Este domingo 15 de Septiembre, se realizó una acción política de relevancia en pos de rescatar las memorias y resistencias que han sido silenciadas durante estos años de fracasada democracia. En el ex centro de tortura «Venda Sexy», diversas organizaciones articuladas en Memorias de Rebeldías Feministas, reinstalaron una placa recordatoria de las vidas que el Estado terrorista hizo desaparecer durante la dictadura, pero también esa placa y el acto que acompaña su instalación, destacó permanentemente a aquellas mujeres que sobrevivieron y que aún permanecen luchando por un mundo distinto. Esa resistencia, evidencia que ni la política del horror y de muerte producida por la dictadura, ni los cínicos años ‘bien portados’ de los gobiernos democráticos, han logrado derrumbar el profundo deseo y convicción de construir otra sociedad, otra sociedad donde todas y todos podamos vivir en plenitud. Compartimos con uds., las declaraciones presentadas por diversas organizaciones participantes en esta acción, así como un vídeo que muestra parte de las intervenciones realizadas este domingo. Nos unimos además, como medio de contrainformación, a estas palabras manifestadas por las compañeras:
«…Esta placa que instalamos hoy estará siempre para recordarnos que a pesar de toda la muerte, de la misoginia, de la represión bestial que ha caído sobre nuestros cuerpos de mujeres a lo largo de la historia, estamos aquí… no nos derrotaron, no nos destruyeron, no lo lograron. Nosotras, al igual que las compañeras de ayer, somos sobrevivientes a la violencia de este Estado capitalista y patriarcal, y no dejaremos que impongan sobre nuestros cuerpos sus mandatos de posesión y de muerte. La lucha sigue, y seguirá siempre!» (Nota Editora Natalia Pravda)
Declaración.
Colectivo de Mujeres Sobrevivientes Siempre Resistentes
Compañeras, compañeros, compañeres
Hoy las, les, los hemos convocado en Venda Sexy, a acompañarnos en la colocación de una baldosa, por la memoria de las mujeres militantes políticas populares que resistieron y sobrevivieron en este centro de tortura.
Sin embargo, antes de eso, como un acto necesario de memoria, quisiéramos compartir nuestra visión y desde dónde nos paramos para hacer lo que hacemos.
Luego de la caída del muro de Berlín, de los llamados países socialistas, el fin de las dictaduras cívico-militares en el continente americano y el consecuente ordenamiento del capitalismo a nivel mundial, se instaló la idea de que no había otro modelo económico posible más que el neoliberalismo, acompañado un régimen político denominado democracia liberal. Idea instalada sobre la base de la sumisión de los países pobres y de nuestros pueblos a las decisiones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional: el capitalismo global, la globalización.
Las contradicciones de clase “desaparecerían”, por arte de magia. La historia, la filosofía y la memoria serían un derrotero inútil e innecesario. Lo esencial para los individuos sería el consumo y el acceso a la tecnología. “Desaparecidas” las contradicciones fundamentales, las diferencias que se presentasen, siempre menores, ya que este modelo daría condiciones de vida para todos, serían resueltas en base al consenso.
En el caso chileno, el pacto transicional recogió estos planteamientos de continuidad del neoliberalismo y por ende, del legado dictatorial, buscando su perpetuación a través del consenso, de la justica en la medida de lo posible, los pactos de silencio y el no reconocimiento de la violación sistemática de los derechos sociales, políticos y humanos en Chile.
Estas políticas de consenso, buscaban la estabilidad y profundización del sistema neoliberal en un contexto nuevo, determinado por la “recuperación de la democracia”.
La “transición” instala un reconocimiento parcial de la memoria, aquella que no pone en jaque ni cuestiona la estabilidad del sistema.
Todos, todos, los gobiernos civiles y los actores y operadores políticos involucrados, se esforzaron por jibarizar la memoria y centrar la violación de los ddhh, exclusivamente en los y las detenidas desparecidas y ejecutadas. Se circunscribe la violación de los derechos humanos al tema vida/muerte, dejándola instalada en el pasado y no como una política sistemática del capitalismo, necesaria para instalar y sostener en el tiempo, el modelo neoliberal.
Así las cosas, el olvido y la desmemoria es la política oficial del estado chileno y su institucionalidad. Esto ha derivado en una gestión de la memoria, de acuerdo a capillismos individuales, partidarios y/o institucionales. Una memoria del horror, de la victimización, altamente politizada en la despolitización y privatizada o repartida, entre quienes la gestionan.
