durante la Junta, lo que la habría prolongado por varias horas. Además, algunas cartas se habrían visto arriesgadas.
Una de estas era la del diputado Marcelo Chávez, quien estaba en la mira de los sectores de la DC que apoyaron el proyecto de despenalización del aborto por haberse abstenido en la definición en la Cámara.
Así como los representantes de la Región del Bío Bío se cuadraron para salvar la opción de Chávez, los falangistas de otras regiones vieron con malos ojos el voto en particular, debido a la posibilidad de que sus cartas se cayeran a raíz de la decisión de dirigentes de otros lugares del país.
El consejero nacional oriundo del Bío Bío, Marco Hernández, manifestó a nuestro medio que el votar el paquete único no era darle la espalda a Goic, sino que es ser consecuentes con el regionalismo.
“Tener una votación en particular demostraba dos cosas: una falta de compromiso por el tema de la región. Dos, dejar de lado el espíritu de la ley. Esto tiene que ver con la nueva ley de partidos políticos, que establecía que lo que debe votar cada uno de los partidos de este país son las propuestas parlamentarias y de cores emanadas de las regiones”, dijo.
La proyección de Espejo
Lo más destacado durante la Junta fue la definición de la candidatura de Ricardo Rincón y la derrota de Goic en este punto. Se dice que la militancia le dio la espalda a la presidenta pero la visión que tiene parte de la Democracia Cristiana de la Región de O’Higgins es otra.
Los sectores de dicha zona que llegaron a respaldar a Rincón, plantearon que no tan sólo era un tema valórico por lo que buscaban bajar al diputado. Según manifestaron a nuestro medio, el objetivo de que cayera el congresista tenía que ver con la proyección senatorial de Sergio Espejo.
Este último, hoy fuera de la DC y de la próxima elección por decisión propia, es diputado por la misma región que Rincón. Según los adeptos al parlamentario más cuestionado en el último tiempo, el sector de Carolina Goic buscaba que Espejo, ex vicepresidente de la falange, tuviera el protagonismo en la región para así preparar el terreno a una elección senatorial. Con la caída de Rincón quedaba el camino libre.
Esto motivó una fuerte movilización de los militantes de la sexta durante el sábado, quienes lograron sumar apoyos en dirigentes de otras regiones.
La incongruencia valórica
Otro punto tocado en reiteradas ocasiones durante la Junta Nacional fue ¿Por qué Rincón y no los otros?
Algunos argumentos presentados por sectores que no estaban de acuerdo con bajar al diputado señalaban que el caso de violencia era de hace 15 años atrás. No negaban la necesidad de tener estándares éticos, pero alegaban que estos fueran retroactivos.
Otros cuestionaban el intento de sanción, preguntándose por qué no hacían lo mismo con Roberto León por sus vínculos con SQM, o con Marcelo Chávez, por haber volcado en su vehículo en 2014 dándose a la fuga posteriormente.
Mientras que un argumento presentado principalmente por los adherentes a Rincón era por qué el partido también no bajaba la opción de Marcela Labraña, la ex directora del Sename que renunció al cargo luego de la muerte de la menor Lissette Villa, y que hoy busca ser diputada por el distrito 12.
De hecho, Labraña protagonizó un enfrentamiento verbal con adherentes a Rincón durante la Junta Nacional.
Fuente: http://radio.uchile.cl/2017/08/01/los-factores-ocultos-tras-la-derrota-de-goic-en-la-junta-nacional/
Renuncias, respaldos y cargos a disposición: La caótica jornada al interior de la DC
por Gonzalo Castillo | Radio U. de Chile, Martes 1 de agosto 2017 20:57 hrs.
La crisis en la Democracia Cristiana sigue creciendo. A la renuncia del diputado Sergio Espejo y de la subdirectora del Sernam, la militante de la Falange María Luisa España, se sumó la decisión de la bancada del partido de poner sus cargos a disposición de la presidenta de la colectividad Carolina Goic. La jornada culminó en horas de la noche con los ministros y subsecretarios que militan en la DC entregando su “férrea lealtad” a la Presidenta Bachelet.
