Wallmapu: Héctor Llaitul: “La Moneda fue artífice de la Operación Huracán y Aleuy su arquitecto”

por Pedro Cayuqueo/ The Clinic.

Fue acusado de liderar una peligrosa asociación ilícita terrorista responsable de una veintena de atentados a camiones. Pero todo resultó ser un montaje del cual Llaitul responsabiliza al gobierno de Bachelet. En exclusiva para The Clinic vocero de la CAM se refiere a la formalización de los responsables de la Operación Huracán, al publicitado Comando Jungla y otras perlas del acontecer sureño.

Se trató de un gran operativo policial. Y a la cabeza el mayor (r) Patricio Marín Lazo, uno de los hombres clave de la inteligencia policial en la zona del conflicto mapuche. Así recuerda Héctor Llaitul, portavoz de la CAM, su detención en Concepción en septiembre del año pasado. “Marín solicitó expresamente encabezar ese operativo. Yo era la guinda de esa torta”, agrega el dirigente en referencia a la fallida Operación Huracán.

De aquel operativo han transcurrido diez meses, mismo período que tendrá la fiscalía para investigar la implantación de pruebas falsas contra Llaitul y otros siete dirigentes mapuche, el mayor fiasco policial desde que se implementó la Reforma Procesal Penal. La semana pasada, el fiscal Carlos Palma formalizó en el Juzgado de Garantía de Temuco a ocho exuniformados, incluido el ex jefe de inteligencia de Carabineros, general (r) Gonzalo Blu, por lo que denominó una asociación ilícita destinada a fabricar pruebas falsas.

Al término de las audiencias la jueza Marcia Castillo decretó la prisión preventiva del capitán (r) Leonardo Osses, junto con el arresto domiciliario total y arraigo nacional para Gonzalo Blu y el exasesor Álex Smith, el denominado “profesor” creador del supuesto programa Antorcha. Blu, Osses y Smith –los principales responsables de Huracán- fueron formalizados por un total de 29 delitos reiterados de asociación ilícita, falsificación de instrumento público y obstrucción a la investigación, delitos por los que arriesgan penas que partirían en los 5 años y un día de presidio.

Pero en la audiencia no estuvo el mayor (r) Patricio Marín, segundo al mando de la extinta Unidad de Inteligencia Operativa Especializada (UIOE) y captor de Llaitul. Su defensa presentó licencia médica y será formalizado recién el próximo 7 de agosto.

¿Qué impresión les dejó la formalización?-Es un avance pero resulta evidente que existe un trato desigual cuando los imputados son agentes del Estado y no comuneros mapuche. Vemos cierto trato privilegiado para los oficiales que están siendo investigados por delitos graves. Lo digo por las medidas cautelares; el capitán Osses quedó con arresto en un recinto militar y no en una cárcel; el general Blu, uno de los mayores responsables, solo con arresto domiciliario y así el resto con medidas cautelares muy bajas. Nos parece que la prisión preventiva era lo justo y así lo solicitó tanto la fiscalía como nosotros los querellantes.

Marín Lazo ni siquiera se presentó.-Su caso pasó casi desapercibido y se trata de uno de los jefes directos de la Unidad de Inteligencia Operativa, con largo historial en episodios de represión a comunidades y luchadores mapuche. En la provincia de Arauco tanto Marín como Leonardo Osses son bien conocidos. Ambos estuvieron detrás de las torturas que recibieron los hermanos Viluñir, quienes fueron colgados en un puente y amenazados de muerte. También Marín figura como quien implantó pruebas falsas a Patricio Antiago Millanao en Lanco. Es el mismo Marín que no se presentó a su formalización aduciendo licencias médicas de la propia institución de Carabineros. Aquí vemos una situación por lo menos irregular.

