La desconocida faceta de abogado de Arturo Prat: Conoce la tesis de título del héroe de Iquique.
por Felipe Ramírez, prensa Universidad de Chile /El Desconcierto.
Menos de tres años alcanzó a ejercer el derecho Arturo Prat antes de partir con la Armada de Chile al norte al iniciarse la Guerra del Pacífico, lo que lo llevaría a terminar sus días en la bahía de Iquique. Un marino atípico, comprometido con la justicia y que en su tesis plasmó para el futuro su compromiso con la democracia y el sufragio universal.
En el momento en que el capitán de Corbeta Arturo Prat Chacón fallecía en la cubierta del monitor Huáscar en la bahía de Iquique el 21 de mayo de 1879, su carrera naval, iniciada a los 10 años en 1858, lo había llevado a participar de los combates de Papudo y Abtao -donde coincidió con Miguel Grau en la escuadra aliada de Chile y Perú- en la guerra contra España, y al Río de la Plata en Argentina como agente secreto de nuestro país.
Pero una faceta un poco más desconocida es su labor como abogado, tras convertirse en el primer oficial de la Armada de Chile en servicio activo en obtener ese título, y que ejerció durante casi tres años, hasta su muerte en la Guerra del Pacífico.
El profesor de la Facultad de Derecho, Mario Arnello, destacó que sus primeros años de estudio fueron “muy difíciles, porque los tenía que hacer a distancia por sus funciones navales, estudiaba de noche y daba exámenes libres, y por su carrera naval le permitieron no cumplir horarios de clases. Luego, ese esfuerzo y entereza se expresó como abogado a la hora de defender causas difíciles, incluso contrariando a los almirantes, revelando una dimensión moral muy importante”.
Entre las dificultades que debió enfrentar Prat, el profesor Arnello señaló los continuos traslados y diferentes tareas que debió asumir. “Estuvo destinado en Antofagasta, después fue director de la Escuela Naval, entonces era difícil, porque tenía que trasladarse a Santiago para los exámenes, y además a los jefes no les gustaba esto. Un almirante habría dicho que no le gustaban los marinos literatos, aludiendo que Prat -en vez de juntarse con sus compañeros de guarnición que estaban con sus entretenciones en restaurantes y bares- se iba a estudiar”.
Ya titulado, Arturo Prat tuvo un estudio en la ciudad de Valparaíso, en el cual combinó su profesión con su carrera en la Armada; aunque ya en 1872, mientras estudiaba, se le había pedido su opinión sobre el Proyecto de Ley de Navegación, incorporándose varias de sus enmiendas.
A lo largo de los años participó en la defensa de Ricardo Owen, ingeniero 2° de la Covadonga, quien fue acusado por su oficial de insultarlo, caso que ganó. Posteriormente defendió a su amigo Luis Uribe, entonces teniente y que sería su segundo en la Esmeralda el 21 de mayo, quien fue llevado a Corte Marcial por el Almirante Goñi luego de un incidente en Inglaterra, donde se encontraban en misión especial, por casarse sin autorización. Al recordar el incidente, el profesor Arnello revela “que un capitán defendiera a un teniente contra un almirante en un tribunal militar era una situación muy difícil, y lo hizo con gran entereza, salvando la carrera de Uribe.Este caso, demostró su capacidad jurídica, pero sobre todo su defensa del derecho y de la justicia”.
Su análisis de la ley electoral
Su tesis, presentada el 26 de julio de 1876 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile con el título “Observaciones a la Lei Electoral Vijente” (sic)”, reviste especial interés por el análisis que realizó del sistema electoral que había sido reformado dos años antes. Esto, con el objetivo de ampliar el número de personas con el derecho a votar mediante la sustitución de la presunción de renta para ejercer el voto, por el criterio basado en la capacidad de saber leer y escribir.
Este último punto, el capitán Prat lo catalogaba en su tesis como “la forma más inteligente y la única aceptable del sufragio universal”, y que junto a la justicia electoral por jurados, “importaban innovaciones tan trascendentales” que impulsaron a la actividad a partidos políticos opositores aletargados y condenados a una “forzosa abstención” por las condiciones electorales vigentes.
La ley original, aprobada en 1861, había sido revisada en 1874, realizándose una serie de enmiendas a su funcionamiento que entre otras cosas, abarcaron la creación de un poder electoral que sustituía a los municipios en esas labores, y la prohibición impuesta a la junta receptora para objetar la calidad de electores, con el objetivo de limitar la intervención electoral del gobierno de turno, además de la ampliación de los votantes.
