Hasta el Palacio de La Moneda llegaron Cristóbal Reumay (21) y Manuel Baltierra (38), quienes iniciaron una huelga de hambre en favor de la petición del machi Celestino Córdova, primer condenado por el caso Luchsinger-Mackay. La autoridad espiritual mapuche solicita al Estado 48 horas para salir de la cárcel y concretar un rito sagrado: renovar su rewe.
Reumay y Baltierra se mantienen desde el domingo pasado sin alimentación en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad de Chile, mientras que Celestino Córdova permanece en huelga de hambre en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco, protesta que se ha extendido por 33 días. Este es su segundo período en esa condición, luego de terminar en abril con 102 días de ayuno.
En diálogo con El Ciudadano, Reumay aseguró que “en estos días se va a sumar más gente, va a ser una huelga masiva”. El vocero indicó que en las comunidades “existe una preocupación muy grande” por la situación del machi y “por la posición del Estado, que quiere dejarlo morir”, cuestión que, según expuso, afectaría “a todo el territorio”.
“El machi Celestino es una autoridad ancestral para nuestro pueblo. Él lleva cinco años encarcelado por el caso Luchsinger-Mackay, un caso viciado, sin pruebas vinculantes y en todo este tiempo no ha podido llegar a su rewe (a pesar de que) hace dos años inició, por todos los medios legales, esta salida”, explicó el joven de 21 años.
El manifestante comentó que la renovación del rewe es un compromiso asumido por el machi con su territorio y que si no concreta la ceremonia espiritual, “va a cobrarle la vida”. En este sentido, enfatizó que si Córdova “no está haciendo su trabajo, lamentablemente la vida de él, de su familia y de la comunidad se verán tremendamente afectadas”.
Pasadas las 13 horas, la manifestación en apoyo a Celestino Córdova coincidió con una ceremonia que en paralelo encabezaba el presidente Sebastián Piñera. Si en la esquina de Agustinas con Morandé se escuchaba el cántico “en huelga de hambre/ el machi Celestino/ por culpa del Estado/ racista y asesino”; en el vértice de Teatinos con Moneda, el mandatario inauguraba la estatua del presidente Pedro Aguirre Cerda.
En el punto de prensa realizado en la Plaza de la Constitución, El Ciudadano constató la presencia de un numeroso contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros. Para Cristóbal Reumay, resulta evidente el nexo con el denominado “Comando Jungla”, un grupo de 80 funcionarios policiales entrenados en Colombia y Estados Unidos que fue destinado a las regiones del Biobío y La Araucanía.
“Piñera hizo una declaración de guerra en La Araucanía hace un par de días (..) esta es la guerra desigual en la que estamos hoy (…) Piñera fue a consagrar la militarización en La Araucanía”, expresó el dirigente mapuche en huelga de hambre.
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