Chile resistencia: en memoria de Arnoldo Camú y los combatientes socialistas y «elenos». [+Video].

El próximo 24 de septiembre se recuerda un año más del asesinato de Arnoldo Camú, abogado y político socialista chileno que fue asesinado en plena calle, presuntamente por agentes del gobierno chileno, poco después del Golpe de Estado en Chile de 1973. Camú era miembro del Buró Político del Partido Socialista de Chile y asesor jurídico del Presidente Salvador Allende.

Hoy tendría 82 años de edad y disfrutaría probablemente de la vida con sus nietos e hijos. Pero la historia no fue así, porque este abogado fue ejecutado en pleno centro de Santiago, cuando tenía 36 años de edad, por el hecho de resistirse a los agentes que lo maniataron y detuvieron solamente por el hecho de ser del Partido Socialista.

Es probable que si escuchemos el nombre de Arnoldo Camú, no esté en sus registros y pase de largo, pero él fue un destacado dirigente del Partido Socialista, miembro de su comisión política y un valiente revolucionario que se inspiró en el ejemplo del Che Guevara. Fue líder del sector del PS conocido como los «elenos» que en los años 60 crearon la rama chilena del Ejército de Liberación Nacional (ELN), fundado en Bolivia por el comandante Ernesto Che Guevara.

En 1967, convocado por Elmo Catalán y Tati Allende, después de la muerte del Che, Arnoldo se incorporó a la tarea de dar continuidad a la lucha en Bolivia a través de la «sección chilena» del Ejército de Liberación Nacional. Los elenos, conformados principalmente por militantes socialistas, constituyeron la base más sólida en ese proyecto.

Su conciencia política latinoamericanista fue la que lo impulsó a dar continuidad al trabajo del Che. A su muerte, participó junto a Inti Peredo en la reorganización de la guerrilla en Bolivia. Sin embargo, cuando las condiciones chilenas afectan la posibilidad cierta de un triunfo del socialismo con Allende desde una vía electoral, se volcó del pleno al trabajo en Chile, apoyando la campaña y luego el gobierno de la Unidad Popular, encabezado por Salvador Allende.

El 11

El 11 de septiembre de 1973, en el marco de sus autoridades como Jefe del Frente Interno de la Comisión de Defensa –el llamado Aparato Militar– del Partido Socialista, controlado por el grupo de militantes de izquierda que resistió el golpe en las inmediaciones de la Población La Legua y de las industrias SUMAR e INDUMET. Después de esta resistencia simbólica, Arnoldo sintió que su su misión era mantenerse en el país y, como otros dirigentes del PS ahora detenidos-desaparecidos, como Exequiel Ponce, Eduardo Charme, Ricardo Lagos Salinas, Carlos Lorca Tobar y Víctor Zérega, asumió la decisión de pasar a la clandestinidad y trabajar en la reestructuración del partido.

Era asesor directo de Allende, y sabía que una vez tenía el golpe sería una de las personas más buscadas por los agentes de la dictadura y por esta razón, estuvo escondido varios días, totalmente alejado de su familia. Del momento cero, él había decidido pasar a la clandestinidad y tenía que ser muy cuidadoso, debido al alto cargo que ocupaba y su relación con Carlos Altamirano, Secretario General del Partido Socialista, con quien trabajaba directamente ya que en el año 1972 fue generalísimo de su campaña como senador.

Según su viuda, Celsa Parrau, él quería reorganizar el partido, “En ese período –post 11- la mayoría de la gente se asiló, la tomaron presa o desapareció, Arnoldo sentía que tenia una responsabilidad frente a la gente con la cual había trabajado, por lo tanto él se queda en Chile y estaba en eso, conversando con distintos compañeros para tratar de reagrupar y reorganizarse y ver qué se podía hacer ”.

“Él nunca se planteó asilarse o irse a otro país, él sí se planteó vivir clandestinamente en Chile. Nunca estuvo en discusión irse de Chile posterior al golpe, como fuera, nos quedábamos”, reafirmó su mujer, también del PS, quien en esos días, entre el golpe y la fecha que lo acribillaron, pensaba igual que él y siguió resistiendo, por casi un año, hasta que en junio de 1974, luego de haber sido detenido en tres ocasiones, Parrau decide salir al exilio junto a sus dos hijos , Álvaro, de 7, y Bárbara Andrea, de 11 años de edad. Vivieron en Suecia, Alemania y Cuba hasta fines de los 80 en que pudieron retornar a Chile.

Cayó en una trampa

Encontrándose en el extranjero, Celsa Parrau, recibió una carta de parte de Ernesto Gutiérrez Zegarra, amigo y compañero del Partido Socialista de su esposo, en el cual le señalan qué es lo que había sucedido el día de la muerte de Arnoldo, ya que Ernesto estaba con él, al momento de la detención.

