por Guillermo Correa Camiroaga.
El domingo 12 de julio se realizó el tercer y último encuentro virtual organizado por el Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume, dentro del ciclo “Memorias Inquietas”. El tema de este Conversatorio fue “Luchas y defensas territoriales de ayer y hoy”.
La compañera Lili, moderadora de esta actividad, al dar inicio al tercer encuentro, expresó que: ”cuando hablamos de territorio no nos referimos al mapa que lo representa, sino al conjunto de relaciones sociales, políticas, simbólicas, culturales, entre los habitantes, la naturaleza, los ecosistemas que están comprendidos allí. Estos territorios están cruzados por la forma en que las comunidades lo habitan o lo ocupan. El territorio de Panguipulli, sobre el cual hablaremos hoy, está cruzado por diversos procesos o formas de ocupación. En primer lugar tenemos la mapuche, que establece una relación de respeto con la naturaleza, y la chilena que es de tipo colonial, extractivista, que va desde la explotación forestal, con la industrialización del territorio, los avances de proyectos hidroeléctricos y de servicios turísticos que tenemos hoy, con las amenazas de especulación inmobiliaria. Desde la ocupación por parte del Estado chileno, han existido diversas luchas territoriales, junto al despojo que les mencioné. Estas luchas constituyen experiencias de dignidad como trabajadores y de los pueblos.”
En esta ocasión los panelistas invitados fueron: ANTONIA LÓPEZ, Presidenta de la Corporación de Pobladores Históricos de la Cordillera de Futrono; JOSÉ BRAVO, lugareño y obrero forestal de Neltume, militante del MIR y luchador popular; y MAURICIO DURÁN, socio fundador del Museo de Neltume, periodista y comunicador social, creador del diario El Puelche.
Transcribo a continuación parte de las intervenciones de los panelistas, junto con algunas preguntas formuladas por la moderadora de este encuentro.
JOSÉ BRAVO:
“Esta historia del Complejo es una cosa como una lección de educación política para el pueblo, para los trabajadores y para la gente que lucha, porque ahí se dieron todas las circunstancias que hacen que un pueblo se rebele y luche por un país mejor. Todo ese territorio, antes de que llegaran los capitalistas, era territorio mapuche, con los Títulos de Merced que les dejaron los españoles. Por ahí por el año treinta, los capitalistas, los patrones, ni se enteraron que las Comunidades tenían Títulos de Merced, y ellos llegaron y les robaron la tierra, porque las montañas tenían eso que yo llamo un río de oro verde (…)
Los capitalistas trajeron a la montaña el sistema de las salitreras. Allá le pagaban a los mineros con fichas para ir a comprar a la pulpería, acá ya habían hecho la innovación de pagar con vales, para ir a las mismas pulperías. Todos los meses las personas no alcanzaban a pagar con el sueldo la comida que habían sacado, entonces empezaba el endeudamiento de los trabajadores en las pulperías (…)
Cuando se producen las Tomas, nosotros nos enteramos que de los 24 fundos que al final se expropiaron, había solo 2 fundos que tenían los papeles al día, los otros 22 fundos los ricos no se habían ni siquiera preocupado de legalizar sus propiedades, porque eso les permitía no pagar impuestos. Todo eso lo hicieron los patrones con la ayuda del Estado, la policía, de la Iglesia (…)
En Carranco, la Toma que ocurrió después de que Allende asumió la Presidencia, esa era la tercera vez que los trabajadores de Carranco se tomaban el fundo. La segunda vez está relatada en una película, un documental que se llama “No nos trancarán el paso”, donde al “instigador”, como le decían ellos, que era un inquilino que tenía un poco de tierra, pero trabajaba en el fundo Carranco y también en Paimún, lo acusaron de “instigador” y le quemaron la casa y los galpones delante de él, y lo amarraron a un árbol para que viera como castigo, para que a nadie más se le ocurriera hacer Toma de fundos.
