Alemania: los bárbaros protectores de los jerárcas de Villa Baviera.

Harmut Hopp, huido de Chile tras ser condenado por complicidad en las violaciones de menores cometidas ahí por el exsuboficial nazi Paul Schäfer. Hopp erteneció y respaldó el sistema establecido por Schäfer, fundador de la Colonia Dignidad en 1961, donde se cometieron violaciones de jóvenes y otros delitos sexuales.

Colonia Dignidad: evalúan acciones contra fiscalía alemana por cierre de investigación de exmédico de la secta.

por Victoria Dannemann/Deutsche Welle.

Tras el rechazo de la fiscalía de Düsseldorf de reabrir sumario en contra de Hartmut Hopp, abogados consideran recurrir a instancias superiores y no descartan llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Las víctimas de Colonia Dignidad recibieron con profunda decepción la decisión de la fiscalía general de Renania del Norte-Westfalia, con sede en Düsseldorf, de desestimar una queja por el cierre de la investigación contra el exmédico del asentamiento y brazo derecho de Paul Schäfer, líder de la secta alemana en Chile.

El Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR, por sus siglas en inglés) y la abogada Petra Schlagenhauf, quien representa a un grupo de víctimas, habían solicitado la reapertura del sumario después de que en mayo de 2019 la fiscalía de Krefeld (lugar de residencia de Hartmut Hopp en Alemania) cerrara su investigación al argumentar que no existía sospecha fundada de delito.

Hopp era indagado por complicidad en el abuso de menores, participación en la muerte y desaparición de tres opositores de la dictadura detenidos en el enclave alemán y administración forzada de psicofármacos con consecuencia de daños corporales.

En su comunicado, el fiscal regional Holger Heming indica que, tras una revisión exhaustiva y teniendo en cuenta nuevos antecedentes aportados, “no hay razón suficiente para una sospecha fundada” que condujera a acusar a Hopp. Con su determinación, respalda la labor realizada anteriormente por la fiscalía de Krefeld.

Críticas a la justicia alemana

Víctimas, abogados y organizaciones de derechos humanos califican este fallo como una nueva confirmación de impunidad en el caso de Colonia Dignidad, pues todas las investigaciones iniciadas en Alemania han sido cerradas sin que se dictara acusación alguna. Asimismo, lamentan que este país se haya convertido en refugio para exjerarcas de la secta.

“Hopp fue condenado en Chile en debido proceso. Sin embargo, la justicia alemana no reconoció esta condena y tampoco acepta los testimonios de las víctimas chilenas y alemanas que han reconocido en Hopp a su victimario. Lo mismo ocurre con otros excolonos implicados en crímenes de lesa humanidad, que han huido a Alemania escapando de la justicia chilena”, lamenta Romero.

Las conexiones de Harmut Hopp, el exjerarca de Colonia Dignidad, con los  médicos de la UC condenados en el caso Frei - El Mostrador
Hopp fue condenado a cinco años de prisión en Chile por complicidad en los abusos de menores cometidos por Paul Schäfer. El médico escapó en 2011 a Alemania, donde las investigaciones en su contra han sido cerradas.
 

Consultado por DW, el abogado Hernán Fernández, representante de un grupo de víctimas del enclave, asegura que “la justicia alemana no repara los errores que ha cometido durante décadas en el caso Dignidad y vuelve a incurrir en pasividad, falta de diligencia y verdadera indolencia”.

En su opinión, “gran parte de la tragedia de las víctimas fue causada por las graves deficiencias de la justicia alemana que no hizo nada efectivo para protegerlas luego de la fuga de Schäfer (desde Alemania, acusado de pedofilia) y los jerarcas criminales en la década de los 60, ni en años posteriores”.

“Este es un duro golpe para quienes exigimos justicia por los crímenes cometidos en Colonia Dignidad”, señala a DW desde Chile la presidenta de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, Margarita Romero.

Mismas acusaciones, diferentes fallos

En 2011, Hopp huyó de Chile, con lo que evadió la pena de cárcel de cinco años a la cual había sido condenado por complicidad en abuso de menores, y se refugió en Alemania. A pesar de que la justicia chilena emitió una orden de captura internacional, Hopp ha podido vivir libremente en el país europeo por casi una década, pues este no extradita a sus ciudadanos.

Tampoco la justicia alemana aceptó la solicitud del Estado chileno de que Hopp cumpliera su condena en una cárcel de este país. En 2018, en una decisión inapelable, el tribunal superior de Renania del Norte-Westfalia rechazó esta posibilidad, al argumentar que no se podía acreditar la participación del acusado en los delitos.

Llama la atención que mientras Hopp fue condenado en Chile, en Alemania la fiscalía no encuentra méritos para acusarlo. “Nosotros creemos que él aquí también debería estar en prisión”, dice a DW el abogado Andreas Schüller, de ECCHR.

