El feminismo se ha caracterizado por su diversidad, siempre han existido distintos planteamientos asociados a visiones ideológicas diferentes. Se habla de que existe un feminismo liberal, uno materialista, otro anarquista. Así también, se ha desarrollado un feminismo ligado al pensamiento decolonial, un feminismo negro y uno indígena. Estos últimos, han denunciado la existencia de un feminismo blanco, occidental, que no logra ver las opresiones coloniales y racistas que persisten en las sociedades latinoamericanas. Estas diferencias, no menores, se han evidenciado a la luz de distintas columnas que abordan la compleja y dramática situación de Bolivia. Columnas y audios han circulado, opiniones de María Galindo, Silvia Rivera Cusicanqui, Adriana Guzmán, Claudia Korol, Raquel Gutiérrez y Rita Segato, así como de organizaciones feministas bolivianas. Todas han entretejido un debate profundo, que quizás tenga que ver con la posibilidad de comprender el Patriarcado no solo como una relación jerárquica entre los géneros, no sólo como una realidad en territorios determinados, sino que como un sistema de opresión que es imposible pensarlo ajeno al orden colonial, racial y por supuesto a la dinámica del capital, lo que supone mirarlo como una pieza útil en la disputa por el orden mundial. Esta complejidad no es simple de resolver cuando necesitamos comprender la coyuntura política y sus implicaciones futuras. Aquí, la interseccionalidad se nos aparece como un concepto resbaloso, que si bien surge a la luz del feminismo negro de los ’70 y por tanto fruto de la organización y de la resistencia, en este tiempo probablemente se ha quedado atrapado en un devenir academicista que no permite «bajarlo» como categoría que nos permita ordenar nuestra compresión de la realidad, a menos que nuestra experiencia logre cargarlo de contenido político e histórico. Por último, creo necesario señalar que los análisis por mas densos y críticos que sean, no debieran perder la dimensión ética y por tanto, no pueden invisibilizar lo que es innegable: hoy en Bolivia las fuerzas represivas están asesinando, hoy en Bolivia hay crímenes contra el pueblo y es ese pueblo el que grita BASTA. A continuación, presentamos un par de escritos de autoría de algunas de las feministas nombradas mas arriba. Usted podrá apreciar desde qué lugares se levantan las posiciones, quizás sea éste un elemento clave para comenzar a posicionarnos o reforzar lo que ya pensamos frente a lo que acontece en el hermano país. (Nota Editora Natalia Pravda)
Mujeres indígenas responden a Rita Segato.
Antes que feministas mujeres poderosas del arco iris
Las warmis, zomo, mujeres del Sur, mujeres de los territorios ancestrales entregamos nuestra palabra florida en apoyo al Presidente Evo Morales Ayma, quien por el voto popular sigue siendo presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.
Entendemos que Rita Segato tiene eco en el feminismo (blanco?) en el cual no nos reconocemos, por lo cual manifestamos nuestro profundo desacuerdo con la posición que Ud. ha tomado respecto a la restauración neoliberal golpista en Bolivia.
Cuando dice “Deberíamos comenzar a generar una retórica de valor a otra forma de valor que se distingue mucho a la gestión de los caciques.” Suena muy bonito. Preguntamos: ¿Le ha pasado en el cuerpo esa gestión de los caciques? Nosotras hemos visto, hemos sentido el sabor amargo de esa secuela de la conquista. Nuestros hombres han tomado lo peor del machismo colonial. Hemos construido no sólo retóricas, sino resistencias, re-existencias a la dominación machista en las naciones preexistentes y en cada uno de los espacios que el despojo nos colocó. Pero ubicar a Evo como el símbolo del patriarcado es demasiado chabacán.
No celebramos los dichos sobre la quinceañera de Evo, porque hemos sentido en nuestros cuerpos todos lo que significa la cosificación de nuestros cuerpos. El cuerpo ancestral, el cuerpo mental, el cuerpo físico y el cuerpo emocional. Aún así, afirmamos que lo que pasó en Bolivia fue un golpe de Estado.
