Por Ana Delia Fernández Siijonoyu*
Cada 5 de septiembre, en memoria del cruel asesinato de Bartolina Sisa, comandanta y cabeza del mayor levantamiento aymara contra la corona española, se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena. A 237 años de su muerte, originarias de toda Abya Yala continúan su lucha contra la opresión y el patriarcado.
Considerada una de las mujeres indígenas más valientes de la época al entregar su vida por la libertad de su pueblo; Bartolina Sisa, del pueblo aymara, protagonizó una rebelión en contra de la colonia española a finales del siglo XVIII junto a su esposo Túpac Katari (Julián Apaza), del pueblo aymara.
La actividad desarrollada por Bartolina junto a sus padres en la comercialización de la coca y los tejidos de lana, les permitió liberarse del sometimiento a los que estaban expuestos muchos indígenas en manos de los señores feudales, jefes militares y curas. Mientras Bartolina recorría la altiplanicie andina junto a sus padres, presenciaba el estado de explotación, calumnia y miseria a los que escarmentaban a los pueblos. Aunque los reyes católicos habían prohibido esclavizarlos porque según ellos tenían “alma”; sin embargo el genocidio avanzaba impunemente.
Sus padres
El historiador Nicanor Aranzáes, cita en el folleto La Historia de Bartolina Sisa que; ella nació el 25 de agosto de 1750 en la comunidad de Ocuire, cantón Caracato, municipio de Sapahaqui, en la provincia Loayza del departamento de La Paz. Otros historiadores afirman que nació un 24 y otros alegan que se desconoce en qué fecha con exactitud nació.
Sus padres y madres: José Sisa y Josefa Vargas, originarios del Alto Perú. Como se mencionó antes, ellxs dependían del comercio de la coca y de los tejidos de lana para liberarse de los sometimientos a los que estaban condenados los originarios. Ante esta realidad, la familia Sisa se trasladó a la Villa de Sica Sica. A la edad de 19 años Bartolina logró independizarse económicamente y siguió trabajando.
Su relación con Juan Zapara
Bartolina fijó su atención en un hombre dotado de una sabiduría tenaz, capaz y sagaz para dirigir la guerra comunitaria de ayllus para la época; se trató de Julián Zapara Nina. Hijo de Nicolás Apaza y Marcela Nina. Se dice que Nina nació en Ayo Ayo, provincia Sicasica, posiblemente en 1750. Formó parte del comercio de la coca luego de haber estado sometido durante dos años al trabajo forzado en las minas de Oruro.
Recorrió cuantiosas comunidades que le permitió conocer la cruel realidad a los que estaban sometidos lxs nativxs; a la esclavitud, agresión, violación y asesinatos. En uno de sus numerosos viajes y frecuentando los mismos lugares, se conoce con Bartolina Sisa. En ese dinamismo se conocen, enamoran, se casan y deciden emprender sus luchas por la libertad de los pueblos en manos de la colonia española.
En 1772, tuvieron el primero de sus cuatro hijos (tres varones y una niña). Según el historiador Alipio Valencia Vega, el primer hijo fue capturado en Perú por el general José Sebastián Segurola, en 1783, y se cree que fue asesinado. Los otros llegaron a sobrevivir, cambiaron sus nombres y apellidos.
De igual forma, autores como Felipe Quispe Huanca (2007), narra que, “Túpac Katari viajó suficiente a las comunidades y haciendas de Umasuyus, Larecaja, Chulumani, Pacajes, Puno, Chucuito, Santiago de Waychu, Qaqiawiri, Inquisivi y otros; todo esto con fin de relacionarse aún más con los importantes y principales, alcaldes mayores, kuracas, jilaqatas, mandones comunales, y buscó dirigentes combatientes. Se dice que buscaron un hermoso disfraz, y el papel de comerciante, a fin de no despertar sospechas entre los hacendados españoles”
Campamentos militares
En 1780 se agotan las vías de diálogo con los representantes de la corona española y estalla la insurgencia quechua-aymara en 1781, proclaman a Bartolina virreina, su esposo virrey del Inca y comienza el levantamiento en Ayo Ayo.