“En nuestra opinión, el fiscal no investigó lo suficiente ni consultó a todos los testigos. Debió incorporar más fuentes. No puede ser que Hopp en Chile haya sido condenado por complicidad en abuso sexual, pero en Alemania no haya sido correctamente investigado. Eso es escandaloso”, agrega.

“El Estado alemán debe hacerse cargo de que está protegiendo a criminales que permanecen en la más absoluta impunidad. No conocemos las razones reales de la falta de justicia frente a crímenes que se han investigado por años y cuyos antecedentes se encuentran en múltiples declaraciones de los propios perpetradores, presentes en expedientes judiciales de las diferentes causas en Chile”, afirma Romero.

Nuevas acciones legales

Schüller anuncia que, junto con Schlagenhauf, estudiará las acciones judiciales y administrativas posibles tras la decisión de la fiscalía de Düsseldorf, pero reconoce que se trata de caminos largos y complicados.

Uno de ellos es una queja ante el Tribunal Superior de Düsseldorf por la decisión de la fiscalía. Otra posibilidad es un reclamo ante el Ministerio de Justicia del estado federado de Renania del Norte-Westfalen, el cual es la instancia superior de control sobre el servicio de la fiscalía. “Uno se puede quejar sobre la decisión y el desempeño de la fiscalía y el ministerio eventualmente podría encargarle llevar a cabo determinadas investigaciones”, dice Schüller.

Agotadas estas y otras instancias nacionales, no descarta acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en Estrasburgo.

“Las víctimas tienen derecho a verdad y justicia. Es un derecho reconocido internacionalmente”, subraya Romero. En opinión de Fernández, “nunca los policías, fiscales ni jueces alemanes han tenido una actividad efectiva y comprometida ante los atroces delitos y violaciones masivas de derechos humanos en Colonia Dignidad. El Estado alemán debe ser llevado ante la justicia internacional”.

Paul Schäfer
En la foto: El líder, Paul Schäfer. Todo comenzó en Siegburg con la Misión Social Privada, una obra benéfica surgida en la Alemania de post guerra. Su líder espiritual, Paul Schäfer (1921-2010), atrajo a cientos de seguidores. Huyendo de acusaciones de pedofilia, abandonó Alemania en 1961. Lo acompañaron más de 200 personas, entre ellas varios niños cuyos padres fueron engañados para autorizar el viaje. (Nota del editor CT: más fotos en link indicado en la fuente).

12.12.2020

Fuente: https://www.dw.com/es/colonia-dignidad-eval%C3%BAan-acciones-contra-fiscal%C3%ADa-alemana-por-cierre-de-investigaci%C3%B3n-de-exm%C3%A9dico-de-la-secta/a-55918565


Las huellas de Colonia Dignidad llevan hasta Gronau.

Casi la mitad de los 300 alemanes que siguieron a Paul Schäfer hasta Chile en los años 60 estaban vinculados con la iglesia bautista evangélica de Gronau. Su actual Pastor sigue las pistas de esta historia.

Los orígenes de Colonia Dignidad están unidos a los de la iglesia bautista de Gronau.
Los orígenes de Colonia Dignidad están inevitablemente unidos a los de la iglesia bautista de Gronau, de la que Michael Gordon es pastor. Aquí, en su visita a Villa Baviera, nombre actual del asentamiento alemán en el sur de Chile.

Colonia Dignidad no es sólo un caso criminal o político. Se trata de historias humanas y de familias, con heridas y secuelas que los marcan hasta hoy. A Michael Gordon, Pastor de la iglesia bautista evangélica de la ciudad de Gronau, en Nordrhein-Westfalen, lo toca en forma personal. Precisamente a esta comunidad pertenecían unos 140 adultos y niños que, a partir de 1961, emigraron al sur de Chile y fundaron la colonia.

El Pastor Gordon trabaja actualmente en un proyecto de investigación sobre los orígenes y primeros tiempos de Colonia Dignidad. «Estoy buscando documentos antiguos y protocolos de iglesias, cartas, material de revistas y libros y reuniendo información como para reconstruir un rompecabezas. Los escritos se complementan con informes testigos”, dice en entrevista con DW.

La partida de familias, amigos y miembros de esta iglesia dejó a la comunidad mermada y dividida. Uno de los objetivos del teólogo es que sepan lo que allí ocurrió y puedan lidiar con ese pasado. Esta investigación, que se convertirá en un libro, también puede ayudar a antiguos y actuales residentes del asentamiento «a comprender su propia historia y la de sus padres”. Una manera también de reconciliarse con ese pasado y enfrentar su futuro.

En los años 50, Schäfer viajaba por Alemania y Austria como predicador, aprovechando la necesidad de guía y consuelo en tiempos de postguerra. Había construido un hogar para niños y jóvenes en Siegburg, cerca de Colonia, que fue la fachada para atraer feligreses. Tras las denuncias por abuso de menores, escapó al otro lado del mundo, convenciendo o engañando a adultos y niños para que lo siguieran.