¿Marín fue el oficial que lideró su detención?
-Así es, Marín solicitó expresamente encabezar ese operativo. Para él yo era la guinda de esa torta llamada Operación Huracán. Ese día llegaron con prepotencia, un gigantesco operativo a casa de familiares y hasta tuvimos un altercado. Marín se pavoneaba de la capacidad que tenía su equipo de inteligencia, posaba para las cámaras de los noticieros, una actitud muy soberbia. Me da la impresión que como tiene más de diez años en la Araucanía en labores de inteligencia ha logrado una amplia red de contactos, una especie de red de protección entre latifundistas, autoridades y grupos de poder regional. No ha sido público, por ejemplo, que algunos hemos seguido siendo blanco de amedrentamiento.

¿A qué tipo de amedrentamiento se refiere?
-A mí me coartaron la posibilidad de asistir a la formalización de estos personajes por una acción de matonaje bien grave cuando me dirigía a Temuco, hablo de sujetos no identificados y de los cuales tuve que huir. Desconozco si eran agentes de inteligencia policial o alguna especie de sicarios que buscaban atentar contra mi vida. Mi sospecha es que eran agentes de inteligencia que nunca han dejado de seguirme y monitorear mi teléfono y mis pasos. Debido a esta situación, con el abogado Alberto Espinoza presentamos un recurso de amparo que fue declarado admisible por el tribunal. Nos interesa sobre todo se aclare si existe alguna orden de investigación en curso en mi contra que amerite este tipo de seguimientos o acciones de hostigamiento.

En la formalización el ex general Blu declaró desconocer la trama oculta de la Operación Huracán y sentirse “engañado” por sus subalternos. ¿Qué opina de ello?
-Es una forma de cortar el nexo que existe entre el Alto Mando y los agentes más operativos, blindando así a los primeros. Nosotros estamos convencidos que aquí las responsabilidades son al más alto nivel, incluido el ex director Bruno Villalobos y el ex subsecretario Mahmud Aleuy, ambos deben ser también investigados y de existir antecedentes, también formalizados por la justicia. Hay un claro intento de Blu de endosar responsabilidad a sus mandos medios y agentes en terreno. Es algo que nos parece curioso ya que sabemos que Carabineros funciona con una cadena de mando. Más allá de ser víctima de un engaño, creemos que Blu fue víctima de la ineptitud de sus oficiales. Hasta nos resulta cómico que hoy Blu culpe a los subalternos y estos últimos culpen a Smith, quien parece ser el hilo más delgado.

¿Esperan condenas en este caso?
-Esperamos haya condenas y que sean ejemplificadoras. Hablamos de delitos graves que ponen en tela de juicio todo el sistema de justicia. Siempre se nos habla a los mapuche del Estado de derecho y de la fe pública en las instituciones y todo ello aquí fue vulnerado por agentes del Estado. Si la justicia en verdad funciona de manera imparcial, aquí debería haber penas de cárcel, de cumplimiento tras las rejas.

En otras latitudes este tipo de montajes de inteligencia fueron la antesala de campañas de “guerra sucia” contra movimientos sociales e insurgentes. Pienso en las políticas de Nixon contra el Movimiento Indio Americano o bien los Panteras Negras. O en Colombia con las ejecuciones extrajudiciales, los “falsos positivos”. ¿Les preocupa que Huracán haya sido solo el comienzo de algo?
-Si lo vemos en términos más amplios, esto tiene alcances de política de Estado bajo la lógica del enemigo interno y aquella guerra de baja intensidad que conocimos en otras décadas, una lógica que pareciera retornar para Wallmapu. Y nos parece lógico que así sea ya que el conflicto entre el Estado y nuestro pueblo pone en entredicho el modelo capitalista y plantea demandas por territorio y autonomía que para el Estado y quienes gobiernan, desde una mirada miope de los derechos indígenas, resultan peligrosas. La Operación Huracán creemos se enmarca en ese escenario más amplio, para nada es un hecho aislado. Para nosotros La Moneda fue artífice de la Operación Huracán y Aleuy, su arquitecto. No olvidemos que visitó la zona, se reunió con políticos, con los altos jefes de las policías, con fiscales e incluso tejió redes en Argentina en una operación que escaló a nivel internacional e involucró a la ministra de seguridad pública de Argentina, Patricia Bullrich.

