Seattle libre: Hoy ciudad sin policías. Siempre una ciudad rebelde.

La foto de la estatua de Lenin en Seattle rodeada de jóvenes se viralizó en redes sociales, mientras otras de traficantes de esclavos o racistas locales se derrumbaron.

La ciudad rebelde que experimenta vivir sin policía.

Por Ramiro Giganti (ANRed).

En el marco de las masivas movilizaciones en todo el mundo contra el racismo y la represión policial tras el asesinato de George Floyd, Seattle volvió a ser sede de luchas en innovaciones. La misma ciudad que a finales del siglo pasado fue un símbolo de rebeldía y que dio inicio a las luchas globales durante la cumbre de la OMC en 1999, hoy tiene una zona “libre de policía” ocupada y autogestionada por manifestantes. Donald Trump, enfurecido, amenaza a las autoridades locales con mandar al ejército, mientras una estatua de Lenin permanece erguida en un parque de esa ciudad.

“Se debe terminar la toma de Seattle ahora!” Donald Trump, 12 de junio de 2020

Parte de la ciudad se encuentra tomada por manifestantes. Zonas “Libre de policías” dan su entrada rodeadas de barricadas. En su interior predominan los murales y la variedad de colores. Se autogestionan recursos y se realizan proyecciones en la calle.

El pasado martes 9 de junio, luego de otra movilización, un grupo de manifestantes se hicieron con el control de una zona del barrio de Capitol Hill, la que fue denominada como “zona autónoma”. Pusieron barricadas en las calles e instalaron carpas para medicinas y alimentos. Los manifestantes en Seattle pidieron reformas policiales (en algunos casos directamente su desmantelamiento), además de medidas en educación, laborales y de reinserción en las prisiones. La zona ocupada de Seattle, había sido escenario de continuos enfrentamientos a la represión policial desde que comenzaron las protestas. Allí surgió el CHAZ (Capitol Hill Autonomous Zone).

“Estas entrando al libre Cap Hill” dice el cartel en uno de los accesos a la zona libre. Foto: David Ryder/Getty Images

La zona abarca varias cuadras del barrio Capitol Hill, donde docenas de personas acuden para escuchar a los oradores que piden una reforma policial, justicia racial y compensación para los grupos de indígenas norteamericanos en cuyas tierras se fundó la ciudad de Seattle. Los vecinos buscan mostrar un ejemplo de una comunidad sin policía y tienen tres demandas: retirarle fondos a la policía, usar ese dinero para invertir en servicios y salud comunitaria y retirar los cargos penales contra los manifestantes.

Durante el fin de semana, la policía había sido muy criticada por los miembros del ayuntamiento y otros funcionarios electos. Desde que la policía moderó sus tácticas, las manifestaciones fueron en su mayoría pacíficas. En los primeros días de movilizaciones tras el asesinato de George Floyd, la policía intento detener a un manifestante apoyando la rodilla sobre su cuello de la misma manera que Derek Chauvin había asesinado a Floyd, mientras eso ocurría era filmado y repudiado por manifestantes. Ante la presión, pocos segundos después, retiró su rodilla.

Mientras tanto crece la tensión entre Donald Trump y los gobiernos regionales que son de distinto signo político (Demócratas). Mientras el presidente enfurecido amenaza con mandar al ejercito y hace pública su bronca en redes sociales, tanto la alcaldesa de Seattle como otras autoridades regionales se encuentran en una situación ambigua, por la presión de su población y la incapacidad para dar soluciones de fondo.

El candidato presidencias por el parido demócrata Joe Biden se pronunció a favor de pequeñas modificaciones en el ejercicio represivo con el fin de salvar a la institución. En esa contradicción se encuentra el partido que perdió las elecciones frente a Donald Trump, algo que no sucedió en Seattle, donde tampoco Clinton había sido la preferida de los demócratas ya que había sido derrotada de manera aplastante por Bernie Sanders en las primarias.