Sin embargo, tras entrar en vigor la reforma, el oficial de la marina aseguró que “se notaron nuevas deficiencias que fue indispensable salvar por medio de otras leyes promulgadas por telégrafo. Bajo el imperio de la nueva ley de elecciones y sus complementarias, se han efectuado las elecciones de Congreso y Municipalidades. Este primer ensayo ha venido a manifestar, a la vez que la excelencia de los principios que le sirven de base, la subsistencia de algunos defectos de detalle en su reglamentación”, que procedió a analizar, y proponer soluciones.
De forma crítica, propositiva y rigurosa, el capitán Prat entrega a lo largo de las 35 páginas de su tesis una lectura de la ley y los vacíos que tenía, de manera de asegurar que no quedara ninguna duda sobre su aplicación, y se respetara el espíritu de la misma, asegurando que se alcance “el alto objeto a que está destinada: ser garantía eficaz de que el resultado de las urnas sea la fiel expresión de la voluntad nacional”.
Así, sus observaciones incluyen proponer la modificación de la formación del registro de electores, al proceso de nombramiento de las juntas encargadas para evitar la intervención de las autoridades en las elecciones, ajustes a la organización de la junta de mayores contribuyentes -que reemplazaron a los municipios en las tareas electorales-, y a la justicia electoral, entre otros puntos.
Aprobada su tesis ese 26 de julio y aprobado en su examen de licenciatura, recibió el grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas con la firma del Rector Ignacio Domeyko. Cinco días después, se le otorgó el título de abogado en la Corte Suprema, presidida en ese momento por el ex Presidente Manuel Montt. En ese hito, al entrar, “se saca su espada, se la entrega al ujier, y le dice: ‘esta es la única vez que entregaré mi espada‘, y entra de uniforme a la sala a jurar desarmado como muestra de respeto”, al deponer las armas ante el Derecho, como relata el profesor Arnello.
Menos de tres años alcanzó a ejercer el derecho Arturo Prat antes de partir con la Armada de Chile al norte al iniciarse la Guerra del Pacífico, lo que lo llevaría a terminar sus días en la bahía de Iquique. Un marino atípico, comprometido con la justicia y que en su tesis plasmó para el futuro su compromiso con la democracia y el sufragio universal.
Si quieres revisar la tesis completa de Prat puedes hacer en este link.
Baradit: “Prat era de lo peorcito de la Marina, pero llegado el momento demostró una grandeza gigantesca”.
por Macarena García Lorca/The Clinic.
«Feliz día de Arturo Prat, un chileno común, de familia venida a menos, sin plata, huérfano de padre que estudió con ayuda del estado; fue crítico de la cruel sociedad de su tiempo. Crítico de su propia espiritualidad. Un hombre joven y bueno, sencillo, que en el momento en que nadie lo esperaba escribió una épica que sigue clavada en nuestro inconsciente comunitario. Prat era un tipo que estudiaba y leía, que no le daba la espalda a los problemas sociales de la época y se involucraba en las soluciones, enseñaba ad honorem en escuelas para obreros durante los fines de semana. Un gallo quitado de bulla, enamorado hasta las patas de su esposa. Un héroe gigante por su sencillez,>> (Jorge Baradit, facebook, 21/05/2018).
Este 21 de mayo, día que se conmemora el Combate Naval de Iquique, Jorge Baradit, autor de la Historia secreta de Chile, revela detalles de la emblemática fecha y la proeza que se mandó Arturo Prat Chacón. “El sacrificio de Prat es equivalente en cierto sentido al de Leonidas de Esparta en las Termópilas (para quienes vieron “300”). Fue reporteado por diarios de todo el mundo y no es un mito que en Japón existe un pabellón de la Marina nipona que tiene en su interior a “los tres grandes”: El almirante Togo, japonés; el almirante Nelson, inglés; y el capitán Prat, chileno”, cuenta.
Empecemos por el contexto en que se da el Combate Naval de Iquique. ¿Cuáles son las causas que dan origen a la Guerra del Pacífico?
El desierto de Atacama no le importaba a nadie hasta que se descubrió el salitre y sus propiedades, ahí Bolivia y Chile se acordaron que las fronteras no estaban bien definidas. Después de un tira y afloja por la frontera, se decidió que Chile podría seguir explotando la zona en disputa y que Bolivia no subiría los impuestos en 25 años. Pero estos últimos no lo respetaron y le tocaron el bolsillo a la élite empresarial chilena que tenía intereses en la zona, entre ellos -no me van a creer- Agustín Edwards, que presionó para arrastrar a todo el país a una guerra por los intereses económicos de unos pocos. Eventualmente nos entregó riqueza, pero sigue estando la pregunta: ¿se va a la guerra porque otro país le sube los impuestos a empresarios privados?
