La canción protesta II: Versos en 25 piezas [+Videos].

25 canciones, muchas protestas y un mundo diferente  (parte 2 de 2).

por Jose Durán Rodríguez /El Salto Diario.

Al pasar la página del siglo XX, la canción que protesta también mudó su piel. Hay nuevos instrumentos, nuevas maneras de consumir música, nuevos agentes que guían los objetivos de la industria, nuevos ritmos, y todo eso ha contribuido a que el formato de voz y guitarra con letras combativas haya quedado obsoleto. La posibilidad de crear música desde el teléfono móvil ha facilitado un abaratamiento de costes y una mayor accesibilidad. Se sigue cantando contra el sistema —y que no falte—, pero los odres son otros y la imagen de un recital con miles de personas atendiendo a una persona con su guitarra parece definitivamente de una época lejana en el tiempo.

Como muestra, seleccionamos 25 temas que bien pudieran ser ejemplo de lo que la canción protesta ha dado de sí desde el año 2000. Habrá ausencias notables y presencias que escandalicen, como sucede en todo listado, pero creemos que todas las que aparecen presentan motivos de sobra para hacerlo.

“Canción de julieta”

En Comicopera, Robert Wyatt no solo recordó a Carlos Puebla sino que también se atrevió con unos versos de la obra de teatro El público, escrita por Federico García Lorca en 1930.

“People’s faces”

Kate Tempest escribe poesía, rapea, canta. Hay quien dice que ella es el punk del siglo XXI, pero lo suyo es algo más cercano a la canción protesta en nuestros días. Una voz imprescindible, de crítica y esperanza, de la que Billy Bragg afirmó que “no solo canta o rapea, te dice las cosas como si su vida dependiera de que entendieras lo que está diciendo”.

“Eso es lo que esperan que hagamos”

Habitual en el cartel de fiestas de centros sociales, asociaciones vecinales, sindicatos, colectivos feministas o radios libres en Madrid, también en salas de aforo reducido, Alicia Ramos le da a la guitarra con aires de rock americano y en sus temas le canta las cuarenta a Christine Lagarde, a quien sugirió que se muera cuanto antes, o a Iñaki Urdangarin. Con mucho humor y sentimiento, las canciones de su último disco, Lumpenprekariat, escritas desde el más bajo de los Carabancheles, emocionan y hacen pensar en lo bien que les quedaría una banda de acompañamiento.

“La caja”

Lidia Damunt fue parte de Hello Cuca, uno de los mejores grupos de rocanrol que ha habido en España, por sus canciones y por el ejemplo que dieron. Tras la separación, inició una carrera en solitario que, en 2017, dejó su canción más cercana a la protesta, con una letra controvertida en la que insta a romper el patriarcado y aboga por abolir la prostitución. Nacer en Marte, publicado el año pasado, es un disco excelente y su más completo trabajo hasta la fecha.

“The community of hope”

En 2016, la cantante británica PJ Harvey se vio envuelta en la polémica por el segundo sencillo de su disco The Hope Six Demolition Project. La canción, breve y directa, con coros góspel, escoció a los políticos conservadores y demócratas de Washington DC puesto que la letra retrata con ironía las actuaciones institucionales llevadas a cabo en uno de los distritos más pobres de la capital de Estados Unidos.

“Vivir”

Mursego cacharrea, mezcla géneros musicales como quien juega con plastilina y es capaz de cantar versos de Gloria Fuertes, hacer conciertos para peques o conducir la grabación de un disco multitudinario con las vecinas del pueblo alavés de Oyón, muchas de ellas migrantes. En Hiru, publicado en 2013, se encuentra este hermoso canto a la vida.

“Quen son os meus”

Es posible que a María Xosé Silvar no le haga mucha gracia encontrarse en este listado.“Lo de la canción protesta…yo no consiento que me digan eso, yo protesto muy poco, lo que hago es denunciar o contarte cosas”, explicaba en una entrevista publicada en El Salto el año pasado. En 2020 presenta nuevo disco, Liberar as arterias, con título tomado de la escritora Luz Fandiño, y sigue siendo una de las voces importantes de la música gallega dentro de un formato que se parece mucho al clásico de la canción… protesta.