Es mucho más sencillo analizar Bolivia de lo que Ud piensa. Su regodeo intelectual la nubló. ¿Quién lo llevó a cabo y con qué fin al Golpe? Son dos preguntas que ordenan nuestro sentipensar. Se dará cuenta que el golpe no prosperó por los indios de la Chiquitanía, ni las feministas de Bolivia, ni siquiera los “sectores más amplios de la población” que menciona como descreído del gobierno de Evo.
La gestión Trump y su artefacto hegemónico pretende recuperar Latinoamérica con el brazo evangélico mesiánico, con los poderes mediáticos que construyen relatos mentirosos y claramente con las fuerzas represivas policiales y militares que fueron oradadas a fuerza de inyección de dineros pocos sanctos en las almas turbias de la indianidad. Están saliendo a luz, cada día, las pruebas que surgen respecto de la planificación extrema que tuvo este golpe.
Su voz no es cualquier voz. Plantea la vanguardia en la discusión en los círculos intelectuales y feministas en Argentina. Es por eso que en este caso Rita, disentimos amargamente y lo debemos hacer públicamente.
Hemos construido un sentipensar la ética política de nuestros pueblos que no vamos a callar, ni abdicar a los locus de privilegios de las mujeres blancas. Geolocalizadas en los sures, en las subalternidades, en la otredades que nos suponen inferiores, le decimos a Ud. que su voz duele. Sentiremos un gran vacío al no referenciarla más en nuestros sentipensares.
No podríamos romantizar el papel de las mujeres en el Golpe de Estado en Bolivia. No se trató de una rebelión ciudadana, ni feminista, ni originaria, ni siquiera democrática.
Lo peligroso de los discursos “no binarios”, como lo plantea es que terminan asimilando a dos posiciones contrarias como si fueran equivalentes. Para una mujer indígena que vive el machismo y la violencia en su vida cotidiana, no es lo mismo encontrarse con un servicio de salud laico y respetuoso de la salud ancestral que encontrarse con médicos antiderechos, que sojuzgan. Eso fue la Bolivia Plurinacional. No tendríamos por qué explicar que la redistribución de la riqueza genera otro escenario para la lucha y la liberación de género. Eso no lo logró ningún movimiento indígena despolitizado ni neutral en Latinoamérica. Lo logró el neoconstitucionalismo que engendró Evo refundando el Estado Colonial a Estado Plurinacional.
Nos preocupa que los argumentos que Ud expone para plantear “nuevas retóricas”, brindan un hermoso camuflaje, un eufemismo para el discurso racista que persiste en los sectores que la escuchan. De repente, muchas personas que no conocen “con el cuerpo” la realidad de una mujer originaria, niegan el golpe de Estado, lo plantean como fatalidad anunciada y ubican a Evo como el patriarca. ¿No será mucho?
La asimetría de los razonamientos “objetivos” o no objetivos es propio de la Colonia y por eso la nombramos. Nosotrxs sentí-pensamos con los cuerpos todos en el territorio. No somos ni queremos ser objetivas.
Corazón ordena pensamiento en nuestro sur. Siempre lo fue y lo seguirá siendo. Rechazamos su afirmación de que “Evo cayó por su propio peso” por falaz, más de 45% de los votos es ¿no tener peso? Romper las reglas del constitucionalismo tiene más peso que sostener un régimen democrático? Ud pesó las balas que están masacrando a nuestros hermanos?
A nosotros nos pesan las muertes de nuestra gente.
Hablamos desde nuestras propias lenguas y ahora escribimos con la lengua del conquistador para que Ud nos lea. Si quiere se lo decimos en mapuzungun, en chané, en chorote, en wichí, en pilagá, en guaraní, en quechua, en aymara, en qom, en mocoy y también se lo diremos en nuestros sueños.
Antes que feministas, mujeres poderosas del arco iris, complementarias de nuestros hombres feministas que dan el buen combate.