Frenética fue la jornada de este martes al interior de la Democracia Cristiana, en medio de la crisis desatada el fin de semana luego de la Junta Nacional del partido. A primera hora de la mañana el diputado Sergio Espejo hizo pública su renuncia a la Falange, luego de calificar como un “golpe de Estado” en conversación con nuestra emisora, lo ocurrido el sábado pasado en la Junta y que determinó que Carolina Goic pusiera en suspenso su candidatura.
El diputado por Colchagua aseguró al momento de su renuncia, la cual es de carácter irrevocable, que con esta decisión estaba poniendo por encima de eventuales ambiciones por cuotas de poder, sus convicciones, al mismo tiempo que reiteró su apreciación sobre que “la DC cruzó límites” que le son intolerables.
“Cuando renunciar al poder parece un imposible, yo renuncio a todo espacio de poder que detento para dar testimonio de que lo más importante son las convicciones. A partir de hoy renuncio a mi militancia a la Democracia Cristiana, renunció por lo tanto a la vicepresidencia del partido y a mi repostulación”.
A la renuncia de Sergio Espejo, le siguió la hasta esta jornada subsecretaria del Ministerio de la Mujer, María Luisa España, militante de la DC quien señaló en una carta enviada a la presidenta Michelle Bachelet que su dimisión se debe a la ratificación por parte de su partido a la postulación al Senado del diputado Ricardo Rincón, condenado por hechos de violencia contra su ex pareja.
“He tomado la decisión de renunciar a la Subdirección (del Sernam). Desde una mirada personal, humanista cristiana y feminista, no me es posible sustentar un cargo como el que hoy dejo, cuando el partido al cual represento, ha decidido, a través de una votación democrática, no valorar los derechos y la dignidad de las mujeres”, la ahora ex funcionaria del Sernam.
Luego de conocerse estas renuncias a la DC, fue la propia jefa de Estado quien se refirió a la crisis de la Falange, señalando que lo más importante es que sea la propia DC la que “decida cuál va a ser su postura” y que hay que respetar el período de reflexión en el que se encuentran.
“La unidad no está en cuestionamiento. Tanto lo que yo he hablado con la propia Carolina Goic como lo que hemos escuchado de los parlamentarios y la mesa, ellos mantienen su compromiso de estar apoyando al gobierno hasta el último día de Gobierno”.
Sin embargo, en horas de la tarde fue la bancada de diputados de la DC la que agregó otro capítulo a la crisis. Después de sostener un almuerzo en los comedores del Parlamento, los representantes de la Falange decidieron poner a disposición de la presidenta del partido sus repostulaciones al Congreso.
Los diputados presentaron esta acción como una señal de respaldo a la senadora, y de empoderamiento para que sea ella quien decida quién del partido puede aspirar a una candidatura parlamentaria, toda vez que el origen de la crisis actual que atraviesa la colectividad se originó con la ratificación en bloque por parte de la Juna Nacional de las candidaturas, incluyendo la del cuestionado Ricardo Rincón.
Si bien, el actual diputado por Rancagua fue invitado a esta reunión de la bancada DC, declinó asistir, a pesar de los llamados que han hecho sus colegas a que realice un gesto hacia la presidenta del partido a desistir de sus pretensiones senatoriales.
Fue el jefe de bancada, Roberto León, el encargado de hacer la declaración oficial, en la que además de anunciar la decisión de poner sus cargos a disposición de la senadora, aprovechó de criticar las palabras vertidas por el esposo de Carolina Goic, Christian Kirk, quien emplazó a los diputados de la DC a explicar “sus razones de defender la violencia hacia las mujeres”.
“Todos los diputados que hemos estado en esta reunión, hemos tomado la decisión de enviar una nota a la presidenta del partido, la senadora Carolina Goic, poniendo nuestros cargos parlamentarios a disposición, para que ella resuelva lo que crea que es mejor porque lo que no estamos dispuestos a aceptar es que como diputados de la República se nos descalifique y se nos trate de sostener que estamos actuando como sindicato”
El diputado Gabriel Silber explicó que con este gesto, lo que esperan es que sea la propia presidenta de la DC quien decida quién puede repostular al Congreso representando al partido, y así también dar una señal de que no aspiran a eternizarse en sus cargos o defender sus parcelas de poder, en alusión a las palabras dichas por el diputado Sergio Espejo.