El 13 de marzo del mismo año Sisa organizó junto a su esposo campamentos militares durante la sublevación en El Alto, en Chacaltaya; en Killi Killi; en el Calvario; en el valle de Potopoto y en las alturas de Pampahasi donde desempeñó un importante papel en todas las operaciones de guerra frente a 40 mil hombres y mujeres. Ya para el 2 de junio, casi cien mil rebeldes se habían sumado. Los indígenas tenían superioridad numérica y españoles contaban con armas de fuego.
Julián Apaza al enterarse de los levantamientos y de las posteriores ejecuciones, comienzan a organizarse. En Chayanta (Potosí) lo lideró Tomás Katari y, en Cuzco, al sur de Perú; José Gabriel Condorcanqui, llamado Túpac Amaru II en Tinta. Micaela Bastidas una valiente mujer lideró el abastecimiento de las tropas, le correspondió conseguir y distribuir dinero, alimentos, vestimentas y armas, se convirtió en la principal consejera de su esposo Túpac Amaru II. También Implementó un eficiente sistema de comunicaciones, organizando un servicio de chasquis a caballo que llevaban rápidamente información de un punto a otro del territorio rebelde.
Gregoria Apaza, era la generala y hermana de Túpac Katari, quien administró los bienes de los saqueos, organizó los campamentos y dirigió a los guerreros en el campo de batalla. Apaza decide tomar su nombre de guerra y decide llamarse Túpac Katari, que significa “Serpiente luminosa”. Luego se aleja con rumbo al norte para asegurar otras posiciones y deja a su esposa a cargo del cerco a La Paz.
El 17 de mayo, Cuando general José Sebastián Segurola se entera que los rebeldes eran comandados por una mujer, envió 300 soldados para destruir el cerco y capturarla. En este momento Bartolina Sisa resiste y logra su triunfo.
Rodean y emboscan a Túpac Amaru junto a su esposa Micaela, sus hijos Hipólito de 18 años y Fernando de 10, y varios de sus familiares. Torturados a interrogatorios para ubicar al resto de las tropas revolucionarias. El 18 de mayo de 1781 fueron llevados a la plaza de Armas del Cuzco para ser ejecutados. Micaela y José Gabriel fueron obligados a presenciar la muerte de su hijo. A su hijo Hipólito le cortaron la lengua, por haber hablado en contra de los españoles y luego fue ahorcado.
Luego obligaron a Túpac Amaru y a su hijo Fernando a presenciar la muerte de Micaela; le cortaron la lengua, su cuello como era delgado no alcanzaba al torno para ahogarla y la terminaron de torturar, la matan a patadas en el estómago.
El ejército español comenzó a debilitarse por hambre, y la Real Audiencia de Charcas, al enterarse, envía 1.700 hombres para destruir el cerco.
El 30 de junio, los ejércitos indios se replegaron sin oponer resistencia y los españoles empezaron a incitar a la traición y a ofrecer indulto si entregaban o delataban a los cabecillas.
El 2 de julio, Bartolina se traslada desde El Alto hasta Pampahasi a causa de ese rumor.
Llegan resfuerzos para los españoles, sabían que los soldados no eran suficientes para la guerra, para ellos era necesario manipular la conducta del adversario para destruir su moral y lograr que se expandiera el rumor de que las tropas de Bartolina y Juan estaban derrotadas.
El trabajo clandestino de concientización, preparación y organización político-militar que organizó Bartolina junto a su esposo Katari, le llevó diez años. Durante la guerra el virrey tomó varios nombres como Nina Katari.
