Honduras: Tomas populares por todo el país, militares atrincheran Casa Presidencial.
Por La Haine.
Las muertes se registraron durante la represión de policías y militares a las manifestaciones contra el dictador Juan Orlando Hernández en los que miles de personas bloquearon calles de Tegucigalpa. También se reportan más de 50 heridos. Ayer el dictador Hernández ordenó la salida del ejército a las calles para aumentar la represión.
La cifra de muertos a causa de la represión en Honduras ascendió a tres, tras conocer de del fallecimiento del joven, Eblin Noel Corea Maradiaga de 17 años en la localidad de Yarumela, departamento La Paz.
De acuerdo a las primeras informaciones, Corea Maradiaga murió tras ser impactado por un arma de fuego policial. Más temprano se reportaron la muerte de Luis Enrique Maldonado. (28 años) y Erick Peralta (38 años) por disparos también policiales durante las manifestaciones en la capital hondureña.
Según analistas, la decisión del mandatario de desplegar a las fuerzas armadas es una “muestra de desesperación y debilidad”, que revela que Hernández “comienza a quedarse solo en un régimen carente de legitimidad y aceptación entre la población”.
Honduras es una nación en crisis perpetua, que cumple ya dos meses de movilizaciones que demuestran el hartazgo de sus habitantes frente a la miseria, violencia, impunidad y corrupción que sufren día a día por las políticas neoliberales del régimen.
Aunque una parte de los transportistas lograron un acuerdo con el Ejecutivo la madrugada del jueves, los manifestantes continuaron durante todo el día con el cierre de carreteras en varios puntos del país, quemaron neumáticos y se enfrentaron a los antidisturbios.
El clima de insurrección resurgió en los hondureños la tarde de este miércoles. El pueblo se ha autoconvocado nuevamente a las calles para exigir la salida del dictador Juan Hernández, quien ha ordenado al Ejército atrincherar Casa Presidencial.
Hasta el martes, la lucha social estaba enfocada por la defensa de la Salud y Educación pública; sin embargo, luego que las Fuerzas Especiales de la Policía declararan “brazos caídos” denunciando violaciones a sus derechos y abusos por parte de sus autoridades, el pueblo hondureño decidió salir a tomar las calles.
«Le reiteramos al Gobierno que nuestra postura es firme, y que no vamos a reprimir más al pueblo hondureño. Que busquen una solución mediante el diálogo», comunicaron desde la facción en paro de la DNFE, pidiendo a los demás colegas sumarse al paro. No reprimirán a la población que se manifieste en las calles porque las protestas son justificadas.
Según cita Reuters, Orlin Cerrato, Comisionado de la Policía hondureña, declaró que estos agentes de brazos caídos corresponden a un 10 % de las fuerzas policiales de la DNFE, que suma cerca de 3.000 miembros alrededor del territorio nacional. Aunque otras fuentes hablan de un 20 % y de hasta un 25% de policías sublevados.
En las últimas seis semanas, la lucha social era comandada por la Plataforma para la Defensa de la Salud y Educación, coalición que se formó contra la privatización de ambos derechos sociales; sin embargo, luego de conocer la postura de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional, más la crisis de desabastecimiento de combustibles por el paro de transporte de carga, eso ha motivado al pueblo a exigir la renuncia del jefe de del régimen. Los hondureños han vuelto a las calles de forma masiva.
En Tegucigalpa ya se informa de tomas de avenidas en el bulevar Centroamérica, barrio El Guancaste, Hato de Enmedio, Prados Universitarios y la Colonia Kennedy. No obstante, las acciones se reportan en todo el país. A raíz de los incidentes entre los uniformados, la población reaccionó de manera espontánea y comenzó a tomarse puentes, calles y carreteras en los cuatro puntos cardinales. Momentáneamente la población está siendo reprimida por los elementos de la Policía Nacional Preventiva y de la Policía Militar del Orden Público.
Cabe destacar que más temprano este miércoles, en una radio hondureña, el expresidente de la República, derrocado en el golpe de Estado de 2009, Manuel Zelaya, informó que las bases de Libertad y Refundación (Libre), estaban obligadas a luchar con la Plataforma sin condiciones.
Además, dijo que Honduras está atravesando “brotes de insurrección popular en todo el país”. Zelaya también mencionó que hoy la salida de las elecciones “no representa nada para nosotros. La única opción que tenemos es la rebelión, amparada en la Constitución”.
El expresidente, advirtió a la población que durante las próximas horas debe estar “en vanguardia y alerta popular sin distintivos políticos”. Lo anterior porque desde anoche se vive un ambiente que según estimaciones de dirigentes políticos, podría significar el fin del régimen de Hernández.