“Lo que estamos señalando es que dado la envergadura de la crisis, esta no se resuelve abandonando el barco. Nosotros creemos que la manera en que las instituciones y las personas en momento como los que vive el partido Demócrata Cristiano merece liderazgos que se sientan respaldados. Queremos actuar con generosidad. A nosotros nos gustaría invitar a la candidata a que asuma la responsabilidad de ir como candidata presidencial”.
En tanto, el cuestionado diputado Ricardo Rincón se refirió a esta decisión de la bancada, asegurando que existe mucha información fluyendo en estos momentos, por lo que prefirió abstenerse de opinar por el momento ya que aún le “faltan antecedentes” de la determinación de sus colegas.
Finalmente, los coletazos de esta crisis de la DC incluso se dejaron sentir en La Moneda, ya que en horas de la tarde fue el ministro del Interior y militante de la Falange, Mario Fernández, quien se reunió con todos los secretarios de Estado y subsecretarios que integran la DC para demostrar su “férrea lealtad” a la Mandataria, y aseguró que se está evaluando en Palacio el panorama de la Falange.
“Todos los subsecretarios, subsecretarias, ministros y ministras democratacristianos hemos entregado a la presidenta Bachelet nuestra férrea lealtad, y la decisión nuestra de trabajar con todas nuestras capacidades para cumplir nuestras tareas y llevar al Gobierno a buen término”, concluyó el jefe de Gabinete.
Fuente: http://radio.uchile.cl/2017/08/01/renuncias-respaldos-y-cargos-a-disposicion-la-caotica-jornada-al-interior-de-la-dc/
Sergio Espejo renuncia a la DC luego de realizar una dura critica en contra del partido
Diario Uchile |Martes 1 de agosto 2017 11:52 hrs.
Luego de conceder una entrevista a Diario y Radio Universidad de Chile, el diputado y cercano colaborador de Carolina Goic renunció a la Democracia Cristiana y a su postulación al Congreso. En la interna, los militantes estaban disconformes con la forma en que el actual vicepresidente se había referido a ellos tras la Junta Nacional de este sábado.
La decisión se conoció la mañana de este martes y se produce luego de las duras declaraciones que el parlamentario hiciera en conversación con el programa Política en Vivo de Radio y Diario Universidad de Chile, donde tuvo duros términos para sus camaradas de partido:
“Yo no soy muy de estas expresiones moralinas, pero veo una crisis ética mayor. La Democracia Cristiana sale el sábado, en la práctica, ante los ojos de los chilenos y chilenas, amparando el maltrato contra las mujeres, amparando la violencia intrafamiliar, traicionando una historia de protección de la dignidad de las personas, entonces explicar eso yo no puedo”, dijo ayer lunes.
Según fuentes del partido, las palabras de Espejo cayeron mal en distintos sectores de la colectividad, sobre todo por haber hecho una alusión a un “golpe de Estado” en contra de Carolina Goic: “Esto fue un pequeño -y muy ordinario- golpe de Estado. Un golpe de Estado absolutamente cuma, flaite“, dijo el diputado en la entrevista con nuestro medio.
“Yo creo que la Junta Nacional de la Democracia Cristiana sepultó la candidatura presidencial el sábado pasado, los demás miembros de la directiva de la DC creen que esta candidatura debe seguir adelante. El partido no está fracturado, está fragmentado, creo yo de manera irremediable. Y si estuviera unido, pero en las condiciones en que se encuentra, da exactamente lo mismo, porque los partidos tienen sentido mientras convocan y representan a los ciudadanos”, agregó.
Con este hecho, Carolina Goic, quien se encuentra evaluando su opción presidencial, pierde a uno de sus principales apoyos dentro de la colectividad.