La traición a Bartolina y Túpac Katari
Bartolina viene por Tembladerani y llega hasta Sopocachi, ahí algunos de sus acompañantes se contactan con los españoles y la traicionan. La capturan ese mismo día; 2 de julio de 1781 y la entregan a cambio del indulto, que finalmente no les fue concedido.
En La Paz recibieron a Bartolina con insultos y piedras. Por orden del general José Sebastián Seguro la la torturaron y violaron en la prisión por haber humillado al poder colonial, para obtener información sobre el campamento de guerra que organizó junto a su esposo, los rebeldes y para ubicar a Túpac Katari. Nunca develó ningún dato.
Túpac Katari intentó liberar a Bartolina Durante el segundo cerco, a través de varios intentos. Ofreció intercambiar a Sisa con el cura Vicente Rojas, hasta se ofreció él mismo si la liberaban. Comprueba que al entregarse, no la liberarían. El cerco a La Paz se reorganiza.
El 17 de octubre llegó de Buenos Aires un ejército de 7.000 soldados al mando de José de Roseguín, para romper definitivamente el cerco. Tras un mes de intensos combates. Lo que no lograron los enemigos lo logró otra traición; Túpac Katari se movilizó hasta Chinchayo, a las 02:00 de la madrugada del 10 de noviembre de 1781 fue entregado por la traición del primo de Bartolina, Tomás Inca Lipe, quien era su más cercano colaborador.
La muerte
Luego de cuatro días de horribles torturas, el 15 de noviembre de 1781, Bartolina Sisa la obligan a presenciar el descuartizamiento público de su esposo Túpac Katari en la plaza de Peñas, sus extremidades fueron amarradas a 4 caballos hasta descuartizarlo.
En un estudio realizado por el periodista y escritor colombiano; Hernando Calvo Ospina, titulado: La virreina Bartolina sobre la vida y obra de Bartolina y Túpac Katari, detalla que las partes del cuerpo de Katari “fueron repartidas y exhibidas por varios lugares para que sirviera de “escarmiento a los indios rebeldes”. La sentencia dijo: “Ni al rey ni al estado conviene que quede semilla, o raza de éste o de todo Túpac Amaru y Túpac Katari por el mucho ruido e impresión que este maldito nombre ha hecho en los naturales…”
“Luego muchas voces indígenas comenzaron a repetir que las últimas palabras de Túpac Katari fueron: “¡Yo muero hoy, pero volveré hecho millones…!”. Siglos después el irlandés Ben Kane se apropiaría de esa frase para ponerla en boca de su héroe, el gladiador Espartaco.”
La sacaron, le amarraron los brazos, le ataron una soga al cuello atada a la cola de un caballo arrastrada hasta morir cruelmente. Mientras era arrastrada desde el cuartel a la Plaza Mayor, un pregonero leía la sentencia al repique de tambores. Luego su cuerpo desnudo y destrozado, fue montado en un burro y expuesto ante su gente.
Una de las principales organizaciones sociales de Bolivia es la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia, que lleva el nombre de la heroína de la Independencia, Bartolina Sisa. En enero de 1980 se desarrolló el Primer Congreso Nacional de Mujeres Campesinas, instancia que dio lugar a la creación de la Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia- Bartolina Sisa. La Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) fue la primera organización sindical que decidió crear una rama femenina, resultó ser también la primera y única organización femenina dentro de la Central Obrera Boliviana COB. La Federación Departamental de La Paz se funda el 22 de septiembre de 1982, dos años después de la entidad nacional.
El 5 de septiembre de 1983 en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, reunido en Tihuanacu, Bolivia, se instituyó el Día Internacional de la Mujer Indígena en honor de la heroína Bartolina.
* Periodista y educadora wayuu
Fuente:https://izquierdoshumanos.wixsite.com/izquierdoshumanos/single-post/2017/09/05/Bartolina-Sisa-s%C3%ADmbolo-de-valent%C3%ADa-y-lucha
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