“Sepé Tiaraju”

Agricultura livre es una barbaridad, un triple disco en el que su autor, Emilio José, volcó su gusto por el pop, el hip hop, la electrónica casera y la canción latinoamericana. En sus letras, toneladas de política. Y sin cortarse: en “Sepé Tiaraju” hace el recuento de quién mató más, ETA o España. Quizá lo que le haya librado de visitar un juzgado sea el hecho de cantar en gallego, visto lo visto. O no. En noviembre de 1980, el cantautor Suso Vaamonde recibió una condena de seis años y un día de prisión por añadir estos versos en un concierto celebrado en Pontevedra un año antes: “Cando me falan de España sempre teño unha disputa / que se España é miña mai / eu son un fillo de puta”.

«Heteronorma y relaciones de poder en la época de las representaciones del capitalismo posfordista (canción total)”

Pocas letras tan descriptivas de la socialdemocracia en España como esta, incluida en el primer disco de Las Víctimas Civiles, 40 años de éxitos del posfranquismo español. Una canción total, sin duda.

“La gent”

Además de grabar una versión perfecta de la canción total de Las Víctimas Civiles en su debut en formato largo —un trabajo en el que la recuperación de la memoria histórica tiene un papel fundamental—, Maria Arnal i Marcel Bagés recurrieron a Joan Brossa para cantar que la gente no se da cuenta del poder que tiene y que una huelga general de una semana paralizaría los Estados y demostraría que las leyes que imponen no son necesarias. En noviembre de 2017, la cantante del dúo aseguraba a El Salto que “la música es una manera de explicar algo, ella en sí misma es un lenguaje pero luego están el presente, el contexto y nuestras ganas de decir cosas”.

“Ideología”

Los veinte años de carrera en solitario de Nacho Vegas se dividen en dos etapas: una primera más orientada a la canción de autor de tono confesional y exposición de malestares íntimos, y la segunda con mayor implicación lírica en asuntos sociales y colectivos. En su último disco, Violética, combinó ambas con resultado muy recomendable.

“No hay tanto pan”

En 2016 se registraron 63.307 desahucios en España, sumando el sexto año consecutivo en el que la cifra de lanzamientos, tanto procedentes de ejecuciones hipotecarias como por impago de alquiler, superaba los 60.000. Ese año se estrenó la película Cerca de tu casa, en cuya banda sonora Silvia Pérez Cruz incluyó una canción espeluznante que recogía una frase coreada en las acciones de las Plataformas de Afectadas por la Hipoteca: “Es indecente, es indecente, gente sin casa, casa sin gente”.

“Alma mestiza”

Para la rapera guatemalteca Rebeca Lane, el hip hop es un arma de expresión y organización con la que se traslada a un territorio en el que los cuerpos, como el suyo, van sanando y aprendiendo día a día de la comunidad y del medio natural. En 2018, reconocía en El Salto que nunca se planteó “tener un grupo de rock o algo así porque para nosotros no es accesible tener una guitarra, un lugar donde ensayar”.

“Mándame tu luz”

Recién estrenada, la nueva canción de la argentina Sara Hebe es otro paso más en una carrera ecléctica, en la que el hip hop, la denuncia, la afirmación personal y la progresiva apertura hacia formas pop comparten espacio.

“Anatomía de un asesinato”

No abundan las canciones que digan lo que dice esta. En apenas cuatro minutos y medio, Los Chikos del Maíz van repartiendo hostias como panes a culpables, responsables y cómplices de que las tragedias se conviertan en desgracias, esas fracturas que siempre tienen un componente de clase. En la entrevista publicada por El Salto en noviembre del año pasado, reconocían, quizá sorprendentemente, que su objetivo al hacer música es entretener. “No tenemos grandes objetivos políticos con nuestra música ni creemos que la música está para cambiar el mundo ni nada parecido”, decía Nega.

“Legend has it”

Es un lugar común recurrir a la cita de Chuck D, de Public Enemy, en la que decía que el rap es la CNN de los negros, pero sigue siendo efectiva para hablar de la capacidad comunicativa del hip hop. En los últimos años, el dúo Run the Jewels, formado por Killer Mike y El-P, es uno de los referentes del género en Estados Unidos por canciones como esta, un puñetazo a la idea de justicia en su país.