Fuente: http://radio.uchile.cl/2017/08/01/sergio-espejo-renuncia-a-la-dc-luego-de-dichos-en-contra-del-partido/
Antecedentes históricos de la Democracia Cristiana chilena.
(Extractos de un artículo de wikipedia, Nota del Editor CT)
Orígenes
La historia del PDC se remonta a fines de la década de 1920, cuando comienzan a resquebrajarse las convenciones ideológicas que hasta ese momento había apoyado la juventud católica afiliada al Partido Conservador. Desde esos tiempos, grupos de jóvenes críticos se interesaron por influencias diferentes de las que animaban a sus líderes partidarios, que, en general, estaban imbuidos en las doctrinas decimonónicas del capitalismo liberal y de la defensa de la Iglesia Católica frente a los avances de la secularización del Estado.
Por un lado, la nueva generación se dedicó al estudio de nuevos aspectos contenidos en la denominada doctrina social de la Iglesia, desde la publicación de la encíclica Rerum Novarum a fines del siglo anterior. Estos incipientes llamados pontificios a la conciencia social habían sido ignorados, hasta ese punto, por los grupos conservadores chilenos y por buena parte de la Iglesia Católica local.
Por otro, los jóvenes conservadores creían que esta doctrina social era la alternativa disponible para frenar el avance del comunismo, que conocían más de cerca que sus mayores debido a su participación en el ambiente universitario y a sus incursiones en las barriadas populares.
En el ámbito de la filosofía política, los grupos juveniles buscaron inspiración en la corriente denominada humanismo cristiano, que había surgido en Francia a partir de las publicaciones del autor Jacques Maritain. Este autor, básicamente, bogaba por la aplicación política del tomismo en el mundo moderno.
Los núcleos de juventud conservadora disidente estaban liderados por figuras como Bernardo Leighton, Eduardo Frei Montalva, Rafael Agustín Gumucio, José Ignacio Palma, Manuel Garretón y Radomiro Tomić.
Se organizaron en diversas agrupaciones que, en la mayoría de la ocasiones, funcionaron al interior del mismo Partido Conservador:
- 1928: Asociación Nacional de Jóvenes Católicos
- 1935: Movimiento Nacional de la Juventud Conservadora
- 1937: Falange Nacional
Al año siguiente de creada la Falange Nacional, en 1938 se produce el quiebre definitivo con los conservadores, a raíz de la campaña presidencial de ese año.
El período que siguió fue dedicado a la reagrupación de fuerzas y la fundación oficial del PDC, llevada a cabo en 1957 con el Partido Conservador Social Cristiano, grupo escindido del Partido Conservador. Posteriormente se sumaron a al PDC grupos menores como el Partido Nacional Cristiano y los denominados agrario-laboristas.
Primera campaña presidencial
El PDC presentó a Eduardo Frei Montalva como candidato en las elecciones presidenciales de 1958, obteniendo 254.233 votos (20,7% de los votos válidamente emitidos), con lo que obtuvo el tercer lugar en la elección que ganó Jorge Alessandri (31,56%) y en la que resultó segundo el socialista Salvador Allende (28,85%).
De acuerdo al Informe Church, en 1962 se inician las primeras ayudas financieras de la CIA al partido. Al año siguiente, las elecciones municipales de 1963 significaron un fuerte posicionamiento del PDC en el escenario político chileno. El PDC registró un aumento de su votación (22,8%) que si bien no era un incremento abultado respecto a la elección presidencial de 1958, alcanzaba para que la colectividad se ubicara como el partido más votado del país, desplazando de ese puesto al Partido Radical, que alcanzó un 21,5% de la votación.
Frei Montalva al poder (1964-1970)
En el año electoral de 1964 nuevamente Frei se presentó como candidato presidencial de PDC.
Después se revelaría, en 1975, a raíz de una investigación del Senado de los Estados Unidos, que en esa ocasión el PDC fue considerado por el gobierno estadounidense de John Fitzgerald Kennedy, como una alternativa para frenar al comunismo chileno. Debido a esto, la campaña presidencial de Frei recibió una fuerte inyección de dineros por parte de la CIA.
