¿Estamos frente a una Dictadura?
por Mikal Saavedra/ PiensaPrensa.
Caminar por el centro de Santiago es un panorama de inseguridad, ambiente bélico, una especie de encarcelamiento ciudadano.
Basta caminar pocas cuadras en el centro de Santiago, especialmente el casco histórico, para relacionar la excesiva cantidad de “rejas y vallas papales” apostadas en plazas, edificios y lugares públicos que nos muestran un panorama de inseguridad, ambiente bélico, una especie de encarcelamiento ciudadano con limitaciones para un desplazamiento seguro y sentirnos que algo no esta bien. Carabineros con trajes verde oliva, cascos, arnés porta balas, protecciones aparatosamente llamativas, vehículos blindados, lanzaaguas y tanquetas sigilosamente instalados es lugares estratégicos a lo largo de la principal avenida de Chile (Alameda) todo equipado y preparados para enfrentar una guerra inexistente.
La militarización de algunas ciudades, principalmente la Araucanía, donde el desplazamiento de comuneros y habitantes de la zona esta completamente restringida con controles de identidad, registro de vehículos y vigilancia permanente, drones, helicópteros y carros blindados en zonas pobladas, principalmente familias mapuche que han visto limitada la vida cotidiana por allanamientos constantes de parte de funcionarios de la PDI y carabineros (GOPE). Algunos operativos se realizan sin presentar orden judicial y muchas veces los detenidos son liberados sin cargos, después de pasar largas horas detenidos y humillados.
El control de redes sociales por parte de inteligencia, detenciones a dirigentes sociales y ambientalistas, la represión a reporteros y periodistas, operativos a poblaciones emblemáticas como fue el caso ayer de la población villa Francia, donde un gran contingente de carabineros ingresaron a un comedor popular y realizaron detenciones a quienes estaban al interior de una escuelita mientras adolescentes y niños realizaban una completada pera recaudar dineros para sus actividades, y un sin fin de arbitrariedades de las cuales hemos sido testigos desde el inicio de la revuelta popular de octubre del 2019. Todo eso y más, nos llaman a preguntarnos ¿Estamos frente a una Dictadura?
Analizando el concepto de DEMOCRACIA, es la existencia de un ordenamiento constitucional, un Estado de derecho en el que las grandes decisiones de los poderes públicos se tomen con respeto al bien común y a un haz de libertades ciudadanas y de garantías. La noción vaga y usual de dictadura hoy en circulación es, en realidad, negativa: dictadura es no-democracia. De ese modo, por definición, la pareja conceptual de dictadura y de democracia es conjuntamente exhaustiva y mutuamente exclusiva.
Las muchas matizaciones con relación al concepto de democracia nos llevan a relativizar, correspondientemente, la noción de dictadura, si nos atenemos a ese valor entendido y al uso corriente de la palabra en nuestros días. Alternativamente, si quisiéramos aferrarnos a esa dicotomía conceptual, podríamos empezar por brindar una definición independiente del concepto de dictadura para luego definir el de democracia como lo que no sea dictadura.
En realidad, aunque la noción de dictadura tiene, en su uso habitual, esa pretensión puramente negativa o privativa, lo que se quiere vehicular con ella es algo mucho más fuerte, porque, si no, se entendería mal la carga axiológica peyorativa.
En tanto la RAE define Dictadura como: “Régimen político que por la fuerza o violencia concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos y las libertades individuales”.