El reconocimiento oficial de la existencia de presos y presas políticas se produciría sólo 15 años después, por la Comisión de Prisión Política y Tortura, conocida como Valech. Nuevamente, se parcializa la memoria y se oculta la historia particular de la represión específica que el terrorismo de estado patriarcal destina a las mujeres detenidas: la violencia política sexual o crímenes sexuales. Las mujeres detenidas, que enfrentan a la dictadura cívico-militar, que desafían el lugar asignado, deben ser castigadas y disciplinadas.
Las relaciones sociales de producción y reproducción capitalistas, sitúan el cuerpo y la sexualidad de las mujeres como un territorio siempre en disputa. Su conquista y dominación es una necesidad ineludible para la reproducción de la fuerza de trabajo y para la realización de los trabajos de crianza y cuidados impagos, cimientos para la extracción de la plusvalía y la apropiación de la riqueza en manos de unos pocos. El sistema capitalista y la opresión de género van de la mano, definitivamente patriarcado y capital es una alianza criminal. Y a través de nuestros cuerpos violentados sexualmente, se emite al conjunto de la sociedad, un mensaje: las mujeres seremos castigadas, si parimos Rebeldía.
Coherentemente, la memoria institucionalizada y los actores de la gestión de la memoria, salvo algunas excepciones, desestiman la especificidad de la represión sobre las mujeres y la omiten de sus demandas y qué haceres.
Marginadas de los espacios de memoria institucionalazada, las mujeres sobrevivientes conforman el Colectivo de Mujeres Sobrevivientes Siempre Resistentes y lo hacen desde un feminismo clasista, anticapitalista, antirracista, antimperialista y anticolonial. Y alzamos la voz, junto a algunos/as más, para construir nuestras propias memorias. Memorias políticas, cuya fortaleza radica en la esencia de la represión vivida. Fuimos torturadas y objeto de violencia política sexual porque luchábamos contra la dictadura de manera frontal y no sólo eso, sino también y, particularmente, porque levantábamos un proyecto revolucionario, de cambio radical de la sociedad.
Acunamos una memoria de rebeldía, una memoria que confronta al neoliberalismo, una memoria que rechaza el consenso, la colaboración de clases y la neutralidad. Una memoria que se nutre de las luchas de quienes nos antecedieron, actualizándolas día a día, construyendo memoria de futuro.
No esperamos del capitalismo ni de su institucionalidad, justicia, verdad, memoria ni reparación frente a las violaciones de nuestros derechos humanos, en el pasado ni en el presente. No esperamos nada de un sistema que para perpetuarse y superar las crisis cíclicas a las que se enfrenta, sólo puede precarizar más y más la vida y en particular la de las mujeres, sólo puede destruir y depredar más y más nuestro planeta para seguir obteniendo opíparas ganancias para unos pocos y sólo puede recurrir a más y más represión y terrorismo de estado, para que subsista el reino de la injusticia.
Creemos en una memoria que confronta y a la vez construye fuerza social, política y revolucionaria para cambiarlo todo!!!
Desde allí nos paramos para decir claro y fuerte que no aceptaremos que nadie, nadie, se apropie de nuestro trabajo. Desde allí, les decimos a los partidos políticos, a todos, en particular a los que se alían en distintas alianzas de centro-izquierda y a los que se autodenominan progresistas que no se equivoquen con nosotras!!! Resistiremos a sus embates, porque somos feministas y como tal, actuaremos con autonomía frente a ellos.
De allí nos paramos para decirle a la Red de Sitios de Memoria, que están con nosotras o no lo están. No compartimos, ni compartiremos jamás espacios con quienes nos han maltratado y violentado. Ustedes deciden.
Desde ahí nos paramos y convocamos a la recuperación de la casa de tortura venda sexy. Desde allí, desde esas memorias que se recrean día a día con nuevas luchas contra el sistema capitalista y patriarcal, es que decimos: Venda Sexy será para la memoria activa de las mujeres, de las feministas, o no será.
Y desde allí, decimos: no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos, ni transamos!!!
¡¡¡ARRIBA LAS QUE LUCHAN!!!
15 de Septiembre, 2019
Acto de Instalación de baldosa por la memoria del Sitio Venda Sexy.
Declaración Casa de Memoria José Domingo Cañas.
A 46 años del Golpe de Estado Cívico Militar, como Fundación 1367 Casa Memoria José Domingo Cañas, ex-centro de secuestro, tortura y exterminio de la DINA, testimonio y prueba física de los crímenes de lesa humanidad que es capaz de realizar nuestro propio Estado, queremos expresar nuestro apoyo a la recuperación del Sitio de Memoria denominado “Venda Sexi”.
En la actual democracia chilena se violan los derechos humanos y esto tiene que ver con que en el presente las formas de resolución de los conflictos están ligadas con las prácticas de violaciones a los derechos humanos que el Estado ha cometido a lo largo de nuestra historia.