Ese día 24 de septiembre de 1973, junto a otras personas, estaban discutiendo si iban al exilio o no debido al proceso que vivía el país, y una vez terminada la conversación, Ernesto con Arnoldo se fueron juntos del lugar caminando hasta la intersección de las calles Nataniel y Santiaguillo, en Santiago Centro, con el objetivo de juntarse con otra persona, y al llegar a dicha intersección, tomar contacto con una persona en una camioneta roja, -quien lo había citado y quien lo delató- y de inmediato, llegan en un auto dos civiles, quienes les detienen. E sujeto de la camioneta roja, desaparece del lugar.

Gutiérrez le cuenta que los dos fueron amarrados y sentados arriba del auto, pero Arnoldo al intentar zafarse de las amarras fue objeto de disparos por parte de los civiles a quemarropa.Ernesto, continúa privado de libertad, por los mismos sujetos, quienes están entre la guardia del cuartel de investigaciones, ubicado en General Mackenna, y donde los agentes que detuvieron se identificaron como agentes del SIN, «Servicio de Inteligencia Naval», mientras Arnoldo permaneció en el vehículo muy mal herido e inconsciente, siendo esa la última vez que lo vio.

Arnoldo fue llevado a la Posta Central donde falleció y luego al Servicio Médico Legal para luego ingresar anónimamente en una fosa común del patio 29 del Cementerio General.

Ernesto, por su parte, fue llevado al Estadio Nacional, en donde permaneció hasta los primeros días del mes de octubre, siendo trasladado a la Cárcel Pública, donde estuvo 14 meses y luego salió al exilio.

Camú fue exhumado y reconocido por su hermano David (que más tarde murió en Nicaragua) y por su suegro, Oscar Parrau Escobar. Desde 1996 sus cenizas están sepultadas en el Memorial de los ejecutados políticos.

Hace 45 años de este crimen político y aún no hay sentencia definitiva. Celsa Parrau y sus hijos, Andrea y Álvaro, señalaron que “en octubre van a hacer 3 años que dictó sentencia en primera instancia el Ministro Carroza y hasta ahora estamos esperando que la corte de apelaciones se pronuncie. Mientras tanto los acusados ​​están en su casa – Alejandro Guillermo Carrasco Flores y José Ismael Pesso Lagos – que eran inteligencia de la Armada ”.

Asimismo, el abogado de la causa, Hugo Pavéz, de la Unidad de Derechos Humanos de la Subsecretaría de DD HH del Ministerio de Justicia aseguró que «no se ha dictado la sentencia de segunda instancia que es la que corresponde, y la de primera instancia está durmiendo en una anaquel desde hace 10 meses. Aún no se Hace justicia».

Reedición del libro Sobre la Huelga en Chile

Mientras la Justicia llega, la U. de Valparaíso a través de la editorial de la Escuela de Derecho de la Institución, EDEVAL, lanzará la reedición de lo que fue su tesis con que se tituló de abogado en la Universidad de Chile: «Estudio crítico de la huelga en Chile», centrado en el tema que fue su pasión, el sindicalismo.

Una vez que egresó de la Universidad junto a Eduardo Long Alessandri, destacado socialista, se dedicó al derecho laboral donde asesora a la Confederación de Trabajadores del Cobre, a los Empleados Bancarios, a los trabajadores de la CAP, Mademsa, Madeco, del cuero y calzado , del sindicato de panificadores, orquestal, textiles entre otros.

José Luis Ugarte, abogado quien prologa el libro y que desarrolla diversas líneas de investigación dentro del Derecho del Trabajo y es académico de la UDP, considera que es “un descubrimiento para los que están interesados ​​en el tema y un aporte a la historia de las instituciones. Pero no de cualquier institución, sino de una deliberadamente silenciada en la tradición jurídica chilena: la huelga ”.

Asimismo, agrega que el libro ayuda a entender este derecho excéntrico de las sociedades capitalistas, como un derecho de extrema relevancia, cuya originalidad reside en el hecho de «constituir una causa legítima de inejecución del contrato de trabajo».

Por su parte, la académica de Derecho Laboral de la U. de Valparaíso y quien realiza el epílogo de la obra, explica que Camú logra construir un potente análisis sobre el Derecho del Trabajo mirado desde ese complejo fenómeno que es la huelga. «Un estudio que hizo falta, en la enseñanza del Derecho del Trabajo, por décadas», dice Marzi, quien además de hacer el epílogo participó de la reedición del libro, antes editado por la Editorial Jurídica en 1964.

El lanzamiento del libro «Estudio crítico de la huelga en Chile», será el viernes 27 de septiembre en la Escuela de Derecho de la U. de Valparaíso en el salón Vicuña Suárez a las 18:30 de la tarde.