En tanto, el candidato presidencial de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, Salvador Nasralla, se dijo listo para tomar lo que considera que por derecho ganó en las elecciones de 2017.
Luego de la entrevista de Zelaya, por redes sociales giró un afiche que convocaba al pueblo a las calles inmediatamente. Ante esta alerta, poco a poco las estaciones de servicio empezaron a tener mucha más afluencia de vehículos que en la mañana, atendiendo hasta quedarse sin reservas de combustibles.
De igual manera, varios supermercados en toda la capital, poco a poco fueron llenándose de ciudadanos preocupados por un posible golpe al poder político del país. Esto luego del paro de transporte pesado que ha imposibilitado el abastecimiento de insumos.
Esta noche de juyeves se reportaban cierres en las carreteras que dan acceso a las fronteras con El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Mientras las empresas de transporte interurbano anunciaban el cierre de operaciones para mañana.
Asímismo esta noche los hondureños se siguen autoconvocado a las calles y han programado un cacerolazo a partir de las 8:00 de la noche.
Mientras la crisis se acentúa con el paso de las horas, el gobierno de Hernández no ha reaccionado al respecto. Lo único que se ha observado es el gran despliegue de militares en la Casa Presidencial.
Corrupción
Juan Hernández ha sido salpicado por la corrupción. En junio de 2015, cuando se descubrió el descomunal saqueo en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), confesó que su campaña política de 2013 recibió al mensos 150 mil dólares de empresas que participaron en el desfalco.
Según publicaciones de medios locales, Hernández y su entorno familiar habrían drenado al menos 4.500 millones de lempiras de instituciones del Estado mediante la utilización de organizaciones no gubernamentales.
Honduras viene enfrentando una crisis de ingobernabilidad que se acentuó con las elecciones de noviembre de 2017, por un fraude electoral y por la violación de la Constitución de la República, que prohíbe la reelección presidencial. Ese fue el supuesto motivo por el que le hicieron el golpe a Zelaya en 2009: dijeron que quería reelegirse.
Hernández sigue a merced de una crisis de legitimidad y en medio de dos diálogos: uno gestado por él mismo con sectores afines y otro liderado por la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación, integrado por los docentes, médicos y personal de la salud. Con el respaldo de la mayoría de los hondureños, exige un sistema sanitario y educativo gratuito y de calidad. La exigencia comenzó para hacerle frente a un proceso privatizador de la salud y la educación, iniciado en los últimos nueve años.
En medio de esa lucha, que inicio desde abril, los ciudadanos han seguido exigiendo, mediante protestas, la salida de Hernández.
El pueblo está a días de conmemorar el décimo aniversario del golpe de Estado, que para analistas de la vida social y política, ha significado el génesis de todos los males que sufren los hondureños: violencia, miseria, caravanas migrantes y violaciones a los derechos humanos.
Fuente: https://bloginformacionalternativa.wordpress.com/2019/06/22/honduras-tomas-populares-por-todo-el-pais-militares-atrincheran-casa-presidencial/
Honduras. Un país en llamas. Entrevista a Gilberto Rios, Dirección Nacional del partido Libre.
Por Geraldina Colotti.
Muertos, heridos y una tensión creciente entre los manifestantes que piden la renuncia del «narcopresidente» Juan Orlando Hernández (JOH), y las fuerzas de represión. Honduras se enciende, dando lugar a una situación que, según varios analistas, es preinsurreccional. Manuel Zelaya, presidente de Honduras de 2006 a 2009 y fundador del Partido Libre, invita a los militantes a continuar la protesta hasta el final.
Hace diez años, en la noche del 28 de junio, Zelaya fue víctima de un golpe de Estado por parte de las Fuerzas Armadas que lo tomaron por la fuerza y lo deportaron, aún en pijama, a Costa Rica. Detrás de ese golpe, como admitirá Hillary Clinton en su libro de Memorias, estaba la mano de Estados Unidos, con la intención de mantener el control sobre el país que alberga la base militar más grande de América del Norte en el continente. Ahora la situación social es explosiva.
Es desde finales de abril que el país se ve sacudido por las crecientes protestas de diversos sectores sociales, golpeados por las políticas neoliberales de un gobierno que se ha impuesto con el fraude y está involucrado en numerosos escándalos de corrupción. Los policías también están en huelga. Muchos de ellos se negaron a apuntar con armas a los manifestantes y denunciaron la falta de personal, los turnos dobles y los bajos salarios. El jueves, el presidente Hernández convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad en la que participaron los jefes de los tres poderes estatales, las fuerzas armadas y la policía, con la cual se abrió una mesa de negociaciones para eliminar de la protesta un combustible peligroso. Pero las manifestaciones no se detienen. Lo hablamos con Gilberto Ríos, líder del Partido Libre.