¿Qué hay de cierto en la historia oficial del Combate Naval y cuánto de mito?
El Combate Naval de Iquique está muy documentado. Lo que hay son interpretaciones disímiles y énfasis sobre las responsabilidades. El sacrificio enorme de Prat escondió, por ejemplo, la tremenda responsabilidad del comandante de la escuadra chilena, Williams Rebolledo, en las pésimas decisiones que tomó durante el conflicto. La Armada chilena estaba dirigida por un viejo y respetable héroe pero que ya estaba dando jugo en mala. Con problemas de alcoholismo y enfermo; incluso muchos sospechaban de su sanidad mental.
¿Y cuál sería la historia oculta de ese combate?
Que Prat, Condell y las tripulaciones fueron dejadas atrás en Iquique porque eran considerados lo peorcito de la Armada. Se llevaron a los mejores y más experimentados a un ataque sorpresa al Callao y dejaron a estos dos barcos de mierda con comandantes cuestionados y tripulaciones muy jóvenes o no de la mejor calidad. Y fueron ellos los que se mandaron el tremendo numerito, prácticamente salvaron la Guerra misma. Rebolledo con su incursión al Callao había dejado toda la costa chilena sin protección naval, si el Huáscar y la Independencia hubieran seguido al sur, con la escuadra chilena pajareando en Perú, el desastre habría sido mayúsculo. Habrían destruido ciudades desprotegidas, hundido barcos con tropas, incluso destruido las desecadoras de agua en Antofagasta. Pero Prat y Condell los retrasaron y el hundimiento estúpido de la Independencia por parte de Moore le hizo perder al Perú casi la mitad de su poder naval. Rebolledo zafó gracias a la muerte de Prat y sus hombres.
¿Por qué pese a ser una derrota para Chile, este combate se convierte en uno de los hitos militares más relevantes y emblemáticos de la historia chilena?
Porque esta Guerra, al ser económica y no tener relación con ninguna cuestión de orden nacional, le importaba un carajo a todos. El sacrificio de Prat enardeció los ánimos y los cantones se llenaron de voluntarios. El gran triunfo de Prat fue haber involucrado a un país apático en el esfuerzo bélico. Fue ganar perdiendo.
¿Cómo describirías al protagonista de esta batalla, Arturo Prat Chacón?
Es curioso. Los héroes en general son corajudos, arrogantes y exhibicionistas. La idea de Aquiles o el cowboy norteamericano ronda la idea. Pero los héroes chilenos son piola. Prat era casado, estudioso, mateíto, quitado de bulla y obediente; tenía una parejita de hijos y era ético y honesto. Un marino de escritorio, incluso. Pero llegado el momento, este personaje medio incómodo para la Armada, demostró una grandeza gigantesca, de verdad -sin ánimo patriotero chauvinista- a nivel mundial. El sacrificio de Prat es equivalente en cierto sentido al de Leonidas de Esparta en las Termópilas (para quienes vieron «300»). Fue reporteado por diarios de todo el mundo y no es un mito que en Japón existe un pabellón de la Marina nipona que tiene en su interior a «los tres grandes»: El almirante Togo, japonés; el almirante Nelson, inglés; y el capitán Prat, chileno.
Su grito al abordaje muchachos,¿es cierto? ¿Fue un acto suicida o de coraje?
No es un acto suicida, es un acto pensado. Existían planes de abordaje y entrenamiento al respecto. No fue una cuestión repentina, tampoco un error pensando en que se estaba usando técnicas anticuadas para combate moderno. En la Esmeralda, barco que se caía a pedazos, sabían que la única opción era esperar un espolonazo, abordar e intentar o tomarse el buque o amarrarlo al barco propio. Si se hundía, se hundían los dos. Prat solo siguió el plan preestablecido con una valentía y un sentido del deber que hoy día es difícil de entender.
¿Qué rol jugó el almirate Grau en el combate?
El de un comandante muy apestado con su propia tripulación, primero. Estuvieron toda la mañana disparándole a la Esmeralda y solo le atinaron un solo cañonazo. Al final decide el espolonazo porque sus marinos eran incapaces de ocasionar daño. Luego del hundimiento fue efectivamente un caballero: no remató marinos en el agua, al contrario, los bajó a rescatar. Incluso hay una historia sobre un marino que nadaba hacia la playa con un bote peruano al lado pidiéndole que se rindiera y el chileno se negaba, hasta que se cansó y lo subieron. Los vistió con ropas de marino peruano, y los protegió. Luego tuvo mucha deferencia con el cadáver de los oficiales y con los objetos personales de Prat. Es sabido que le envió una carta a Carmela Carvajal junto con objetos personales dándole el pésame, eso es de una grandeza impensable hoy.