De la religión a la secta

En un apartado terreno, unos 300 km al sur de Santiago, Schäfer construyó una fortaleza. Nadie podía salir y nadie del exterior se enteraría de sus crímenes: trabajo esclavo, abuso sexual, medicación forzada, tortura y asesinato, entre otros.

Tras décadas de horror y cercado por las denuncias, escapó y finalmente fue encarcelado en 2005. Unos 25 colonos, de los más de 100 que regresaron a Alemania, volvieron a sus raíces en Gronau. Sus testimonios aportan importante y reveladora información para el proyecto de Gordon.

El año pasado, el Pastor viajó hasta la propia Villa Baviera, nombre actual de la colonia, donde pasó dos semanas. «He conocido a muchos antiguos residentes y estoy muy conmovido por su sufrimiento”, señala. Entre ellos, hay miembros de antiguas familias de Gronau que comparten recuerdos de antes de partir a Chile. «Son personas muy amistosas y amables. Estando allá pude entender mucho mejor la complejidad de este tema. Si bien la gente mayor no quiere contar su historia, algunos residentes quisieron hablar conmigo”.

Gordon conoció el fruto del trabajo de los alemanes, sus construcciones y la labor agrícola, así como los lugares de tortura y castigo. En el cementerio de la Villa encontró las tumbas de antiguos feligreses de la iglesia bautista. Una historia escrita en Chile que es también parte de la historia de su comunidad.

Archivo Oncken, de la federación de Iglesias Evangélicas Libres de Alemania.
Entre sus investigaciones, Gordon revisó el Archivo Oncken, de la federación de Iglesias Evangélicas Libres de Alemania.

Una de las interrogantes es cómo pudo surgir una secta criminal a partir de una comunidad religiosa. Gordon sostiene que en principio no se trataba de un grupo criminal, «pero la creciente influencia negativa de Paul Schäfer fue decisiva. El núcleo central de los 300 residentes era de sólo 40 a 60 personas”. El Pastor observa que la mitad llegó a Chile cuando eran niños y algunos de los adultos fueron engañados para viajar o fueron sólo porque sus hijos o cónyuges querían ir: «La forma de vida en Colonia Dignidad no se correspondía con el deseo y el sueño de la gran mayoría de quienes emigraron”.

Deuda con las víctimas

Pero no sólo el pasado, también el presente y el futuro preocupa al Pastor, quien es crítico con el fondo de ayuda de diez mil euros para cada víctima, ofrecido por Alemania. Por ello escribió una carta al Ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, así como a tres parlamentarios de la comisión Colonia Dignidad. Sólo tuvo respuesta de la diputada Renate Künast, quien lo llamó personalmente y, en opinión de Gordon, muestra compromiso y preocupación por las víctimas.

Para el Pastor, resulta hipócrita que Alemania elogiara su actuación en las embajadas en Praga, Budapest y Varsovia, que fueron refugio para ciudadanos de la RDA dispuestos a abandonar el país, mientras que en Chile algunos colonos tuvieron que huir a la legación de Canadá o a Argentina, «porque la embajada alemana en Santiago había sido fuertemente influenciada e infiltrada por Paul Schäfer durante décadas”.

Gordon recuerda que, ya desde comienzos de la secta y en repetidas ocasiones, las cartas enviadas a autoridades y a la justicia, los informes de prensa y las peticiones de familiares alertando sobre la secta no tuvieron respuesta: «No pasó nada. Ahora decir «lo siento” son palabras vacías, y como parche de consuelo entregan diez mil euros”.


Colonia Dignidad, hoy Villa Baviera en Chile.
Alemania y Chile tienen una deuda pendiente con las víctimas, asegura el Pastor Gordon. La investigación y comprensión del pasado, puede ayudarlas a lidiar mejor con el presente y el futuro.

«Hay una deuda pendiente de parte de Alemania y, por supuesto, también de Chile. Del mismo modo, la industria del cine no solo debe informar sobre la historia y la miseria, sino que también debería participar en un fondo de ayuda y mostrar una forma en que los espectadores puedan ayudar a las víctimas”, estima el teólogo, en referencia a varios proyectos documentales y de ficción, en cine, televisión y por streaming, en torno a Colonia Dignidad.

El fondo ofrecido por Alemania es una ayuda puntual que no resuelve el problema de la jubilación, subraya: «Todas las victimas con las que he hablado me han dicho que necesitan una seguridad para la vejez. Quienes llegaron de niños a la colonia han trabajado 30 a 40 años. Sería de una gran ayuda y alivio ante esa injusticia, que tuvieran una renta”.

No obstante, advierte que en este tema complejo no todas las preguntas se resuelvan a través de una indemnización. La creación de un museo, sitio de memoria y centro de documentación, la responsabilidad de Chile y las necesidades de las víctimas chilenas, también son temas pendientes.

Fuente: https://www.dw.com/es/las-huellas-de-colonia-dignidad-llevan-hasta-gronau/a-52655376


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