Seattle es también un foco rebelde  en relación al bipartidismo que predomina en Estados Unidos. Desde 2014 Kshama Sawant es concejal de la ciudad habiendo logrado un hecho histórico en las elecciones de 2013: fue la primera vez que una candidatura abiertamente socialista logra una banca en décadas. Sawant logró continuidad en las elecciones siguientes, y actualmente es parte de los debates institucionales en la ciudad. Actualmente Trump sostiene que “la ciudad está ocupada por anarquistas”.

Mientras desde el gobierno local y la policía intentan generar divisiones entre manifestantes criminalizando a un sector, Sawant refutó el jueves las versiones de que los manifestantes están recurriendo a la violencia o la intimidación en el área de Capitol Hill, y dijo que era más como una especie de festival callejero con discusiones políticas y percusionistas. “La derecha ha estado propagando rumores de que hay algún tipo de ilegalidad y crimen en la Zona Autónoma de Capitol Hill, pero es exactamente lo contrario a eso”, declaró. La concejal agregó que quiere que la comisaría se “convierta en un recurso público que realmente será útil para la sociedad”.

Tres décadas en rebeldía

“Si alguno de ustedes, de alguna manera, odia a los homosexuales, a la gente de diferente color o a las mujeres, háganos un favor: déjenos en paz. No vengan a nuestros shows y no compren nuestros discos” Kurt Cobain

Desde el fin del mundo bipolar ,con la caída del muro de Berlín y la Unión Sovietica, donde un pensamiento único parecía imponerse sin ningún tipo de resistencia, en una cuidad algunos gritos se empezaron a oponer a los primeros atropellos de la ultima década del siglo XX. En enero de 1991, Estados Unidos invadió Iraq sin ningún contrapeso en la comunidad internacional. La “Guerra del Golfo” fue televisada sin debates ni cuestionamientos. Atrás parecía haber quedado un pasado de sueños e ideologías, de jóvenes que se movilizaban contra la guerra de Vietnam, por los derechos civiles o directamente contra el capitalismo. Sin embargo, el 14 de enero de 1991, mas de dos mil personas se manifestaron en contra de esa invasión en Seattle. 

El número de manifestantes parece bajo en relación a otros procesos, pero fue, probablemente, la mayor movilización de aquel entonces. Dos días después Estados Unidos invadió Iraq. Testimonios de aquella movilización caracterizaban una depresión e impotencia ante una coyuntura inevitable, pero también de unidad entre esas personas. Esos jóvenes deprimidos que ya no serían protagonistas del estado de bienestar, sino que, a pesar del privilegio de vivir en el primer mundo, enfrentarían una coyuntura de mayor precarización laboral encontrarían en la voz de distintos cantantes de bandas surgidas en Seattle una representación de esa decepción.

La ciudad de Seattle haría publica su voz algunos meses después con la explosión masiva de lagunas de las mas representativas bandas de Rock de la década. Con el éxito masivo de bandas como Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden o Alice in Chains, la juventud del mundo empezaba a escuchar nombrar a esta ciudad. En la actualidad cualquier persona de entre 20 y 50 años probablemente tenga a la figura de Kurt Cobain o cualquiera de estas bandas como primera asociación al escuchar mencionar a la ciudad.

Pero detrás del éxito masivo de de estas bandas existe un circuito under previo a esta explosión. Desde el sello independiente Sup/Pop que se dio a conocer justamente luego del éxito de Nirvana por haber patrocinado su primer disco, titulado “Bleach”, hasta  toda una movida de radios independientes que acompañaron este proceso de manera subterranea. Desde Sub/Pop hasta el mas actual KEXP, una radio de Seattle que sostiene presentaciones de bandas independientes y consagradas en vivo, la ciudad mantiene una tradición cultural, no libre de ser resignificada por el mercado, pero que permanentemente renueva también su protesta.

En estas idas y vueltas las derrotas parecen no ser eternas. En 1993, en pleno auge de las bandas de Seattle, el segundo álbum de Pearl Jam titulado Versus, batió record de ventas en su primer semana de lanzamiento. En ese disco, cuyo titulo simbolizaba disputas que la banda con la discográfica, hay una canción titulada “W.M.A.: Policeman” (la sigla W.M.A signifca “White Male American”, es decir “macho blanco americano”, por lo que el nombre seria: “Macho blanco Americano -Policía-“) la canción es un mensaje en contra de la represión policial y el racismo, Eddie Vedder reveló en una entrevista que se inspiró para escribir la canción cuando, al salir a la calle para tomar un descanso durante las sesiones de grabación, él mismo presenció cómo varios policías golpeaban a un joven afroamericano frente a sus ojos. De inmediato regresó al estudio enfadado e impotente y comenzó a escribir la letra.