#EvoEnVosVenceremos
#EvoNoEstaSolo
JALLALA- MARICHIWEW
PROCESOS DE PLURINACIONALIZACION EN LATINOAMERICA
Fuente: https://quevivalamatria.com/2019/11/20/mujeres-indigenas-responden-a-rita-segato/
Rita Segato, durísima con Evo Morales: dijo que «no fue víctima de un golpe” y recordó su machismo y autoritarismo.
Por inbae.com.
La académica y referente feminista habló de la situación en Bolivia, recomendó dejar de lado los binarismos y dijo que el ex presidente “cayó por su propio peso, por un vacío de poder que se genera por sus muchos errores y excesos»
La antropóloga, intelectual y referente feminista Rita Segato se pronunció el martes sobre los acontecimientos que están teniendo lugar en Bolivia, mientras exhortaba a dejar de lado lo que ella definió como una “visión binaria de los hechos”. Durante una entrevista, dedicó duras críticas contra Evo Morales, actualmente asilado en México después de su renuncia.
“En mi comprensión de los sucesos, Evo cayó por su propio peso —explicó la académica de origen argentino pero que reside en Brasil—. Él incurrió en acciones a lo largo del tiempo que le causaron un quiebre de la credibilidad y luego un quiebre de la gobernabilidad. Para mí no ha sido la víctima de un golpe, sino la víctima del descrédito general en que se encontró en razón de varias de sus acciones”.
Entrevistada por Radio Deseo de Bolivia, y cuidadosa por no estar en ese país, Segato explicó sus dificultades a la hora de debatir la crisis boliviana en Argentina: “La visión es totalmente binaria. (Pero) que (Luis Fernando) Camacho sea una figura inaceptable y malvada no implica que Evo (Morales) sea una figura perfecta. Hay un endiosamiento de su figura incluso mayor que el que existía antes”.
Además, la intelectual menciona la controversia en torno a la construcción de la autopista TIPNIS, que Morales insistió en realizar pese a que la misma partiría en dos a una rica selva en biodiversidad que es, al mismo tiempo, un área indígena y una reserva ecológica. “Nos dejó a todos absolutamente perplejos por su negativa para negociar” con las comunidades indígenas, pese a las críticas y cuestionamientos de diferentes sectores, explicó Segato.
Por último, señaló los acontecimientos en torno al referéndum constitucional convocado por Morales en 2016, sobre la posibilidad de ser reelecto para un nuevo mandato, y que el gobernante perdió por el 51% de los votos. “Se fragilizó” y “perdió credibilidad”, afirmó la especialista en temas de género.
“La gente se pregunta: ‘¿Es momento de criticar a Evo cuando las fuerzas que están surgiendo y presentándose, y la violencia nos obligarían a olvidar las críticas contra él para ocuparnos de lo más urgente?’. Yo soy de la opinión de que no se puede perder esta oportunidad para hacer las críticas. Siempre con un principio que hemos utilizado mucho en materia de derechos humanos, pero que deberíamos empezar a utilizar en la política, que es el del principio de la no repetición”, recomendó Segato.
La antropóloga recomendó, entonces, hacer las críticas a “la manera autocrática” de hacer política de Morales, a “la militarización del país” y, también, a la manera “machista” del líder del MAS. “Ahí emerge el hecho de que Morales es un sindicalista, y no un aymara”, aclaró. Además, recordó la negativa de Evo a respaldar la candidatura de David Choquehuanca como candidato presidencial y la insistencia en su reelección.
“Hizo que fuera muy fácil para las fuerzas que siempre conspiran, que acechan, que están muy bien orquestadas, que tienen una asesoría internacional (…)”, dijo Segato, crítica a su vez del actual Gobierno interino de Bolivia, encabezado por la senadora Jeanine Áñez. “Un gobernante debería tener conciencia de esto, percibir los riesgos que corre y la necesidad de no equivocarnos”, agregó.