Como dijo Carlos Marx, la burguesía, el capitalismo, es la única clase que prepara a su propio enterrador. Ahí los patrones estaban preparando a sus enterradores, que eran los trabajadores. También el Carlos Marx dijo “la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”. Entonces ahí se transforma la lucha de los trabajadores en una cosa política. Después de tantos intentos los trabajadores en Neltume forman Sindicatos y ahí viene a incorporarse una cosa nueva que es la vanguardia (…) Había un compañero que venía de Concepción, llega a Valdivia, y es el encargado del MIR de Valdivia, y él manda a los compañeros en el principio del año 69 y toman contacto con la gente de los fundos de allá de Carranco, Paimún, Trafún. Los compañeros descubren que los trabajadores tenían una altísima disposición a organizarse y a cambiar la situación (…)
Cuando llegan los compañeros y les empiezan a explicar esto, la gente entiende rápidamente, porque ya mucha gente había votado por Allende en la elección cuando salió Presidente, y después cuando estaba Allende asumido como Presidente, los trabajadores de Carrán deciden, ahí ya estaba el Pepe con otros compañeros, tomarse Carranco. Eso fue como el inicio, la llama que enciende la pradera (…)
Desde más o menos los 8 años yo escuché a mi padre hablarnos de Luis Emilio Recabarren, del Elías Lafferte, del Marmaduque Grove, las luchas que habían hecho, entonces junto con eso había otra cantidad de gente que también sabían eso, y cuando llega toda esta otra situación, el Pepe con los otros compañeros van a Neltume, y les proponen a los dirigentes que nos tomemos Neltume – y eso se decide en una Asamblea tremendamente grande – nos tomamos Neltume. Ahí aparece esto que yo le digo de la vanguardia (…) De ahí, desde fines de noviembre del 70 hasta los primeros días de febrero, nos tomamos 16 fundos.
Por qué les digo yo esto de la vanguardia, porque los trabajadores de los otros fundos iban a buscar a los dirigentes de Neltume del MIR para que vayan a tomarse esos fundos, cuando ellos ya lo habían decidido (…)
Los trabajadores se organizaban, y venían reuniones sindicales donde ya se les empezó a explicar el asunto de la lucha política, porque el “pelao” Krauss, que era el dirigente del MIR en Valdivia, más o menos como a los días que habíamos tomado Neltume, dijo que había que organizares y formar Bases del Partido, y trajo a un compañero de Valdivia que nos enseñó de política. Nosotros íbamos a la reunión en las tardes, todas las tardes (…) Salíamos de la reunión y nos íbamos a las guardias que había y les contábamos a los trabajadores lo que estábamos aprendiendo. Entonces su instinto de clase que tenían, se fue transformando en conciencia política (…)
El 15 de enero vinieron los Ministros, Pepe Toha y Jacques Chonchol, y ellos vieron la actitud de los Dirigentes, porque ningún Dirigente iba y decía yo soy fulano de tal y punto, él decía soy fulano de tal y vengo en representación de 80 obreros del fundo tanto, o vengo en representación de 70 del otro fundo, entonces los Ministros vieron que la actitud de la gente era distinta. Y como el Jacques Chonchol era una persona que a él le gustaba recuperar tierra para los trabajadores y para los campesinos, en menos de tres meses – el 15 de marzo del año 71 llegaron los Ministros a Neltume a declarar que se habían expropiado los primeros 16 fundos – se armó el Complejo, que fue una cosa de otros compañeros miristas que eran Ingenieros Forestales, que dijeron aquí hay que formar un Complejo donde esté toda la gente unida.
De ahí nace el Complejo y de ahí nace también la formación política, porque los trabajadores que no sabían leer, como tenían tantas ganas de participar, iban a las Escuelas en la tarde después del trabajo a aprender a leer, porque querían opinar y que su opinión valiera (…) Después de eso la gente sigue participando en reuniones de conversación política, y después ya se organizan más los Partidos Políticos, el gobierno nombra Concejeros que eran quienes dirigían la Administración, con Concejeros de los trabajadores que iban de los distintos fundos, y se echa a andar el Complejo, pero esta gente, los Administradores del Complejo, se empiezan a transformar como en nuevas personas privilegiadas. Y a la gente no le gustaba eso, porque veían al Pepe, veían a los otros compañeros que no tenían ningún interés en ser jefes de predio ni en ser jefes de nada, ni en tener dinero, nada, y porque ellos sabían que nosotros lo que hacíamos era voluntario, nosotros no teníamos sueldo, no teníamos ninguna cosa de esas. Entonces ellos veían la diferencia (…) El Pepe que era un tipo al que los trabajadores más querían en todo el Complejo, porque era un tipo simple, cariñoso, valiente y que hablaba con ellos directamente, y los escuchaba, y discutía con ellos, porque muchas de las cosas que se aprobaban en las Asambleas, se discutían en la calle, casi a grito pelado a veces, la gente de ahí se iba para las Asambleas, y ahí se aprobaban las cosas (…)”
Lili: José, tengo una pregunta, hoy en día el territorio, la población, además de haber sido expulsada, aún está privada de varios derechos sociales, como son la vivienda, la educación, la salud. Si nos puedes contar, en la línea de lo que estás hablando, cuáles fueron los avances que tuvo en esta materia el Complejo.