«La elección presidencial de 1964 fue el ejemplo más prominente de un proyecto electoral a gran escala (de la CIA en Chile). La Agencia Central de Inteligencia gastó más de U$ 2.6 millones en apoyo a la elección del candidato demócrata cristiano, en parte para evitar el ascenso a la presidencia del marxista Salvador Allende. Más de la mitad de la campaña del candidato demócrata cristiano fue financiada por los Estados Unidos, aunque a él no se le informó de esta ayuda«. (Informe Church).
Con la ayuda económica de Estados Unidos y un discurso que concitó amplio apoyo de la clase media, el PDC logró elegir como presidente a Eduardo Frei Montalva en la elección presidencial de 1964. Frei obtuvo un 56,09% de los votos denominados «válidamente emitidos», sumando en la práctica el apoyo de los votantes de derecha, merced del pobre desempeño del candidato de ese sector, Julio Durán Neumann (4,98%). Frei de paso lograba impedir la elección del socialista Salvador Allende, quien había subido su votación respecto a la elección anterior, alcanzando el 39,83%.
Frei Montalva encabezó la llamada «Revolución en libertad», programa que planteaba una reforma estructural del país a través de la creación de cooperativas y nuevas organizaciones sociales de promoción popular, como juntas de vecinos y centros de madres. Se trataba de crear organizaciones de base capaces de enfrentar sus propios problemas. Con ello se pretendía mejorar las condiciones de vida de los sectores marginales; los cambios no se realizarían desde el Estado sino desde la comunidad misma. Por ello el gobierno de Frei Montalva dio especial impulso al sindicalismo y a la educación.
Además realizó la «Chilenización del cobre», que sería sucedida por la posterior nacionalización del metal rojo, durante el gobierno del presidente Allende, e impulsó la segunda Reforma agraria, que buscaba mejorar lo hecho por el gobierno de Alessandri.
Divisiones internas: el MAPU y la Izquierda Cristiana
A fines de los años 1960 algunos sectores del partido, convencidos de la necesidad de transformaciones sociales más profundas, comenzaron a divergir de la línea oficial de la organización.
Así, en 1969, se separó un grupo que formó el partido Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU). Lo propio ocurriría en 1971 cuando el sector llamado «tercerismo» del Partido Demócrata Cristiano reacciona ante el avance de las posiciones de derecha en la colectividad, fundando el Partido Izquierda Cristiana (IC). Ambas agrupaciones terminarían por formar parte de la coalición izquierdista de entonces, la Unidad Popular.
Frente a Allende (1970-1973)
Durante el proceso de elección de Salvador Allende, el PDC asumió un rol protagónico. El partido llevó como candidato a Radomiro Tomić, quien perdió la elección de 1970, frente al socialista. Pero Allende no alcanzó la mayoría absoluta de los votos, por lo que debía ser ratificado por el Senado, que tradicionalmente se avenía a confirmar a la mayoría relativa. El PDC condicionó sus votos en el Senado a la firma de un «Estatuto de Garantías Democráticas«, ante el temor de que la Unidad Popular desconociera la propiedad privada e impusiera a todo trance políticas marxistas. Los partidos de la UP aceptaron y Allende fue ratificado.
Con el transcurso del tiempo, el gobierno de la UP se radicalizó. Las luchas internas entre el Partido Comunista (más moderado en la implantación del proyecto) y el Partido Socialista, desencadenaron en inestabilidad. La Democracia Cristiana, como partido de oposición, continuó siendo apoyada por el financiamiento de la CIA. Mientras por una parte participaba en las movilizaciones sociales en contra del gobierno, por otra buscaba salidas democráticas a la grave crisis nacional. Así, por ejemplo, se realizó una reunión entre el Presidente del PDC y Allende, junto con el cardenal Arzobispo de Santiago, Raúl Silva Henríquez, gestión que no llegó a buen puerto.
En 1972 y 1973 formó parte de la Federación de Oposición Democrática (FOD) —junto con el Partido Democrático Nacional y el Partido de Izquierda Radical— que estaba integrada dentro de la Confederación de la Democracia (CODE), coalición opositora a la Unidad Popular.