Una situación explosiva. ¿Cómo surgió esto?
Estamos completando un ciclo de diez años, iniciado por el golpe de estado contra Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009. Un ciclo durante el cual Honduras fue aplastada por políticas neoliberales que han habido una violenta aceleración en los últimos meses. Muchos sectores han sido privatizados: telecomunicaciones, electricidad, agua, puertos y aeropuertos. En este sentido, Honduras se utiliza como laboratorio latinoamericano de neoliberalismo, para probar los mecanismos de privatización y convertirlo en un modelo. Hubo varios momentos y diferentes crisis que coincidieron con los plazos electorales: desde la represión de 2013, seguida al primer triunfo del partido Libre, hasta la de este año implementada contra los sectores que se manifestaban para exigir derechos, como los estudiantes, o contra esa parte de la ciudadanía que protesta contra la corrupción desenfrenada y la impunidad. También muy importante fue la protesta contra el fraude electoral de 2017, reprimida violentamente. La gente ha estado luchando por un cambio estructural del modelo neoliberal durante diez años y para liberarnos de la dependencia de los Estados Unidos. Una década en la que la deuda externa alcanza los 16.000 millones de dolares. El presupuesto estatal para gastos sociales se redujo drásticamente luego de la visita del Fondo Monetario Internacional en marzo de este año. Primero que todo, dijo el FMI, la deuda externa debe ser pagada, y por esta razón el gobierno ha comenzado a reducir el presupuesto para la educación y la salud, a despedir masivamente a maestros y médicos, y de allí surgieron las movilizaciones.
¿Cuál es el papel de los Estados Unidos?
En el fraude electoral de 2017, la participación de los EE. UU. fue muy evidente, la acompañaron y protegieron, ya que consideran a Honduras un país de gran importancia a nivel geopolítico. Tenemos tres fronteras terrestres, nueve marítimas. Somos el país de América Central más cercano a Cuba, con una amplia frontera también con Nicaragua, y somos una importante retaguardia para planificar los ataques a Venezuela. No olvidemos que en Honduras existe la base más grande de América del Norte en el continente, la base aérea de Palmerola. En la década de 1980 se usó como un portaaviones gigante contra las insurgencias centroamericanas. Honduras tiene algunos antecedentes muy tristes. En 1954, con el apoyo del gobierno hondureño, las tropas que llevaron a cabo el golpe contra Jacobo Arbenz, en Guatemala, salieron de nuestro país. Lo mismo en 1963 con el golpe de estado contra Juan Bosch en la República Dominicana. En la década de 1970, nuestro territorio nacional se usó para combatir a las guerrillas salvadoreñas y en la década de 1980 Honduras se convirtió en la base de la contrarrevolución nicaragüense. En el año 2000, por absurdo que parezca, enviamos tropas a la coalición que invadió Irak. Hoy el gobierno hondureño se ha unido al Grupo de Lima y está llevando a cabo el ataque a la Venezuela bolivariana. Somos un país colonia, invadido, sin independencia y sin soberanía.
¿Es cierto que está en marcha una insurrección y que el presidente ha dejado el país con destino a los Estados Unidos?
No, Hernández sigue aquí. Contra las medidas neoliberales tomadas por el gobierno, se estableció una Plataforma unitaria en defensa de la educación y la salud, que el Partido Libre apoya y acompaña plenamente y que ha dado paso a la movilización social. Ahora que las manifestaciones son cada vez más políticas, se requiere el fin del gobierno fraudulento, corrupto y narcotraficante de JOH. Los bloqueos de carreteras aumentan a nivel nacional, en las últimas semanas ha habido una importante huelga de transporte, es la tercera vez que la policía hace huelga y se niega a disparar contra el pueblo. La situación es muy delicada, por lo que probablemente encontrarán un acuerdo con la policía. Desatarán a toda la prensa al servicio de la oligarquía. Pero el pueblo está decidido a no rendirse, continúa chocando con las fuerzas armadas. En este momento, a dos cuadras de mi casa, los estudiantes tomaron el liceo. Se oyen disparos y se puede ver gas lacrimógeno. También se están produciendo muchos saqueos, la situación social está fuera de control, y esto proporciona un pretexto para que las fuerzas reaccionarias exijan más represión, tal vez el estado de emergencia que los grandes medios de comunicación manejarán a su manera. Necesitamos que se hable de nuestra lucha, de lo que está sucediendo en Honduras. Necesitamos solidaridad internacional.
Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/06/21/honduras-en-llamas-entrevista-a-gilberto-rios-direccion-nacional-del-partido-libre/
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