¿Cómo fue que finalmente se capturó al Huáscar?
La batalla de Angamos tiene muchas interpretaciones. Hay quienes dicen que fue una maravilla estratégica chilena y otros que dicen que fue una suma de malas decisiones. El punto es que un aspecto relevante fue más bien tecnológico: la Armada chilena adquirió unas nuevas granadas (proyectiles de cañón) de nombre Palliser que fueron capaces de penetrar las capas de blindaje del Huáscar. Desgraciadamente, en el combate muere Grau de manera espantosa producto de un proyectil que destruye la casamata desde donde dirigía el combate.
¿Conoces otra anécdota relevante sobre esta fecha?
El caso desconocido del fusilero mapuche Juan Millacura. Los mapuches eran conocidos por su buena visión y puntería. Cuando la Independencia venía persiguiendo a la Covadonga, lo más peligroso era el cañón que el buque peruano tenía en la punta, Condell le ordena a Juan Millacura que suba a la cofa (ese habitáculo en la punta del mástil) y que mate a los peruanos que intenten acercarse al cañón. Se dice que mató a 8, otros dicen que a 14. El punto es que él impidió que la Independencia cañoneara a la Covadonga y demoró su persecución hasta que encalló. Juan Millacura tenía 14 años. Habían muchos niños en la Esmeralda y la Covadonga, grumetes desde 10 años, se dice.Una anécdota muy romanticona, irrelevante y un tanto infantil, pero que es bonita. Los cinco buques que estaban en la rada de Iquique el 21 de mayo eran los chilenos Lamar, la Covadonga y la Esmeralda; los peruanos Huáscar e Independencia. Las iniciales de todos forman la palabra CHILE.
No comparto el criterio de que Prat, era un marino atípico, esa es la formación de los marinos hasta el día de hoy, en la actualidad se ha difundido con el objeto de desprestigiarlos, porque esa es la tendencia actual, de que la armada es una institución extremadamente rígida, lo que es falso, son una institución jerarquizada, obvio, su disciplina y jerarquización, es vital para enfrentar un conflicto bélico, ese es su principal objetivo. Pero cuando les corresponde asumir responsabilidades organizativas, son tan o mas eficientes que una organización democrática, y lo han demostrado a través de su historia.
Que Arturo Prat, haya asumido defensas plasmadas de criterios democráticos, como el sufragio universal, es lo que haría cualquier oficial en los días actuales, porque tienen muy claro, su rol de uniformados y el rol de los civiles en la sociedad.chilena.
Puedo seguir desarrollando el tema si ha alguien le interesa.
Creo que Prat y muchos de los héroes nombrados acá son atípicos pensando que la mayoría eran jóvenes y niños, de hecho está Juan Millacura, mapuche
Todos tenían una responsabilidad en el deber y la obediencia a diferencia con los actuales marinos chilenos quienes son elitistas y de familias con trayectoria en apellidos, en la oficialidad , pero nada mas
No comparto el criterio de que Prat, era un marino atípico, esa es la formación de los marinos hasta el día de hoy, en la actualidad se ha difundido con el objeto de desprestigiarlos, porque esa es la tendencia actual, de que la armada es una institución extremadamente rígida, lo que es falso, son una institución jerarquizada, obvio, su disciplina y jerarquización, es vital para enfrentar un conflicto bélico, ese es su principal objetivo. Pero cuando les corresponde asumir responsabilidades organizativas, son tan o mas eficientes que una organización democrática, y lo han demostrado a través de su historia.
Que Arturo Prat, haya asumido defensas plasmadas de criterios democráticos, como el sufragio universal, es lo que haría cualquier oficial en los días actuales, porque tienen muy claro, su rol de uniformados y el rol de los civiles en la sociedad.chilena.
Puedo seguir desarrollando el tema si ha alguien le interesa.
Creo que Prat y muchos de los héroes nombrados acá son atípicos pensando que la mayoría eran jóvenes y niños, de hecho está Juan Millacura, mapuche
Todos tenían una responsabilidad en el deber y la obediencia a diferencia con los actuales marinos chilenos quienes son elitistas y de familias con trayectoria en apellidos, en la oficialidad , pero nada mas