Segato dedicó, por último, un extenso pasaje de su desarrollo al machismo de Evo Morales. Según ella, en Argentina su figura se encuentra “prácticamente canonizada”, por lo que es muy difícil mencionar frases del mandatario, como cuando dijo sobre retiro, que lo haría: «Con mi charango, con mi coca y con mi quinceañera”.
La antropóloga recomendó, entonces, hacer las críticas a “la manera autocrática” de hacer política de Morales, a “la militarización del país” y, también, a la manera “machista” del líder del MAS. “Ahí emerge el hecho de que Morales es un sindicalista, y no un aymara”, aclaró. Además, recordó la negativa de Evo a respaldar la candidatura de David Choquehuanca como candidato presidencial y la insistencia en su reelección.
“Hizo que fuera muy fácil para las fuerzas que siempre conspiran, que acechan, que están muy bien orquestadas, que tienen una asesoría internacional (…)”, dijo Segato, crítica a su vez del actual Gobierno interino de Bolivia, encabezado por la senadora Jeanine Áñez. “Un gobernante debería tener conciencia de esto, percibir los riesgos que corre y la necesidad de no equivocarnos”, agregó.
Segato dedicó, por último, un extenso pasaje de su desarrollo al machismo de Evo Morales. Según ella, en Argentina su figura se encuentra “prácticamente canonizada”, por lo que es muy difícil mencionar frases del mandatario, como cuando dijo sobre retiro, que lo haría: «Con mi charango, con mi coca y con mi quinceañera”.
Fuente: https://www.infobae.com/america/america-latina/2019/11/20/rita-segato-durisima-con-evo-morales-dijo-que-no-fue-victima-de-un-golpe-y-recordo-su-machismo-y-autoritarismo
Bolivia: ¡Nos están matando, compañeras!:
Por Claudia Korol.
En Bolivia no sólo están dando un golpe de Estado, también avanza una masacre fascista, machista y racista contra un pueblo que no acepto el disciplinamiento. Nos están matando y vos…
Estamos recibiendo audios a toda hora, desde distintos puntos de Bolivia: Cochabamba, El Alto, Senkata, La Paz… Traen gritos desesperados de mujeres, de comunidades que resisten con dignidad, bajo las balas asesinas de militares, policías, y de grupos fascistas armados por las oligarquías con el apoyo de los Trump, los Macris y Bolsonaros. Traen también voces que denuncian, voces que analizan, voces que organizan, voces que están en la resistencia. Se escuchan llantos que se rehacen en consignas. ¡Los pueblos unidos jamás serán vencidos!
El golpe de estado racista, fascista, patriarcal, colonial, capitalista, busca terminar con todas esas voces, acallarlas, borrarlas, hacerlas no audibles. El cerco comunicacional pretende aplastar y aislar la palabra del pueblo. La restauración conservadora, capitalista, va por el litio, va por la selva, va por los malos ejemplos.
Las voces siguen llegando. Se generan nuevos espacios de comunicación. Funcionan a mil las redes sociales y familiares, las radios comunitarias, los vídeos caseros hechos desde los celulares. Es desesperante escuchar las balas. Ver su recorrido atravesando la piel, invadiendo los cuerpos que se levantan de todas las humillaciones. Genera rabia, impotencia, indignación, bronca.
No se entiende entonces, que en medio de ese mar de voces rebeldes que le sacan la máscara al racismo asesino, que no se rinden, que no se entregan, que no se venden, empiece a sonar un murmullo ensordecedor, hecho de palabras escritas desde algunos espacios feministas, ambientalistas, unas que aseveran que no es un golpe, otras que dicen que tal vez si lo es, pero que en ese caso se trata de una acción de la derecha que pretende capitalizar un levantamiento popular, aprovechando el desastre provocado por Evo y su gobierno. Se dirigen y enfatizan las críticas, más que a los usurpadores violentos del gobierno, hacia el presidente derrocado. Se iguala a Evo con Camacho y Mesa, y se banaliza el golpe como si se tratara de una riña de gallos.
