por Coordinadora 52 años.
Acto político cultural, Ex cuartel Borgoño, Barrio Independencia.
-Testimonios presenciales de sobrevivientes de la Resistencia.
-Cantaautores: Roberto Márzquez – Juank Pluma- Floppy- Emmanuel – Luis Emiloa Baraona, entre tantos otros/as.
-Comparsa Las Lakitas, Olla Común, Muralistas y Fereia de Derechos Populares.
Anexo histórico (Editor CT).
El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR, 1965-1990).
Frente a la intensa polarización política de los años 60′, la izquierda siguió una línea revolucionaria y otra reformista, surgiendo este conglomerado que se convirtió en el referente de la izquierda radical, extraparlamentaria y revolucionaria chilena.
En el contexto de la Guerra Fría, el triunfo de la Revolución cubana en enero de 1959 produjo un fuerte impacto en toda América Latina. En Chile, este escenario se tradujo en una fuerte polarización política e ideológica de los distintos actores sociales. Además del violento enfrentamiento entre los partidos políticos de derecha e izquierda, al interior de este último bloque existieron diferencias considerables entre la izquierda revolucionaria y la reformista.
Por una parte, los partidos tradicionales de la izquierda, el Partido Comunista y el Partido Socialista, apostaban a una profundización gradual de la transformación social a través de reformas institucionales. La tendencia revolucionaria en cambio, sostenía que los cambios sociales debían ser radicales, a través del enfrentamiento directo con la clase dominante y el Estado. La última etapa de esta confrontación conllevaría necesariamente a la lucha armada. Bajo este contexto, los distintos grupos que componían la izquierda revolucionaria sabían que la unidad de este sector era imprescindible para posicionarse en el espacio y en el debate público.
Durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, los días 14 y 15 de agosto de 1965, se realizó el Congreso de Unidad Revolucionaria en la calle San Francisco, en Santiago. La Comisión Organizadora, encabezada por el dirigente sindical Clotario Blest Riffo, estaba compuesta por la Vanguardia Revolucionaria Marxista-Rebelde (VRM-R, jóvenes estudiantes de la Universidad de Concepción), el Partido Obrero Revolucionario (POR, fundamentalmente trotskista), un sector del Partido Socialista Revolucionario (PSR) y trabajadores sindicalistas clasistas del Movimiento de Fuerzas Revolucionarias (MFR). En la reunión participaron cerca de 90 delegados de diversos lugares del país, la gran mayoría procedía de Santiago y Concepción. El 15 de agosto de 1965 se fundó el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y se eligió un Comité Central de 21 miembros, designándose como Secretario General al médico trotskista Enrique Sepúlveda.
En su Declaración de Principios, el MIR se definió como la «vanguardia marxista-leninista de la clase obrera y las capas oprimidas de Chile» (Naranjo et al.: 2004, p. 99) y manifestó su postura revolucionaria de acción política y social en oposición a la izquierda tradicional. Esta posición fue cobrando cada vez más fuerza en el grupo más radical al interior del MIR, el de los jóvenes encabezados por Miguel Enríquez, hasta que en la reunión de agosto de 1967 del Comité Central para organizar el III Congreso de la organización, dicho grupo tomó el liderazgo y Miguel Enríquez fue electo Secretario General. Los trabajadores sindicalistas y los trotskistas fueron marginados y se puso fin a la heterogeneidad política que compuso al MIR desde sus inicios. Después de este episodio y en medio de la polarización política que se vivía a nivel nacional, en pocos años el MIR se convirtió en el referente de la izquierda radical, extraparlamentaria y revolucionaria chilena.
Durante el gobierno de la Unidad Popular, el MIR no formó parte de la coalición gobernante, aunque sí la apoyó explícitamente haciendo una tregua en su táctica de acciones de propaganda armada. Entre 1970 y 1973, la acción política del MIR se centró fundamentalmente en el espacio social con el objetivo de consolidar su política de Frentes de Masas y construcción del Poder Popular, así como consolidar la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR). Durante el régimen militar (1973-1990) el MIR fue duramente perseguido. Éste llamó a sus militantes a no asilarse en las embajadas para luchar contra la dictadura desde el interior del país. La clandestinidad obligó a extremar las medidas de seguridad (puntualidad para encuentros y reuniones, casas de seguridad, falsificación de documentación) y a trabajar en células pequeñas y compactas. Sin embargo, sus militantes fueron encarcelados, torturados, ejecutados, o exiliados, lo que terminaría por desarticular el movimiento, después de distintos acontecimientos que marcaron su historia.
Memoria Chilena.
Fuente: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-31553.html
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