Tras el suicidio de Kurt Cobain, todo parecía cooptado por el sistema. De una forma algo moderada Pearl Jam siguió cuestionando el sistema. En 1994 inició una batalla contra la megaempresa Ticketmaster que monopolizaba la venta de entradas a grandes conciertos. La banda, a pesar del éxito comercial, mantuvo la critica en las letras sus canciones. Este año lanzó su último disco con la critica al cambio climático como eje. También tuvo voz en diversas cuestiones de genero apoyando el derecho a decidir de las mujeres y criticando la violencia machista, llegando incluso a expulsar a un espectador que estaba golpeando a una mujer durante un concierto.

Con el “devenir moda” de esa escena cultural, y el posterior suicidio de Kurt Cobain, la disputa cultural parecía perdida en Seattle. Sin embargo en 1999 Seattle recuperaría el protagonismo en las movilizaciones contra la cumbre de la OMC. siendo esta la primera de una serie de movilizaciones de resistencia global que se darían los años siguientes en distintas partes del mundo. Cumbres de la OMC, el Banco Mundial, el G8 entre otras, encontrarían sus resistencias en ciudades como Praga, Melbourne,Barcelona o Génova.

Allí, durante las movilizaciones de 1999, en Seattle se formo la red Indymedia: un ícono de los medios alternativos en todo el mundo. Del plano cultural de buscar independencia artística, lo que se ve en 1999 es dar un paso para ir por todo: ya no solo expulsar al mercado de los aconteceres culturales sino de las vidas de las y los jóvenes disconformes frente a un sistema injusto.

Si de derrotas y el resurgir de las rebeldías se trata, esta ciudad tiene una interesante historia. Desde hace tres décadas se habla del supuesto “fracaso del comunismo” de su derrota. Si dicha derrota es eterna ¿por qué hay quienes acusan a todo lo que les desagrada de comunista? ¿Good Bye Lenin?

Lenin en Seattle

La estatua de Lenin en Seattle. Foto viralizada en redes sociales esta semana.

En el barrio de Fremont  reside desde hace mas de 25 años una escultura creada por el artista búlgaro Emil Venkov en 1981 por encargo del Partido Comunista de Checoslovaquia. Fue terminado y puesto en exhibición en la Checoslovaquia comunista en 1988, un año antes de la Revolución de Terciopelo de 1989. En 1993, la estatua fue comprada por un estadounidense que la había encontrado acostada en un depósito de chatarra.

La obra de Venkov no es la clásica imagen dogmática que muestra a un Lenin educador con un libro en sus manos, sino que lo presenta con una postura desafiante: es el Lenin de la revolución, no el idolatrado por autoridades de estados burocráticos luego de su muerte. La estatua fue creada en el contexto de un modelo que se estaba cayendo y fue polémica desde su inauguración en el este europeo. Hay versiones que interpretan una intención de protesta por parte de Venkov, la intención de retratar a Lenin como un portador de la revolución, en contraste con las representaciones tradicionales de Lenin como filósofo y educador. La obra fue terminada e instalada en Poprad, Checoslovaquia (ahora Eslovaquia), en el año 1988 a un costo de 334,0000 coronas checas(equivalente a 190.000 dólares en 2017), poco antes de la caída del régimen. De algún modo la obra fue parte de esa caída.

Hoy esa obra está en Seattle, y puede ser pensada como una expresión actual de critica a un sistema fracasado y opresor. Está ahí, ocupando un lugar polémico, está nuevamente en la lucha. Mientras hay quienes la repudian por ser un referente del comunismo (sin tener mucha de idea de lo que eso significa) muchos jóvenes se sacan fotos con él. La estatua ha sobrevivido a numerosos momentos en los que pudo haber desaparecido y sigue ahí. Mientras en Estados Unidos caen las estatuas comerciantes de esclavos o símbolos del colonialismo, la escultura del autor de “imperialismo: fase superior del capitalismo” permanece erguida sin propietario ni patria.