Una parte importante de los adherentes PDC pedía la salida forzosa de Allende, por el desconocimiento a las normas constitucionales, y el desapego a la ley y los órganos fiscalizadores. Todo terminó con el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Rol en el Régimen Militar (1973-1990)
El PDC no tuvo una reacción única frente al golpe militar. Muchos de los principales dirigentes, como Eduardo Frei Montalva, Patricio Aylwin o el rector de la Universidad de Chile, Edgardo Boeninger, manifestaron abiertamente su alivio por el derrocamiento de Allende, o al menos opinaron que era una salida inevitable. El 12 de septiembre de 1973, la directiva del PDC, encabezada por Aylwin, emitió una declaración en donde definió su posición frente al golpe. Lamentó lo ocurrido en Chile manifestando su convicción de que las Fuerzas Armadas no buscaron el poder: «Sus tradiciones institucionales y la historia republicana de nuestra Patria inspiran la confianza de que tan pronto sean cumplidas las tareas que ellas han asumido para evitar los graves peligros de destrucción y totalitarismo que amenazaban la nación chilena, devolverán el poder al pueblo soberano para que libre y democráticamente decida sobre el destino patrio». Hizo responsable al gobierno de Allende, de haber llevado a Chile al «desastre económico, al caos internacional, a la violencia armada y a la crisis moral».
En cambio, otros dirigentes reunidos en el Grupo de los Trece, como Bernardo Leighton y Renán Fuentealba, denunciaron desde los primeros días los excesos del nuevo régimen. En un comunicado, emitido al día siguiente al de su directiva, condenaron el «derrocamiento del Presidente Constitucional de Chile». Señalaron que la oposición al gobierno «fue siempre planteada para preservar la continuidad del proceso de cambios que tuvo el honor de iniciar el gobierno de la Democracia Cristiana, y al mismo tiempo, para impedir su desviación antidemocrática». El golpe militar, era para ellos responsabilidad de todos: de Gobierno y Oposición.En 1973 el cardenal Raúl Silva Henríquez publicó un documento acerca de la violación de los derechos humanos en Chile, documento que obtuvo la aprobación de militantes de la comuna de Conchali. Este documento fue adoptado por el partido de la comuna de Conchali, sin que pudiera ser difundido a otras comunas dado el problema de represión en 1973. En ello participaron gente de la CPJ, corporación de la promoción de la juventud que funcionaba con apoyo del obispado de Santiago. Pero a su juicio, los mayores responsables fueron: primero, el dogmatismo sectario de la Unidad Popular, que no fue capaz de construir un camino autenticamente democrático para el socialismo conforme a la idiosincrasia chilena. El segundo, la derecha económica que aprovecho los errores de la UP para crear un clima de tensión, ceguera y pasión política que hizo imposible un consenso mínimo al descalificar a todo aquel que lo buscara con objetividad y cordura.
Al poco tiempo de asumido el gobierno militar encabezado por Augusto Pinochet, el apego al poder de éste, y las posteriores denuncias de atentados contra los derechos humanos de los militantes de la izquierda chilena, llevaron al PDC a declararse oficialmente en oposición al régimen imperante. Numerosos fueron los democratacristianos que participaron en la defensa de los derechos humanos. Así, Andrés Aylwin, Roberto Garretón Merino, Jaime Hales, Jaime Castillo Velasco, Alejandro González, Luis Toro, Máximo Pacheco Gómez, Alejandro Hales, entre otros. Por otra parte, algunos demócratacristianos apoyaron abiertamente al Régimen Militar, por lo que fueron expulsados del partido; parte de ellos crearon el Movimiento Social Cristiano (MSC), que se integró dentro de Renovación Nacional al momento de su fundación en 1987.
Por su parte Pinochet en diversas ocasiones insinuó que la oposición del PDC a su mandato se debía a cierto supuesto desengaño de Frei, quien habría creído en un primer momento que los militares le terminarían por hacer entrega voluntaria del gobierno.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Dem%C3%B3crata_Cristiano_(Chile).
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