por Federación Nacional Livia Videla.
“Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar, nadie le ha puesto remedio pudiéndolo remediar levántate Huenchullán”.
Una vez más el Estado chileno a través de sus instituciones judiciales, gubernamentales, parlamentarias y empresariales se ensañan con violencia extrema contra el pueblo mapuche.
Con montajes, pruebas fraudulentas, prisiones “preventivas” que duran años, juicios con encapuchados, territorios ocupados por un gran contingente policial y una fuerza represiva brutal contra niños, mujeres y hombres este estado chileno mantiene la defensa acérrima de los intereses de los latifundistas explotadores y usurpadores de las tierras de nuestros pueblos ancestrales.
La huelga de hambre de 113 días que mantiene en peligro de muerte a 4 comuneros mapuches. Alfredo Tracal y los hermanos Pablo, Benito y Ariel Trangol ya llevan un año y tres meses en prisión preventiva. Se les acusa por la quema de una iglesia evangélica en junio del año pasado. Ellos, lo único que están demandando es que haya un juicio oportuno y no después de meses de prisión preventiva, que no se aplique la ley antiterrorista, que la Sra. Bachelet se comprometió a no aplicar durante su gobierno, y que no se utilicen en los juicios testigos encapuchados.
Están demandando al Estado chileno, simple y llanamente, que se aplique la ley sin discriminaciones, que haya un juicio oportuno y justo, transparente y con pruebas sólidas. ¿Es mucho pedir acaso, a un Estado que se dice democrático?
Las demandas de los comuneros están lejos de lo que en la práctica ha realizado el Estado Chileno como se puede comprobar en el Informe de la Biblioteca del Congreso Nacional (solicitado por el Senador Navarro) que revela que en los últimos 12 años, 65 comuneros han sido absueltos en casos de “violencia rural”, no sin antes pasar meses e incluso años en “prisión preventiva” y con huelgas de hambre mediante.
Sin embargo, los verdaderos terroristas aquellos que mienten descaradamente, que hacen negocios fraudulentos con información privilegiada, que se coluden para robarle a las familias chilenas, que entregan facturas truchas, que se han apoderado del país comprando parlamentarios para que les hagan leyes a su medida andan libres e impunes sin haber estado un solo día en la cárcel.
Por todo lo anterior, solidarizamos irrestrictamente con las demandas del pueblo mapuche y exigimos que se concreten a la brevedad las demandas de los comuneros en huelga de hambre:
• Realización, ahora ya, de un juicio justo, transparente, con pruebas sólidas y sin testigos encapuchados.
• ¡No a la Ley Antiterrorista!
• ¡No a la prisión preventiva!
Santiago, 27 de septiembre de 2017.
¡ARRIBA LOS Y LAS QUE LUCHAN, NUNCA MÁS SOLOS!
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