Chile DD.HH.: «José Zalaquett deja un legado que debemos honrar».

Con una destacada carrera como defensor de los derechos humanos durante la dictadura, será recordado el abogado José Zalaquett Daher quien falleció durante la jornada del sábado 15 de febrero.

“Pepe” Zalaquett, como era conocido, adquirió un compromiso especial con los derechos humanos luego del golpe de Estado en 1973, llegando incluso a ser detenido, torturado y vivir en el exilio, por lo que su perdida se ha lamentado en Chile y el mundo.

En su exilio asumió el cargo de secretario general adjunto y Presidente de Amnistía Internacional, mientras que cuando regresó a Chile mantuvo su arduo trabajo por terminar con la dictadura instaurada en el país.

“José Zalaquett deja un legado tremendo en materia de derechos humanos, pero por sobre todo, un legado humano. Su generosidad, su humor y el compromiso con sus estudiantes, deben guiar a las actuales y futuras generaciones de académicos de la Universidad de Chile”, menciona en un comunicado esta casa de estudios, en donde Zalaquett también fue profesor.

En la Universidad de Chile fue fundador y co-director del Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho, llevando adelante investigaciones en un área poco explorada como la relación entre derechos humanos y corrupción.

Su vida también estuvo marcada por su gran amor al arte, en donde fue un destacado crítico a nivel mundial. Además en el año 2003 fue reconocido con el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales. Asimismo, fue comisionado y Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Desde la Cátedra de Derechos Humanos mencionaron que “en momentos tan duros en materia de derechos humanos, como los que enfrentamos en nuestro país, el ejemplo de José Zalaquett debe inspirarnos hoy más que nunca para continuar, incansablemente, comprometidos con la defensa de las víctimas, sin considerar los costos asociados”.

A lo anterior agregaron que “ese es su gran legado, los derechos humanos son un límite infranqueable para la autoridad y, por defenderlos, vale la pena vivir”.