Ese Estado que tiene el deber de recordar lo que pasó, y que hoy mantiene sólo algunos Sitios de Memoria y No tiene políticas de Memoria, es el que comete violaciones a los derechos humanos.
El Estado tiene un deber de recordar a los y las ausentes, porque es este mismo Estado el que ha sido el perpretador, el que ha generado esas ausencias, el que ha producido estos Sitios. Este es un deber indelegable del Estado.
Por un lado, está ese deber que tiene el Estado en términos de sostenimiento de la memoria, pero también están las disputas sociales que se dan en torno a la memoria y la discusión acerca de qué memorias vamos a relevar y para qué lo vamos a hacer.
Las actuales violaciones a los derechos humanos, la producción de nuevas desigualdades que tienen las sociedades contemporáneas y las sociedades capitalistas y neoliberales están vinculadas con las continuidades de las dictaduras cívico militares, son formas y nuevos dispositivos estatales de resolución de los conflictos actuales a través de la violencia.
Los Sitios de memoria no nos van a liberar de la repetición, pero sí nos van a ayudar a reflexionar en torno a qué futuro estamos imaginando. La historia nunca se repite. Los Sitios de Memoria nos permiten comprender el pasado y pensar en el futuro. Ahora bien, cuando la memoria queda encapsulada en el pasado y solo remite a pensar las condiciones pasadas, se transforma en una memoria que no genera transformación y que nos remite sólo al sufrimiento. Nosotros y nosotras entendemos la Memoria y las Memorias como un lugar de tensión y disputa, de luchas continuas, que contiene una dimensión conflictiva inherente a los procesos de construcción colectivos.
Finalmente, consideramos que la mera memoria del horror, aquella enarbolada por operadores políticos e historiadores adictos a los relatos salvajes y crueles, es insuficiente para dar garantías de no repetición. El trabajo de las Compañeras Sobrevivientes Siempre Resistentes, en cambio, es una actividad de memoria vinculada al presente, cuyo relato coadyuva a la construcción de una sociedad justa e igualitaria y es resistencia a los discursos hegemónicos que intentan perpetuar las condiciones de dominación que instaló la dictadura. Son ellas, entonces, quienes creemos que deben obtener el control de este sitio, para que colectivamente hagamos del tejido de la memoria, la materialización de los derechos humanos y el reconocimiento de la dignidad de todos y todas.
15 de Septiembre, 2019.
Jornada por la memoria y la resistencia: ¡A recuperar Venda Sexy!
Declaración Coordinadora Feminista 8 de Marzo
Desde hace unos años que el movimiento feminista y el ser feminista vuelven a ser nuevamente palabra y acción de muchas, sin embargo, en eso sabemos y es muy importante recalcar que no somos las primeras, y que nuestra memoria y proyección de movimiento necesariamente se vincula y determina en un hilo rojo de furias y deseos de aquellas que lucharon antes que nosotras, y también, aquel hilo rojo feminista se entrelaza al tejido de la sabiduría de nuestras ancestras que han llevado adelante resistencias diversas ante un sistema capitalista, patriarcal, colonial, racista e imperialista en esta América Latina colonizada y precarizada.
En estas palabras, como CF8M pondremos en el centro las luchas de las últimas décadas, que han dado mujeres, lesbianas, trans, feministas y comunidades en este territorio llamado Chile, y que se rebelan hoy contra diversas formas de dominación y opresión, luchas que por cierto tienen todo que ver con aquellas resistencias que dieron nuestras compañeras, madres, abuelas, amigas, vecinas, las profesoras, las trabajadoras, las campesinas, las estudiantes, todas, durante la dictadura.
¿Y por qué tienen todo que ver nuestras luchas feministas con las de ayer?
Porque vivimos en nuestros cuerpos y ecosistemas el avance aniquilador de aquel modelo neoliberal dictatorial, del cual TODOS los gobiernos de la post dictadura y sus partidos han sido profundizadores y partícipes, de la mano de un terrorismo de Estado vigente, en beneficio empresarial y de los nuevos y ricos de siempre. Todo ello en medio del avance global capitalista neoliberal.
Es por eso que como feministas, a partir del impulso que dimos en el Encuentro Plurinacional de Mujeres que Luchan en diciembre del año pasado, alzamos junto a miles de mujeres la Huelga General Feminista del reciente 8 de marzo, construimos un movimiento de oposición radical a todos los partidos que han administrado el neoliberalismo, al empresariado y a las cúpulas de las iglesias, que con sus políticas y poderes patriarcales capitalistas no han hecho más que incrementar la violencia y precarización sobre nuestras vidas y cuerpos.
