Chile Memoria: La tardía justicia para María Galindo.

A 41 años de su desaparición.

por Lucía Sepúlveda Ruiz.

Joven militante del MIR, fue sometida a atroces torturas y vejaciones en Villa Grimaldi, resistió heroicamente sin entregar información sobre sus compañeros.

El 15 de septiembre, en el Día de las Marías, se publicó una noticia que la familia de María Galindo, así como sus amigos y compañeras del MIR, esperamos durante 41 años, tras su desaparición. Fueron condenados por su secuestro los oficiales (r) de Ejército Miguel Krassnoff, Pedro Espinoza, Carlos López y el suboficial (r) Humberto Zapata Reyes, a 5 años y un día de prisión. Apenas 5 años, sin embargo, los criminales tienen muchas condenas anteriores que cumplen en Punta Peuco.

Sin embargo, la sentencia de primera instancia no cambia la condición de desaparecida de la joven obrera coronelina. María compartió prisión y tortura en Villa Grimaldi con Marta Ugarte, cuyo cuerpo arrojado desde un helicóptero por sus torturadores, apareció en la playa La Ballena, en los Molles. Quizás también María fue lanzada al mar. En el jardín de Las Rosas de la ex Villa Grimaldi, hoy Parque por la Paz, dedicado a las mujeres detenidas desaparecidas, florecerán también en esta primavera María Galindo y Marta Ugarte. En palabras del poeta Raúl Zurita, “arde, el océano santo de Chile arde. Llamas como de incienso tiñen de rosa y sangre las quemadas praderas del Pacífico” (INRI, 2013).

Al momento de su secuestro por la DINA en Santiago, que la sentencia fija en el 18 de julio de 1976, María tenía 26 años. Acababa de regresar de Coronel donde visitó a su familia, pero no hubo testigos de la detención. En diciembre de 1980 las milicias de la Resistencia Popular reivindicaron una acción de ajusticiamiento de Roberto Rojas Álvarez, a quien identificaron como el responsable del secuestro e informante de la DINA y CNI.

Heroica resistencia

Al tiempo de su detención, María, militante del MIR, trabajaba en la reagrupación clandestina de obreros y trabajadores, para contribuir a la reanimación de la lucha ya que la CUT y las organizaciones obreras habían sido proscritas tras el golpe. Ella había sido dirigenta del sindicato de la Pesquera Boca Sur en San Pedro, Región del Bio Bio y por su experiencia, continuó moviéndose políticamente en tareas sindicales. Sometida a atroces torturas y vejaciones en Grimaldi, resistió heroicamente sin entregar información sobre su estructura y compañeros, entre los que estaban el ex dirigente de la Federación del Metal, Jaime Riquelme, el “Yeti”, y esta periodista.

Ese año se habían realizado mitines relámpagos para el 1º de mayo y otras actividades de propaganda. Con María –que se llamaba Renata en la clandestinidad- hacíamos los volantes para estas actividades de forma muy precaria, con escasa ayuda porque todavía la gente estaba muy atemorizada. María desempeñaba estas tareas con una consecuencia y valentía enormes. Alguna vez comentó que le faltaba el dinero incluso para comer, destinándolo a realizar las tareas que asumía, tras lo cual se reía y anunciaba que iba a salir a “machetear”, conectando amigos de sus tiempos de dirigente nacional de la Juventud Obrera Católica y miembro de las comunidades cristianas de base. Era incansable en el trabajo de construcción de redes.

Vigencia de su lucha

La consecuencia de María es algo que también rescata el dirigente Manuel Aguilar, presidente del sindicato A Luchar–Lautaro, que agrupa a trabajadores del Transantiago. Vinculado familiarmente con María, asistió a un homenaje que se hizo en 2016 en Villa Grimaldi, a 40 años de su desaparición en manos de la DINA. “La lucha de ella está más vigente que nunca -afirma Manuel-, sigue pendiente y como tarea del momento la reconstrucción, desde abajo, del mundo sindical, rescatando organizaciones que están incluso en manos de la patronal. Necesitamos sindicatos clasistas donde sean las bases, las asambleas, los trabajadores más consecuentes los que lleven la batuta. Que sean los mismos trabajadores los que vayan avanzando con una perspectiva política y sindical. Debemos reconstruir el legado histórico, hermoso, de lucha consecuente de compañeras como María que estuvo dispuesta a rendir la vida en favor de los trabajadores. Hay que comenzar de nuevo a soñar, porque si no soñamos y no creemos en algo mejor estamos sonados”, finaliza el dirigente.

