El pánico, el disciplinamiento y el desarme popular.
por Editor CT.
Se está instalando una nueva coyuntura: la declaración de un Estado de Excepción justificado no en la crisis del orden social si no al amparo de una emergencia sanitaria; no por decretos presidenciales de seguridad interior sino por decretos del ministerio de salud.
Esta coyuntura abierta desde arriba no sólo busca retrasar o eventualmente suspender el plebiscito si no principalmente desarmar al pueblo organizado impidiendo el uso y el funcionamiento de sus lugares comunes de encuentro (colegios, universidades, plazas, etc.) y prohibiendo las convocatorias masivas; y de paso, reponer a las FF.AA. como «instituciones al servicio de la comunidad y de la vida» en una emergencia sanitaria: saldrán a las calles con hospitales militares, naves de atención médica, campañas masivas de vacunación y carpas de cuarentena que no son si no celdas encubiertas… En fin, es el control “biopolítico” de la población.
A nivel de gobierno, se recupera a Piñera como el estadista, el presidente, aquél que encabeza la emergencia sanitaria, organiza el país, y llama a todo Chile a la unidad y generosidad.
En esta nueva coyuntura que intenta instalar el gobierno, las franjas populares más avanzadas deben responder, en primer lugar, denunciando este intento de imponer un Estado de Emergencia encubierto; resaltando no el tema del plebiscito como lo harán los promotores del «apruebo», si no denunciando el propósito político del Gobierno y su inteligencia que es el desarme y el control de un pueblo que viene desarrollando independencia y autonomía respecto del sistema político. Hay que separar aguas con la elite política responsable de los 30 años, con el progresismo y los vacilantes, que concentrarán su reclamo, si es que alguno, en la eventual suspensión del plebiscito. Para el pueblo alzado ese es un problema secundario pues lo principal es defenderse a sí mismo y a sus organizaciones de la represión encubierta de los operativos médico-sanitarios.
En segundo lugar, llamar y afanarse por sostener y extender los espacios de organización territorial (asambleas) y coordinaciones locales, incluso aprovechar los mayores tiempos para impulsar conversaciones y debates inter asambleas, provinciales y regionales… No caer en la trampa del pánico sanitario; reunirse, debatir, desarrollar confianzas y plantear la necesidad de avanzar hacia un estado asambleario que permita dar paso a Congreso por la unidad política y social de los pueblos, y desde ahí abrir un proceso constituyente popular genuino. La táctica de los de abajo debe orientarse a fortalecer sus organizaciones y acelerar el tranco para constituirse en un sujeto político soberano y constituyente unificado.
En tercer lugar, afrontar la campaña de pánico y miedo sanitario, así como los probables casos de afectación, retomando la idea que “solo el pueblo ayuda al pueblo”. A organizar campañas de información sobre el virus (su letalidad, su formas de contagio, cómo detectarlo y prevenirlo); instalar puestos de diagnóstico y de atención a probables afectados; organizar campañas de visitas médicas populares a la comunidad y barrios sobre la base de empadronamientos a ancianos y adultos vulnerables; organizar campañas de acopio de fármacos tradicionales y sobre todo naturales -aprovechar los saberes y catálogo herbario mapuche y popular- para ofrecer alternativas de tratamiento frente a la espiral de precios de los productos de higiene y fármacos que de seguro sobrevendrá.
Estos tres ejes – denuncia del verdadero carácter y objetivos del estado de emergencia encubierto; la salvaguarda e incluso desarrollo de los niveles de organización popular y el esfuerzo por la convergencia; y las respuestas populares para prevenir y tratar el eventual impacto sanitario del virus – pueden constituir la base mínima de la respuesta de las franjas más avanzadas del pueblo frente a esta nueva coyuntura. Se trata de no perder nuestros escenarios de lucha (la calles, los espacios locales); mantenernos como actores (el pueblo organizado en asambleas y colectivos), y resistir un cambio en la correlación de fuerzas que busca desplazarnos y dejarnos al arbitrio del estado por la vía de sus aparatos sanitarios y policiaco-militares.
En Santiago, la participación masiva de las exequias de cura obrero y popular Mariano Puga y en las manifestaciones que se avecinan, serán un botón de muestra de un pueblo activo que resiste y rebasa la política de atomización y desarme anunciada por Piñera – Mañalich.
A denunciar y oponerse activamente a la operación Piñera-Virus que intenta imponer Estado Excepción disfrazado de Estado de Emergencia Sanitaria.
Editor CT.
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Gobierno decreta suspensión de clases por dos semanas como medida de prevención ante la pandemia.
por El Mostrador.
El presidente Sebastián Piñera anunció nuevas medidas para enfrentar el avance del coronavirus en el país. Pese a las recomendaciones del Consejo científico asesor por Covid-19, el Mandatario optó por aplicar la medida pedida por los alcaldes en jardines infantiles y colegios, la suspensión por 2 semanas de las clases en colegios municipales, privados subvencionados y jardines infantiles.
El Presidente Sebastián Piñera anunció la suspensión por 14 días de las clases en jardines infantiles y colegios municipales, privados subvencionados, tal y como habían solicitado los alcaldes tras declararse la Fase 3 de contagio del coronavirus y pese a que el Consejo científico asesor por Covid-19 le habría recomendado al Mandatario que los escolares siguieran en clases, ya que los niños están en un grupo de menor riesgo de la población.
Piñera señaló a la prensa que en este Gobierno, desde muy temprano, «hemos tomado todas las medidas necesarias para enfrentar de buena forma este desafío», y realizó un llamado a la ciudadanía a ser responsable y seguir las recomendaciones entregadas por las autoridades sanitarias.
«Seguiremos tomando las decisiones que se requieran en todos los lugares y en los tiempos adecuados, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que todas las que ha hecho están implementadas en Chile, escuchando a las comisiones de expertos, técnicos y científicos, escuchando a los alcaldes, a la sociedad civil y a todos los que quieran aportar», sostuvo.
“Todos unidos, con voluntad, disciplina y generosidad, vamos a superar la amenaza que representa el coronavirus”, añadió.
Además de la suspensión de clases, Piñera también anunció que se reduce a 200 la cantidad máxima de personas en una reunión desde el próximo miércoles. Se implementarán “aduanas sanitarias” en las fronteras, que podrían rechazar el ingreso del país de determinadas personas. Además, quienes no respeten cuarentenas tras ingresar al país desde zonas de riesgo, serán sancionados.
Habrá prohibición de llegada de cruceros a puertos del país, fortalecimiento de medidas de higiene en el transporte público, las Municipalidades deberán suspender comercio ambulante, cuarentena a todos los hogares del Sename; solo entrarán las personas estrictamente necesarias.
Respecto a los adultos mayores, habrá 30 días prohibición de visitas a establecimientos de larga estadía de adultos mayores. Se suspenden las reuniones en clubes de adultos mayores y se enviará un proyecto de ley para sustituir penas de cárcel por arresto domiciliario a mayores de 75 años y a quienes tengan entre 65 y 74 años y estén a menos de un año de terminar su condena. No aplicará para condenados por delitos de lesa humanidad, violaciones a los derechos humanos y delitos graves.
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