En 1993, Lewis E. Carpenter, un profesor de Inglés originalmente de Issaquah, Estado de Washington (cuya capital es Seattle) , encontró en Poprad, una ciudad en el norte de Eslovaquia, una escultura monumental acostada en un depósito de chatarra con un hombre sin hogar que vive dentro de la estatua hueca. El sistema que venía a ofrecer una vida mejor frente a la opresión del estado burocrático Checoslovaco, había dejado abandonada, no solo a esa escultura, sino al ser humano que dormía dentro de ella por no tener un techo donde alojarse. La estatua estaba destinada a ser cortada para vender el bronce que tenía encima. Carpenter se interesó en la compra de la estatua para preservar su valor histórico y artístico. Para ello se acercó a los funcionarios de la ciudad con la afirmación de que a pesar de su impopularidad, la escultura era todavía una obra de arte que vale la pena preservar, y se ofreció para comprarla por  13.000 dólares (equivalente a 20.000 en 2017). Después de obstáculos burocráticos, firmó un contrato con el Alcalde de Poprad el 16 de marzo de 1993. Tras nuevos procesos burocráticos, la estatua fe cortada en tres partes para su traslado viajando primero a Rotterdan, pero luego ir hacia Estados Unidos. El costo del traslado fue mayor a lo abonado pro la estatua:40.000 dólares(equivalente a 70.000 en 2017).  La estatua llegó en Issaquah en agosto de 1993, Carpenter había previsto instalar enfrente de un restaurante eslovaco, pero murió en un accidente de tránsito en febrero de 1994, mientras se desarrollaba el debate público sobre si se debe mostrar la estatua en Issaquah, que terminó en el rechazo de los residentes de la urbanización.

Nuevamente el destino de la estatua era ser vendida para su fundición. El responsable de la fundición, Peter Bevis, buscó en su lugar para mostrar la estatua en Fremont, Seattle y acudió a  la Cámara de Comercio de allí para poseer la escultura hasta que se encuentre un comprador. La estatua fue presentada el 3 de junio de 1995, en la esquina de Evanston North Avenue y la calle 34 Norte en la propiedad privada, a una cuadra al norte de otra obra representativa de la Guerra Fría fuselaje del cohete, otra atracción artística de Fremont. En 1996 la estatua se mudó a dos cuadras de allí. La estatua, actualmente en un fideicomiso, sigue sin ser vendida a la espera de un comprador. Se estima que tiene un precio por arriba de los 200.000 dólares, y con el pasar de los años se fue convirtiendo en una atracción turística de la ciudad. Desde hace algunos años suele ser decorada pro sus vecinos. Hubo quienes la vandalizaron y se pronunciaron en contra de ella, pero cada vez son mas quienes la visitan. Actualmente una foto de la estatua rodeada de jóvenes se viralizó en redes sociales mientras otras de traficantes de esclavos o racistas locales se derrumbaron.

Está ahí, molestado, provocando a quienes durante siglos convivieron en paz con el racismo y avalaron las guerras en nombre de la “libertad”. Está allí para asustar, como insinuando que nuevamente “un fantasma recorre el mundo”, ese fantasma que mientras infringió miedo obligo a quienes gobiernan occidente a ceder ante las luchas obreras permitiendo conquistas laborales, pero que en los últimos 30 años, ante su ausencia, algunas de esas conquistas se perdieron.

Está ahí logrando exhibir la hipocresía de quienes señalan los reales crímenes cometidos por el estalinismo mientras defienden las crímenes de occidente, sus guerras y dictaduras impuestas por Estados Unidos en todo el mundo. Mientras el presidente, que dejó morir a mas de 100.000 habitantes por no tomar medidas contra la pandemia del Covid-19, amenaza con mandar el ejercito para negar el derecho a los habitantes de esta ciudad a intentar vivir de otra manera, sin policías ni violencia estatal.

Fuente: https://www.anred.org/2020/06/14/seattle-la-ciudad-rebelde-que-experimenta-vivir-sin-policia/


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