Según consigna La Tercera, Cristián Espejo, abogado de El Zambra –como era conocido Barraza- señaló que éste padecía de cáncer y tenía un problema cardíaco de larga data, y que su deceso se asocia a una falla del marcapasos.
Cabe recordar que en la causa por el asesinato de Flores y Cienfuegos, se ordenó originalmente la prisión preventiva de Barraza, siendo posteriormente dejado en libertad bajo fianza.
Barraza fue además declarado reo por el juez Carlos Cerda, como cómplice de asociación ilícita en el proceso seguido contra el temido Comando Conjunto.
Junto con ello, Barraza es conocido por liderar -en su calidad de comisario de la Policía de Investigaciones- lo que organizaciones de Derechos Humanos han calificado como la “guerra sucia” contra el Movimiento Juvenil Lautaro en los primeros años de los gobiernos de la Concertación.
El ex policía era cercano a la Unión Demócrata Independiente (UDI) debido a que fue clave en la investigación de la muerte del ex senador gremialista Jaime Guzmán. Además, fue sindicado como el “asesor en las sombras” de dicha colectividad en el marco del llamado Caso Spiniak, específicamente en las tareas para demostrar que las acusaciones en contra de reconocidos rostros de dicho partido eran parte de un supuesto montaje político.
.
Anexo CT:
Antecedentes biográficos Jorge Arnoldo Barraza Riveros.
Tras el golpe militar de 1973, Barraza fue asignado a los servicios de inteligencia de la Fuerza Aérea y tuvo un rol protagónico en la represión contra los opositores de la dictadura. En Mayo 2006 el ministro de la Corte de Apelaciones de Temuco Fernando Carreño ordenó la detención de Jorge Barraza luego que acredito que Barraza perteneció a la CNI en los ‘80, y que participó en sesiones de tortura en contra de José Ponce Martínez y otras personas en el cuartel de la desaparecida Central Nacional de Informaciones (CNI) de Miraflores 724 en Temuco al igual que en la Academia de Guerra Aérea (AGA). Finalmente fue procesado como cómplice de asociación ilícita criminal. (Fuentes: La Nación; Poderjudicial.cl; Archivo Memoriaviva).
Barraza, el duro. / La Nación / 29 de febrero 2004.
“Barraza y asociados. Estudio jurídico y consultores privados”, así rezará el cartel que el ex comisario de la Policía de Investigaciones, Jorge Arnoldo Barraza Riveros, alias “El Zambra”, pondrá en la oficina que afirma abrirá en Santiago una vez que termine su trabajo como investigador privado en el caso Matute.
Pero esa no es la única labor que ha desarrollado en los últimos tiempos, porque a pesar de su persistente negativa, diversas fuentes coinciden en sindicarlo como el ‘asesor en las sombras’ de la UDI en los esfuerzos desplegados por ese partido para demostrar que hay “un montaje político” tras las acusaciones contra dos de sus prohombres en el caso Spiniak.
Barraza asegura que no conoce a Cristián Espejo –“no me he tomado ni un café con él”- el funcionario municipal de Providencia que ha sido la cara pública del equipo gremialista que ha realizado la investigación paralela.
El nombre del comisario Barraza Riveros saltó a la luz pública en marzo de 1991 cuando el general (R) Horacio Toro, entonces director general de la Policía de Investigaciones, le ordenó investigar el homicidio del prefecto de Concepción, Héctor Sarmiento, por parte de un comando del Movimiento Juvenil Lautaro.
Barraza era subcomisario y se desempeñaba como jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de esa ciudad, pero logró en pocos meses detener a los autores del crimen y aclarar otros 14 homicidios y 52 asaltos ocurridos en diversos puntos del país. Para algunos abogados de derechos humanos, Barraza encabezó una verdadera “guerra sucia” contra el MJL.
Debido al éxito de su gestión, en noviembre de ese mismo año, Toro lo envía a Santiago y lo pone a cargo de la investigación de dos hechos policiales de gran conmoción pública: el asesinato del senador Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards del Río.
Pero la línea investigativa que coge Barraza lo lleva por un derrotero distinto del que habían seguido hasta entonces la Brigada de Homicidios y el grupo especial Lex, encabezado por el subdirector operativo Juan Fieldhouse, que señalaban al delincuente habitual Sergio Olea Gaona como el autor del crimen.
Siguiendo el rastro de una alumna del Campus Oriente de la Universidad Católica, lugar en cuyo frontis fue asesinado Guzmán, que se retiró del establecimiento al día siguiente del crimen, Barraza dio con el lugar donde estaba secuestrado Edwards.
El 3 de enero del 92 se creó la Brigada Investigadora de Organizaciones Criminales (BIOC) y Barraza es designado como su jefe máximo en lo que se consideró un reconocimiento a su labor. Para los detractores de Barraza, en esos instantes Toro le entregó a su ‘policía estrella’ un poder ilimitado que contribuyó a que la BIOC se convirtiera en un organismo autónomo al interior de Investigaciones.
Tras la liberación de Edwards (el 31 de enero de 1992) poco después caen detenidos el comando secuestrador. Entre ellos Ricardo Palma Salamanca quien resultó ser autor del asesinato del senador Guzmán y de varios otros crímenes.
Terremoto Politico
En el verano del 92 tras la salida de Toro de la institución, a raíz de la filtración de los planes de espionaje político, asumió el mando Nelson Mery, que poco después comenzó a quitar poder a la BIOC hasta terminar por disolverla. En octubre de 1994 Barraza es llamado a retiro.
Dos años después el ex comisario entrega todos los antecedentes reunidos a la prensa y produce un verdadero terremoto político, cuyo epicentro es el procesamiento en primera instancia de altos personeros gubernamentales.
El entonces diputado Andrés Aylwin da a conocer antecedentes que señalan que tras el golpe militar de 1973, Barraza fue asignado a los servicios de inteligencia de la FACH y tuvo un rol protagónico en la represión contra los opositores a Pinochet.
El año pasado, desde Francia el ex agente Andrés Valenzuela, declaró en el marco de la investigación que sigue el juez Juan Guzmán por el caso de calle Conferencia, que Barraza participaba en las sesiones de tortura que se practicaban en la Academia de Guerra Aérea (AGA).
Según afirmó Aylwin el ex comisario también fue declarado reo por el juez Carlos Cerda, como cómplice de asociación ilícita, en el proceso seguido contra el Comando Conjunto. Además, el ex parlamentario afirmó que Barraza recibió una felicitación de la CNI por su participación en el enfrentamiento ocurrido en noviembre de 1980. Según el Informe Retig, se trató de un “falso enfrentamiento” donde perdieron la vida dos integrantes del MIR.
Barraza señala que nunca perteneció al Comando Conjunto y que la declaración de reo dictaminada por Cerda nunca se concretó. Afirma que nunca participó en labores represivas.
Fuente: https://www.memoriaviva.com/criminales/criminales_b/barraza_riveros_jorge_arnoldo.htm
Descubre más desde Correo de los Trabajadores
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment