Diversas voces del pueblo se están pronunciando tildando al «acuerdo de paz», al plebiscito del 26 de abril y a toda la salida institucional pactada oficialmente el 15 de noviembre recién pasado, como un tongo, farsa, engaño. Declaraciones de asambleas, organizaciones, activistas sociales e intelectuales, han ido manifestando dudas sobre este proceso. Compartimos con uds., en esta publicación, dos textos que manifiestan una crítica radical al famoso acuerdo y por supuesto al próximo plebiscito. Además, hemos revisado el documento firmado por los congresistas en noviembre, que adjuntamos al final de esta nota. A la luz de dicha revisión, podemos apoyar las criticas a la «salida» institucional, que mas que salida se configura como una trampa, una trampa para atrapar los profundos anhelos de cambiarlo todo. Una trampa que se teje en el mismo momento que comienza a redactarse el documento firmado en noviembre. A continuación, sólo algunos argumentos que justifican lo señalado:
Los partidos firmantes se comprometían en el documento, a garantizar el restablecimiento de la paz, orden público, el total respeto a los derechos humanos y a la institucionalidad democrática vigente. Compatibilizar orden público, paz y el total respeto a los derechos humanos en un proceso de levantamiento popular, que ya en noviembre contaba con muertos, heridos y personas encarceladas y que posteriormente, da paso a un avance y fortalecimiento del Estado policial, hace de este compromiso un acto puramente retórico, artificioso, pero en ningún caso baladí o inocente. ¿Cómo garantizar la paz sin pronunciarse ni en lo mas mínimo sobre las violaciones a los derechos humanos ocurridos ya en ese momento?, ¿sin comprometerse a evitar toda forma de impunidad?, ¿el acuerdo incluía silenciar estos aspectos tan relevantes? El posterior avance en la criminalización de todo acto de protesta, demuestra que en el acuerdo era más relevante la posibilidad de alcanzar el orden público y no el total respeto a los derechos humanos.
A lo anterior, debemos sumar el compromiso asociado a «garantizar la institucionalidad democrática hasta ahora vigente». Esta frase, afirma que los y las congresistas defenderán el orden institucional que a ellos y ellas les ha permitido asumir cargos con votaciones irrisorias y que en la actualidad, cuenta con un total descrédito manifestado en diversas encuestas y evidentemente, en la calle. El acuerdo hace caso omiso de las críticas levantadas por el movimiento social a la casta política, es más, de manera soberbia los y las parlamentarios/parlamentarias firman el acuerdo y levantan la cabeza sosteniendo que esta alternativa es la gran salida democrática.
Entre tanto, negociaciones van y vienen. La oposición y la derecha tradicional conversan, acuerdan, presentan proyectos en conjunto. La mayoría vota a favor de la agenda represiva. Desaparece ese sector de oposición y más bien parece configurarse una gran derecha política, que incluye a un sector tradicional: UDI, los seguidores de Kast, una parte importante de RN y probablemente algunos DC, con una derecha más liberal o reformista: ex concertación y nueva mayoría, sumado a los «juiciosos», es decir, un grupito tras Desbordes y otro, tras aquellos hermanos tolerantes y preocupados de lo social, los Ossandon. Diferencias, matices sin duda habrá, de hechos algunos llaman a votar en el plebiscito de abril por el rechazo, otros por el apruebo, hay unos que quieren mas parlamentarismo y otros más presidencialismo, pero todos casi al unísono, rechazan «todo tipo de violencia», están contra los «extremistas» (tal como lo dijo un ex dirigente estudiantil hoy diputado) y todos quieres salvar «esta democracia», no otra, porque pensar en otra forma de democracia es el caos, es la anarquía. Todos unidos tras ese compromiso de mantener la institucionalidad democrática vigente.
Así las cosas, se puede afirmar que la estrategia institucional presentada en el documento de noviembre: plebiscito de entrada, convención constituyente y plebiscito ratificatorio, es un camino que tiene como principal leitmotiv la mantención del modelo político. Revisar, nada mas, las primeras frases del acuerdo de noviembre, evidencian la falsedad, el engaño, la mentira, la trampa diseñada por la casta política, ese amplio espectro de derecha, que hoy nos vende una participación que no hará sino avalar su engaño y nos involucrará en un juego, donde sólo nosotros nosotras seremos los perdedores. Ellos y ellas, saldrán una y otra vez a celebrar la mantención de sus instituciones, mientras nosotros nosotras seguiremos llorando nuestros muertos, muertas, nuestros heridos, nuestros encarcelados, sumado a la frustración de haber sido una vez más engañados. Si el pueblo está despierto, no debe aceptar somníferos. (Nota editora Natalia Pravda)
COMUNICADO PÚBLICO PARA CHILE Y EL MUNDO DESDE RADIO PLAZA DE LA DIGNIDAD- CHILE
Ante el intento de consumar el fraude constitucional por parte de la casta política y empresarial cuyo primer mito es el plebiscito del 26 de abril próximo declaramos:
Todo el proceso iniciado la madrugada de el 25 de noviembre es ilegítimo y viciado en su origen, el acuerdo por la paz solo pretende salvar la institucionalidad corrupta y agonizante que la revuelta popular se ha propuesto derribar, todo lo que surgió de esta cocina constituyente debe ser rechazado enérgicamente sin ambigüedades ni malabarismo electoralistas.