En esta ruta el politólogo Nicolás Molina Vera, señala; “Estamos ante un claro retroceso o regresión autoritaria. Pero, este se da desde nuevas lógicas. Estábamos acostumbrados a que estos fenómenos se dieran vía golpes de estado, ahora (lo dice la literatura especializada y el caso chileno actual es un ejemplo empírico) los autoritarismo se dan legalmente vía leyes, impulsadas por el ejecutivo y con apoyo del parlamento. En Chile desde el 18 de octubre del 2019 con la imposición del estado de emergencia, toque de queda, militares patrullando las calles y después con la batería de leyes, (algunas promulgadas y otras aún en discusión) que criminalizan la protesta anti barricadas, anti saqueos, el que baila pasa, y otras como infraestructura crítica y la nueva ley de inteligencia es un reflejo de este retroceso de las libertades bajo la concepción del resguardo del orden público, que dicho sea de paso viene siendo el caballo de batalla del orden neoliberal postdictatorial.
El fenómeno del retroceso se ha visto agravado y acelerado por la emergencia sanitaria” indicó.
A juicio de Mariela Santana, abogada de DDHH (Codepu) : “Si bien formalmente existen las instituciones democráticas, la corriente represiva distorsiona y altera todo el funcionamiento de éstas, lo que nos lleva a preguntarnos ¿Cuánta dictadura soporta nuestra democracia?”
Para el psicólogo Osvaldo Tello Bianchi “Teóricamente y formalmente no estamos en dictadura, porque estamos en un sistema democrático, elegido por votación popular, y con la correspondiente separación de poderes; judicial, legislativo y ejecutivo, poderes totalmente independientes. Pero sabemos que en definitiva no son poderes independiente sino, que son poderes interdependientes, que son manejados por la misma casta socio-política que dirige este país desde el punto de vista hasta con lazos sanguíneos, tenemos representantes de las mismas familias en todos los poderes del estado y se confabulan para gobernar y proteger sus intereses.
Desde el punto de vista psicológico, el estado es como la gran figura del padre que protege, que surge, a partir de un contrato y nos ponemos de acuerdo en ciertas conductas para mantener una paz social, y es el estado quien regula, quien sanciona, quien nos da la seguridad que todos esos acuerdos que hemos logrado -acuerdo social- se van a respetar, por que tenemos un padre que nos cuida. En definitiva las cosas no son así, porque el padre estado, que esta constituida con esta gran clase política- familiar esta enojado. El estado (padre) nos esta castigando porque nos estamos portando mal, porque no estamos cumpliendo las expectativas, porque estamos exigiendo cambios que nos permita otro sistema de vida. Entonces el padre, como sabe que nos vamos a seguir portando mal, nos sigue castigando y cada vez con más violencia”. señaló.
Si bien el Covid -19 ha dejado más de 27 mil fallecidos desde marzo del 2020, no hay políticas claras en cuanto al control de la pandemia, mas bien la represión está dirigida contra las manifestaciones sociales y toda expresión de protesta contra el gobierno de Sebastián Piñera.
Fuente: https://piensaprensa.org/2021/03/estamos-frente-a-una-dictadura/
Descubre más desde Correo de los Trabajadores
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
ESTAMOS EN DICTADURA POR CULPA DE LA OPOSICIÓN QUE FIRMÓ LA ESTAFA DEL «ACUERDO POR LA PAZ» TRAICIONANDO AL PUEBLO.
QUIEN NO PERDONA NI OLVIDA.
TAMBIEN SALVARON A LOS CRIMINALES DE PIÑERA, GUEVARA, ROZAS, PEREZ, BLUMEL, MAÑALICH, ESPINA. LARRAIN, DELGADO, RUBILAR, PARIS, ETC.
La situación de Chile es grave. Si es o no dictadura es reducir el marco del análisis político. Basta con ver Brasil y Bolsonaro para constatar que estos gobiernos incluso legislan medidas muy complejas de revocar que las dictaduras no lograron instalar. Sin duda que partidos en el parlamento han apoyado varias de estas medidas que bien vale analizar sin son oposición.
Es un tremendo retroceso en el Chile de hoy.
La economía es la política concentrada analizaba Lenin. Hoy ante el avance arrollador de un capitalismo salvaje (para algunos, neoliberalismo), es una ratificación, desgraciadamente de esta afirmación.