El ministro Mario Carroza fundamenta el fallo contra Krassnoff y otros agentes de la DINA en información aportada por un agente de la guardia de detenidos de Grimaldi, “quien proporciona la información acerca de los malos tratos, torturas y vejaciones cometidas en su contra, y señala que desde ese lugar se le pierde la pista sin que tenga más noticias sobre de su paradero ni se haya determinado su fallecimiento, identificando entre los agentes que la interrogaron y sacaron del cuartel a Basclay Zapata Reyes, miembro de la Agrupación Halcón a la fecha de los hechos, quien ha señalado que todas las órdenes sobre sus actuaciones provenía del oficial a cargo del MIR (investigación y represión), esto es Miguel Krassnoff Martchenko”.

Lucía Sepúlveda Ruiz
www.periodismosanador.blogspot.com
Fuente: http://www.elciudadano.cl/justicia/la-tardia-justicia-para-maria-galindo/09/15/

Anexo (Editor CT):

MARIA GALINDO RAMÍREZ

  • 26 años
  • Soltera
  • Secretaria Administrativa
Maria Galindo, militante del MIR asesinada por la DINA.

El 22 de julio de 1976 fue detenida por agentes de la DINA en circunstancias que se desconocen, María GALINDO RAMIREZ, militante del MIR.  La afectada permaneció recluida en Villa Grimaldi, lugar desde el cual se le perdió el rastro en agosto de ese año, y en el que compartió la celda con Marta Ugarte, cuyo cadáver apareció posteriormente en la playa de Los Molles.

Esta aprehensión pudo haber tenido lugar días antes, puesto que de acuerdo a la versión del esposo de Eliana -don Roberto Rojas Alvarez- estampada en ese mismo proceso, el último día que fue vista corresponde al 18 de julio de ese año en Estación Central, lugar en el cual la afectada y su cuñado se separaron luego de regresar ambos desde la ciudad de Coronel. En cualquier caso, debió ser detenida en la calle, puesto que en el domicilio de la afectada no se encontraron huellas o indicios de este hecho.

La certeza sobre la detención de la afectada la tiene la familia luego que el día 2 de agosto, y encontrándose Roberto Rojas Alvarez en el domicilio común se presentaron cuatro agentes -que dijeron pertenecer a la DINA- y realizaron en la casa un allanamiento ilegal. Esta visita la describe Roberto Rojas de la siguiente manera: «…llegaron el día 2 de agosto personas que sin identificación y sin yo conocerles me preguntan por María Galindo Ramírez «la gordita» como ellos la denominaron. Esto me dio la impresión de que la conocían con anterioridad…» «…las personas que fueron a mi domicilio a buscar a María Galindo efectuaron un allanamiento muy superficial e inquirieron por la ideas políticas tanto mías como de ella…» «….por las de ella les dije que, pese a que tenía tendencias de izquierda, no le conocía militancia política alguna…».
También la hermana de la afectada dedujo la aprehensión ilegal en razón que los agentes señalaron que María tenía las llaves del departamento, siendo ella la única que podría haberles proporcionado este antecedente.

Conjuntamente a estos indicios, la familia recibió información respecto de su reclusión en recinto secreto de la DINA de Villa Grimaldi. Es así que el testigo don Pedro Rolando Jara Alegría,: «En el cuarto próximo al que nos encontrábamos (el declarante y otras dos mujeres: Juana Vicencio Hidalgo y Rosa Leiva) estaba Marta Ugarte y María Galindo, personas a quienes vi al sacarnos a comer durante esos dos días, ya que debíamos usar la misma puerta. Pude también conversar con ellas durante ese tiempo, ya que el tabique que separaba nuestras piezas tenía un orificio que permitía hacerlo». Agrega «…María Galindo había sido torturada habiendo sufrido todo tipo de abusos en su persona».

Rosa Elsa Leiva Muñoz, quien permaneció privada de libertad en Villa Grimaldi en la misma fecha DECLARA : «Pasé la noche ahí con esta otra señora de nombre Juana Hidalgo … Se escuchan ruidos del lugar donde estaban las mujeres; al parecer violaron a María, la joven del MIR que lavaba los tachos junto a Marta Ugarte».

Cabe hacer presente que en agosto de 1976 fue encontrado en una playa del Norte del país el cadáver de Marta Ugarte con evidentes signos de torturas y mutilaciones.

 

Fuente: https://mujeresdevillagrimaldi.blogia.com/pagina/11/


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