Los Súper 8 del director de Extranjería.
por Patricio López/DiarioUchile.
El Frente Amplio quería que los haitianos “quedaran botados en la calle vendiendo obleas bañadas en chocolate en las esquinas”. Esta afirmación del director de Extranjería, Álvaro Bellolio, más que acusar a otros, transparenta sus propios estereotipos respecto a esta comunidad residente en el país. No es la primera irrupción pública polémica de quien tiene la enorme responsabilidad de dirigir las políticas en un tema como éste, uno de los más importantes del mundo contemporáneo.
Con justa razón, la indignación recorrió a sectores políticos, académicos y a las propias organizaciones de migrantes. Entre otras afirmaciones, se ha acusado al dignatario de bajar el nivel de la discusión, de faltarle el respeto a la comunidad haitiana residente y de reproducir imágenes que lindan con la xenofobia. Más allá de este episodio, lo preocupante es que también refleja la política migratoria que se ha ejecutado durante este periodo de gobierno, que a su vez dio lugar a una ley que, inequívocamente para los expertos, equivale a la vetusta normativa anterior, que estuvo vigente desde 1975 y veía a los migrantes como una amenaza y no como sujetos de derechos.
En este contexto general, es especialmente doloroso el trato a la comunidad haitiana. Porque no todos quienes vienen de afuera son iguales. Hay extranjeros e inmigrantes. Los extranjeros son las pieles blancas, provenientes de culturas supuestamente superiores a las nuestras, que son recibidas con reverencia y asignadas a lugares dignos, cuando no privilegiados, de nuestra sociedad. Mientras, por otro lado, están los inmigrantes, personas que vienen a amenazar a Chile, a sus supuestos valores y a sus habitantes. Entre ellos están las pieles más oscuras de nuestra América, pero incluso ahí se han hecho diferencias: en cierto momento se tuvo una política amable y receptiva con la migración venezolana, al mismo tiempo desconfianza con la migración colombiana y definitiva hostilidad con quienes han venido o pretenden venir desde Haití a nuestro país. Todo aquello no ha sido una simple declaración desafortunada, sino una política de las actuales autoridades.
Hace algunos días, a propósito de que en redes sociales se culpó a los haitianos por la suciedad en la calle Meiggs luego de las fiestas de Navidad, como si la abrumadora mayoría que estuvo allí no fuera chilena, decíamos que diversos artículos y estudios dan cuenta de expresiones nada sutiles de discriminación hacia la comunidad haitiana, situándolos en la sociedad en los mismos lugares donde antes lo hacía la esclavitud, es decir, en las tareas de mayor esfuerzo físico y peor paga. Se produce por lo tanto, una retroalimentación entre las decisiones discriminatorias de la autoridad y el racismo que innegablemente existe en una sociedad chilena que, risiblemente, suele verse al espejo más blanca que como realmente es. Esto, por cierto, sin perjuicio de que blancura y negrura no son señal de virtud ni de demérito alguno. Ése es todo el punto: un haitiano no es por serlo mejor que un chileno, ni tampoco lo contrario.
Bien haría el director de Extranjería en revisar un reportaje ampliamente difundido en televisión hace tres años, donde mostraba que detrás de los haitianos y haitianas que venden Súper 8 y bebidas en las esquinas, había una red inescrupulosa de chilenos que sostenían un rentable negocio, a cambio de una paga tan miserable que rozaba la esclavitud, con jornadas laborales de lunes a lunes.
Y bien haría la ciudadanía, incluyéndonos a los periodistas, en preguntar qué hicieron las autoridades del gobierno anterior y del actual en perseguir semejante infamia y en proteger a quienes son las únicas y evidentes víctimas de este sistema de creencias. Al final de este comentario, invocamos a Pancho Sazo: en todas esas esquinas viva la libertad.
Fuente: https://radio.uchile.cl/2021/01/20/los-super-8-del-director-de-extranjeria/
María Emilia Tijoux por dichos de Álvaro Bellolio: «No puede ser que de boca de una persona que tiene ese cargo salga algo como eso».
La coordinadora de la cátedra Racismos y Migraciones Contemporáneas de nuestra universidad criticó los dichos del jefe del Departamento de Extranjería y Migraciones sobre la migración haitiana y aseguró que se enmarcan en una percepción del Gobierno de ver la migración como un problema.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la coordinadora de la cátedra Racismos y Migraciones Contemporáneas de nuestra universidad María Emilia Tijoux, junto a Jean Claude Pierre, representante de la comunidad haitiana en Chile, se refirieron a las recientes declaraciones del jefe del Departamento de Extranjería y Migraciones (DEM), Álvaro Bellolio.
En ellas, el jefe del DEM se refirió a la presentación por parte de parlamentarios del Frente Amplio y el Partido Comunista de un requerimiento de inconstitucionalidad de la recientemente aprobada Ley de Migraciones. Bellolio señaló que estos congresistas “estaban muy contentos, muy orgullosos que cientos de miles de ciudadanos haitianos llegaran a Chile sin cédula de identidad y quedaran botados en la calles vendiendo obleas bañadas en chocolate en las esquinas”.
