Entre corruptos y asesinos se entienden: Redes entre el ejército chileno, israelí, empresarios y EE. UU.

Durante los primeros días de la revuelta social que estalló el 18 de octubre la casilla de correo electrónico de la Brigada de Acorazados del Ejército en Arica registró numerosos mensajes con información recopilada en redes sociales: convocatorias a marchas, protestas nocturnas, enfrentamientos de manifestantes con las fuerzas del orden y también saqueos a grandes cadenas del retail. A esos registros se sumaron evidencias de participación de miembros del Ejército en grupos de whatsapp desde donde se convocaban protestas y posteos en redes sociales de soldados que llamaban a la insurrección.

Lo que parece ser un rastreo precario de información para labores de inteligencia destinadas a contener la disidencia interna, es parte de los documentos revelados por el masivo hackeo que afectó al Ejército hace pocos días y que se conoció este sábado 14 de diciembre, cuando la institución admitió haber sufrido el ataque de piratas informáticos en un comunicado público.

“El pasado viernes 13 de diciembre, a las 17:35 horas, una organización de ciber delincuentes publicó en Twitter la filtración del contenido de seis cuentas de correos electrónicos del dominio @ejercito.cl. Ante este hecho, el Ejército de Chile activó sus protocolos de seguridad, disponiendo las medidas técnicas correspondientes para evitar nuevos actos de esta naturaleza, labor que continúa en desarrollo”, señaló el comunicado, donde se informó que se entregarían los antecedentes a la justicia (lea el comunicado).

Las seis cuentas de correos vulneradas son las de la Brigada de Acorazados de Arica (Briaco); Regimiento de Policía Militar de Peñalolen; Guillermo Paiva (director de Inteligencia); Cristóbal de la Cerda (actual director de Operaciones); Nicolás Vidal (encargado de las Relaciones Internacionales); y Patricio Veas (director de Finanzas). En total son 3.475 mensajes de correos electrónicos filtrados, los que incluyen archivos adjuntos.

Los documentos fueron distribuidos por un grupo de hackers internacionales, los mismos que estuvieron detrás de la reciente divulgación de documentos de Carabineros (vea ese reportaje de CIPER). Los archivos filtrados se subieron a una plataforma que se ha convertido en una suerte de centro de distribución de información filtrada en todo el mundo (DDOSecrets).

Correos de la dirección de inteligencia

El 24 de agosto de 2018 el agregado de defensa de la Embajada de Israel en Chile, coronel Eran Gabay, invitó vía correo electrónico al director de Inteligencia del Ejército de Chile, general Guillermo Paiva, a un seminario de ciberseguridad a realizarse en Tel Aviv en noviembre de ese mismo año.

En los correos filtrados del general Paiva hay evidencia de que el uniformado asistió a esa actividad en Israel, cuyo programa incluyó paseos turísticos por Jerusalén y Beer Sheva. En el marco de ese seminario también se realizó la Conferencia Israelí HLS & Cyber 2018, la que tenía por objeto acercar a la industria de seguridad israelí a las autoridades asistentes. Entre las temáticas que se abordaron allí estuvieron asuntos de inteligencia, protección de infraestructura crítica, desafíos ante amenazas terroristas, contención del crimen, orden público y preparación ante desastres y emergencias, tal como se lee en la invitación que le hicieron llegar al general Paiva.

Tres meses después de cursada la invitación, el 21 de noviembre de 2018 Paiva recibió un correo electrónico de Menahem Cohen, director comercial de Mer Group -empresa israelí cuya división de inteligencia está integrada por ex directores del Mossad y del servicio secreto interno de ese país-, quien le ofreció los servicios de su empresa como apoyo a las labores de inteligencia del Ejército.

El seminario israelí sobre ciberseguridad volvería a repetirse en noviembre de 2019, aunque ahora enfocado a los países latinoamericanos. El general Paiva recibió la invitación para asistir a esta nueva versión, aunque no hay claridad sobre su respuesta.

En paralelo a esa actividad de Israel, la Dirección de Inteligencia del Ejército chileno recibió otra invitación para un encuentro sobre ciberseguridad, pero ahora del Comando Sur de Estados Unidos, la que iba a realizarse en Washington. Los cupos eran para tres personas y, además de los chilenos, estaban invitados uniformados de Brasil, Colombia, Perú y Argentina. La invitación llegó al general Paiva a través de un oficial de enlace en el Ejército Sur de EE.UU., el coronel Gonzalo Aliaga.

En los correos electrónicos de Paiva también figura un mail del 9 de mayo de 2019 remitido por el comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, quien le reenvía, para su evaluación, un mensaje de un capitán de la institución que lo alerta sobre casos de corrupción que estarían ocurriendo en las filas uniformadas y sobre trampas que le estarían tendiendo a Martínez miembros del alto mando.

Vínculos empresariales

Entre los correos publicados se incluye uno del 23 de diciembre de 2015, donde el entonces jefe del Departamento Comunicacional del Ejército, Cristóbal de la Cerda, coordina la entrega de tarjetas de socio de cortesía para cada uno de los generales de la guarnición de Santiago, un obsequio que les hizo el Club de la Unión.