Aquella resistencia presente la anudamos al hilo rojo que en cada septiembre de Memorias de Rebeldías Feministas nos remite a los aprendizajes de las organizaciones populares y de resistencia de las mujeres en la dictadura. Hoy decimos nuevamente No+, tal como las feministas en los 80’.
No+ enriquecimiento empresarial a costa de la explotación de las mayorías
No+ explotación a las mujeres sometidas históricamente al trabajo doméstico no remunerado
No + AFP ni precarización de la vejez y la infancia
No+ precarización laboral ni explotación de trabajadoras y trabajadores
No+ saqueo transnacional ni zonas de sacrificio
No+ privatización del agua y agroindustria que envenena
No+ destrucción de ecosistemas
No+ violencia a la niñez en SENAME y hacia la infancia mapuche
No+ criminalización de la juventud y al Aula Segura
No+ militarización en Wallmapu ni al despojo territorial
No+ violencia policial hacia mujeres mapuche
No+ criminalización a comunidades migrantes ni al racismo institucional. Basta del aprovechamiento empresarial para la explotación laboral de personas inmigrantes.
Y exclamamos ¡Ni una menos, vivas nos queremos!
No+ violencia hacia las mujeres, lesbianas, trans, niñez
No+ femicidios en la impunidad
No+ violencia política sexual en la impunidad y en manos del Estado
¿Hasta cuándo el Estado sosteniendo el Patriarcado?
No olvidamos ni perdonamos que…
En Chile te matan por danzar y protestar por la memoria ¡Claudia López Benaiges, presente!
En Chile te matan por defender la tierra ¡Justicia para Macarena Valdés!
En Chile no hay justicia para las lesbianas ¡Nicole Saavedra y Mónica Briones, presentes!
El Estado de Chile mata a quien es pobre, racializada y migrante ¡Justica para Joane Florvil, Rebecca Pierre y Monise Joseph!
En Chile abunda la (in)Justicia patriarcal ¡Yini Sandoval, Fernanda Maciel y todas las mujeres y niñas muertas en femicidio, presentes!
Es por eso que resistimos y luchamos…
Por la TRANSFORMACIÓN PROFUNDA de las RELACIONES de PRODUCCIÓN y REPRODUCCIÓN.
Por la soberanía y el derecho a la autodeterminación de los pueblos y territorios.
Por el fin a la precarización de la vida, por vidas libres de violencia patriarcal, misoginia y racismo.
Por visibilidad lésbica, trans y disidente.
Por la autonomía sobre nuestros cuerpos, derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito, porque eso también nos arrebató la dictadura y la democracia.
Por seguridad social, salud y vivienda digna para todas, todes, todos. Vamos por un sistema plurinacional y feminista de cuidados.
Por educación pública y feminista para todas, todes, todos.
Por el arte y la cultura que emane como herramienta del feminismo y los pueblos.
Por las luchas de todas las mujeres, de ayer y hoy, en sus trabajos, territorios, escuelas, comunidades y en sus casas, porque criar, cuidar y parar la olla también es luchar.
Por la recuperación de Venda Sexy como espacio para la memoria activa de las mujeres y sus luchas.
Y desde esta perspectiva anunciamos e impulsamos una y otra vez la necesidad de construir procesos organización feminista que puedan llevar adelante en todos los territorios y espacios la próxima Huelga General Feminista, porque estamos luchando y debemos crear e impulsar nuevas, antiguas y diversas formas de protesta, interpelación y proyectos transformación profunda que sean feministas y de los pueblos.
Abrazamos con nuestras voces a las feministas de los 80’ quienes pusieron sus cuerpos y mentes en resistencia colectiva anunciando al dictador y poderosos, que ellas Eran Más, que Somos más. Y decimos que hoy al igual que ayer, Somos muchas más.
Las feministas y las mujeres sobrevivientes estamos en lucha por recuperar como Sitio de Memoria al ex-centro de tortura, violencia política sexual y exterminio Venda Sexy. Nos tomamos de las manos y anudamos en nuestras memorias a aquellas que resistieron y fueron desaparecidas en aquel lugar. Las nombramos:
Ida Vera Almarza ¡Presente!
Marta Neira Muñoz ¡Presente!
Nilda Peña Solari ¡Presente!
María Joui Petersen ¡Presente!
Eugenia del Carmen Martínez ¡Presente!
Las nombraremos una y otra vez, porque su memoria es parte de nuestra resistencia y no olvidamos ni perdonamos. Construimos en el presente una memoria futura de rebeldía feminista para transformarlo todo radicalmente. Por las que lucharon, las que luchamos hoy y las que luchan en todo el mundo.
¡Se siente se escucha, arriba las que luchan!
Coordinadora Feminista 8M
15 de Septiembre, 2019
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