Las chilenas y chilenos solo aceptaremos un proceso transparente democrático participativo deliberante donde todas y todos en igualdad de condiciones nos coloquemos de acuerdo de qué sociedad queremos construir. Ese camino ya comenzó el día 18 de octubre y no lo abandonaremos por mas fraudes y chanchullos que intenten realizar los corruptos de siempre.
La inmensa mayoría se ha pronunciado categóricamente por el fin de modelo de dominación y de todas las instituciones que lo han sostenido durante estos últimos 30 años de democracia neo-liberal, los dueños del poder son el problema, los partidos políticos cuentan con un misero 2% por ciento de apoyo, 3% tiene el parlamento, 6% el gobierno y pretenden imponer las soluciones, pretenden retrotraernos a su normalidad, esa que previa a la revuelta popular solo nos ofrecía una vida indigna y una resignación donde estaba naturalizada la pobreza y la marginalidad.
Ni un proceso constituyente será legitimo mientras el criminal de Sebastián Piñera siga en la moneda, ni un proceso constituyente será legitimo mientras se siga asesinando, encarcelando y torturando al pueblo. Verdad, justicia y castigo a los culpables de las violaciones a los derechos humanos es un imperativo ético prescindible, la disolución de los cuerpos policiales y el inicio a una reforma profunda.
Al poder judicial que se ha hecho cómplice de la criminalización de la protesta social ni un proceso constituyente será legítimo mientras existan miles de presas y presos políticos, luchadores de primera línea que son un testimonio vivo de la violencia estatal, la verdadera asamblea constituyente será libre soberana y originaria, que funde un nuevo Chile.
No dejaremos la lucha, rendirse no es opción. Seguiremos en las calles para expresar con energías, convicción, organización y movilización el fraude constitucional, no pasarán!!
Transmitiendo desde el corazón de la revuelta radio Plaza de la Dignidad para todo Chile y el mundo.
Declaración médico de Lo Hermida
Soy medico que atiende a la primera línea en la Plaza y en Lo Hermida.
Lucho desde los 12 años en exilio, dictadura y “democracia”, hijo de expp, hermano de Corina Maluenda, bebé de 3 meses, robada a mi mamá en el hospital, mientras mi papá era torturado en el regimiento de La Serena en el año 1973, ademas los carabineros le llegaron a mi casa y me quitaron el autoambulancia con el cual transportaba heridos.
Hecho mi presentación, por cuanto parece que para algunos, se requiere currículum, para poder opinar, puedo decir lo siguiente: Convención Constituyente no es Asamblea Constituyente, por favor no engañen al pueblo, no es soberana, le basta 1/3 de rechazo, o sea es una cocina constituyente. Si quieren votar y que la gente vote, DIGAN LA VERDAD! Pero más allá de eso, lo que no acepto, lo que no puedo validar es que la nueva constitución la redacten los AUTORES INTELECTUALES DE ASESINATOS, TORTURAS Y DESAPARICIONES. No insulten por dar una opinión contraria, si a nadie se le va a obligar a no votar, así que los que quieran hacerlo pueden seguir promocionándolo.
Pero dejemos de usar la frase “le hacen el juego a la derecha, los extremos se juntan” y todas esas frases de mierda que impusieron los PS/PC/FA para justificar sus cagás de acuerdos con la derecha. Hace tan solo unos 4 meses, cuando nosotros nos tomábamos las calles en una marcha, nos trataban de “ultras”, “anarcos”, “no traspasen las vallas papales sino se viene mas fuerte la repre”, “fuera los violentistas”. Hoy todos esos que nos decían esas frases han estado en la calle y sin autorización, de repente sí es válido? Porque voy a negociar con asesinos intelectuales de mi pueblo? He tenido la sangre de mi pueblo en mis manos cuando los ayudo. Mi moral política no lo permite, mas aún no lo permite el duelo que aún tengo por el compañero Jorge Neco con quien trabajé años y que ya nunca mas estará.
A la xuxa la Convención. Cansado de tener que marcar “el mal menor”, para ver si algo se gana. Engañoso, patrañas, pan y circo. Acaso se murieron las AFP, el CAE, las ISAPRES, la educación con lucro, la miseria en los hospitales (>18.000 muertes en lista d espera el año pasado), acaso hay pensiones dignas? Y se asegurarán en que todo eso siga existiendo, con ese 1/3 de rechazo. Hay muertos, torturados, desaparecidos, violaciones y presos políticos! Tengo rabia y hambre de justicia que no cabe en un voto que legitimará a los asesinos nuevamente. Usted opina lo contrario, se le respeta.
Pero para mi la Convención Constituyente, para mi es AMNISTIA E IMPUNIDAD!
Eliecer Maluenda Muñoz
Fuente: https://www.facebook.com/tancolzsa.manutara.7/videos/176116743799361/
Anexo: Documento acuerdo de paz
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