Otro correo del 7 de abril de 2016 muestra los preparativos para un almuerzo entre el entonces comandante en jefe de la institución, Humberto Oviedo, y el empresario Roberto Angelini, a realizarse en mayo.

Otros emails dan cuenta de un almuerzo en 2016 entre Oviedo y otros siete integrantes del alto mando con la plana ejecutiva del Banco Santander en Chile. También en agosto se realizó un almuerzo de camaradería entre el alto mando militar y el presidente del Banco BCI, Luis Enrique Yarur.

Estrecha relación con Estados Unidos

En enero de 2016 Cristóbal de la Cerda había sido trasladado a la jefatura del Departamento de Coordinación del Comandante en Jefe del Ejército. Desde ese rol tuvo un intenso intercambio de correos con la empresaria turística Victoria Latrach, ya que era el encargado de gestionar los viajes del comandante en jefe al extranjero. Latrach actualmente está acusada en la arista “empresas de turismo” del fraude en el Ejército, por supuestamente haber participado de la operación mediante la cual oficiales se quedaban con los viáticos destinados a sus viajes oficiales.

Un correo electrónico del 4 de enero de 2016 de Victoria Latrach a De La Cerda, entrega detalles de un viaje a Miami del entonces comandante en jefe del Ejército, Humberto Oviedo, quien viajó junto a su señora, Marianne Stegmann. Por los pasajes business de ambos el Ejército desembolsó US$15.510. Partieron el 12 de enero de 2016 y volvieron a Santiago cinco días después (vea aquí copia de ese correo electrónico).

La misma Victoria Latrach envió otra cotización a De La Cerda para para Javier Abarzúa y Miguel Basoalto, ambos escoltas de Oviedo en ek viaje a Miami. Los dos viajaron en clase económica, por un total de US$972.

Ese viaje a Miami incluyó hospedaje en el Hyatt Regency Coral Gables. El Ejército pagó US$6.120 por ese ítem. Victoria Latrach dispuso la reserva de una habitación doble y dos singles (vea aquí el correo). El Ejército pagó además por el arriendo de una van por 8 horas diarias a libre disposición de Oviedo y su gente. En ese ítem la institución desembolsó otros US$6.680.

La visita a Miami fue para participar en el cambio de mando en el que asumió el almirante Kurt Tidd como jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, que es la repartición de ese país que vela por sus intereses en Latinoamérica.

En las actividades en Miami participó el general Oviedo con sus pares militares de Perú y Colombia. En mails filtrados de la casilla del general De La Cerda figuran también consultas de personal del Ejército para asistir a actividades turísticas en la ciudad, como el paseo que hicieron a la zona de Key Largo el 16 de enero de ese año.

Oviedo está procesado por la justicia por malversación de $4.500 millones. La causa, que comanda la jueza Rutherford, incluye una serie de viajes personales que realizó Oviedo junto a su esposa, utilizando fondos fiscales. Entre los destinos mencionados en la indagatoria se incluyen Paris, Punta Cana, Tel Aviv, Londrés, Milán, Berlín, Madrid, Venecia y Munich, entre otros. Hasta ahora no se había mencionado un viaje a Miami de la pareja.

Pero la relevancia del viaje a Miami en enero de 2016, sobrepasa probables irregularidades por el uso de recursos fiscales en actividades turísticas. Durante la estadía de Oviedo en la ciudad estadounidense se abrocharon varios acuerdos militares entre Chile y el Comando Sur de Estados Unidos. Un correo electrónico recibido por Cristóbal de la Cerda el 19 de febrero de 2016 profundiza en esos acercamientos. El remitente de ese mail es el coronel José M. Urrutia Duble, oficial de enlace con el Ejército Sur. En un documento adjunto se señala que el jefe del Estado Mayor General del Ejército de Chile estaba por esos días impartiendo instrucciones en distintas direcciones y comandos para cumplir con los acuerdos alcanzados en Estados Unidos por el general Oviedo, quien se habría reunido con el almirante Tidd, el teniente general Di Salvo y el mayor general Chinn.

En esas reuniones se habría acordado varios objetivos: realizar un ejercicio de montaña aprovechando la visita de autoridades del Comando Sur a Chile para la Fidae 2016; extender entrenamiento en campos de Hielo Sur a partir de 2017; visitas de oficiales chilenos a Fort Benning y visitas de oficiales femeninas estadounidenses a Chile y entrenamiento a personal de ejércitos centroamericanos. Pero lo más relevante aparece en un posible acuerdo bilateral de inteligencia:

“El Acuerdo se encuentra en su última fase de revisión en el Pentágono. Según información del G2 de Army South, luego de dicha revisión que pronto debiera finalizar, el borrador final se enviará a Army South y Chile (DINE) para último chequeo antes de la firma.Luego de eso se podrá acordar la mejor forma de firmarlo, es decir, si en presencia en alguno de los 2 países, o por vía electrónica a través del Grupo Militar”, señala el documento adjunto al correo.