“King kunta”

Otro de los protagonistas del hip hop en el último lustro es Kendrick Lamar, quien en 2018 se convirtió en el primer artista no adscrito a la clásica o al jazz en ganar un Pulitzer en la categoría musical por su disco DAMN. En “King Kunta”, el tercer sencillo del álbum previo al galardonado, hacía referencia al arquetipo de esclavo rebelde Kunta Kinte y tomaba prestadas cosas de Michael Jackson y James Brown. Lamar es uno de los músicos que se ha inspirado en el movimiento #BlackLivesMatter, de denuncia de la sistemática violencia policial contra la población negra en Estados Unidos.

“Middle class”

La historia de Democrazy es la de una reunión de viejos conocidos para volver a tocar música. También la de un artefacto creado para intervenir en la realidad. Y, por último, la de la victoria del deseo sobre la necesidad, según explicaba a El Salto su cantante, Ángel Luis Lara, a principios de 2019. En “Middle class”, estos antiguos componentes de Hechos contra el Decoro se dirigen a la clase media. “Un elemento fundamental de sentido en la clase media es el egoísmo como principio fundacional de una condición colectiva. Y eso a mí me inquieta notablemente”, contaba Lara.

“René”

En febrero, Residente lanzó una larga canción río que tiene tanto de exorcismo personal como de denuncia por el estado de las cosas. Su anterior grupo, Calle 13, bien podría haber formado parte de esta lista puesto que lo suyo fue, sin duda, canción protesta del siglo XXI. “Calle 13 ha aportado una forma de documentar una época de manera creativa pero también accesible, sin hacernos los rebuscados ni los intelectuales”, explicaba Residente a El Salto en 2017.

“Young, latin & proud”

Joven, latino y orgulloso. Un himno a pequeña escala que reivindica las raíces de su autor, Roberto Carlos Lange, de nombre artístico Helado Negro. De familia ecuatoriana y criado en Florida, ha experimentado en primera persona el racismo en Estados Unidos y ya lleva seis discos de pop suave bajo ese alias. Aunque forma parte de la nueva ola musical latina que crea en la era de Trump, no considera al multimillonario presidente una fuente de inspiración. “No soy partidario de lanzar una canción como una reacción, para mí no tiene mucho sentido una respuesta musical como si fuera un tuit”, afirmaba en una entrevista publicada por El Salto en verano de 2017.

“El botín”

La más reciente canción de Tremenda Jauría vuelve a confirmar el crecimiento musical del grupo afincado en Madrid aunque de vocación internacionalista. “Navegando entre los restos del naufragio, caso omiso a los avisos de desahucio, el timón se quiebra con los vendavales, pero aguanta nuestra vela hecha a retales”, dice la letra.

“La vida es”

Dellafuente y Maka firmaron en 2016 un fresco de la clase trabajadora que convierte en protagonistas a quienes más lejos están siempre de los focos. Tremenda.

“Tú no eres activista”

Es influencer, instagramer, arquitecto, violinista, millenial, aliado feminista, adicto a Pontejos y orgulloso puto-chino-maricón. El artista Chenta Tsai canta, baila y echa Cristasol. “No es justo decir que soy un músico que hace música protesta porque sería infravalorar a aquelles artistes que sí se dedican al 100% a cantar canciones protesta”, contaba hace un par de años a El Salto. Pero aquí pensamos que sí, que lo suyo es canción protesta.

“2k20”

Lo suyo es el punk de toda la vida, y en Gran pantalla, su nuevo disco, Biznaga descarga toda su rabia contra el algoritmo en un trabajo conceptual en torno a las transformaciones en lo personal y lo colectivo que ha supuesto la implantación del imperio GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft). Punk, algo de marxismo y crítica. ¿Canción protesta del siglo XXI? Por supuesto.

“Somos chulas (no somos pendejas)”

De Downtown Boys hemos dicho que merecen la portavocía del socialismo musical del siglo XXI. Su implicación en diversas causas y el ruido que montan hacen que su propuesta sea difícil de ignorar. “No creo que podamos vivir en la ilusión de que un grupo de música sea la única herramienta para aportar soluciones a los problemas políticos desde la cultura”, decía a El Salto su guitarrista, Joey DeFrancesco, en la primera visita a Madrid de este grupo punk rabioso y mestizo. La cantante, Victoria Ruiz, opinaba que lo mejor de hacer música es “que te permite soltar diferentes energías que están dentro de ti y que te retratan de maneras distintas, incluso contradictorias unas con otras”.
19 abr 2020.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/musica/existe-cancion-protesta-actual


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