¿Una coordinación represiva de dos Estados contra el movimiento mapuche más rupturista?
-Huracán formaba parte de una operación binacional. No olvidemos que en Puelmapu, en el territorio mapuche argentino, existen hoy expresiones de lucha mapuche que confrontan contra intereses empresariales. Existe una política represiva en Argentina que copia bastante el modelo de Chile. Está el caso del lonko Facundo Huala, preso en Esquel y a quien conocemos y respetamos como autoridad tradicional y weichafe (guerrero). También el crimen policial de Rafael Nahuel en Bariloche que nos recuerda lo sucedido acá con Matías Catrileo. Y las acusaciones de tráfico de drogas, de internación de armas y vínculos con exsubversivos que probaron ser falsedades. Todo ello no hace más que reafirmar el diagnóstico de la CAM; vivimos bajo una situación de dominación colonial por parte de los Estados. De allí que estas operaciones de inteligencia busquen golpear a los sectores mapuche más autonomistas.

¿Observan un cambio en el nuevo gobierno o bien más de lo mismo?
-No vemos todavía mayor cambio. Hay anuncios de reformar la ley antiterrorista, de crear este Consejo Nacional de Inteligencia o de seguir utilizando contra los mapuche la ley de inteligencia que fue la herramienta que posibilitó la Operación Huracán. Es un abordaje policial del conflicto que ha demostrado su fracaso pero vemos lo siguen utilizando.

¿A su juicio qué explica esta porfía?
-Creo todavía les sirve, es funcional a un objetivo de deslegitimación de nuestra causa que pasa a ser vista por la opinión pública como delincuencial, terrorista, vandálica. Hay un uso político-comunicacional de la estrategia represiva para demonizarnos y mostrarnos como una organización distinta a lo que somos en verdad. La CAM es una expresión legítima del pueblo mapuche, integrada por militantes de nuestro pueblo y cuyas demandas son democráticas y justas. Es cosa de ver la experiencia y las legislaciones de otros países donde la autonomía y los derechos indígenas están garantizados. Este es el marco que permitió la Operación Huracán y que permite al actual gobierno crear el llamado Comando Jungla.

¿Les preocupa esta nueva unidad antiterrorista?
-Por la CAM hablan sus acciones de resistencia y ellas han continuado como prueban aquellas en apoyo al machi Celestino Córdova. De “los junglas” no nos hemos enterado en el terreno. Pero sí hay algo que nos preocupa por las implicancias que pudiera tener. Me explico: el gobierno está enviando policías a formarse en Colombia donde la realidad hasta hace muy poco era de guerra interna. Hablamos de una formación militar, para el choque militar y ello puede desembocar en Wallmapu en una confrontación incluso mayor a la existente hasta ahora. Puede que los agentes del Estado en verdad crean que están combatiendo insurgentes, guerrilleros y la realidad nuestra no es esa. Eso vemos con preocupación, que se puedan dar choques a futuro donde nuestros weichafe (guerreros) harán uso de la legítima defensa y puede haber bajas.

¿Bajas entre los junglas?
-Pasa que por mucha preparación que puedan tener “los junglas” y por mucha tecnología que utilicen, el territorio es nuestro, lo conocemos, lo caminamos y eso siempre jugará a nuestro favor. De allí las acciones de resistencia de las últimas semanas por parte de la CAM y otras expresiones del movimiento autonomista y donde el Comando Jungla no ha visto una. El gobierno debiera reflexionar sobre si quiere seguir agudizando el conflicto o bien apostar por una salida política.