“Yo era encargado del MIR arriba y fui el encargado de convencer al “pelao” Krauss de que había que llevar más gente, más compañeros, que se hicieran cargo de tres fundos por lo menos, en los distintos sectores, porque yo me di dos vueltas en el Complejo conversando con los compañeros, me demoraba un mes en dar una vuelta y hacer reuniones con la gente, con el Sindicato y los compañeros que eran del Partido, entonces era una cosa de locos.
Ahí el “pelao” consiguió muchos compañeros que vinieron, y algunos eran profesores de las Escuelas Normales de Valdivia, y llegaron a las Escuelas (…) Por ejemplo antes, en el tiempo de los patrones, los niños de Fuy y de Remeco tenían que venir a Neltume, venían tres o cuatro horas caminando en la mañana para venir a la escuela y caminando en la tarde para regresar. Después no. Donde había 10 niños, había un profesor.
En la cosa de la salud se pusieron Postas en todos los fundos. También el Complejo pagaba avioneta cuando había alguna persona grave, por algún accidente o alguna enfermedad grave, para llevarlo a Panguipulli, a Temuco o a Valdivia, donde hiciera falta. Ya nadie se moría por una enfermedad grave o por algún accidente grave.
La cosa de las casas. En todo los fundos se hicieron listas de casas, y todo el mundo sabía en qué lugar estaba en la construcción de casa (…)
Todos esos fueron avances. A los trabajadores de todo el Complejo se le mejoraron los sueldos, se mejoró la seguridad en el trabajo, con zapatos y botas con punta de fierro, guantes y mascarillas (…) Todas esas medidas, aparte de que los adultos habían aprendido a leer también, y como en ese tiempo la lectura en Chile era una cosa donde Chile era líder en América Latina. Un libro valía menos que un paquete de cigarros. Todo el mundo leía, todo el mundo participaba y opinaba. Eso hacía que la gente, en ese Congreso que íbamos a hacer el 9 de septiembre, los trabajadores habían decidido que el primer punto era que nosotros íbamos al Socialismo a través del Poder Popular (…)
También se decía que todos los elegidos tienen que ir caminando en el camino que hemos elegido, si se salen de ese camino, tienen que presentar su renuncia, porque o si no les pedimos la renuncia, porque nada de usar en ese tiempo eufemismos, como pasos al costado y esas cosas. Todos los cargos eran revocables y todas las personas, por muchos estudios que tuvieran, no podían ganar más de cuatro veces del sueldo de un trabajador del Complejo. Los trabajadores decían: nosotros estamos creando una sociedad nueva, distinta, donde no hay privilegios, entonces no podemos tener aquí gente que gane mucha plata, porque eso no corresponde (…)
Los trabajadores habían aprendido todo eso que ellos tenían poder y que tenían posibilidades de hacer lo que sea, y que nadie los iba a cambiar de eso. Eso fue lo que le produjo tanto susto a la derecha con todo su aparataje de información, de radios, de diarios (…)”
Lili: ¿Cómo era la relación que tenían ustedes en el Complejo, tanto la organización de los trabajadores, o la organización política del MIR en tu caso, con la población mapuche en el territorio?
“Antes del Complejo había mucha gente que trataba mal a los mapuche, pero después, como mucha gente de las Comunidades fueron a trabajar a los distintos fundos, pasaron a ser inmediatamente compañeros. Creció la relación, el trato con ellos, aunque en ese tiempo no había nadie en la izquierda que tuviera un plan o un programa para la recuperación de tierras del pueblo mapuche, y si bien nosotros nos encargábamos, porque ya funcionaba el MCR (Movimiento Campesino Revolucionario) de Lanco hacia el norte, los compañeros mapuche en el Complejo eran reconocidos por su historia de lucha y se les trataba como a cualquier otro compañero. Eso fue lo que cambió de la relación, ya no se les trataba mal ni se les miraba en menos, porque ellos trabajaban igual o tan bien como cualquier trabajador del Complejo. El Estado, todavía no quiere reconocer que el pueblo mapuche existe, tiene derecho a sus tierras que le fueron robadas y que ahora los empresarios usan para producir eucaliptus o pino.”
