… Y abraza a indígenas de Ecuador.
por Andrés Figueroa Cornejo.
Plomizo lucía el encielado santiaguino mientras este 12 de octubre en la capital de Chile, y por la Alameda, de cordillera a mar, miles de mapuche y mestizos marcharon por la vida, el agua, la tierra, los territorios, la desmilitarización del wallmapu, la libertad de los prisioneros políticos y contra un Estado que a un pueblo entero da trato de ‘terroristas’.
Desde temprano, las Fuerzas Especiales de Carabineros o policía militar chilena efectuaron controles de identidad mientras desplegaron un dispositivo de seguridad de magnitud oceánica. Sin embargo, y pese a la represión y detenciones habituales del Estado racista, oligarca y policial del país andino ante cualquier movimiento que disienta con el orden establecido, la caminata brilló por su organización y el cumplimiento de sus objetivos.
Las voces del camino
“Lo que en un principio fue calificado de suicidio, hoy es un homicidio”, dice Marcelino Collío, suegro de Macarena Valdés, la luchadora ambientalista mapuche hallada muerta hace tres años en Tranguil, Los Lagos, sur de Chile. “Los tribunales han sido irresponsables y cómplices en el caso de Macarena. Con todas las pruebas científicas que hemos entregado hasta ahora, ya no debiera caber ninguna duda del asesinato. Sin embargo, la justicia se resiste a reconocerlo”, señala Marcelino y continúa, “están los peritajes del doctor Luis Rabanal, de la doctora Cerda, de la Policía de Investigaciones, que dicen que en la propia cuerda con la que colgaron a Macarena hay huellas de terceros. Y finalmente está el informe que aportó la Haya a través del médico John Clark, quien efectuó un meta peritaje que incluso describe la forma como mataron a ‘La Negra’. Se ha llegado al absurdo de que tribunales ha desechado testimonios sobre el homicidio porque el caso no lo consideran un crimen sino que un suicidio”.
-¿Y qué les resta por hacer?
“Durante los próximos días entregaremos a tribunales dos peritajes más. Si pese a ello no varía la situación, buscaremos justicia en otras partes porque el Estado chileno no la garantiza. Suponemos que la justicia internacional tendrá las facultades para presionar a las cortes chilenas sobre la verdad de un asesinato cometido con todas las pruebas a la vista.”
Antonia Huentecura es mapuche urbana, “no por opción, sino que por la imposición de una migración forzada. Entonces resistimos desde donde estamos. En la ciudad nos encontramos en las poblaciones, en los espacios educativos y laborales. La mantención de nuestra lengua y de la producción de bienes simbólicos y textiles mapuche también son un territorio”.
-¿Su resistencia es simbólica y económica al mismo tiempo?
“El caminar nuestro en la ciudad no se aleja de la autodeterminación ni de la autonomía. Cuando resolvemos autoeducarnos es una decisión nuestra, no del Estado. Y esa formación propia es deconstrucción del ‘blanqueamiento’, es práctica descolonizadora. Asimismo creamos joyería, instrumentos musicales y bienes mapuche que vendemos para autogestionarnos la vida misma. La calles se convierten en un espacio de lucha, de denuncia, de sobrevivencia.”
Antonia pertenece al Bloque Antipatriarcal Mapuche y al colectivo de economía solidaria Nañawén. Respecto del levantamiento de los pueblos indígenas en Ecuador indica que, “lo admiramos y, a la vez, no nos sorprende. El liderazgo femenino indígena en los movimientos populares del continente se ha vuelto corriente. Nosotrxs siempre decimos en forma irónica, ‘ahora se vinieron a dar cuenta que el dinero no se puede comer, que si no cuidamos la tierra desaparecemos todxs’. La lucha contra el régimen patriarcal y capitalista que nos oprime demanda enormes sacrificios de la humanidad. A mis hermanxs de Ecuador les digo que esta lucha la ganaremos porque con nosotrxs van nuestros ancestros”.
El vocero de Arauco y que hace parte de las comunidades territoriales en conflicto, José Huenchunao, cuenta que, “las empresas con las que tenemos problemas se han retirado de nuestra zona debido a que las comunidades las hemos expulsado. En cuanto ingresan de nuevo a nuestros territorios, la cosa cambia, por supuesto. La resistencia de nuestro pueblo está viendo sus frutos. Ya podemos hablar de franjas de tierra que mantenemos semi ocupadas”.
-¿Cuáles son las conquistas principales?
“Espacios territoriales semi controlados; se han alejado empresas forestales de nuestras tierras; hemos frenado inversiones capitalistas mineras, turísticas y pesqueras. Ello nos ha permitido cobrar mayor organización.”
-¿Y económicamente?
“Ha mejorado la vida de las comunidades. Con las recuperaciones territoriales ahora tenemos más holgura para sembrar y criar animales. Y eso nos permite realizar trueque y ventas para hacernos de lo que no producimos aún. Mira, todavía no hemos resuelto cómo será la economía mapuche, pero gracias a la lucha hemos logrado llegar a plantearnos esta cuestión que antes nos resultaba imposible. Contamos con principios: toda economía mapuche debe ser comunitaria, donde prime el bien común y no la ganancia privada.”
-¿Cuál es su proyecto estratégico?
“Reconstruir un territorio histórico y la liberación de nuestro pueblo. Pero una liberación anticapitalista, una liberación según nuestros modos de pensar y hacer el mundo.”
-¿Qué piensas de los combates que libran los pueblos indígenas de Ecuador?
“Los distintos pueblos indígenas que hoy luchan contra las políticas abusivas del gobierno del Ecuador de Lenín Moreno, presidente de derecha y de corte capitalista neoliberal, cuyo gobierno defiende los intereses de las corporaciones capitalistas que tienen sus inversiones en los territorios indígenas y que son los responsables directos de la usurpación y devastación de esos territorios, cuentan con todo nuestro apoyo político.
Como pueblos hermanos, nos une la lucha por la existencia, la lucha por la resistencia cultural y política, la defensa, respeto y liberación de nuestros territorios. Nos une la misma historia de despojo violento del cual fuimos objeto por los Estados que hoy ocupan nuestros territorios. Valoramos profundamente sus acciones políticas y consideramos que lo están haciendo es una evidencia irrefutable de que los pueblos indígenas que alguna vez los Estados creyeron derrotados, están plenamente vigentes. Somos pueblos con memoria, con capacidad organizativa y lo lógico es que los gobiernos no pueden tomar determinaciones sin nuestro consentimiento.
Lamentamos que los costos de la lucha siempre traen sangre, muerte y encarcelamiento. Esto lo hemos sufrido a lo largo de cientos de año de brutalidad, discriminación racial, despojo territorial y crímenes de lesa humanidad que siguen en nuestra memoria. Valoramos su valentía en desarrollar tal nivel de movilización política y social que hoy son un ejemplo para otros pueblos indígenas del continente y del mundo. Una muestra de valor para nuestras legítimas y justas causas ante la opresión que los Estados ejercen contra nuestros pueblos.”
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