El 25 de mayo hubo una nueva reunión entre Oviedo y oficiales del Comando Sur. Esta vez se reunieron en Tampa, Florida. La cita se realizó en la oficina del general Thomas en el centro de convenciones de Tampa. También asistió el comandante del Comando de Operaciones Especiales (Sur), el almirante Green.

En junio de 2016 el general Oviedo volvió a Estados Unidos para reunirse con oficiales de ese país. Los mails revisados por CIPER dan cuenta de que con presupuesto institucional se compraron tickets para que Oviedo y sus acompañantes asistieran a ver shows en Broadway. Entre los requerimientos para el hospedaje en Nueva York se incluyó un hotel cinco estrellas que tuviera una buena vista al Central Park. En ese viaje a Oviedo lo acompañaron su señora, un escolta, un ayudante y un auxiliar.

En los correos hackeados al teniente coronel Nicolás Vidal Orellana aparecen comunicaciones desde la embajada de Estados Unidos coordinando un seminario de contraterrorismo en Colombia, al que asistieron oficiales chilenos.

En la casilla de Patricio Veas Stock, el actual director de finanzas del Ejército, aparece un trato especial con el Comando Sur de Estados Unidos: un mail del 6 de noviembre de 2017 revela una donación del Comando Sur que constó de cuatro camiones Volteo Mack GU813, dos camiones irrigadores Mack GU813 y un rodillo compactador HAMM 3410, valorados en US$1 millón. La condición fue que el Ejército debió pagar el IVA de esa operación, el que ascendió a US$191 mil. La compra de esos vehículos se hizo a la empresa Salfa (vea aquí carta del Ejército a Salfa).

Contactos internacionales

Los correos filtrados del teniente coronel Nicolás Vidal Orellana, encargado de las relaciones internacionales del Ejército, incluyen documentos enviados por los agregados militares de Chile en países como Corea, Francia e Italia, detallando los contactos claves de la institución en esos países.

En la cuenta de correo de Vidal Orellana también figura un informe del Estado Mayor Conjunto fechado el 8 de febrero de 2017, el que informa del estado de la misión política especial en Colombia. En ese momento había 66 integrantes de las Fuerzas Armadas y de orden chilenas ejecutando labores relacionadas con el proceso de paz colombiano. En el informe se detalla la situación política militar en ese país y se incluye información de inteligencia respecto de los grupos armados que operaban en los territorios que estaban siendo abandonados por las FARC. También se menciona que una teniente de Carabineros estaba bajo investigación y en proceso de repatriación, aunque no se menciona la razón.

En la misma casilla de correo existen varios otros informes con detalles de las misiones de militares chilenos en Guatemala y Honduras.

Vidal Orellana también tenía responsabilidades en compras internacionales realizadas por el Ejército. Así lo comprueba un correo del 10 de julio de 2017. Ese día la empresa turca Aselsan le envió un documento marcado con las palabras “Commercial in Confidence” en rojo. Se trató de una invitación a Ankara (Turquía) para una comisión del Ejército que fuera a recepcionar cuatro sets de un sistema de alertas de misiles, el que se habría comprado en el marco del proyecto “Rotor”. La invitación de la empresa es generosa: pasajes de ida y vuelta más un viático de US$345 diarios por persona entre el 11 y el 20 de agosto de 2017 (vea aquí esa invitación).

 

En la misma casilla electrónica figura un mail del 1 de agosto de 2017, firmado por el coronel Cristián Carrillo, da cuenta de que en mayo de 2017 se realizó el segundo encuentro bilateral entre los estados mayores de Chile y Colombia y que allí se programó la asistencia de oficiales chilenos a cursos de formación en el país cafetero: un curso de operaciones psicológicas entre el 2 de octubre y el 19 de diciembre de 2017 y un curso de contrainteligencia entre el 18 de agosto y el 14 de noviembre del mismo año. Ambos se realizarían en Colombia.

La sexta cuenta de correo hackeada corresponde a la del Regimiento de Policía Militar de Peñalolén, donde cumplen prisión preventiva varios militares procesados por violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura. Eso explica la gran cantidad de documentos judiciales que están contenidos en esa casilla.

Por ejemplo el 8 de julio de 2019 una funcionaria del Poder Judicial envió a la casilla del Regimiento de Policía Militar un acta de notificación para Marco Rodríguez Olivares, oficial del Ejército condenado por la matanza de campesinos de Chihuío en octubre de 1973. Ese día a Rodríguez lo notificaron de que se le había concedido la libertad provisional bajo fianza.

Los mails incluidos en esa carpeta son una muestra de lo que ha ocurrido con los militares condenados por crímenes durante la dictadura. Hay resoluciones de juzgados castrenses y civiles, y gran cantidad de otorgamiento de libertades provisionales. CIPER no halló pruebas en esos correos de que el Ejército esté pagando las fianzas cobradas a los uniformados condenados por la justicia.