INTERVENCIÓN DE ANTONIA LÓPEZ:
“En primer lugar quiero presentarme: soy la Presidenta de la Corporación de Pobladores Históricos de la Cordillera De Futrono. Somos alrededor 1300 personas que, como decía don José que ellos trabajaban en la parte industrial, nosotros representamos a la parte bruta del trabajo que se hacía en el Complejo Forestal y Maderero de Panguipulli, porque nuestra gente, mi abuelo, mis padres mis tíos que pertenecían a este lugar, trabajaban dentro de la montaña.
Nosotros pertenecemos a la cordillera de Futrono, muchos se recordaran de Arquilhue, y representamos a distintos sectores como Río Chico, Los Baños, Chihuio, Las Quemas, por eso tenemos este nombre que es como largo y complica mucho aprenderlo a la gran mayoría de las personas. Como representamos a tantos sectores nos llamamos así.
Retomando lo que decía don José, ellos representaban Neltume, donde estaba la parte industrial, pero la gente de la cordillera, la que tumbaba esos tremendos árboles, son de este lado. Ellos tenían que meterse entremedio de los cerros para poder bajar un tronco grandote.
Nosotros somos como los olvidados en realidad, creo que tenemos una gran deuda y ahora nosotros lo vamos a hacer visible dentro de la historia de Chile y dentro de la historia del Complejo Maderero Panguipulli. En el Museo de Neltume hay muchas cosas, lo visitamos, y nos dimos cuenta que nosotros no estamos, los de Arquilhue, Río Chico, toda esta gente de ahí no está, no están representándonos , esto no es un reproche, pero es la parte olvidada y nosotros estamos acá ahora para que nos recuerden y sepan cómo se formaron los pueblos de Futrono, Nontuelá y Llifén, que ahí está la gran cantidad de gente que salió de las montañas cuando les empezaron a prohibir todo lo que era la crianza de animales, sus huertas, sus cosas, todo, absolutamente todo.
Ahora, viendo la pregunta que hace Lili: ¿qué es el territorio? de acuerdo al significado del diccionario significa “porción de superficie terrestre que pertenece a un país”. Para nosotros el territorio representa un tema muy complicado, muy complejo, porque yo nací en Río Chico, pero era muy chica cuando viví allí, entonces las vivencias la gente me las ha dicho en cada entrevista que hemos hecho, en cada persona que se fue a inscribir a la Agrupación. Nos dicen, saben por qué yo vengo acá, porque yo tengo una pena.
La gente llora cada vez que recuerda lo que significa el territorio para ellos, porque la represión, la injusticia y la vulneración de todos los derechos que hicieron en esa zona, fue en demasía, porque allí había personas que ni siquiera sabían leer, no sabían lo que significaba estar metido en el tema político y a través de imponer este sistema nuevo, neoliberal, que vino a destruir todo lo que construyó el COFOMAP en la zona, con todos los trabajadores. Hicieron toda una cantidad de triquiñuelas para poder quedarse con todas esas tierras, que son los dueños de Chile en este sentido, porque el señor Paulmann es dueño de parte de Chile, el señor Víctor Petermann, que a través de la historia bonita que muestran de Huilo-Huilo, no muestran cómo fue que sacaron a toda la gente y cómo destruyeron la vida de todas las personas que yo represento, porque ellos amaban su tierra, ellos amaban la forma en que vivían, a pesar de lo difícil y lo caótico que era.
Ellos para trabajar salían en la mañana muy temprano, arriba de los camiones, arriba del coloso del tractor, donde muchas veces se daban vueltas y la gente caía, porque llevaba demasiada gente, porque los caminos no eran buenos. Es importante saber todas esas cosas y queremos nosotros mostrar y que nos conozcan, para que cada vez que digan cómo se formaron estos otros pueblos, primero que se sepa cómo destruyeron el pueblo de la gente que vivían ahí. Si uno le pregunta hoy en día a alguien, ¿si tú tuvieras un terreno ahí, qué harías, volverías? Todos dicen volverían, a pesar de la distancia y a pesar de todo lo difícil que sería para ellos.
A partir de todo el trabajo que nosotros estamos haciendo queremos visibilizar la historia, que se cuente la historia de Chile tal como es, no como nos la contaron a nosotras, sino que se sepa lo que es el “capitalismo popular”, cómo hicieron todo este proceso destruyendo formas de vida, que aunque eran difíciles, era su forma de vivir, porque ellos vivían en una forma de Comunidad y se ayudaban entre ellos, tenían una vida que amaban y que se la destruyeron. Ese es el sentir de nuestra gente en base a lo que significa el territorio.”