De golpe, sí, de golpe, toda la atención se distrae de los grupos fascistas que acicatearon las movilizaciones convocadas “en defensa de la democracia”, donde participaron entusiastas varias figuras que hoy escriben estas sinrazones. (Participaron de las marchas contra la reelección de Evo –en defensa de la democracia, dijeron-, pero no están ahora en las barricadas contra el fascismo). La atención se distrae de las acciones realizadas por el gobierno de EEUU, por la OEA, por el fascismo de los grupos parapoliciales de la juventud cruceñista, por la acción desestabilizadora promovida por la oligarquía boliviana comandada por Mesa y Camacho. La atención se distrae de las balas que matan al pueblo. La atención se distrae de las mujeres de polleras apaleadas, humilladas. La atención se distrae de la impunidad a los militares garantizada por la impostora que actúa como presidenta. El problema, dicen, es Evo, y el pueblo que cree en el caudillo.
No es el sentido de estas notas de urgencia discutir el machismo de Evo y de tantos líderes políticos de Nuestra América. Pero sí necesitamos decir que el feminismo popular, sabe distinguir entre las dificultades históricas de la cultura patriarcal de nuestros pueblos, y las políticas imperialistas y oligárquicas que nos golpean. Sabemos distinguir entre Salvador Allende y Pinochet, entre Hugo Chávez y Guaidós, entre Mel Zelaya y Micheletti, entre Lula y Bolsonaro. No hacerlo es ser indiferentes a los sentires y a las luchas de las mujeres y de los pueblos. Desde los feminismos populares, no legitimamos los gestos machistas que siembran la historia de las revoluciones ganadas y perdidas, pero esos gestos los discutimos en el medio de los procesos de cambio, y no con quienes nos están matando.
Mientras escuchamos la desesperación de quienes ponen el cuerpo en las calles, en las laptop se escriben sentencias políticas para el gobierno que –a pesar de todos los errores y debilidades que se puedan analizar- ha generado una experiencia plurinacional, de reconocimiento de los pueblos originarios y de su dignidad. Frente al golpe de estado, con participación militar y policial en su definición, responsabilizar al gobierno de Evo Morales del crimen, y dejar planteado incluso un enfoque que cuestione el carácter fascista, racista, patriarcal y colonial de quienes se hicieron del gobierno y del poder, es muy funcional a los intereses golpistas.
Cuando las mujeres de pollera dejen de sentirse y de estar amenazadas por las calles, cuando los y las jóvenes dejen de ser criminalizados y asesinadas, cuando los movimientos populares dejen de ser perseguidos, cuando se juzgue a los responsables de estas masacres y el pueblo recree desde abajo y colectivamente el poder popular, podremos analizar los límites de las experiencias que los pueblos vienen protagonizando en el Abya Yala.
Hoy nuestros cuerpos, nuestros sentimientos, nuestras fuerzas, están puestos en romper el bloqueo informativo, en tender puentes con la Resistencia indígena, campesina, feminista y popular, en acuerpar a cada compañera y a cada compañero herido/a, preso/a, amenazado/a, perseguido/a, lastimado/a. A quienes una y otra vez recibieron gases y balas, golpes y humillaciones.
Estamos con los perseguidos y perseguidas. Con las humilladas. Con la dignidad rebelde que sigue ocupando calles y cortando rutas. Y de ahí, no nos movemos. El fascismo no pasará.
20 de noviembre, 2019.
Fuente: https://www.marcha.org.ar/bolivia-nos-estan-matando-companeras
La orfandad que deja el caudillo
Por *María Galindo.
El sentimiento de abandono y orfandad que deja ver el despegar a Evo Morales rumbo a México se siente en las calles. La gente me llama a la radio y rompe en llanto sin poder hablar, su sentimiento de debilidad y de abandono hacen que de la memoria se les borren por arte del dolor las violencias y arbitrariedades del caudillo, y que la gente lo añore como padre protector y benefactor.
Soy, entre muchos de mis oficios, testigo directa cotidiana de lo difícil que es sacarse un macho de encima para una mujer que sufre violencia y no deja de salírseme de la cabeza esa imagen cuando pienso en Bolivia.
