PRONUNCIAMIENTO DE FEMINISTAS Y LESBIANAS DE LA REGIÓN DE VALPARAÍSO CONTRA EL FASCISMO Y LOS FUNDAMENTALISMOS.
En estas últimas semanas, se ha hablado con bastante frecuencia de violencia, particularmente de violencia política, dado los conocidos hechos ocurridos en la Universidad Arturo Prat de Iquique. Comprender la violencia como un ejercicio sin contexto, sin considerar quién o quiénes portan el poder, qué discursos se elaboran en torno al hecho, es nuevamente caer en simplificaciones, ignorancias o simplemente, estrategias de invisibilización de una de las características centrales de las sociedades actuales: el conflicto y junto con ello, la legitimidad del ejercicio de violencia de quienes hemos sido sometidas/sometidos, al poder abusador y explotador de este orden social.
Así, no sólo nos indigna el tour que el político de ultraderecha, José Antonio Kast – primera generación de una familia alemana, cuyo padre prestó servicios al nazismo-, se ha empeñado en desarrollar en distintas universidades públicas, sino también la reacción casi unánime de los distintos sectores políticos oficiales, desde la UDI hasta miembros del Frente Amplio, que han planteado sin ninguna duda el “rechazo a todo acto violento”, sustentando dicho rechazo en que “las ideas se debaten con ideas en democracia”, o que no se puede “relativizar un hecho violencia” y un tedioso etc. que llega hasta el hastío. Varios de éstos hombres y mujeres que desde su sitios de poder levantan este discursillo, jamás se han pronunciado por ejemplo, por la violencia en el wallmapu, o la violencia de la derecha opositora en Venezuela, o los asesinatos de miles de defensoras y defensores de derechos humanos y de la tierra, ocurridos en América Latina y en Chile, lo que revela que para este grupete moralizante de las conductas desviadas, algunas vidas valen, algunas vidas deben ser protegidas, otras no valen, no merecen protección, no importan, algunas incluso no deben verse y por eso, las desaparecieron/las desaparecen…
Frente a esto, como feministas, mujeres, lesbianas de Valparaíso, señalamos que:
J. A. Kast en un intento por permanecer vigente en los medios de comunicación y por tanto en la llamada “opinión pública”, ha intentado recorrer distintas casas de estudios, en una clara afrenta a estudiantes, funcionarios, académicos/as, que no sólo han estado comprometidos en la lucha estudiantil de los últimos años, de la cuál Kast ha sido un furioso detractor y con ello, un ferviente cuidador de los privilegios de su clase; sino que también, han sido actores sociales relevantes a la hora de mantener viva la memoria de aquellos y aquellas que fueron torturados/as, secuestros/as, asesinados/as y desaparecidos/as bajo la dictadura militar. La familia Kast, no sólo tenía uno de sus miembros en el gabinete del dictador Pinochet, sino que también apoyó y facilitó el trabajo de exterminio contra los opositores políticos. Ejemplo de ello, es lo ocurrido en Paine en esos tiempos, particularmente, la desaparición de un joven militante del MIR, Pedro Vargas Barrientos.
Y qué hablar de la su trayectoria política. Conocida es su homofobia, misoginia, racismo y clasismo, su defensa de la familia patriarcal como eje de la sociedad, de la religión y la patria, esparciendo un discurso, en complicidad con los medios de comunicación, que sólo aumenta el odio en una sociedad como esta; el odio contra las mujeres, contra los pueblos indígenas, migrantes, trabajadores/trabajadoras y pobres, es decir, contra la población oprimida y explotada. Por ello decimos, Kast es un hombre peligroso, no es una víctima.