¿Qué opinión les merece el rol del ministro Alfredo Moreno? Ha tenido encuentros con ex miembros de la CAM que fueron emblemáticos ad portas de la presentación del Plan Impulsa Araucanía en septiembre próximo.
-Es algo nuevo que hemos visto ya que Moreno fue más allá de los sectores mapuche institucionales que siempre son convocados a dialogar por los gobiernos. Esta vez se han dado acercamientos con dirigentes que fueron emblemáticos en la recuperación territorial como Víctor Ancalaf, Juan Pichún y Aniceto Norín, gente con trayectoria de lucha. Pero luego, paralelo, se da este anuncio del Comando Jungla y allí otra vez queda en evidencia la contradicción de La Moneda o bien la estrategia dual de la zanahoria y el garrote que ya conocemos.

Y el Plan Impulsa Araucanía, ¿les merece alguna opinión?
-Es la pega del ministro Moreno, sacar adelante ese plan que vemos se orienta de manera casi exclusiva a lo productivo bajo una lógica de inversiones para el desarrollo capitalista. No vemos allí una perspectiva hacia el mundo mapuche y sus reivindicaciones históricas, no al menos desde el punto de vista político o legislativo, de medidas que uno pudiera pensar irán en beneficio de nuestro pueblo. Dicho Plan nos parece más bien diseñado para los sectores gremiales, productivos y el latifundio regional, esa derecha más dura y racista.

El electorado del actual gobierno. Piñera arrasó en La Araucanía.
-Un electorado que pide mano dura contra los mapuche, que pide estados de excepción, militares en los campos y que niega la más mínima validez a la reivindicación de las comunidades. Tampoco nos engañamos, sabemos que tras medidas represivas hay una señal del gobierno para su electorado, para su clientela política en la región, para su base social. En la Araucanía los colonos, los dueños de fundo y los empresarios son un poder y han tejido redes de influencia política, económica y cultural al interior de la derecha más conservadora que La Moneda suponemos tampoco puede desatender.

¿Y cómo resuelve el gobierno este dilema? Si la agenda nacional en el tema indígena la controla esa derecha regional, no pareciera existir luz al final del túnel.
-La posibilidad de un camino diferente está ahí, el pueblo mapuche tiene una larga experiencia de parlamento, de diálogo político, nosotros propusimos al anterior gobierno una tregua y no fuimos escuchados. No escapa a esa oportunidad el nuevo gobierno, pero es una decisión que deben ellos tomar, nosotros estamos llanos a esa posibilidad.

¿Una especie de cumbre Llaitul-Moreno?
-No lo veo tan personalista, creo que debiera plantearse dentro de lo que son algunas expresiones de lucha del pueblo mapuche y que están en la resistencia, junto a las autoridades del Estado, de los tres poderes del Estado. Y quizás con la mediación de algunos organismos no necesariamente estatales, como del mundo académico o de instituciones internacionales que faciliten un diálogo político y permitan una salida pacífica antes que recrudezca más la violencia.

¿Están dadas hoy las condiciones para ese diálogo?
-Hoy, lamentablemente no y debido principalmente a la torpeza del propio gobierno. Tenemos la situación del machi Celestino Córdova con quien solidarizamos en su demanda. Su petición es cultural, es legítima y nosotros lo estamos apoyando para que pueda asistir a su rewe y renovar sus fuerzas. Es un derecho que incluso está estipulado en los pactos internacionales como el Convenio 169 de la OIT y también en el derecho a la libertad de culto de los presos.

Para el machi la negativa del gobierno a su petición es el equivalente a una condena a muerte.
-En nuestra cosmovisión es condenarlo a muerte y él no tiene una condena a muerte, fue condenado a una pena de cárcel que en ningún caso le priva de ejercer sus derechos. Él hoy está siendo víctima de tortura por parte del Estado y su caso tiene a diversos sectores mapuche movilizados y activos. Se ha generado un gran descontento y varias acciones de resistencia de las últimas semanas han sido en solidaridad suya. Una salida política pasa por gestos y la situación del machi creo amerita del gobierno un gesto político, un gesto humanitario. Si el gobierno da ese paso nosotros estaríamos en condiciones de sentarnos a dialogar.

Fuente: https://www.theclinic.cl/2018/07/24/exclusivo-hector-llaitul-la-moneda-fue-artifice-la-operacion-huracan-aleuy-arquitecto/


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