Cuando el macho/el caudillo tira la puerta porque ha perdido el control sobre la vida y los afectos de su compañera, anuncia un apocalipsis. La acusa de destructora de la familia, exige y demanda que ella se sienta culpable.
¿Y saben qué? Al macho violento lo que más le importa no es cómo se quedarán las wawas, ¿Cómo se les puede explicar lo ocurrido, no? Lo que más le importa al macho violento que se va es quedar bien, por eso empieza a propagar todo tipo de descalificaciones contra su “víctima”, descalificándola, denigrándola y haciéndole un cerco para deslegitimarla.
Lo que más le importa al macho violento cuando se va es que ella no pueda recuperar su vida, sus sueños, sus planes y su alegría. Evo Morales está en ese juego precisamente, quiere presentarse internacionalmente como victima indígena de un golpe de Estado fascista racista, colonial e impulsado por la CIA; y eso es la mitad de la verdad.
Evo Morales está complacido con dejar al país en un proceso que puede derivar en un proceso autodestructivo. Está complacido de que sea la derecha fascista, que irónicamente fue su aliada en el ecocidio y el proyecto de destrucción de la amazonia, la que le haya tumbado. Él estaba políticamente agotado y por eso tuvo que hacer fraude y es esa derecha destructiva, ignorante angurrienta que se queda, la que le permitirá volverse a legitimar ante la comunidad internacional y ante la gente.
Bolivia necesita tomar contacto con sus propios miedos, sentir su propia fragilidad y hablar y hablar sobre lo que esta sucediendo, para armar junt@s el rompecabezas de sentidos que necesitamos, tal cual lo hace la victima de violencia para recuperar sus sueños, su cuerpo y sus luchas, y no caer en el siguiente macho protector.
Hoy más que nunca los pueblos indígenas tienen la gran tarea de demostrar que Evo no fue el eje de sus luchas, ni el propietario de sus derechos y asumir su propio espacio, permitir y hacer de todo para que sus propias voces resurjan, esta vez sin caer en los mismos errores: que hablen las mujeres y los niños y niñas, y los jóvenes y que no sean los pajpakus, machistas y envalentonados, que anunciando guerra vuelvan a silenciar a sus propios pueblos.
Hoy más que nunca el cuestionamiento del ecocidio, cuyos responsables están en el Comité Cívico Pro Santa Cruz tiene que tomar espacio y voz. No es que las luchas ecologistas no tienen interlocutor ni sentido, todo lo contrario, tienen más sentido que nunca, porque los directos responsables son los que quieren tomar el control, esta vez sin careta popular, que es lo que Evo les aportaba.
Las feministas que estamos despatriarcalizando la sociedad con libertad desde nuestras vidas y nuestros cuerpos, l@s discas, la mariconada.
Ahora necesitamos entender que el caudillo no nos dejó huerfan@s y que tenemos voz propia, propuesta propia. La lucha fue y es por la democracia y no por fascismo, es eso lo que tenemos que dejar en las calles, en las asambleas, en los barrios y en el cielo, escrito con claridad desde nuestras propias voces.
Así como Camacho no es el propietario de la democracia, sino el utilitario de las luchas por democracia; Evo tampoco es el propietario del Estado Plurinacional, ni de las agendas populares.
Es urgente y es posible la recuperación de nuestras voces el fascismo que cree que tiene al país en el bolsillo esta muy equivocado no es así.
El caudillismo es hoy más que nunca uno de los ejes más importantes de discusión, no podemos ir de caudillo en caudillo, como peones de un tablero.
El caudillismo como figura que expropia luchas y sentimientos
El caudillismo como figura ofrece protección y salvación a cambio de control, y sumisión.
Y para eso, por muy increíble que parezca, somos las mujeres las que tenemos la clave de cómo quitándote un macho de encima no tienes porqué caer en el macho siguiente.
*María Galindo es miembro de Mujeres Creando.
14 de noviembre, 2019.
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