INTERVENCIÓN DE MAURICIO DURÁN:
“Aún cuando nací en Santiago, tiene que ver con la perspectiva que uno tiene al ir conociendo la historia del territorio en primer lugar; de conocer la memoria de los compañeros y compañeras; acercarse en un primer momento a la historia del Complejo, a través de lo que habían sido la violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Luego conocer, de una u otra manera el esfuerzo de los compañeros del 81, por ese ejercicio de cojones, de útero, que estuvo ahí presente, de darle cara a una dictadura y establecer una Resistencia.
Desde esos elementos uno se configura como un cierto imaginario respecto a lo qué es este territorio de Panguipulli.
Luego, al tener un acercamiento en esos años cuando venía llegando a Pangui, por ahí por el 2000, 2001, con el proceso de movilización de los peñi y de las lamngen, que hicieron procesos de recuperación en ese momento.
Así uno conoce esta perspectiva de que no había tan solo el despojo hacia los trabajadores, sino que también había algo previo. Ahí uno reconfigura que esto venía desde hace mucho tiempo.
Siempre ha estado presente la pregunta de cómo vinculamos estas usurpaciones, estas imposiciones dentro del territorio, con la llegada del modelo neoliberal y esta seudo democracia, con las luchas territoriales que se han dado en el pasado y las luchas que tienen que darse en el presente.
Ahí está el tema de un primer acercamiento que tiene que ver con el Museo. Eso fue súper importante porque me permite vincularme con la gente de mi tierra y poner a disposición lo que uno es como persona, como ser humano.
Luego viene, en ese mismo tema, de cómo vamos vinculando la memoria de estas luchas, porque la memoria no es una foto pegada ahí en el Museo, sino cómo esas fotografías, esas memorias, lo que escuchamos recién de José o los testimonios de Antonia, por ejemplo, cómo podemos esos elementos colocarlos aquí en el presente para construir un nuevo futuro.
Uno se da cuenta que es vieja la historia de las vulneraciones, de la injusticia hacia las personas, y que tenemos todo el derecho a rebelarnos frente a eso.
Más que transformarse uno en una figura, se trata de apoyar a las Comunidades, a las personas, a través del ejercicio del periodismo principalmente; de ponerse a disposición de la gente, siguiendo el ejemplo de los compañeros y compañeras; es una trayectoria histórica.
Desde esa instancia, uno sabe que el territorio es más que el mapa que lo representa, son los sentires, son las luchas, son las historias, y esta historia de tratar de revertir esta situación de injusticia.
También, por otro carril, uno se da cuenta que hay una historia, que es una historia también no contada, que es el tema de la destrucción del territorio por el modelo capitalista, en términos de la expoliación que hizo de los cerros y de las montañas, lo qué significó para las Comunidades mapuche haber perdido la tierra, que la manejaba y la entendía desde otra manera, desde el respeto. Uno ha aprendido muchas cosas acá en el territorio. De ahí está ese salto de hacer una defensa de los bienes comunes o de la naturaleza (…)
El territorio ha dado ejemplos claros de ir superando, de una u otra manera esa falsa dicotomía, de que tú eres peñi y tú eres chileno, y entenderse en función de estar unidos en la lucha, y de ir defendiendo el territorio. Ahí está la lucha que se hizo durante mucho rato contra las centrales hidroeléctricas, lo que ha levantado también el Parlamento de Coz-Coz, que es muy importante el trabajo que ellos desarrollan continuamente en defensa del territorio (…)
Como gente de izquierda, de sectores populares, como gente del pueblo, debemos entender la cultura mapuche, ahí hay varios elementos que uno podría tomar para construir no un Estado monolítico, un Estado Socialista a la antigua de esos que se cayeron con el muro, sino otro tipo de sociedad. Los peñis hablan de la “multiversidad”, de los distintos mundos, de las distintas diferencias, donde todos podamos ser como somos no más.
Que no haya alguien arriba que te diga cómo tienes que ser. El trabajo en la comunidad, en las comunidades mapuche sobre todo, a uno le ha dado como otra forma de entender la realidad y otra forma de sentir también.
Creo que tiene que ver con una lucha contra el racismo, un apoyo en términos de solidaridad constante con los peñi y lamgnen. Ir unidos en defensa de la naturaleza y del territorio. Tenemos que plantearnos en cómo vamos a vivir de aquí en adelante. En algún momento se acabará este capitalismo salvaje, tenemos que ver cómo lo cambiamos. Esto tiene que ver con recuperar el territorio no para explotarlo como se hace ahora, sino cómo pensamos el territorio para reconstruir la naturaleza, para construir otro tipo de relaciones humanas en esos espacios…”
Valparaíso 16 julio 2020.
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