por Camilo Villa J./R. UdeChile.
La ex presidenta estaba determinada a reconocer a la nación africana que hoy es ocupada por Marruecos, sin embargo, el ex canciller y actual timonel del PPD se habría opuesto a la medida, argumentando, incluso, que podría perjudicar a Chile en su diferendo con Bolivia en La Haya.
La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) demanda reconocimiento. Si bien se proclamó independiente el 27 de febrero de 1976, las presiones del Reino de Marruecos sobre diversos países han limitado la validación internacional de la soberanía saharaui sobre su territorio, al noroeste de África.
En 1979, Marruecos anexó ilegalmente toda la región que años antes era colonia española, sin considerar que quienes allí habitaban anhelaban la independencia, no un cambio de potencia colonialista.
Es por eso que para la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Sahara Occidental –zona reclamada por la RASD- es considerado como uno de los 17 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité Especial de Descolonización. En Chile y desde el fin de la dictadura, autoridades y activistas chilenos han tratado, sin éxito, que nuestro país reconozca a la RASD como un Estado soberano.
Durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el canciller Juan Gabriel Valdés envió una carta a su par de la RASD, donde le señalaba que, en nombre del Estado de Chile, y por instrucciones del presidente de la República, el Gobierno procedería a reconocer a la nación africana. Pero no ocurrió.
En los años siguientes son varias las ocasiones en que autoridades de ambas partes han tenido encuentros para abordar el tema. De hecho, al día siguiente que Michelle Bachelet fuera electa como presidenta para su primer periodo, recibió al canciller de la RASD y se comprometió, ante él, a resolver el asunto.
Desde el Congreso también han sumado declaraciones y cartas demandando el reconocimiento al país africano. Incluso, ya en el segundo mandato de Bachelet, el mismo presidente de la RASD, Braim Gali, le envió una carta a su par chilena para que el gesto tan anhelado al fin se concretara.
Según todas las fuentes consultadas por este medio, Michelle Bachelet, durante su segundo mandato, estaba resuelta a reconocer a la RASD. En eso ayudó de sobremanera una carta firmada por los que en ese entonces eran presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría: Álvaro Elizalde del Partido Socialista; Matías Walker, presidente subrogante de la Democracia Cristiana; Guillermo Teillier del Partido Comunista y Gonzalo Navarrete del PPD.
“Uno de los temas que siempre ha concitado consenso entre las fuerzas democráticas y progresistas que respaldamos su Gobierno es la defensa y promoción del principio de la autodeterminación e independencia de los pueblos. Por ello nos dirigirnos a usted para solicitarle considere antes del término de su mandato presidencial el reconocer a la República Árabe Saharaui Democrática y el establecimiento de relaciones diplomáticas”, decía la misiva enviada a la ex mandataria.
En los últimos días de gobierno de Bachelet, la ex jefa de Estado pidió nuevamente la carta firmada por los timoneles, pues sí o sí reconocería a la nación africana. Sin embargo, llegado el 11 de marzo de este año, cuando Bachelet dejó el poder, Chile no había reconocido a la RASD. ¿Qué pasó? Todo apunta al papel que jugó el ex canciller, Heraldo Muñoz.
El argumento de Muñoz.
Fuentes a las que accedió nuestro medio, sostienen que Muñoz nunca estuvo de acuerdo con el reconocimiento a la nación africana. Sus buenas relaciones con Marruecos y, en especial, su amistad con el ex presidente español Felipe González, reconocido lobista opositor a la independencia de la RASD, ayudan a explicar su posición. En su condición de canciller, Muñoz invitó a González en 2017 a Chile y gestionó un encuentro con Bachelet, donde el dirigente español expresó su postura adversa con respecto a la independencia saharaui.
Según el ex diputado Sergio Aguiló, en los últimos días de gobierno, Muñoz persuadió a Bachelet con un argumento particular. “Le señaló que uno de los tantos miembros del tribunal de La Haya -donde Chile está en una disputa con Bolivia y por tanto tendrán que fallar en el diferendo con el país hermano- era de origen marroquí y, por tanto, reconocer a la República Árabe Saharaui Democrática podría influir negativamente en el voto de este ministro en el tribunal de La Haya”.
Por todo esto, y a juicio de Aguiló, la actitud de Heraldo Muñoz se debe a que “él es parte de lo que se ha llamado el lobby marroquí, que ha usado distintos instrumentos, distintas herramientas. A mí no me consta que él haya sido objeto de alguna captación especial, porque no tengo ningún elemento para probarlo, pero sin duda alguna, Muñoz tuvo un rol muy determinantemente negativo en esta materia”.
Para el presidente de la Asociación Chilena de Amistad con la República Saharaui, Esteban Silva, el papel de Heraldo Muñoz en el no reconocimiento de la RASD fue “nefasto” y dijo lamentar que Bachelet no cumpliera su palabra, sobre todo por el compromiso que ella dice tener con los derechos humanos y la independencia de las naciones.
“Nosotros lamentamos mucho que la (ex) presidenta Bachelet haya terminado su mandato sin tomar esta decisión. Existía de su parte un compromiso de resolver y tomar una decisión sobre la relación entre el Estado de Chile y la República Árabe Saharaui Democrática, y sobre la lucha por la independencia total del Sahara Occidental, la defensa de los derechos humanos de las poblaciones que viven bajo ocupación militar ilegal marroquí”.
La actitud de los sucesivos gobiernos de Chile con respecto de la independencia de naciones aun colonizadas no es una novedad para el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, quien ha patrocinado en su comuna actos públicos a favor de la independencia saharaui pues, a su parecer, gran parte de las autoridades de nuestro país se han subordinado a la política estadounidense y han terminado por aceptar el lobby de los países colonizadores.
“Chile, tanto en el tema de Palestina como en el tema de la RASD, ha terminado siempre subordinándose a la política norteamericana, con pequeños atisbos de supuesto respeto y adscripción a las resoluciones de Naciones Unidas. Pero en términos estrictos, sigue operando, sigue actuando igual, y sigue aceptando el tremendo lobby que hace Marruecos, y el tremendo lobby que hace Israel, y lo reciben, efectivamente, como si estos países fueran entes democráticos”.
Para el militante comunista, el ex canciller Heraldo Muñoz es uno de quienes ha representado más cabalmente la dependencia a la política estadounidense. “Yo creo que Heraldo se ha subordinado y ha sido un incondicional de la política norteamericana”.
Entre quienes firmaron la carta a Michelle Bachelet para reconocer a la RASD se encontraba el otrora presidente del PPD, Gonzalo Navarrete. Hoy las interrogantes sobre la postura del partido son evidentes, si se tiene en cuenta que su sucesor es Heraldo Muñoz.
Radio y Diario Universidad de Chile se contactó con Heraldo Muñoz para obtener su versión de los hechos, sin embargo, declinó referirse al tema.
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este maldito sionista es un esbirro de Washington