Fabiola Campillay: un año sin justicia ni reparación.
Por Dani K Arroyo/ Primera Línea Prensa.
Al rededor de las 20:45 un martes 26 de noviembre, una mujer de 36 años se dirigía con su hermana mayor desde su hogar en la Villa 5 Pinos hacia un paradero de micro en Portales Oriente en la comuna de San Bernardo, camino a su trabajo en la empresa Carozzi donde debía cumplir un turno nocturno. Al mismo tiempo, un contingente de carabineros se encontraba ubicado en el sector, como fue de costumbre ver en los efervescentes meses entre octubre y marzo, con escudos y escopetas en mano para reprimir las manifestaciones y protestas.
Es el Capitán Patricio Maturana Ojeda quien dispara una serie de bombas lacrimógenas con su escopeta. Una de estas impacta directamente en la cara de la pobladora, dejándola con ceguera total en ambos ojos, con perdida de sus sentidos de olfato y de gusto, y una potencial lesión cerebral. Un murmullo colectivo recorre el piquete, y luego este avanza. “Parece que no le llegó,” dice un oficial, hasta ahora no identificado. Al parecer, ante las dudas, lo que hace el contingente es retroceder hacia su vehículo y retirarse de la zona, sin siquiera asegurarse si habían o no herido a alguien, menos intentar ayudarla. Estando en el vehículo ya, dos funcionarios tienen una breve conversación – “¿se la pitió, verdad?” “El Matu parece que le pegó, le pegó con una…” Mientras tanto, la pobladora estaba en rumbo al Hospital Barros Luco, donde fue admitida con “hemorragia intracerebral fronto basal, pequeña fractura de hueso maxilar expuesta y fractura de hueso nasal expuesto, lesión de globo ocular posiblemente por objeto contundente”.
Este es el famoso caso de Fabiola Campillay, la segunda víctima de la represión de carabineros que quedó con pérdida total de visión, en su caso tras el impacto de una bomba lacrimógena sobre su cara. Hoy se cumple un año desde la violencia que sufrió Fabiola a manos de carabineros, simplemente por dirigirse a su localidad de trabajo, y aún no recibe reparación alguna por el daño ocasionado por las fuerzas del orden.
El camino para llegar a una aproximación de la justicia en el caso de Fabiola ha sido largo, duro, y con mucha resistencia de por medio. Cuando la pobladora de San Bernardo recibió el impacto de lacrimógena, el Instituto Nacional de Derechos Humanos y la Municipalidad de San Bernardo ambos anunciaron que iniciarían querellas criminales contra carabineros, en el caso del INDH por homicidio frustrado, y la Municipalidad por lesiones graves gravísimas. La respuesta de carabineros fue una rotunda estrategia de negar que sabían haberle provocado un daño o un impacto a Fabiola. No fue hasta el 6 de julio de este año que se dio a conocer el video de la GoPro de uno de los uniformados donde se escucha claramente la frase “El Matu parece que le pegó”, que la institución de carabineros se vio obligada a admitir los hechos.
Aún así, no fue sino hasta mediados de agosto que la jefatura de la Zona Metropolitana, tras realizar un sumario, expulsó a dos carabineros de grado de Capitán por no prestar socorro a pesar de conocer la lesión causada a Fabiola, y que el Capitán Patricio Maturana, autor de los disparos, se viera formalizado por apremios ilegítimos (aunque luego su prisión preventiva fue revocada a inicios de septiembre), con respecto a este caso. Para Fabiola, sin embargo, esto no es suficiente: “El piquete completo que estaba bajo la orden de superiores, esto no es que el piquete se haya mandado solo y esas son las responsabilidades que vienen ahora”, afirma la pobladora, apuntando a que quienes quedaron como responsables del hecho, si bien son los autores materiales de la violación de derechos humanos que ella sufrió, son lejos de ser los únicos responsables.
Más allá de estas iniciativas legales e institucionales a oficiales subalternos y un capitán, el caso de Fabiola no ha conocido ningún intento de reparo ni de justicia más, aún cuando se han presentado complicaciones médicas en su caso, a tal punto que a mediados de septiembre debió ser ingresada con urgencia al hospital tras complicaciones cerebrales emanado de su lesión craneal. Fue en este momento que Marco Cornejo, el esposo de Fabiola, aclaró que en ningún momento recibieron ninguna suerte de contacto de parte de la institucionalidad: “Nadie, ni del Estado ni de Carabineros. Jamás he recibido un llamado de ellos. Son puras mentiras. El otro día Víctor Pérez dijo que tenía toda la intención de comunicarse con la familia, pero lo dijo para la tele. Jamás lo ha hecho, ni para saber nosotros ni para cooperar con algo. Nada.”
“Para mí no hay justicia, porque no me van a devolver nada,” enuncia entre llantos Fabiola Campillay, en una entrevista con CIPER al cumplirse los dos meses desde que carabineros le arrebató la vista con una bomba lacrimógena. “Tus ojos, no puede haber nada que te los devuelva. Y trato de ser fuerte, de sacar esa fuerza. Sí, todavía me queda un poco de llanto, de pena, pero de a poquito va saliendo. También, no sé, tengo como una rabia, porque uno piensa que la gente, no solo la mutilada, sino también la fallecida, no va a tener justicia.”
26 de Noviembre, 2020.
Fuente: https://www.primeralineaprensa.cl/
Video: Declaraciones de Fabiola Campillay a un año del criminal ataque.
Por Señal 3 La Victoria.
26 de noviembre, 2020.
Fuente:https://www.facebook.com/canal3lavictoria/posts/3554609297965809
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