María Emilia Tijoux sostuvo que en su sentir respecto de estas palabras se mezclan la vergüenza, la tristeza y la rabia, porque está humillando a toda una comunidad que hace el esfuerzo de trasladarse a otro país a ganarse la vida, y a un trabajo en específico. Y da rabia por la investidura que detenta Bellolio, como jefe del DEM, institución que debería ser la puerta de acogida a las personas migrantes
“No puede ser que de boca de una persona que tiene ese cargo público salga algo como eso. Son varias las aristas que tiene, porque obviamente esto que señala el señor Bellolio no es una casualidad, yo diría que proviene también de una suerte de autorización o de permiso para decir esas cosas, cuando el propio presidente y varios de sus ministros han señalado a la migración como un problema”.
Por su parte, Jean Claude Pierre señaló que nunca esperaron algo mejor del jefe del DEM, y sostuvo que el trato que han recibido como comunidad migrante se compara con el trato que ha recibido el pueblo mapuche históricamente y recordó las palabras del ministro Víctor Pérez que señaló que los haitianos que vienen a Chile no aportan nada, lo que lleva a Pierre a preguntarse: “¿Será verdad que esas personas creen en los derechos humanos? Aquí en este país ya lo vemos, lo sabemos que el derecho humano siempre se va a ligar al poder político porque ellos lo manipulan de acuerdo a su conveniencia”.
Respecto de los sesgos que pudieran tener las autoridades sobre determinadas comunidades migrantes, Jean Claude Pierre sostuvo que es evidente la diferencia de trato que hay aunque no sólo con ellos, sino que con los dominicanos, por ejemplo, y planteó que la migración está siendo utilizada como justificación por parte de este gobierno para tapar sus propias deficiencias de gestión.
“Lamentablemente, el Chile de hoy todavía no se da cuenta porque están utilizando a los migrantes para demostrar que a causa de la migración no pudieron hacer lo que tenían que haber hecho durante los cuatro años, y ahí refieren a la migración haitiana, la migración venezolana como referentes para defender esa causa”.
Sobre la visión de la migración como un problema que ha planteado el Gobierno desde que envió el proyecto de Ley de Migraciones, María Emilia Tijoux dijo que esto va a contrapelo de la imagen que se ha querido proyectar de Chile como un país que recibe con los brazos abiertos a los migrantes.
Además, hizo énfasis en cómo los discursos de odio contra los migrantes se ven alimentados por las declaraciones de personeros de gobierno, lo que refuerza los estereotipos negativos contra ellos: “Lo que digan las redes sociales no es más que la repetición infinita de esta especie de rechazo, humillación u odio acumulado para indicar a la figura de una persona migrante como una figura peligrosa, como una figura invasiva”.
Por todo lo anterior, es que la académica de la Universidad de Chile planteó con fuerza que “basta ya de hablar de ellos y de nosotros, somos una región que además hemos compartido históricamente el aplastamiento y el aniquilamiento, somos un continente que hemos sufrido la colonización de la empresa esclavista”.
Jean Claude Pierre se refirió al problema de gobernanza histórica que ha tenido Haití y que genera la migración de su población en busca de mejores horizontes, como es el caso de nuestro país, por lo que la migración no es una opción, más bien es una obligación para ellos.
Además, recordó que la gran migración de los últimos años desde Haití coincide con el tiempo en que las fuerzas de la ONU han controlado el país, por lo mismo Pierre señala que “si uno hace una evaluación de cuál ha sido el aporte que tuvieron: nada. Entonces, esos también son factores que impulsa que empuja la migración”.
Pierre planteó que Álvaro Bellolio ya tiene un historial de migración en su familia que llegó a Chile, pero también sus hijos puede que algún migren al extranjero en busca de mejores horizontes, por lo mismo llamó al personero de gobierno a ser más cauteloso en sus declaraciones en contra de las comunidades migrantes.
“Bellolio también tiene su historial migratorio, entonces quizás no se le pasó por la cabeza que sus hijos mañana se puede topar con mis hijos en una universidad en Canadá y le va a preguntar por qué su papá tenía ese comportamiento, porque él quizás no pensó que el Chile que él está gobernando el día de hoy su hijo puede ser migrante mañana en cualquier otro país”.
Finalmente, María Emilia Tijoux se refirió al fallo del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucional algunos artículos de la Ley de Migraciones, alegatos en los que ella participó el que calificó como “un pequeño triunfo”, y valoró que se cautelaran los derechos de niños, niñas y adolescentes migrantes con esta resolución.
Fuente: https://radio.uchile.cl/2021/01/20/maria-emilia-tijoux-por-dichos-de-alvaro-bellolio-no-puede-ser-que-de-boca-de-una-persona-que-tiene-ese-cargo-salga-algo-como-eso/
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