Hoy este hombre está empeñado en levantar una ultraderecha, con ideas como las que se han señalado, que se pueden perfectamente asociar al fascismo y a los fundamentalismos religiosos en alzada en América Latina. Ciertos sectores de la iglesia evangélica, en alianza con sectores políticos ultraconservadores, se han levantado en Colombia y Brasil, con un impacto tremendo en la realidad de aquellos países. En Colombia durante el plebiscito por la paz, sectores evangélicos y conservadores, llamaron a rechazar el acuerdo logrado entre el gobierno y las FARC, obstaculizando el proceso desarrollado hasta ese momento. En Brasil, la numerosa bancada parlamentaria evangélica, ha sostenido posturas y levantado iniciativas legislativas antiderechos y claramente discriminatorias.
El fascismo entrelazado con fundamentalismos religiosos, genera un poder perverso, que durante la historia reciente ya se ha mostrado, y cuyas consecuencias tienen un impacto directo en todos aquellos otros que el capitalismo, el hetero- patriarcado y el orden racial, trata de someter.
Lo anterior, asociado con crisis institucionales, democracias ficticias, acentuación de desigualdades socioeconómicas y mayor concentración de riquezas en algunos pocos, muy pocos; conforman un panorama, donde las políticas de explotación y usurpación de la vida humana y del planeta, se acentuarán e incluso lograrán apoyos significativos en partes de la población, gracias a la siempre presente complicidad de los medios de comunicación masivos, situación similar a lo ocurrido en los años 30’ del siglo pasado, con el nazismo.
Reiteramos: Kast es un hombre peligroso.
Frente a este contexto, señalamos que es absolutamente legítima la defensa, la autodefensa, frente a este hombre que se quiere instalar como el referente de este discurso político nefasto, lleno de odiosidad, cargado de sangre y crímenes, justificador de discriminaciones y atrocidades.
No relativizamos, ni dudamos ante lo ocurrido y por ello saludamos la reacción de estudiantes, funcionarios/as, académicos/as, que han hecho explicito su rechazo y repudio a Kast, porque no es lo mismo la violencia que ejercen los que tienen poder político, el poder policiaco, el poder económico, ese poder abusador, saqueador, torturador, contrario a la humanidad, que la violencia que ejercen, que históricamente hemos ejercido los/las de abajo en pos de nuestras vidas, en pos de nuestras libertades colectivas, en pos de subvertir el orden social instalado y reproducido por los opresores y explotadores. No son violencias comparables. A una, la de los poderosos, la legitima la ley construida por ellos mismo, la legitima los grandes ladrones que han comprado el poder político y comunicacional; a la otra, la legitima la historia de lucha de cientos y cientos de pueblos, de mujeres, de hombres, de jóvenes, que no dudan en enfrentar a los tiranos, dictadores, corruptos y torturadores. Ignorancia, incapacidad intelectual o simplemente “carerajismo”, es afirmar lo contrario.
Saludamos y celebramos la valentía de los y las jóvenes que se enfrentaron al fascismo, ayer y hoy, que son capaces de ver y de recordar el peligro que porta la proliferación de posturas y discursos como la de J. A. Kast.
Saludamos a los que durante toda nuestra historia han levantado barricadas, han levantados los puños, la voz y las armas, para defender a los y las oprimidos/as, explotados/as, discriminados/as. Sin ellos, sin ellas, nuestra esperanza no existiría.
Como mujeres, feministas, lesbianas, somos parte de esa historia de lucha y no del cinismo de los sectores políticos que han levantado esta teatral democracia, que no deja sino una mueca de rabia, repugnancia e indignación.
¡¡A PARAR EL FASCISMO Y LOS FUNDAMENTALISMOS!!
FEMINISTAS Y LESBIANAS DE LA REGION DE VALPARAISO
27 de marzo 2018
Firman y adhieren:
Colectiva La Huacha Feminista. Valparaíso
Círculo de Lilith. Valparaíso
Red chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres. Valparaíso
Ruda con Malicia. Valparaíso
Colectiva Peuka Mestiza. Temuko.
Nosotras Decidimos. Valparaíso
Coordinadora Feminista de Quillota
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